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UMBRAL

SE ESTÁ CERRANDO EL CÍRCULO

SE ESTÁ CERRANDO EL CÍRCULO

 

Se está cerrando el círculo,
se está formando el sanedrín;
el carro nuevo usurpa el Arca
del hombro de Leví.

Laodicea está ahí
con Atalía y Jezabel;
ha salido Caín
para matar a Abel.
Nehemías ya percibe
la trampa de Gesem;
David conoce el tiempo
del plazo de Daniel.

Se está cerrando el círculo
del odio del infiel.

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giv 25/II/2011

DEL TERCER TEMPLO

DEL TERCER TEMPLO

Gino Iafrancesco V.

Quisiera compartir con los hermanos algo que ya, en estos días sobre todo, hemos tenido presente, y en realidad tenemos que tener muy presente. Es algo que los hermanos conocen, pero el Señor seguramente quiere enfatizar y traernos, por lo menos, algunos de los versos a nuestra conciencia, para tenerlos presentes, y de las cosas que están sucediendo al respecto, tenerlas claras; y también están siendo grabadas, por si acaso algunos hermanos, a quienes Dios quiera llevar esta grabación, quizás algunos no sepan que de éstas cosas ya están pasando algunas. Entonces vamos a ponerles atención.


Vamos a hablar sobre el tercer templo; se le llama el tercer templo, porque el primero fue el que el Señor puso en el corazón de David levantar, para lo cual se dedicó a conseguir los materiales, y acerca del cual recibió de parte de Dios los planos; y eso nos lo informa el libro de Crónicas. Solo que Dios le había dicho a David que él había derramado mucha sangre, y que él no le levantaría casa a Dios, pero que su hijo sí le levantaría casa, santuario al Señor. Entonces Salomón, en figura de Cristo, levantó aquel templo material, de lo cual tenemos testimonio tanto en Reyes como en Crónicas; aunque ciertamente el verdadero Hijo de David es Cristo, y el verdadero Templo de Dios es espiritual, es una casa espiritual que dice Pedro, es la Iglesia del Dios viviente, la suma de todos sus hijos e hijas comprados por Su Sangre y nacidos por su Espíritu, que conformamos un solo cuerpo, y que debemos manifestar la unidad del cuerpo en cada localidad, en cada sitio donde estamos. La vez pasada, cuando estuvimos viendo lo relativo a Miqueas, nos acordábamos de la palabra final en Daniel 12, donde para el cumplimiento de las maravillas profetizadas en esa última perícopa de Daniel, que va desde el capítulo 10 hasta el 12, era necesario que se terminara la dispersión del pueblo Santo: cuando se acabare la dispersión del pueblo Santo, todas estas cosas serán cumplidas. Entonces Dios está trabajando con Su Pueblo y en relación a la dispersión, tanto en lo natural, Su Pueblo, que son como decir los descendientes de Abraham como el polvo de la tierra, como también los descendientes espirituales de la fe de Abraham que es la Iglesia como las estrellas del cielo; porque Dios comparó la descendencia de Abraham con las estrellas del cielo y con el polvo de la tierra; o sea que hay una descendencia celestial y una descendencia terrenal, una en figura de la otra, la celestial la Iglesia, la terrenal Israel; pero luego en el Mesías será otra vez una sola, tanto la espiritual como la natural.

Entonces, ese primer templo fue destruido por infidelidad incluso de parte de Salomón; después vino la división del pueblo, y por fin vino la destrucción del templo en la época de Nabucodonosor, y fueron llevados cautivos setenta años a Babilonia; pero luego de cumplida esa profecía de Jeremías, de lo cual estaba siempre muy pendiente Daniel, entonces vino de nuevo la reconstrucción del templo. Y de ese templo que dice la profecía de Daniel, capítulo 9, de las setenta semanas, dice que sería reconstruida la plaza en tiempos angustiosos; eso fue en tiempos de Nehemías; y antes de reconstruir la plaza y la ciudad, fue reconstruido el templo con Zorobabel hijo de Josadac; entonces ese se llamó el segundo templo. Luego ese segundo templo Herodes lo quiso magnificar, y de hecho hizo unas grandes edificaciones, que hasta los discípulos estaban asombrados de ellas, y le decían al Señor Jesús: “mira estas edificaciones”; y el Señor les dijo que en verdad no quedaría piedra sobre piedra. Entonces de ese segundo templo comenzado a levantar por Zorobabel y Josué hijo de Josadac, y ampliado después por Herodes, sin embargo, destruido conforme a la profecía, no quedó piedra sobre piedra, e Israel fue llevado cautivo y disperso a todas las naciones. Pero Dios prometió que traería de nuevo a Israel a su tierra y que levantaría de nuevo el templo.

Entonces vamos a ver esa profecía aquí en Jeremías 30:18; todo el capítulo 30 e incluso el 31 de Jeremías nos habla del retorno de Israel. Aquí en otras ocasiones hemos visto algo de esto, pero hoy nos vamos a concentrar un poquito más en la reconstrucción del templo. Jeremías 30; lo que vamos a leer está en este contexto de la reconstrucción del templo y del retorno de Israel. El retorno de Israel está profetizado en muchos lugares; es asombroso ver cuánto espacio le dedicó Dios en la Biblia a este tema del retorno de Israel, mucho espacio; y yo pienso que Dios sabía el rechazo que habría en el mundo, y especialmente en los pueblos de alrededor para que Israel fuera restaurado, un rechazo muy grande; entonces Dios confirmó de muchas maneras la profecía, y hay muchos capítulos que en la biblia hablan del asunto. Unos de esos capítulos son estos 30 y 31 de Jeremías; pero en el corazón de estos capítulos, aquí en el 30:18 menciona el templo, y dice así: “Así ha dicho Yahvéh..."; leo de lo que venía hablando antes, en el 17: "…Yo haré venir sanidad para ti, sanaré tus heridas dice Yahvéh; porque desechada te llamaron..." con esa teología del reemplazo, como si Dios hubiera rechazado para siempre Israel. Dios no desechó para siempre a Israel; ciertamente el Señor Jesús dijo: "el reino será quitado de este pueblo y será dado a otro pueblo que rinda los frutos de él"; y por eso el Señor se volvió a los gentiles, pero no dice que sería para siempre el castigo de Israel, porque eso ya lo había anunciado el Cántico de Moisés, de que Dios, como ellos lo habían provocado a celos adorando a otros dioses que no eran Dios, Dios también los provocaría a celos a ellos tomando un pueblo que no era pueblo. Entonces Dios tomó para sí un pueblo de entre los gentiles, y nos dio nada menos que la constitución de Iglesia; o sea que el pueblo que Dios ha salvado de entre los gentiles para llamarlo Su Pueblo, es el pueblo que había prometido a Israel, con lo cual Dios tomaría otro pueblo y los provocaría a celos. Pero si usted sigue todo el Cántico de Moisés, usted se da cuenta de que Dios no decidió destruirlos, para que los enemigos no dijeran que Dios no había podido cumplir con Sus propósitos con ellos, sino que Dios se volvería a ellos; y ahí mismo en el Cántico donde les anunció corrección, les anunció también restauración y sanidad. Y largo tiempo ha estado Israel bajo la corrección de Dios, y aún le viene el tiempo de angustia; pero ese tiempo de angustia es para dar a luz, es el momento del parto y de la restauración. Lastimosamente los seres humanos, no solo Israel, sino todos nosotros, muchas veces, si no pasamos por la estrechez, no nos damos cuenta de cuánto necesitamos depender del Señor.

Entonces, en ese contexto ya del retorno, como dice en Lucas, las palabras del Señor, que serían esparcidos a los cuatro vientos de todas las naciones hasta que los tiempos de los gentiles se cumplieran, por eso Pablo dice, hablando del misterio de Israel, que fueron endurecidos en parte, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. Esas palabras de Pablo, y que cita Lucas, provienen del Señor Jesús, y provienen de la profecía. Entonces ahora es la hora en que Israel empiece a regresar, y ya comenzó en el siglo pasado, que es el siglo XX; en 1948 ya la nación fue reconstruida, o sea nació en un día, volvió a ser una nación, volvió a ser un estado, se volvió a levantar la bandera de Israel; y en ese mismo momento, cuando eran solo unos 300 mil colonos, le vinieron 1`200.000 soldados de las naciones de alrededor, de seis naciones, para borrar a Israel del mapa; y el Señor lo ha defendido, lo ha defendido conforme a las profecías que encontramos, por ejemplo, en Zacarías 12 y en otros lugares. Entonces aquí estas profecías del 30 y 31 de Jeremías nos hablan de ese retorno: “Yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Yahvéh; porque desechada te llamaron..."; ahí está, pues, incluida esa teoría del reemplazo: "desechada te llamaron, diciendo: esta es Sión, de la que nadie se acuerda”. Pero Dios sí se acuerda. “Así ha dicho Yahvéh...", no es cualquier hombre el que habla, ni siquiera es Jeremías, es Yahvéh; "...he aquí Yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia"; y esa profecía ya comenzó a cumplirse, se ha cumplido delante de nuestros ojos, y se sigue cumpliendo. Y ahora dice: “… y la ciudad será edificada sobre su colina...", eso ya sucedió también, Jerusalem fue restaurada, ha sido levantada de nuevo. Pero fíjense, comienza por las tiendas de Jacob, así como en Zacarías dice que comenzaría también, no por la ciudad capital sino por la provincia, para que los de la capital no se engrandecieran; entonces así mismo aquí menciona primero las tiendas y después la ciudad; coinciden la profecía de Jeremías con la de Zacarías; y ahora dice así: "...y la ciudad será edificada sobre su colina...", pero ahí no termina la profecía; tiene que ser levantado el templo. Cuando en el año 1967, cuando los Israelitas se tomaron Jerusalem, la recuperaron conforme a Zacarías 12; sin embargo, el propio Moshe Dayan, que era de los líderes militares que participó en la recuperación de la ciudad, para evitar un mayor problema y para no ofender a los musulmanes, les devolvió el monte del templo a los Árabes, lo puso en manos del rey de Jordania, y el rey de Jordania después se lo pasó a Arafat, a la OLP; o sea que Dios estaba esperando todavía un tiempo, estaba dejando un poco más de tiempo para trabajar tanto con Israel como con la Iglesia, para que se vaya perfilando el panorama final. Pero dice la profecía en la última frase del verso 18, que tiene tres partes: “...Yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob", ahí dice: Yo hago; o sea, lo que Dios ha hecho, y sigue haciendo Dios: de sus tiendas tendré misericordia; o sea que muchos vienen aún sin conocer al Mesías, pero tendrá misericordia de ellos así como tuvo de nosotros que no éramos pueblo y se compadeció de nosotros y nos incluyó en su pueblo; hablo de los que vienen de la gentilidad; y ahora dice: “y tendré misericordia..."; ahí está incluida la restauración de Israel; “...y la ciudad será edificada sobre su colina, y el templo será asentado según su forma”. Noten esa profecía: El templo será asentado según su forma, según dice esta traducción de Reina y Valera revisión de 1960.

Ahora, aquí vemos que está demasiado claro que el templo tiene que ser restaurado. Pero también hay unas profecías que tienen que ver con el anticristo, donde es necesario también que el templo esté restaurado para que se cumplan esas profecías. Entonces yo voy a leer la síntesis de esas profecías primeramente en Pablo, y después veremos en quién se basa Pablo, que los hermanos ya lo conocen. Entonces vamos a considerar otra vez lo que en estos días pasados, que hemos considerado Tesalonicenses; vamos de nuevo esta vez a la segunda epístola de Pablo a los Tesalonicenses, al capítulo 2, para ver por qué también tenía que estar levantado el templo. Entonces en 2 Tesalonicenses 2:1-4; “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo...", aquí la palabra es parousía, venida; "...y nuestra reunión con él...", aquí la palabra es episynagogê, que es reunión en lo alto, o sea, lo recibiremos en los aires. Con respecto a esta venida, que es una sola, "...os rogamos hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar..."; o sea que hay un modo de pensar de los hermanos de la Iglesia primitiva, que recibían del Señor Jesús, del Espíritu Santo y de los apóstoles; o sea, de Dios. "...Ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca". O incluso dice que ya llegó. Entonces dice Pablo que para cuando el día del Señor llegue, debían cumplirse unas ciertas señales, que le preguntaron al Señor ya antes los discípulos: “Señor, ¿qué señales habrá de tu venida y el fin del siglo?”, y Él dio un serie de señale;, entre esas señales: terremotos, hambres, alborotos, pestes, la predicación del evangelio, la restauración de Israel, cuando dijo: "cuando viereis la higuera brotar, sabeis que el veranos está cerca"; y también dijo: "cuando viereis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló Daniel (el que lee, entienda)...", todo eso está entre las señales; no sólo falsos cristos, sino éste, el principal de ellos. Entonces sigue diciendo Pablo: “nadie os engañe en ninguna manera..."; o sea que en varias maneras podemos ser engañados; pero lo que el Señor dijo, y Pablo también lo sostiene por el Espíritu: "...porque no vendrá...", y viene hablando de la venida del Señor en los aires, de la Parousía: "...No vendrá...", porque no dice aquí epifanía sino parousía, porque algunos han separado una primera venida secreta a que le llaman “paorusía”, y una venida gloriosa a que le llaman “epifanía”, mas la Palabra habla de la “epifanía de la parousía”; o sea, de la manifestación de Su venida como la misma cosa. Y aquí nos damos cuenta de que está hablando de la “paorusía”; que antes de la “parusía”, que nadie os engañe de ninguna manera, "...porque no vendrá...", verso 3, "...sin que antes venga la apostasía...", que fue lo que dijo el Señor, que el amor de muchos se enfriaría y habría falsos profetas y falsos cristos. Pero ahora sigue Pablo: "...y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición..."; o sea, se manifieste uno de los anticristos: el principal. El apóstol Juan, en su primera epístola dice: "Vosotros habéis oído que el anticristo viene...", o sea que hay uno final; "...pero ahora han surgido muchos anticristos; estaban en medio de nosotros, pero no eran de nosotros, porque si hubiesen sido de nosotros, hubieran permanecido con nosotros". Cuando Juan dice que el espíritu de anticristo tiene esas características, de que se movía en medio del ambiente de la cristiandad, pero que después sería la apostasía, mostraría que no era verdaderamente cristiano; él lo dice claramente: "salieron de nosotros, pero no eran de nosotros, porque si hubiesen sido de nosotros hubieran permanecido con nosotros". O sea que el espíritu de anticristo tiene esa característica de apostasía; son personas que apostatan de la fe, que salen de en medio de la cristiandad; eso se dice del espíritu del anticristo. Fíjense en que la propia bestia del anticristo y su sistema, es cabalgada por la mujer, que es Roma; no por el ateísmo, sino por la mujer que es Roma ¿se da cuenta? Y el espíritu de anticristo sale de personas que dicen ser cristianas, pero que no permanecen, que a la larga se apartan demostrando que de verdad no lo eran; salieron de nosotros, salieron de la cristiandad.


De hecho, también, de la otra falsa bestia, de donde va a surgir el falso profeta, se dice que sus cuernos son de cordero, pero habla como dragón. Entonces ahora dice el Señor por Pablo: "nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado"; ya no es solo uno de los anticristos menores, sino el anticristo final. "El hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto"; o sea que él al principio no hace esto. Cuando estudiamos Daniel, vimos que eso es un proceso donde empieza pequeñito, y se va engrandeciendo sobre sus compañeros, pero luego llega a engrandecerse sobre el ejército del cielo, y las estrellas del cielo echa por tierra; hablando de espíritus, y de su vinculación con el mundo espiritual. Dice Apocalipsis que el dragón le dio su poder y autoridad por 42 meses. Pero antes de esos 42 meses, antes todavía el dragón no le daba su poder; o sea que hay un proceso de apostasía. El cabalgamiento de la mujer sobre la bestia termina en satanismo, en manejo de Satanás; primero lo maneja la mujer, después lo maneja el dragón.

Entonces dice en el verso 4 de 2a Tesalonicenses 2: "tanto...", o sea, tanto se levantará que dice que: "se sienta en el templo de Dios, como Dios"; porque al tratar de hacerse una síntesis con todas las religiones, y tratar de modernizar el cristianismo, y ponerlo como uno más de los que están en el mercado, y hacer una síntesis del mercado, y tratar de hacer un consenso, e incluso con las religiones, como lo está promoviendo también Tony Blair por medio de su fundación de fe “Tony Blair” para la religión, se desemboca en panteísmo y autodivinización. Pude entrar en el blog de Blair, y el blog está abierto para que se unan a él; y muchas personas le escriben de muchas partes hablándole de la necesidad de la unión de las religiones; y ellos tienen interés en lo práctico para el gobierno mundial de las élites, y no en lo práctico para Dios y Su Cristo. A ellos les parece más práctico el eclecticismo y el globalismo para la gobernabilidad mundial de parte de las élites; eso les parece más práctico que ser fieles a la verdad y poner la cabeza por la verdad. Pero el Señor vino por la verdad, no porque le sea práctico al diablo.

Entonces por eso dice aquí del anticrisrto: "tanto que se sienta en el templo de Dios, como Dios"; porque la teoría de la Nueva Era, que es panteísta, que identifica a Dios con la naturaleza, entonces hace que el hombre se sienta parte de la naturaleza y hace que se crea Dios, y llega a creerse Dios; a eso lleva la serpiente; eso fue lo que le propuso a Adán y Eva: "seréis como dioses"; y la gente que sigue a la serpiente, pues, sigue con esa mentira. Esa era la mentira con que se engañó y se enloqueció Satanás, diciendo que sería semejante al Altísimo; y esa es la misma locura que quiere meterle a todos los seres humanos. Que el Señor nos guarde en Su cordura. “El temor de Dios es el principio de la sabiduría”, en Su gracia.

Entonces dice aquí Pablo: "¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste". Mientras estaba el imperio romano, no era el tiempo del anticristo, tenía que esperar; y aún en el tiempo de Pablo no sucedía, ni aún siquiera en el tiempo de Juan, que sobrevivió bastantes años a Pablo, porque Pablo murió en el año 64, y Juan, 22 años después, en el año 86, escribe Apocalipsis, y aún Juan vuelve a hablar de los diez cuernos que le salen a la bestia, de los cuales ya hablaba Daniel, y que estaban en el tiempo de Juan en el futuro, porque él dice: "uno es, pero el otro aún no ha venido"; o sea que el reino que seguiría a Roma sería el de los diez cuernos, o diez dedos de la estatua, y de entre esos es que surgiría el anticristo. Entonces dice Pablo: "no vendrá el Señor hasta que no venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado...".

Pero ya en el año 2009, en el mes de noviembre, día 19, fue escogida la persona para representar a Europa, que era lo que había sido el imperio romano; habían surgido monarquías, que representaban esos diez cuernos, y la división de los países y de las culturas, e inclusive la planificación mundial de dividir el globo en diez partes; pero el liderazgo viene de allá, viene de la alianza de Europa con América, porque la otra bestia, con cuernos de cordero, dos cuernos de cordero, es la alianza británico-americana, que han liderado a través de la Mesa Redonda, de los Caballeros de la Mesa Redonda, y el CFR, y la Comisión Trilateral, y los Bilderberg, que han organizado el mundo; una de sus principales intenciones es unir Europa con América en alianza; ellos trabajan por esa alianza y restaurar la unidad de Europa. Cualquiera que haya leído los documentos de ellos, se va dando cuenta de que eso es lo que ellos han querido hacer.

¿Qué es lo que ha estado haciendo este personaje que fue nombrado ahora como presidente del Consejo de Europa? Ha estado haciendo lo que la Escritura dice, yendo a los reyes de la tierra para reunirlos; en eso se la ha pasado en estos dos meses, yendo a los reyes de la tierra, primero a los de Europa, para reunirlos; pero reunirlos ¿para qué? Para la batalla contra el Cordero; en eso es que van a terminar estas reuniones, estos parlamentos, estos globalismos, mundialismos. Entonces dice la Sagrada Escritura que este personaje se va a engrandecer hasta sentarse en el templo de Dios; o sea que estas profecías que está citando aquí Pablo, y que provienen también de Daniel, nos muestran que el templo también tiene que estar levantado.

Ahora regresemos a dos pasajes en Daniel, o a tres, como testigos de que eso que dice Pablo así estaba previsto. Vamos al capítulo 8, y subrayemos este aspecto. Entonces en este capítulo, ya viendo, no el cumplimiento típico con Antíoco Epífanes, sino el final del cual Antíoco era típico: Ese cumplimiento final, que es el del anticristo, dice en el capítulo 8 lo siguiente; vamos a leer desde que se engrandece ese personaje, ese cuerno que dice en el verso 10: "y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó". Y estas estrellas son los ángeles de Satanás; o sea que llegó a tener poder del propio diablo, incluso sobre otros espíritus inferiores. Aún se engrandeció con el Príncipe de los ejércitos; por eso se llama anticristo, porque el Príncipe de los ejércitos es el Mesías, el Cristo. "Y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra". Fíjense en lo que dice aquí, que por el fue echado por tierra el continuo sacrificio. Ya la profecía decía antes en Oseas 3:4 que Israel duraría muchísimos años sin sacrificio, sin terafines, como si no tuvieran Dios, casi; es una profecía que se lee en los profetas; que muchos años estaría Israel sin sacrificios; pero para el tiempo del anticristo es necesario que los sacrificios se restauren; y para que haya la restauración del templo, primero se tiene que restaurar el altar. Fíjense ustedes, si quieren verlo conmigo, en el libro de Esdras para verlo; es necesario tener esto muy claro para ir entendiendo las cosas que están sucediendo.

Esdras 3; fíjense en que en el capítulo 3, a la primera parte, que va desde el verso 1 hasta el verso 7, la Sociedad Bíblica le puso este título al pasaje; o sea que ese es el tema: “Restauración del altar y del culto”. "Cuando llegó el mes séptimo, y estando los hijos de Israel ya establecidos en las ciudades, se juntó el pueblo como un solo hombre en Jerusalem. Entonces se levantaron Jesúa hijo de Josadac y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés varón de Dios. Y colocaron el altar sobre su base, porque tenían miedo de los pueblos de las tierras". Note que fueron valientes, pues todos los pueblos de alrededor eran contra Israel; 70 años ya se habían enseñoreado de las tierras de ellos los de alrededor, y ahora ellos regresan y restauran el altar. Claro, con miedo, pero aun con miedo ellos fueron valientes. Y lo mismo está pasando en estos días.

Y dice allí: "…tenían miedo de los pueblos de las tierras, y ofrecieron sobre él holocausto a Yahvéh, holocaustos por la mañana y por la tarde". Entonces ustedes se dan cuenta de que a partir del verso 8 comienza otro pasaje que tiene otro título que le puso la Sociedad Bíblica: “Colocación de los cimientos del templo”. Y después, cuando comienza el capítulo 4: “Los adversarios detienen la obra”; capítulo 5: “Reedificación del templo”. Note que no fue fácil; primero se empezó con el altar, y luego solamente con los fundamentos; y ya, cuando apenas estaban con los fundamentos, ya empiezan los adversarios a oponerse: y sin embargo ellos con una mano edificaban y con otra defendían; edificación y guerra, el palustre y la espada. Levantaron el templo, después la ciudad y la plaza; el templo, el santuario y el muro de la ciudad.

Entonces, antes de levantar el templo, hay que poner los fundamentos en medio de oposición; como decía: "en tiempos angustiosos"; sucedió en la primera venida del Mesías, desde las setenta semanas de Daniel, los septenarios de Daniel; las siete primeras semanas o septenarios fueron los 49 años en los que se levantó el templo en tiempos angustiosos; ese fue el segundo templo; pero ahora va a ser el tercero; y ahora ¿qué es lo que dice acá? Que ellos también tenían miedo, pero que en medio de la debilidad fueron valientes, y levantaron el altar y ofrecieron los sacrificios; y después es que se echarían los fundamentos del templo, en medio de gran oposición, en tiempos angustiosos, como una tipología en el tiempo de Nehemías, en los tiempos de angustia de Israel para dar a luz. Pero ya en el capítulo 5 se reedifica el templo, y se enfurecen contra Israel porque se levantó el templo y después la ciudad y los muros.

Hermanos, esta es una tipología. Entonces volvamos de nuevo al capítulo 8 de Daniel, en el versículo 12. "A causa de la prevaricación...", ya en el once dice que fue quitado el continuo sacrificio; o sea que éste personaje del anticristo quitaría el continuo sacrificio; por lo tanto el continuo sacrificio debía ser restaurado, debía volverse a celebrar sacrificios. Y han pasado sin sacrificio muchísimos años como dice Oseas, hermanos, desde que en el año setenta Tito se tomó la ciudad de Jerusalem y destruyeron el templo; todos estos años han pasado sin sacrificio los Israelitas, y lo más cerca que han podido llegar es al muro de los lamentos; es lo más cerca a que han podido llegar. Ya hubo algunos que quisieron subirse a la mezquita y hacer algo, y fueron y los resistieron; y muchas cosas se están ocultando de lo que pasa en Israel. Por ejemplo, la noticia reciente del barco con 500 toneladas de armas pesadas, misiles, que mandó Hugo Chávez por Irán para Hizbolá. Dios dijo: "Ahora cuidaré con mis ojos, ningún arma forjada contra ti prosperará; el que contra ti conspiraré delante de ti caerá". Y ese barco cayó allá en Chipre en manos de Israel, y esas armas que mandó Chávez para Hizbolá, un barco con 500 toneladas de armas pesadas y misiles y otras cosas, ahora están en manos de Israel. Chávez las envió para destruir Israel, y ahora están en las manos de Israel. ¿Se dan cuenta de lo que está haciendo Dios? Pero estas noticias tú no las escuchas en los noticieros, no lo escuchas en Caracol, RCN, radio net; inclusive la pararon de internet; pero yo y varios aquí la vimos con películas y fotografías, cómo los Israelitas tomaron el barco y abrían las cajas y mostraban todo lo que tenía. Una noticia que ha sido callada; y por eso le dije a Mechitas que vamos a grabar esto; y por eso no hagamos mucho ruido, porque esto puede subirse a internet; ¿me entienden, hermanos? Entonces estas cosas están frescas.

Ahora sigue diciendo aquí la palabra del Señor, después de que habla del continuo sacrificio, habla del santuario otra vez, habla de la profanación del santuario; entonces ya en el capítulo 9 se ve lo mismo. Vamos a Daniel 9, en la última semana, en el verso 27 que divide esa última semana, como ya estudiamos aquí ese verso 27 que está súper desglosado en todo el capítulo 11, donde estas dos partes de la semana están descritas con detalles; en el capítulo 11:31 se divide la semana en dos, y se muestra lo posterior y lo anterior; aquí en Daniel nueve está resumido, pero la marca central de la mitad de la semana es este hecho. Daniel 9:27 "y por otra semana confirmará el pacto con muchos...", o sea, antes de adelantar la semana donde viene el anticristo desolador declarado, está haciendo pactos y pactos y pactos con muchos. Esto es lo que está haciendo hoy en día, por ejemplo, Herman Van Rompuy.

Y dice acá: "…confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana...", esta mitad de septenario o de siete años, "...hará cesar el sacrificio y la ofrenda". O sea que el sacrificio y la ofrenda tenían que ser restaurados, pero los haría cesar. Pero luego dice: "Después, con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador", o sea, el anticristo declarado. "...Hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador"; o sea, las siete tazas de la ira. Pero entonces nos damos cuenta de que el sacrificio continuo y la ofrenda deben ser restaurados.

Y luego, lo mismo dice en el capítulo 11:31, que es donde comienza esa mitad de la semana final, el septenario setenta. Entonces lo dice el verso 31; antes mostrará los pactos del anticristo, antes de declararse abiertamente anticristo; dice en la parte final del verso 30: "…hará según su voluntad; volverá, pues, y se entenderá con los que abandonen el santo pacto". ¡Se entenderá con ellos! La gente es tan ecuménica hoy en día que vende la verdad por el ecumenismo. Nosotros no podemos entendernos con el diablo; con las mentiras no nos entendemos, no hay acuerdo ninguno; "¿andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?". Yo sé que para la gobernabilidad del mundo de Satanás es muy práctico, pero no para el reino del Señor Jesús. Nosotros no podemos entendernos con los que abandonan el Santo Pacto, si ni siquiera podemos comer con un hermano que llamándose hermano es fornicario, avaro, etc. Pero el anticristo es tan práctico, tan ecléctico, que se entenderá con los que abandonen el Santo Pacto.

Entonces ahí dice: "Y se levantaran de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora", que es la imagen de la bestia. Él prefiere una religión ecuménica, una junta de todas las religiones del mundo, en vez de la verdad de Cristo. Entonces vemos ahí que el templo tiene que estar levantado, porque dice que lo profanarán y quitarían el continuo sacrificio.

En el tiempo de Antíoco Epífanes estas cosas tuvieron un cumplimiento parcial típico. Pero el Señor Jesús, cuando habló de la abominación desoladora, no contabilizó lo de Antíoco Epífanes como si fuera un cumplimiento definitivo, porque él lo volvió a colocar para el futuro; Él dijo: "Cuando viereis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel..., y lo puso en futuro. Inclusive vino después el año 70, y también aquello duró tres años y medio, que es una tipología de la gran tribulación. Pero 16 años después llegó el Apocalipsis y Juan vuelve a ponerlo en futuro; o sea que lo del año setenta fue también un cumplimiento típico, pero no fue el final. Entonces vamos a Apocalipsis 11para ver la parte del templo; en este capítulo aparece este asunto.

Apocalipsis 11:1 "Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollaran la ciudad santa cuarenta y dos meses". La ciudad santa sería profanada, y también el templo; por lo menos en la parte exterior, porque dice ahí: "…pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles y ellos hollaran la ciudad santa cuarenta y dos meses". Entonces aquí Juan está hablando después del año setenta, en el año 86, cuando ya había sido destruido hace 16 años antes el templo. Está hablando que estaría otra vez restaurado el templo, pero que la parte de afuera sería hollada por los gentiles, y la ciudad santa también, cuarenta y dos meses. Entonces nos damos cuenta de que era necesario que el templo fuera restaurado. Pero así como en el tiempo que aparece en el libro de Esdras, de Zorobabel, y Josué hijo de Josadac, comenzó por el altar, la restauración comienza por el altar, para poder hacer el sacrificio continuo, y poder hacer las ofrendas, porque sin consagración no hay casa de Dios, sin altar no hay ofrenda. Por eso el Señor Jesús le corregía a los fariseos que decían que lo importante era el oro y la ofrenda, pero Jesús dijo: "el templo es el que santifica el oro, y el altar es el que santifica la ofrenda". Oro que no está en el templo no es oro santo; Dios no lo considera como propio; aunque Él es el dueño del oro y de la plata, Él quiere usar lo que se le consagra, Su servicio en Su casa; y lo mismo, ofrenda no puede ser ofrenda sin el altar; si algo no se sacrifica y se pone en el altar, no es ofrenda; entonces "¿Qué es mayor? El altar que santifica la ofrenda". Esto es lo que enseña Jesús en Mateo 23.

Entonces, es necesario, como lo hemos leído en Jeremías, en Tesalonicenses, y en todo esto que estamos viendo acá, y también en las propias palabras del Señor Jesús, cuando dijo: "Cuando viereis la abominación desoladora puesta en el lugar santo. donde no debe estar...", está hablando de que se tenía que restaurar el templo.

Ahora, hermanos, yo les mencioné la vez pasada, y esta vez lo voy a volver a mencionar, complementando las cosas. Los judíos siempre esperaron eso, y dentro de los judíos hubo el tiempo de los pre-tanaítas, de los rabinos pretanaítas anteriores a la primera venida de Cristo; luego hubo los rabinos tanaítas de los primeros tres siglos de la Era Cristiana, los que escribieron la Mishná, que comentaba el Antiguo Testamento; luego vinieron los rabinos Amoraítas, que trabajaron del siglo tres al siglo seis, hasta el período masorético, cuando se dedicaron a escribir los Textos de la Masorah característicos de la familia de Ben Asher, y de la familia Ben Neftalí, etc. Fueron los Amoraím los que comentaron la Mishná y se formó la Guemará; y éstas dos, Mishná y Guemará, formaron el Talmud, que ha sido el libro sagrado de los Judíos ortodoxos; y ellos están esperando el templo. Después vinieron aquellos que escribieron comentarios a los libros Bíblicos, y también vino el apéndice al Talmud, que fue la Toseftá, y los Midrashím o comentarios; y por fin, vinieron esos grandes escolásticos sabios, que fueron llamados los Gaones; y entre todos esos Gaones hubo uno muy famoso que fue el Gaón de Vilna, Vilna la capital de Lituania, donde hubo un gueto fuerte de los Judíos; incluso Antanas Mokus tiene esa descendencia, que fue alcalde de aquí de Bogotá Lituano-colombiano. Entonces el Gaón de Vilna tenía el don profético de entre los judíos, y sus profecías se cumplían, y por eso era muy respetado. Y él hizo una profecía, y esa profecía tenía varias partes, y todas esas partes anteriores se han cumplido hasta hoy; entonces se espera que el resto también se cumpla, porque sí se han cumplido las partes anteriores, y no se puede negar. Y la profecía era más o menos así: él decía que se iba a levantar en Jerusalem la sinagoga Hurva; y ustedes podían verla; no sé si todavía la pueden ver; dicen que ya la quitaron de internet, no sé, pero la vimos varios aquí, a la Sinagoga Hurva; él decía que se construiría la Sinagoga Hurva en Jerusalem, y se construyó la Sinagoga Hurva tal como él había dicho; pero él había dicho que los musulmanes destruirían esa sinagoga, y realmente vinieron los musulmanes y destruyeron la Sinagoga Hurva que fue construida una primera vez; pero él dijo que después de la destrucción de la Sinagoga Hurva, y la primera destrucción fue por los musulmanes, sería levantada de nuevo; y de hecho se levantó de nuevo, y duró bastante tiempo hasta que otra vez, en las guerras, en los conflictos con los vecinos de Israel, fue destruida por segunda vez la Sinagoga Hurva como él dijo que sería destruida por segunda vez. Pero él dijo que volvería a ser levantada por tercera vez la Sinagoga Hurva, y que cuando se terminara la Sinagoga Hurva por tercera vez de ser levantada, se comenzaría a levantarse por tercera vez el Templo de Jerusalem; esa fue la profecía. Aunque algunos lo niegan, otros lo afirman públicamente desde el mismo Israel, por los medios de comunicación en masa. Se construyó y fue destruida una vez, se volvió a construir y fue destruida una segunda vez; y ahora el gobierno de Israel la mandó a reconstruir por tercera vez, y el día de plazo para entregarla terminada es el 15 de Marzo de 2010; o sea en dos o tres mesecitos desde ahora. A esa Sinagoga la vimos en fotos y ya casi está terminada, ya está lista, ya tú vez la fotografía hermosa; el mismo Estado de Israel la reconstruyó, y se tiene que entregar el 15 de marzo. Por lo tanto, muchos de los judíos están esperando la reconstrucción y el comienzo del Templo para el 16, comenzando por el altar y los sacrificios; y ellos no están esperando de una manera pasiva, sino que ellos han restaurado el Sanedrín y organizado la restauración del altar y el primer sacrificio; ya lo tienen todo listo. Los animales los tienen listos, ya están recogiendo las listas de las personas de Israel que se inscriben para ese sacrificio; los formularios ya están en internet, y de cualquier parte del mundo cualquier judío puede participar, y ellos dan siete shekels o siclos, la moneda que ellos dan, como unos dos dólares, que era, como se dice en el Antiguo Testamento, el siclo del santuario, que hoy en día ellos lo están tomando con ese equivalente, y eso ya lo están recogiendo, ya la gente se está inscribiendo y ya los animales están todos listos, el altar ya lo hicieron con piedras no tocadas por mano humana no sacerdotal, ni hierro, sino con piedras que tomaron del mar Muerto; los sacerdotes ya prepararon el altar; el altar es móvil; ellos en cualquier momento o en cualquier situación lo van a subir allá para levantar el templo. Ya han tratado de hacer cosas antes. Hermano, en medio de toda esa situación, los otros les están exigiéndoles que se vuelvan a los tiempos de antes de 1967, que Israel devuelva lo recuperado legítimamente. Eso es lo que le exigen a Israel, que ceda Jerusalem oriental, pero Netanjahu se ha mantenido firme. Y hermano, ahora el 16 de marzo, justo cuando se termina el contrato del 15 de la Sinagoga Hurva, el 16 ya quieren establece el altar y restablecer los sacrificios, según el deseo de los que están en eso según la profecía del Gaón de Vilna. Incluso hay quienes dicen que hasta los Rockefeller quieren participar aprovechándose de la situación.

Hermanos, muchos años, desde los años setenta hasta aquí, como decía la profecía: "pasará Israel sin sacrificio". Pero para el tiempo final tenía que ser restaurado el sacrificio continuo y la ofrenda para poder poner después los fundamentos y restaurar el templo. Y ya el templo está prefabricado; eso se puede hacer rápido, y ya la cosa está para éste año según el deseo de muchis israelíes; ni siquiera para final de año, sino que lo quieren para el primer trimestre del año; nosotros estamos hoy terminando enero, febrero es más cortito, y después marzo, mes y medio, casi. Hermanos, ¿en qué tiempo estamos? Entonces ¿se dan cuenta de cómo las profecías nos están mostrando lo que está pasando? y lo que está pasando en Israel y en Europa; ¡Cómo esas dos cosas están paralelas! Entonces, amados, estamos en una hora súper avanzadísima, en la cual debemos ocuparnos en el Señor, y en la tarea del Señor; dar el testimonio; "el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará". Tenemos que estar ocupándonos del testimonio del Señor, y Él se ocupará de nosotros. Amén, hermanos, gracias por ésta oportunidad.

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Gino Iafrancesco V., 27 de enero de 2010, Bogotá D.C., Colombia.
Transcripción de Patricita Iafrancesco A., revisada por el autor.

S E M I N I T

SEMINIT


Localidad de Teusaquillo

(16 de abril de 2010)

(Gino Iafrancesco V)



El Señor Jesús sea con todos. Con la ayuda del Señor Jesús, vamos a estar compartiendo con los santos el segundo mensaje de los tres que les dije que había recibido la carga en mi corazón para compartir con los santos aquí; ya el primero fue compartido el domingo en este lugar, y hoy estaremos compartiendo el segundo. Todos están enmarcados dentro del contexto de la carga de la hora. Lo que estaría compartiendo con mis hermanos esta noche, no es algo nuevo; algunas cosas ya aquí han sido introducidas, pero he sentido la dirección del Señor para profundizar un poquito más, para que podamos, con la ayuda de esas herramientas de la palabra del Señor, poder considerar al Señor mismo en esta hora.




Quisiera que comencemos primero viendo un pasaje en el Nuevo Testamento, pero no sin antes recordar ese canto que cantamos hacia el final, basados en las citas que se hacen en Hebreos; en Hebreos en el capítulo 1, ustedes recuerdan que se hacen algunas citas relativas al Señor Jesús; y precisamente eso que estamos allí cantando, tiene que ver mucho con lo que vamos a esta viendo, aunque quizá desde otro ángulo. Miremos primero allí Hebreos 1; viene hablando acerca del Hijo; en el versículo 5 dice: “Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy”; eso es algo que Dios dijo del Hijo; y luego sigue Dios hablando del Hijo, y ahora dice: “Y otra vez: Yo seré a él Padre, y Él me será a mi Hijo? Luego, en el versículo 3, por tercera vez dice: “Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios”; luego ahí habla de lo que dice de los ángeles; y en el 8, dice: “Mas del Hijo dice: (entonces todo el verso 8 y el 9 habla del Hijo, y el 10 también habla del Hijo; “del Hijo dice”; ¿quién dice? Dios dice; ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás? Es Dios el que está hablando del Hijo en todo este capítulo 1, recogiendo muchos pasajes de muchos lugares, como un ramillete en este precioso capítulo; y entonces, en el verso 10, quiere decir que Dios continúa hablando del Hijo: “Y Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra”; por eso ese canto de nuestro hermano Mario Contreras, que está basado en este pasaje, dice: Tú, Señor Jesucristo, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de Tus manos; y lo dice: Tú, Señor Jesucristo. Entonces miremos quién es Jesucristo, y la inmutabilidad de Jesucristo; ellos, los cielos y la tierra, y por eso dice que el primer cielo y la primera tierra pasaron; “Ellos perecerán, mas Tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura, y como un vestido los envolverá, y serán mudados”; y por eso vemos que son enrollados; en Apocalipsis aparece cuando son enrollados. Luego hace el contraste entre los cielos y la tierra: “Pero Tú eres el mismo, y Tus años no acabarán”; y utiliza aquel otro pasaje de Hebreos capítulo 13, pero ya no al principio, sino al final de la epístola, donde dice en el verso 8: “Jesucristo en el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”; Su revelación ha sido progresiva, pero El en sí mismo es el mismo. Entonces, encuadrado dentro de esto, y ya para irnos adentrando en el tema, vamos a 1ª de Pedro.




Primera epístola del apóstol Pedro; apóstol enviado del Señor Jesucristo, bajo la promesa del Espíritu Santo; así que el que recibe a Pedro, recibe al que lo envió, dijo el Señor Jesús; así que estamos recibiendo al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo cuando recibimos a su enviado Pedro; y dice Pedro en este capítulo 1; voy a leerlo desde el versículo 10 hasta el 12, inicialmente: “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros...” , y antes de seguir leyendo, acuérdense de esto que dice aquí Pedro; Pedro empieza a hablar de los profetas; pero ¿de quién aprendió Pedro acerca de los profetas? Primeramente de su conocimiento que tenía de la Escritura; y en la segunda carta habla de su experiencia con Cristo; pero él también dice que él tenía la palabra profética más segura desde antes; tuvieron la experiencia de conocer a Cristo en gloria en el monte de la transfiguración, en su vida gloriosa todavía en la carne, y su resurrección, y su ascensión; y él da testimonio de cuando lo vieron en gloria en el monte de la transfiguración, en la segunda carta; y sin embargo, él sigue diciendo que tenemos la palabra profética más segura; o sea, el Antiguo Testamento. Entonces vemos el testimonio de Dios mismo, porque Dios habló en el Antiguo Testamento de muchas maneras a los padres por los profetas; y aún cuando el Señor Jesucristo resucitó, no por haber resucitado se deshizo de la Biblia, como algunos a veces piensan ser tan espirituales que pueden desentenderse de la Biblia; pero el mismo Señor Jesucristo, en plena resurrección, lo que hacía era enseñar la Biblia; y el Señor Jesucristo se les apareció durante cuarenta días resucitado, y lo que hacía era mostrarles, comenzando por Moisés y los profetas, o sea, la Torá, los Nebiim y los ketubin, la Ley, los profetas y los Salmos, lo que de Él decían. Entonces el Señor Jesucristo resucitado se basó en lo que se decía en las Escrituras; ¿y por qué razón? Porque era el mismo de ayer el que había operado en los profetas, y ahora hablaba Él mismo, ya a través de Su propia persona encarnada; primeramente Él había hablado por su Espíritu a los profetas, y ahora Él se había encarnado y daba la última palabra, y nos dejaba Su Espíritu para entender Sus palabras, ¿amén?, para conducirnos a la vida y a la luz de Su palabra.



Eso que dice él acá en el verso 10 de 1ª de Pedro: “los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros”, y lo que va a continuar diciendo, y que vamos a ver, él lo aprendió del propio Jesucristo, porque Jesucristo se los enseñó resucitado, y recorrió la Biblia con ellos desde Moisés, mirando los pasajes, y pasando a los profetas primeros y a los postreros; los llamados "profetas primeros" en el Canon del Antiguo Testamento, eran los libros desde Josué, Jueces, Rut, Samuel y Reyes; esos eran los llamados "profetas primeros" porque fueron libros escritos por los profetas Samuel, Gad, Natán y por otros que son citados por Jeremías en sus fuentes. Entonces Jesús siguió todas las Escrituras con ellos; nunca se apartó de las Escrituras; toda Su enseñanza, aún resucitado, fue basada en las Escrituras; y pasó por todos los profetas hasta Malaquías; y lo hizo para que también en el Nuevo Testamento se haga así; y Su Espíritu ha garantizado Su presencia para que Él continúe haciendo de esa misma manera. Y entonces dice así Pedro, teniendo en cuenta toda esa base: “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron...” ; en estos días pasados, en estos últimos meses por ejemplo, hemos estado estudiando a Daniel, y nos hemos dado cuenta de cómo Daniel inquiría; gracias a Dios que Daniel inquiría, y Dios le revelaba un poquito más; tomábamos como ejemplo el capítulo 7 de Daniel, donde al principio habla hasta cierto punto, pero él insiste y quiere saber la verdad acerca de todo eso, y se le añade más luz; y luego se concentra en un punto y quiere saber también acerca de esto otro, y esto, y esto, y se le añade más y más y más. Cuando tú ves las cuatro veces que se le repiten las cosas en ese solo capítulo 7 de Daniel, ves que cada vez que se repiten, el Espíritu Santo añade revelación; y eso le agradó a Dios, y eso era la operación de Cristo en Daniel, no era solamente Daniel; a esto quiero llamarles la atención, para que respeten a Cristo en Daniel, y no pongamos de lado las profecías, ni de Daniel, ni de ninguna parte de la Biblia; porque el Señor agarró toda la Biblia para revelarse Él mismo a través de la Biblia; y eso es lo que hace el Espíritu Santo, glorificarlo y abrir nuestros ojos para verlo a Él en toda la Biblia; leemos la Biblia en vinculación con Él, porque Él estuvo presente en los profetas; y eso es lo que ensaña aquí, y lo enseña Pedro basado en la enseñanza de Cristo resucitado, y también la anterior; estos profetas diligentemente inquirieron, y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, porque esta salvación no incluye solamente el perdón de los pecados, sino que alcanza hasta su culminación completa en el reino, ven?



Dice el verso 11: “escudriñando qué persona y qué tiempo...”; ellos escudriñaban qué persona y qué tiempo, “indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos”; y eso es lo que quiero subrayar, qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el Espíritu de Cristo que estaba en los profetas del Antiguo Testamento, como lo estamos viendo en el caso de Daniel, y también en los demás casos, como Isaías, Jeremías; a veces el Señor hablando por David, etc. Entonces, cuando leemos a los profetas, no estamos leyendo sólo a los profetas, estamos leyendo a los profetas en Cristo, estamos leyendo a Cristo en los profetas, y estamos interpretando a los profetas según el Espíritu de Cristo después de la resurrección, así como ellos hablaban por el Espíritu de Cristo antes de la resurrección; porque antes, en el principio, antes de todas las cosas, ya era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios; y nada de lo que ha sido hecho fue hecho sin el Verbo; o sea que la preexistencia de Cristo está antes de toda la creación; y por eso las revelaciones o salidas teofánicas de Dios, antes de la encarnación, eran también Cristo, como lo dice Pablo en 1ª a los Corintios capítulo 10, que Aquella Roca que acompañaba a Israel, de la cual bebían los israelitas, era Cristo; entonces las apariciones teofánicas de Dios fueron a través del Cristo pre-existente en sus salidas teofánicas antes de la encarnación; y quiero llamar la atención a ésto, porque a veces, cuando oímos la palabra “Cristo”, lo queremos aplicar solamente a Él después de la encarnación, pero Su persona divina ya existía con el Padre antes de la fundación del mundo, y su naturaleza; Él tenía cierta misión en el Antiguo Testamento, y esa cierta es grandísima; ¡cuanto más ahora que se encarnó! Y entonces sigue diciendo: “escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos”. Por ejemplo, en estos días, en estos meses que hemos estudiado a Daniel, nos acordamos de cómo el Ungido moriría, ¿amén?, cómo sería quitado, pero cómo después volvería en gloria, y el Reino Suyo se extendería por toda la tierra; entonces está la parte de los sufrimientos, y está también la parte de la gloria.



Verso 12: “A éstos (o sea a los profetas) se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”. ¿Qué les parece? El Evangelio pre-anunciado desde antes, ahora es anunciado por la Iglesia, y los ángeles anhelan mirar; entonces con qué cuidado debemos nosotros poner atención a Cristo operando de eternidad a eternidad, haciendo Su trabajo a través de los profetas para nosotros, administrando los profetas las cosas, ni siquiera para ellos mismos, como el propio Daniel, y hemos sido testigos, cuando estudiamos Daniel 12, que él oyó y no entendió, y preguntó otra vez, y le fue dicho: Anda Daniel, estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin, pero tú sigue, y reposarás, y al final te levantarás, en el último día, para recibir tu heredad. Entonces yo pienso que Pedro tenía estas cosas, y quizás otras, en su mente, cuando escribió estas palabras: “A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son administradas...”; o sea que las cosas que ellos escribieron debían ser administradas hoy. Por eso Pablo, cuando leemos segunda a los Tesalonicenses capítulo 2, y si lo lees en otra traducción que no es ésta de Reina y Valera; por ejemplo, si tú lo lees en la versión portuguesa, en la traducción de Ferreira de Almeida, dice que Pablo acostumbraba enseñarles estas cosas; esas cosas que están allí en el capítulo 2 de 2ª a los Tesalonicenses; él comienza a hablar de la segunda venida de Cristo, y de algunas señales importantes que hay que ver antes, porque según Mateo le habían preguntado por las señales de su venida, de su parusía, y Él habló de muchas, y entre esas, aquella que menciona Pablo, que se basa en Daniel, como Jesús se basa en Daniel también; y esas señales las menciona Pablo en 2ª a los Tesalonicenses capítulo 2; y dice Pablo en el versículo 5: “No os acordáis de que cuando yo estaba todavía con vosotros,” y dice esta traducción, “os decía esto”; pero la traducción en portugués dice: “acostumbraba deciros esto”; o sea que esa era una costumbre apostólica, ministrar estas cosas; así que no estamos desenfocándonos de Cristo cuando estudiamos Daniel, sino que queremos reconocer el Espíritu de Cristo obrando en Daniel, y obrando también en nosotros en los últimos días para que nos sean administradas estas cosas en la hora oportuna; entonces termina ese versículo 12 diciendo: “os son anunciadas”; y ahora ya está en presente, ese es el presente de la era de la Iglesia, esas cosas que administraban esos profetas como Daniel, “os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles. Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento”; fíjense en que había que leer y entender; el que lea, entienda; entonces hay que ceñir los lomos del entendimiento, no dejar la mente vagando, sino ceñida con sobriedad; “sed sobrios y esperad por completo en la gracia que se os traerá”, ya se nos trajo mucha gracia, pero se nos seguirá trayendo, “cuando Jesucristo sea manifestado;”. Entonces, por ahora, la lectura de Pedro vamos a pararla por aquí.



Vamos a volver a entrar un poquito en algo de Daniel y de las herramientas hermenéuticas entregadas por el Señor Jesús acerca de Daniel. En primer lugar, el Señor apeló a Daniel, porque fue el mismo Espíritu de Cristo el que habló por Daniel; y resucitado Él les enseñó Daniel, y los apóstoles acostumbraban a hacer esto, y eso debe continuar de la misma manera y en el mismo Espíritu; no estamos desenfocándonos de Cristo cuando estamos tratando de seguir a Cristo en su uso de Daniel para nosotros; entonces la palabra del Señor es muy clara en esto; el Señor Jesucristo tuvo también participación en la profecía de Daniel, porque fue el Espíritu de Cristo el que operaba en ellos. Pero no solamente en la inspiración de la profecía estuvo Jesucristo, sino también en la exégesis, y en la hermenéutica estuvo Jesucristo; esas dos cosas: la hermenéutica y la exégesis van juntas; la hermenéutica es aquella ciencia, técnica y arte de la sana interpretación, aquel conjunto de normas, de reglas, de métodos y principios para interpretar correctamente; eso es lo que quiere decir “hermenéutica”; y es una palabra que sí está en la Biblia, sólo que está traducida; entonces cuando la leemos en español, no la encontramos, pero ustedes, cuando van leyendo la Biblia y dice: lo cual interpretado quiere decir, o esto significa, o es decir, la palabra es “hermeneuo”; de ahí viene la palabra “hermenéutica”, que quiere decir “interpretar”; y esa palabra viene del griego, porque en los tiempos antiguos hubo un personaje llamado Hermes Trismegisto, que se inventó la religión contraria a la de Dios, que fue uno de los falsos profetas, y que se dijo ser el intérprete de los dioses; de ahí viene la corriente hermética; y por eso, como él decía ser el intérprete de los dioses, por eso interpretar se decía hacer lo que hizo Hermes, o sea “hermeneuar”, vamos a inventarnos el verbo:; y por eso "hermeneuo" es la palabra que significa interpretación; ya la desvinculamos de la persona de Hermes, ¿verdad? Que quede purificada la palabra; no tenemos nada que ver con Hermes, pero la palabra se tomó del trabajo que hacía Hermes, sólo que Hermes lo hacía mal, el Señor Jesucristo lo hace bien; el Señor Jesucristo sí interpreta bien.



Existe una hermenéutica interna o intrínseca de las propias Sagradas Escrituras; ¿eso qué significa? Que la propia Escritura se interpreta a sí misma; Dios permite por Su Espíritu que algunos adelanten una cosa, y otros, sobre esa cosas, vuelvan otra vez y las interpreten; a veces, cuando nosotros nos acercamos a la Escritura, bien sea del Antiguo o del Nuevo Testamento, nos olvidamos de que tenemos el deber de atenernos a la mente de Cristo para interpretar las Escrituras; o sea que si en verdad somos cristianos, se nos dice que tenemos la mente de Cristo; eso quiere decir que debemos interpretar como interpretaba el Señor Jesucristo. Desgraciadamente, no en todos los comentarios que se hacen, se tiene en cuenta la interpretación de Jesucristo, sino que se hacen otros comentarios que no coinciden con los del Señor Jesucristo; y especialmente en las épocas del modernismo, en las épocas del siglo XVIII, XIX, que fueron especialmente donde se abrieron las puertas para interpretaciones meramente racionalistas, humanistas, escépticas, incrédulas, que no tienen en cuenta las razones de Jesucristo; pero acordémonos de que la Biblia no es un libro solamente del siglo XVIII y XIX dirigido a los eruditos alemanes; la Biblia la inspiró el Espíritu Santo para toda la humanidad, dirigiéndose primeramente a Israel y la Iglesia como un medio para todos, para con todos.

Un medio inicial por Israel; Romanos 3 nos dice de ese privilegio que tiene Israel: que Dios le confió el Antiguo Testamento; los pactos, las promesas, la gloria y el Mesías vienen por Israel; por eso es que el Canon protestante de la Biblia se atiene al Canon de Israel, porque la propia Biblia dice que fue a Israel a quien Dios le confió la Palabra; y como ellos no incluyeron los libros apócrifos en la Biblia, y la Biblia que tenía el Señor Jesucristo era sin los libros apócrifos, porque los libros apócrifos que fueron incrustados en la Septuaginta, que era la versión que usaban los apóstoles en tiempos de Cristo, en el tiempo de Cristo la Septuaginta no incluía los apócrifos, sino que fue después de Cirilo de Jerusalén, no por él, sino después de él fue que comenzaron a incluirse en las ediciones de la Septuaginta los apócrifos. El hermano Cirilo de Jerusalén, un hombre de Dios, como del siglo III y IV, él escribió una obra porque él estaba encargado de la enseñanza en Jerusalén; la obra se llama “Catequesis mistagógica”, o sea la enseñanza de los misterios; esto lo hacía Cirilo de Jerusalén; y cuando él enseñaba sobre el Canon de las Escrituras, él utilizaba la Septuaginta; y él mencionó cuales eran los libros que hacían parte del Canon, y lo hacía basándose en la Septuaginta. En ese tiempo no existía en la Septuaginta la inclusión de los apócrifos; los apócrifos fueron incluidos en la Septuaginta después; y hoy, cuando tú consigues la Septuaginta, los tienen, pero no los tenía en el tiempo de Cirilo de Jerusalén; fueron agregados después; fue el Concilio de Trento, de la época de la Contra-Reforma, el que obligó a los católicos a incluir los apócrifos en la Biblia; pero la Biblia que tenía el Señor Jesucristo, y la Biblia que usaban los apóstoles, que mayormente era la Septuaginta, no incluía esos libros apócrifos.

Entonces, hermanos, ahí nos damos cuenta de que existe una hermenéutica propia interna de la Biblia y una interpretación de Jesucristo consecuente con ella. Primero la Biblia fue confiada a Israel, y la exposición la hizo el Señor Jesús resucitado, y el Espíritu de Cristo antes de la encarnación y la resurrección, era el que operaba en los profetas; y después de la encarnación y la resurrección fue Él quien interpretó lo que Él mismo enseñaba por los profetas; y esto fue lo que los apóstoles aprendieron, y esto es lo que ellos escribieron; y por eso es que Pablo dice que no tengamos otro modo de pensar, ni por espíritu, ni por carta como si fuera de ellos, ni pensar las cosas de manera diferente a como ellos las enseñaron; además Pablo no enseñaba sólo las cosas él. Por ejemplo, en 1ª a los Tesalonicenses capítulo 4 dice: "Os decimos esto", y lo dice en plural, y dentro de la comunión apostólica, "Os decimos esto en palabra del Señor"; o sea que no estaban ellos diciendo palabras propias de ellos, sino transmitiendo las palabras del Señor que ellos habían guardado en la tradición de ellos, y que pasaban a escrito por primera vez en Tesalonicenses; porque es bien probable que los evangelistas escribieron después de las epístolas de Pablo; parece que Pablo escribió antes de los evangelistas; entonces ahí las palabras del Señor son las que Pablo dice: "Os decimos esto en palabra del Señor", como dice en Tesalonicenses, hablando justamente de la parusía y la resurrección, el arrebatamiento y esas cosas; más adelante se hablan también cosas parecidas, no solamente Pablo, sino también otros.

Entonces existe la hermenéutica del Señor Jesús, la manera como él interpretó Daniel; y ya vimos como en Mateo, y también complementado por Marcos, el Señor Jesús se refiere a Daniel; y cuando está hablando a su Iglesia a través de los apóstoles, a quienes les responde sus preguntas, Él apela para tener los ojos fijos en Sus palabras que Él habló por Daniel; y Él dice interpretando, escuchen esto: Jesús dice, ya interpretando: "Cuando viereis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar, el que lee, entienda..."; el Señor Jesucristo, con esas palabras que están en Mateo 24 y en Marcos 13, y que Lucas complementa en otras cosas que los otros no mencionaron, dice esas cosas de esa manera; y eso implica lo siguiente: Primero, el Señor Jesucristo cree en el profeta Daniel, como Pedro creía en el profeta Daniel, y enseña Pedro, basado en la enseñanza de Jesucristo, que el Espíritu de Cristo estaba en Daniel, y fue el que dirigió, el que inspiró las profecías de Daniel, y ahora las interpreta; en el Antiguo Testamento era el Espíritu de Cristo obrando en Daniel; y luego, cuando comienza el Nuevo Testamento, es Él mismo interpretando Daniel desde la resurrección, incluso antes de Pentecostés; y luego continúa el Espíritu Santo haciendo lo mismo. Y allí les dijo el Señor Jesús, según Mateo 24: "Cuando vieres...... lo que habló el profeta Daniel..."; o sea que Jesús creía en la profecía de Daniel, que venía de parte de Dios, inspirada por Dios, y por medio del profeta Daniel; no es lo mismo que piensan algunos intérpretes; no es lo mismo que enseñan algunos comentarios; incluso hay comentaristas que podríamos llamar “conservadores”, por ejemplo, nuestro querido, muy querido hermano F. F. Bruce, que en otras cosas yo lo considero muy útil de leer, sin embargo, la espinita que encontré en F. F. Bruce, en su libro “El Canon de las Sagradas Escrituras”, es que él no cree lo mismo que Jesucristo acerca del libro de Daniel. Porque en el libro de Daniel las profecías son tan evidentes, y las cosas que se cumplieron tipológicamente en el tiempo de Antíoco Epífanes son tan claras, que algunas personas no han podido creer que hayan sido profetizadas; y de los primeros que expresaron esa incredulidad uno fue un pagano; y ahora muchas personas intérpretes de la Biblia tienen la mentalidad de Porfirio el pagano, y no la de Jesucristo el Mesías al respecto de Daniel. Porfirio fue un filósofo neoplatónico que leyó a Daniel; y cuando vio cómo se asemejaban algunas de las cosas que profetizaba Daniel, como dice el Texto, desde los tiempos de Nabucodonosor, y de Belsasar, y de Ciro, cuando él profetizó, pero se habían cumplido de manera tan exacta, aunque parcialmente, en los tiempos de Antíoco Epifanes, Porfirio no pudo creer que eso realmente lo dio el Espíritu Santo a Daniel, porque está hablando tan claro del futuro, y las cosas en el futuro se cumplieron; entonces Porfirio especuló que eso seguramente alguien lo escribió después de los acontecimientos, después de la fecha de Antioco Epifanes, en forma de profecía; pero que esos eran escritos post- eventum, o sea, escritos después de que acontecieron las cosas, y ahora dizque en forma de profecía vienen a contar las cosas. Y lo mismo hoy en día, personas que comienzan a leer a Isaías, y llegan al capítulo donde menciona por nombre propio a Ciro, dicen: -pero ¿cómo? si cuando vivió Isaías todavía no había nacido Ciro; que entonces ese libro no lo escribió Isaías, sino un deutero-Isaías; y de ahí viene esa teoría del deutero o segundo; y después sacaron un trito o tercero; y ojalá no saquen otro cuarto. Ya han sacado tres Isaías, pero la Biblia menciona a un solo Isaías, con un mismo lenguaje y un mismo estilo; pero ellos no lo piensan así, porque no creen que Dios pueda saber que iba a existir un Ciro, que iba a acontecer algo en el futuro. Entonces ¿qué clase de Dios sería un dios que no es omnisciente? ¿un dios que no conoce el futuro?



En el siglo XX, varios años antes de la segunda guerra mundial, el hermano Branham profetizó con nombre propio la venida de Hitler; él dijo: - Un austriaco de nombre Adolfo Hitler conducirá al mundo entero a una segunda guerra mundial-. ¿Y acaso no lo puede saber Dios? ¿Es que acaso Dios no es capaz de saber todo? Claro, nosotros no sabemos ni lo que soñamos; casi siempre se nos olvidan, como a Nabucodonosor, los sueños; pero Dios conoce hasta los sueños que se le olvidaron a Nabucodonosor; y se lo recordaba; Dios conoce todo porque es Dios; ¿cómo Dios no va a poder profetizar, como profetizó con nombre propio de Josías, que iba a venir Josías, y que iba a quemar los huesos de los sacerdotes en aquel altar? Y le puso el nombre de antemano, y le puso el nombre también a Ciro; Dios se sabía el nombre y los acontecimientos; y hemos visto hoy: ¿Acaso ésta Biblia fue escrita después de lo que está pasando hoy? Pero las cosas que están pasando hoy están en la Biblia desde tiempos atrás, y existen manuscritos antiquísimos, y en esos mismos manuscritos están escritas las cosas que hoy en el siglo XXI estamos viendo; porque Dios es Dios, Dios sí puede profetizar; y ese era el desafío que Dios le hacía a los falsos dioses; les decía: -díganles sus dioses qué es lo que ha de acontecer, y qué es lo que había en el principio; Yo fui el Primero, dice Dios, que enseñó estas cosas a Sion; las cosas del principio, y las cosas del futuro, porque Él es el mismo ayer, hoy y por siempre. De Cristo hay una expresión que se dice de Él: "El es la Raíz de Isaí, y de David"; no sólo el Linaje; por eso Jesús le preguntaba a ellos: ¿Cómo es que el Cristo es hijo de David, si David le está llamando Señor? Porque está escrito en el Salmo: -Dijo el Señor a mi Señor; y si el Cristo es hijo de David, ¿cómo es que David está llamandolo “Señor” al Mesías? Porque Cristo se encarnó después del tiempo de David, pero el Espíritu de Cristo ya pre-existía antes, Su persona y Su Espíritu, y por lo tanto obraba ya a través de los profetas, como lo estamos leyendo en Pedro, y como aparecía obrando en los demás. Entonces el Señor ya había obrado desde la antigüedad, Dios ya obraba por Cristo y el Espíritu, ya obraba antes de la encarnación; y por eso se le llama la Raíz de David, porque Él, aunque después nació de la línea genealógica de David, ya Él era antes de David, y por eso es la Raíz; la raíz es la que sustenta al árbol, y no el árbol a la raíz; incluso, para honrar a David, honraron también a su papá, que se llamaba Isaí; y a Cristo lo llamaron la Raíz de Isaí, y la raíz de David. Entonces todo esto es necesario tenerlo en cuenta cuando vamos a interpretar por medio de Cristo, y teniendo en cuenta la mente de Cristo, no la mente racionalista, escéptica, cerrada de algunos teóricos de los siglos XVIII y XIX que han pasado, y tienen su fruto en el XX y en el XXI, en esas escuelas racionalistas, incrédulas, modernistas, y en algunos seminarios. Me decía el hermano Galo Narváez del Ecuador, profesor de exégesis, que allí todos los seminarios son modernistas, todos; o sea que interpretan según Porfirio, y no según Cristo; después a Porfirio lo siguieron los modernistas; pero si nosotros somos de Cristo, nosotros tenemos la mente de Cristo, y tenemos que interpretar según Cristo, y no según la interpretación modernista. Cristo creía que la profecía de Daniel era una profecía inspirada por Dios, y que iba a tener un cumplimiento futuro, posterior al tiempo de Antíoco Epífanes.

Ciertamente en el tiempo de Antíoco Epifanes tipológicamente algunas cosas fueron cumplidas, pero el Señor Jesús, cuando se refirió a esas cosas que ya se habían cumplido tipológicamente en el tiempo de Antíoco Epifanes, el Señor las consideró otra vez para el futuro, como ya aquí nos hemos detenido en esto. Entonces existe un cumplimiento tipológico, y un cumplimiento final; y eso proviene de la mente de Cristo; es Cristo el que colocó para el futuro, y no reservó sólo para el pasado, sino que dejó abierta la puerta para el cumplimiento futuro, las profecías de Daniel, más allá de lo que ya se hubiera cumplido tipológicamente en el tiempo de Antíoco Epifanes; Cristo dijo: "Cuando viereis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel"; o sea que aquí estamos viendo que hay una hermenéutica de Cristo, de la mente de Cristo.



Vamos por partes; primero estamos viendo que Cristo es el mismo ayer, hoy y por siempre, que Él es inmutable, que Él pre-existía, y que Su Espíritu operó por los profetas; luego, resucitado, Él enseñó lo que dicen los profetas; y los apóstoles aprendieron Su enseñanza, y El les envió el Espíritu Santo para que no se les olvidara, y les recordara todo lo que Él había dicho, y los guiara a toda verdad; y oró también por todos nosotros que habríamos de creer en Él por la palabra apostólica; también cosas reservó para ser mejor entendidas en los tiempos de fin, especialmente, por ejemplo, las cosas que Él dijo precisamente que serían entendidas en el fin; y por eso es que necesitamos conocer la mente de Cristo, y la hermenéutica de Cristo, que habla de lo futuro, y no sólo lo historicista, en cuanto a las profecías, y específicamente las que en este tiempo hemos estado considerando de Daniel.



Cuando aquí comenzamos a estudiar el capítulo 8 de Daniel, hicimos una introducción, de la que hoy voy a repetir alguna cosita brevemente para ensamblar con lo que sigue, y para honrar a los que aún no tuvieron la oportunidad de cosiderar lo anterior; y luego vamos a avanzar un poquito más sobre tales hombros. Les pedí a los hermanos que recordáramos lo que dice Eclesiastés; y hoy quisiera pasar complementando a Eclesiastés con otros pasajes; ojalá ustedes me toleren hoy por lo menos media hora más. Vamos al libro de Eclesiastés, capítulos 1 y 3; ya estudiamos esto, cuando vimos la introducción al capítulo 8 de Daniel, pero no estaban todos, y además es necesaria esta base para profundizar progresívamente en otros pasajes en los que todavía no hemos entrado.

¿Saben cuál es el título de este mensaje de hoy? “Seminit”; es una palabra bíblica, que está en su Biblia dos veces: Seminit, ese es el título; pero apenas estamos en la introducción; ese es mensaje de hoy; ojalá haya solo Seminit y punto, no Seminit 1, Seminit 2, etc. Vamos a ver que nos concede el Señor en esta media hora de tiempo; pero Eclesiastés nos habla principios hermenéuticos. Les decía que Dios no inspiró la Biblia solamente para los alemanes del siglo XIX; es decir, para los racionalistas escépticos de las escuelas de Wellhausen y aquellos; Dios inspiró la Biblia para toda la humanidad, la dio a Israel, como estamos recordando en Romanos 3, que dice que el Antiguo Testamento fue confiado a Israel; también el Nuevo Testamento fue confiado a las iglesias, a las iglesias que están en Asia, a la iglesia en Colosas, a la de los Romanos, a las iglesias de Galacia, etc. Al cuerpo de Cristo fue confiado el Nuevo Testamento, como el Antiguo fue confiado a Israel, ¿amén? Dios le confió eso fue a las iglesias, y va dirigido a todos los hombres; incluso, cuando Dios le confió el Antiguo Testamento a Israel, tenía en mira alcanzar todas las familias de la Tierra. Comenzó con Cristo el Nuevo, y con el Israel de los patriarcas; era necesario comenzar con Israel, pero no acabar con solo Israel; eso era sólo por un tiempo; el objetivo eran, como dije, todas las familias de la Tierra, todas las etnias de la Tierra. Entonces Dios estaba trabajando en función de toda la humanidad, cuando estaba trabajando con algunos patriarcas, y luego con el pueblo de los patriarcas, que era Israel; pero Dios no terminaba con Israel, Dios quiere alcanzar a todos, pero había que empezar con uno, y empezó con Abraham, y continuó con Isaac, y con Jacob, y con sus doce hijos, y sus doce tribus, y luego trabajó mucho con Israel hasta que llegara el Mesías; y el Mesías tenía que hacer un trabajo primero con las ovejas perdidas de la casa de Israel, sin entrar por camino de gentiles, pero luego tenía que ir también a traer las otras ovejas que no eran del redil de Israel; traerlas también, y al final en el Mesías uniría los dos rediles en un solo rebaño y un solo pastor; reinsertaría en el Mesías, por el Mesías, en el buen olivo, a Israel, en el futuro; Israel se convertirá como nación al Mesías, y sería insertada en el cuerpo de Cristo. Cuando hablo de la unión de la iglesia e Israel, no estoy judaizando a la Iglesia, sino cristianizando a Israel; lo que es diferente; pero está profetizada la reinserción de Israel por el Mesías en el buen olivo, en el cuerpo de Cristo. Cualquier judío que nace de nuevo está en el cuerpo de Cristo; y los que van a formar la nación de Israel mesiánica, por causa de recibir al Mesías, y al Espíritu, porque para ellos está profetizado manantial que purifica sus pecados; verán al que traspasaron, y lo recibirán, y llorarán por Él, el libertador que borrará sus rebeliones; y también está profetizado el Espíritu Santo para ellos, un derramamiento del Espíritu Santo. "Derramaré mi Espíritu, y derramaré sobre vosotros agua limpia", dice el Señor en los profetas; eso está profetizado de Israel; y nosotros estamos en los tiempos finales, y debemos conocer esto, para no ser arrogantes en cuanto a nosotros mismos; para eso se escribió Romanos 11, para que estemos preparados a la unión de los dos rediles en un rebaño y un pastor, que es el Mesías, que es Jesucristo; esto tenemos que conocerlo para que Dios pueda seguir haciendo lo que está haciendo; todo lo que tenemos que estudiar y ver es para poder acompañar al Espíritu de Dios en Su trabajo, que nunca lo hace fuera de la Escritura, sino que nos abre la Escritura.



Existe una interpretación de la mente de Cristo acerca de la Escritura, que es la del Espíritu Santo dada a la iglesia, y que no es una interpretación solamente de una etnia, o de una época; y por lo tanto, Dios tiene en cuenta todas las maneras de ser de todas las tribus; y a veces, si nosotros no entendemos eso de que la Biblia no es solamente un libro occidental, aunque está en el rescoldo de la llamada civilización occidental, pero la Biblia es también un libro oriental, y tiene también en cuenta el estilo de la mentalidad de los orientales, y no sólo de los occidentales; así como nuestro cerebro tiene dos lóbulos, y cada lóbulo se encarga de unas ciertas funciones; algunas de las funciones lógicas, matemáticas, están en un lóbulo; las artísticas, y sentimentales, y románticas, están en el otro lóbulo; así también Dios le dio a los seres humanos unas capacidades que El tiene en cuenta, y que algunos pueblos han desarrollado unas, y otros pueblos han desarrollado otras. Como nosotros hemos nacido en el occidente, y hemos heredado una tradición iluminista, modernista, tenemos una mentalidad racionalista, y a veces no comprendemos ciertas cosas de la mente oriental; pero en la Biblia Dios utiliza también la mente oriental de los profetas; cosas que aquí en occidente nosotros no las entendemos.

Voy a darles de nuevo unos ejemplos que ya había mencionado en otras ocasiones, para confirmar y aclarar. Vamos a Jeremías capítulo 1; fíjense en como le habla Dios a Jeremías; uno diría: -¡que manera tan rara de hablar Dios!- Claro, para nosotros es rara, pero en esa época cuando él vivía, y en el ambiente donde él vivía, era normal; y acuérdense de que Dios no es solamente Dios de los colombianos, o de los alemanes, sino también de los asiáticos, de los israelitas, de los pigmeos y de los vikingos; entonces Él tiene en cuenta todo; y si nosotros no ampliamos nuestra visión, nos vamos a quedar sin entender algunas cosas, y no vamos a aprovechar las herramientas hermenéuticas de la mente de Cristo, y no vamos a captar todo lo que El tiene que decirnos, y vamos a quedar nublados; nosotros mismos nos vamos a perder de algo. Entonces fíjense en el llamamiento de Jeremías, capítulo 1, versículos 11 y 12: “La palabra fe Yahveh vino a mi, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías?” Primeramente Dios cuenta con las percepciones de Jeremías, con la integridad de Jeremías; tiene en cuenta a la persona real de Jeremías, y le pregunta qué ve él. Entonces le contesta Jeremías: “Veo una vara de almendro. Y me dijo Yahveh: Bien has visto (o sea que aprobó lo que había entendido Jeremías, lo aprobó, no vio mal; pero ahora Dios le añade algo, y miren lo que dice: “Bien has visto, porque Yo apresuro mi palabra para ponerla por obra”. ¡Qué cosa misteriosa para la mente occidental esta profecía! Le muestra un almendro, y le dice: has visto bien, porque Yo apresuro mi palabra; y uno dice: -pero ¿qué tiene que ver un almendro con que el Señor apresure Su palabra? Para nosotros, ¿qué tiene que ver un almendro con que el Señor apresure su palabra? Pero miren como Dios utiliza la analogía del sonido; entre los occidentales no es común, excepto entre los cómicos; pero entre los orientales es común la analogía del sonido. ¿Qué quiere decir analogía del sonido? Que como éste sonido se parece con éste otro, entonces éste despierta una asociación con el otro, se asocia con el otro en cierta relación; entonces ¿saben como se dice almendro en hebreo? Shaked; y ¿saben como se dice apresurar la obra? Shoked, casi de la misma manera. Cuando lo leemos traducido, nos preguntamos ¿qué están hablando? ¿Qué ves Jeremías? Un shoked; bien has visto porque Yo shaked mi palabra para ponerla por obra; ahora entendemos mejor, ¿se dan cuenta? porque shoked y apresurar suenan casi igual; pero ¿quién iba a pensar que Dios iba a utilizar el parecido de un sonido? Aquí los que usan estas analogías son los cómicos; dicen una cosa, y le dan un doble sentido, y hasta tres sentidos, y hasta groserías dicen; y eso sí se entiende bien aquí en occidente, y en Colombia especialmente, el doble sentido. Pero en la mentalidad oriental, cuando un sonido se parece con otro, aunque los conceptos son totalmente distintos, por el parecido del sonido Dios despierta una asociación, y el almendro se asocia con apresurar Su palabra, y el apresurar Su palabra se asocia con el almendro, porque los dos se pronuncian parecido: shoked, shaked; eso es bíblico, palabra inspirada por Dios, Dios utiliza eso; la analogía del parecido del sonido es normal en oriente, no tanto en occidente.

Ahora los presagios. Ustedes pueden pensar que el hermano Gino se está volviendo como esotérico, hablando de presagios; pero no, los presagios también son usados en la Biblia. Una vez vino Saúl y se le prendió del manto a Samuel, y se le rasgó el manto; y esa rasgada del manto la tomó Samuel como un presagio inspirado por Dios; y le dijo a Saul: -así ha rasgado Dios tu reino-; O sea que ese acontecimiento era un presagio, y Dios le estaba hablando con eso al profeta Samuel, a Saul y a nosotros; el profeta Samuel entendió que cuando se prendió Saul de su manto y se le rasgó, era señal de que Dios había rasgado el reino de Saúl, y se lo iba a dar a David; la mentalidad de Samuel la usó Dios; no estaba equivocado Samuel; era verdad; y Dios utilizó ese presagio; no podemos acusar a Dios de esotérico, ni a Samuel, ni a David; pero es la misma Biblia la que presenta ese caso; y hay muchos otros casos de analogías; eso es lo que se llama: pensamiento analógico.

A veces nosotros leemos de manera cuadriculada; dice por allá en Oseas: -De Egipto llamé a mi hijo-. Cuando tú lees en Oseas todo lo que viene hablando Oseas, esa frase "de Egipto llamé a mi hijo" se refiere a Israel que fue sacado de Egipto y llevado por el desierto hasta Canaán; pero luego viene el apóstol Mateo y cuenta cuando el Señor Jesucristo vino de Egipto cuando niño, y dice: "para que se cumpliese lo que está escrito: De Egipto llamé a mi hijo"; y ¿de dónde sacó Mateo esa profecía? De Oseas; pero Oseas estaba hablando de Israel venido de Egipto, pero Mateo está interpretando analógicamente que también se refiere a Jesucristo, pues así como Dios trajo de Egipto a Israel, que es Su primogénito, Su verdadero primogénito es Jesús; y como también vino de Egipto, lo cual providenció Dios mismo, entonces se asocia una cosa con la otra, ¿se dan cuenta? Esa es la mentalidad oriental. Y ahora entonces vamos a leer de nuevo Eclesiastés por causa de otros que no estaban, y también porque vale la pena repetirlo para completarlo, porque aquella vez pasada únicamente lo introdujimos sin completarlo.



Vamos a Eclesiastés, capítulo 1, hasta llegar a lo que significa el concepto de “Seminit”, que es un concepto bíblico; lo vamos a leer en sus Biblias; en algunas partes está traducido en otras versiones, pero en la versión de Reina y Valera no está traducido; se deja la palabra como es; y vamos a entrar en eso para poder captar mejor las profecías de la Biblia. Entonces vamos a pasar otra vez de nuevo por Eclesiastés, capítulo 1, versos 9 y 10; noten, esto lo escribe Salomón, que le había pedido a Dios que le diera sabiduría, y Dios le abrió los ojos a Salomón; yo sé que algunas personas piensan que no fue Salomón el que escribió, y así lo enseñaron, pero si ustedes quieren ver las razones por las cuales seguimos sosteniendo que fue Salomón quien escribió Eclesiastés, pueden encontrar en internet el trabajo: “Isagogia de Qohelet”; Qohelet es el nombre hebreo para Eclesiastés; entonces en algunos de los blogs está ese trabajo; “isagogia” quiere decir “introducción preliminar”, “prolégomenos”; "Isagogia de Qohelet", o sea, del Eclesiastés; entonces ahí están las razones por las cuales seguimos sosteniendo, a pesar de que otros no, que este libro lo escribió Salomón; pero vamos a dejar eso por ahora para una lectura privada a quien eso le interese. Pueden verlo en http://isagogia.blogspot.com




Dice Salomón en el capítulo 1 verso 1 de Eclesiastés; ¿Por qué Salomón? porque él es el hijo de David rey sobre Israel en Jerusalén que escribió, según el propio Texto inspirado. Pero los que no creen, interpretan de otra manera, por no dejarle decir a la Biblia lo que ella dice. A Salomón Dios le dio la sabiduría que él pidió; y empezó a ver cosas, empezó a ser consciente, a tener la luz de la vida, porque la vida está asociada con la luz, así como la piedad está asociada con el conocimiento espiritual; por eso en el primer capítulo del evangelio de Juan dice: "En Él estaba la luz de la vida, y la vida era la luz de los hombres"; entonces la vida está relacionada con la luz; cuando hay vida, hay luz, revelación; y cuando Pablo le escribe a Tito, él le dice: "...el conocimiento de la verdad que es según la piedad"; hay una relación entre la piedad y el conocimiento de la verdad; el Señor es el camino, la verdad y la vida; esas cosas están relacionadas; la vida con la luz y la verdad, ¿amén? Entonces aquí en Eclesiastés 1:9-10 dice Salomón, según la sabiduría que Dios le dio; él se dio cuenta de esto, lo captó, Dios le abrió los ojos por gracia; además, Salomón, como hijo de David, es una figura de Cristo; y Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, que es también de lo que Daniel se dio cuenta; Daniel, en el capítulo 2, cuando vio que Dios supo ese sueño, y le mostró su soberana mano sobre la historia, el poder de Dios, y se lo reveló, se lo hizo entender, le hizo entender el punto de vista de Dios, el punto de vista que Dios tiene de la historia, Su gobierno de la historia, y se lo mostró a Daniel, entonces, cuando Daniel dice, y nosotros lo captamos: “Sea bendito el nombre de Dios de eternidad a eternidad, porque de Él es la sabiduría y el poder”, esas dos cosas van juntas; la sabiduría y el poder de Dios son Cristo; 1ª a los Corintios 1:24; de Él es la sabiduría y el poder; y ¿a qué se refiere Daniel cuando habla de eso? A lo que Dios le mostró; el Espíritu de Cristo en Daniel le mostró el gobierno divino sobre la historia, porque eso es también un aspecto de Cristo, también Éste es Cristo, Cristo es el soberano de los reyes de la tierra, Cristo es el que estaba hablando en Daniel, era la sabiduría y el poder de Dios, que es Cristo; Daniel resume eso antes de empezar a contar el sueño de Nabucodonosor e interpretarlo; y luego, a las demás visiones que tuvo, ya se anticipó diciendo: "De Dios son la sabiduría y el poder, Él pone reyes y quita reyes, da sabiduría a los sabios"; o sea, Daniel estaba relacionado con Cristo, Cristo estaba operando en Daniel, y Daniel estaba viendo la mano de Dios que es Cristo, Él hablaba de Cristo, de Sus sufrimientos y Su gloria, ¿amén? Entonces así es que debemos estudiar a Daniel.



Dice en Eclesiastés, por Salomón, hijo de David, figura de Cristo, capítulo 1, verso 9: “¿Qué es lo que fue?” Cosas del pasado, que ya pasaron, eso es del pasado, y parece que ya no tiene nada que ver con nosotros; eso decimos los ciegos; pero ¿qué dice la sabiduría de Dios, que es Cristo, que se personifica con Salomón? Cuando Salomón escribe: “Yo, la sabiduría, habito con la prudencia”, y empieza Cristo a hablar a través de Salomón, ahora sigue hablando aquí también cuando dice: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será”; ¡ah! con razón es que dice Apocalipsis que la bestia era y no es y será; esos versículos de Apocalipsis no se entenderían sin este principio del avance cíclico del cumplimiento. Acordémonos de que en la casa de Dios la escalera no era recta, sino en caracol; o sea que se pasaba por una experiencia como una prueba, y luego se repetía la prueba, a ver si se había aprendido la lección; y si no se había aprendido, se repite, y vuelve y juega, y vuelve y juega, hasta siete veces, para que en la octava se cumpla definitivamente. Por ejemplo, ese versículo: "Siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse" (Prov.24:16a); ¿se dan cuenta? Entonces ya vamos llegando a “Seminit”.

Vamos a ver qué quiere decir “Seminit”; ya vamos llegando poco a poco; hoy me van a tolerar el tiempo. “Qué es lo que fue? Lo mismo que será; ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido”; entonces noten como Dios hace que las cosas antiguas se repitan; por eso, si uno no tiene en cuenta la historia, la repite, especialmente los errores, repite la parte mala. Si aprendemos de la historia, aprendemos lo bueno; pero si no aprendemos de la historia, repetimos lo malo.


Miren eso: ¿Qué es lo que ha de ser? Lo que ya fue en el pasado, va a repetirse en el futuro; por eso la Escritura dice: "Y estas cosas les acontecieron...; y no solamente les acontecieron, sino que "...les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos..." ¿A quién? A Gino, a Marlene, a Clarita, a Rosmary, para nosotros, a cada uno de nosotros, "...para los que han alcanzado los fines de los siglos". ¿Para quiénes sucedieron las cosas del pasado como ejemplo? Las cosas no solamente sucedieron, sino que sucedieron como ejemplo, para amonestarnos a nosotros, los que hemos alcanzado los fines de los siglos; para que al leer lo anterior, entendamos lo presente; pero nosotros siempre estamos mirando lo que era antes, y estamos esperando lo que va a pasar en el futuro, pero no entendemos lo que está pasando ahora; pero las cosas que sucedieron, sucedieron para nuestra enseñanza, y están escritas para amonestarnos a nosotros, y acontecieron como ejemplo.



Vamos ahora al capítulo 3 versículos 14 y 15 del Eclesiastés; dice así: “He entendido”; ¡Aleluya! Por fin. Pasamos del capítulo 1 al 3, versos 14 y 15, que son otros dos testigos que hablan lo mismo que los dos primeros; primero hablaron dos, y ahora hablan otros dos, porque el Señor dice: "En boca de dos o tres testigos conste toda la palabra; y aquí van ya cuatro versículos, con los que vamos a leer ahora; entonces el 3:14-15 dice: “He entendido”, ¡Aleluya! Dios le dio la sabiduría a Salomón que él pidió, y por eso él entendió; y ¿qué fue lo que él entendió? El entendió la historia, vio la mano de Dios gobernando la historia. Miren lo que entendió Salomón: “He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo”; por eso el movimiento en órbita, por eso la escalera en caracol de la casa de Dios; no es directa, es subiendo en caracol; las cosas repitiéndose y repitiéndose hasta que aprendamos; entonces dice aquí: “sobre aquello no se añadirá, ni de ello de disminuirá; y lo hace Dios...”; ¿por qué Dios hace las cosas así? ¿Por qué las hace de esa manera? De manera perpetua, así como que se repitan y se repitan hasta que se cumpla todo; dice: “para que delante de él temas los hombres”; o sea que los hombres se den cuenta de que Él es el que gobierna, Él tiene la historia en su mano.

Y no solamente Salomón se dio cuenta de esto; también un pagano llamado Plutarco; ya se los recordé una vez; también se dio cuenta de lo mismo; claro, ya después de que Salomón hacía tiempo se había muerto diez siglos antes; Plutarco vivió en el tiempo de los apóstoles, y él escribió una obra que se llama “Vidas paralelas”; es una obra de la literatura universal, y hasta ahora circula, está en casa, por si alguno quiere sacarle fotocopia; y ¿qué es lo que se dio cuenta Plutarco? De que a veces la historia de un personaje se repetía en otro personaje; y él agarra muchos personales de la historia: fulano con sutano, mengano con zugano; por ejemplo, tomó a Alejandro Magno y comparó; miren, la vida de Alejandro Magno fue así, y contó como fue la vida de Alejandro Magno, y cómo joven llegó a formar un imperio, y a gobernar, y viajaba, iba y venía, y conbquistaba y todo eso. Después tomó la vida de Julio César, como Julio Cesar fundó el imperio romano, como Alejandro el imperio griego; fueron vidas paralelas, ésta se parecía con la otra. Cuando vio como fue el avance de la vida de Alejandro parecidísimo con el de Julio Cesar, pudo darse cuenta de que lo que había sucedido en el tiempo de Alejandro volvió a suceder en el tiempo de Julio César. Y no solamente toma el ejemplo de Alejandro y Julio César, sino el de muchos otros; él toma muchas parejas de vidas paralelas; de eso se dio cuenta también Plutarco.

Pero, hermanos, esto no se lo inventó Plutarco; antes de Plutarco la Biblia ya mostraba eso. Por ejemplo, viene José, cuyo nombre en hebreo es parecido al nombre de Jesús, y es vendido por casi 30 piezas de plata por sus hermanos, y lo meten a la cisterna, y de la cisterna pasa a la diestra de faraón, y se casa con Aseneth, una mujer gentil, y después se revela a sus hermanos en una posición de reino, y los hace partícipes de su reino. Y el Señor Jesús fue vendido por 30 piezas de plata, también lo crucificaron, murió y descendió al Seol, pero no se quedó en el Seol, sino que salió y se sentó a la diestra del que gobierna sobre el propio faraón, a la diestra del propio Dios, y se casó con la iglesia tomada de entre los gentiles, pero ahora al final del tiempo se va a revelar a Israel, a su Benjamín; y justamente el premier de Israel se llama Benjamín; se va a revelar a ellos al final, se va a revelar a los judíos al final.

Ahí tenemos a Abraham, el cual tiene una simiente, la simiente de Abraham; y esa simiente de Abraham llamado Isaac; los musulmanes le llaman a Jesús: Isa; viene cargando la leña, subiendo por el monte Moriah, donde hicieron justamente aquellas esplanadas de las mezquitas allá, e iba a morir en el monte Moriah, pero en vez de morir, vuelve vivito otra vez, como el Señor Jesús; por el mismo lugar donde iba Isaac cargando la leña, iba Jesús cargando la cruz; luego lo mataron, pero volvió otra vez, y ahora está vivo, ¿se dan cuenta?

Inclusive David, porque al Mesías se le llama David, porque el Mesías estaba en David, en la parte de la naturaleza humana. Pero no solamente con el Mesías, Pablo tenía esa mentalidad que no era alemana, y Dios puso a Pablo justo en Tarso de Cilicia, donde había la influencia oriental y occidental, ¿se dan cuenta? Y Pablo se ponía a leer a Adán y Eva, y de pronto se da cuenta de que Adán es figura de Cristo; mentalidad analógica; y que a Adán lo pusieron a dormir, le abrieron el costado y le sacaron una costilla para hacerle una Eva; y así a Cristo en la cruz le abrieron el costado con la lanza, y salió sangre y agua para tener la Iglesia; y Cristo fue llamado el postrer Adán, y Eva es figura de la iglesia. En 1ª a los Corintios, Cristo; en 2ª a los Corintios, Eva, la iglesia; vidas paralelas.



Si usted se pone a leer la vida de Sara, de Agar, de Ismael y de Isaac, nosotros decimos: ¡ah sí! Cuando yo leía esas historias al principio, decía: es una historia del pasado, no tiene nada que ver conmigo; ¿que no tiene nada que ver conmigo? Mucho tiene que ver conmigo, porque Agar corresponde y representa al Antiguo Pacto, Sara al Nuevo Pacto; Ismael, nacido según la carne; Isaac, nacido según la promesa y por la mano del Espíritu; y nuestra transformación está tipificada en la transformación de Abraham y Sara; la viejecita Sara, de noventa años, se volvió una jovencita tal, que el rey Abimelec se enamoró de ella, de la viejecita de 90 años; que entonces tuvo a Isaac de Abraham; o sea que vamos a ser rejuvenecidos; estos pelitos que se han caído, volverán, y ni uno se perderá; ¿la prueba? ¡Sarita! ¿amén, hermanos?

Por el lado bueno podemos añadir a Elías y Juan el Bautista; Elías vestido como después Juan el Bautista, comiendo como comería Juan el Bautista, en el mismo espíritu, con el mismo espíritu; Elías reprendiendo a Jezabel, y a Acab; Juan el Bautista a Herodías, y a Herodes; igualitos, vidas paralelas. Eso no fue un invento de Plutarco; eso está en la Biblia; lo que hizo Plutarco fue darse un poquito de cuenta de que las cosas son así, y así son.



Ahora tenemos a Ahitofel y a Judas iscariote; Ahitofel traicionando a David, el hombre que comía en su mesa, de su pan comía, pero levantó contra David su calcañar; eso que dijo David de Ahitofel, realmente lo dijo el Espíritu Santo de Judas iscariote.

Y cuando está profetizando Isaías, él está hablando del rey de Babilonia, pero detrás del rey de Babilonia está el diablo, está Lucero; y Dios le habla al rey de Babilonia, y al mismo tiempo le habla al diablo.

Y luego Ezequiel hace lo mismo: él le habla al rey de Tiro, y al mismo tiempo le habla al querubín caído que está detrás; eso lo capta más la mente oriental que la mente occidental.

Si no tenemos en cuenta estas cosas, no vamos a entender porqué la profecía que se narra en Daniel, y se cumple tipológicamente en Antíoco Epifanes, se cumple también en el anticristo; porque así como José, Isaac, David, son figura de Cristo, como Adán, y Eva de la iglesia, y Sara también del Nuevo Pacto, etc., y Elías de Juan el Bautista, y Ahitofel de Judas iscariote, así también Antioco Epifanes es como una especie de vida paralela con el anticristo. Entonces el Señor no necesita sino hablar una sola vez ciertas cosas, pero cuando habla una vez, está hablando para varios planos; entendamos eso, que cuando el Señor habla de Antíoco Epifanes, está hablando también del anticristo; entendamos que lo que se va a cumplir de manera final y definitiva con el anticristo, ya fue antes típicamente; por eso sigue diciendo Eclesiastés así en el verso 15: “Aquello que fue, ya es, y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. La mano de Dios es la que dirige todo esto; Dios es el Señor de la historia; aquello que fue en el tiempo anterior, ya es. Miren, así como pasó en ese tiempo, está pasando ahora; entonces Dios no tiene que ponerse a contarle la historia varias veces; Dios dice una vez: A Jerusalén le va a pasar esto; y le pasa una, y otra, y otra, y otra, y otra vez, de similar manera; y ese es el concepto que en la Biblia se le llama “Seminit”. Y noten el parecido fonético entre similar y seminit.

Vamos después a entrar en esto, pero primero había que verlo acá. Entonces, cuanto tú te pones a leer la profecía de Daniel 8, y luego las profecías de Daniel 10 al 12, tú te das cuenta de que va llegando un punto en que se está refiriendo primariamente a Antíoco Epifanes por una parte, y que se cumplió literalmente aunque en forma parcial con Antíoco Epifanes; pero vino el arcángel Gabriel y dijo: Daniel, ésto es para el tiempo del fin, no solo para el tiempo de Antíoco Epifanes; pero se cumplió en el tiempo de Grecia, y Grecia era antes de Roma; entonces por eso dice en Apocalipsis 17: "la bestia era, pero no es, y será". Entonces, si tú comprendes que hay un cumplimiento cíclico, repetido, tipológico, antes del final, comprenderás la profecía; pero si tú no entiendes eso, tú lees y te quedas como los comentaristas modernistas, diciendo: bueno, eso se refería a Antíoco Epifanes y punto, y quizá tenía razón Porfirio cuando dijo que esto fue escrito después de la vida de Antíoco Epifanes y dijeron que era profecía, pero esa es una historia. Eso es lo que dicen los modernistas de hoy; inclusive nuestro querídisimo hermano F.F Bruce no pudo superar parte de ese problema, y dice que Daniel se escribió después de Antíoco Epifanes, porque les fue tan difícil creer que algo tan exacto Dios lo pueda profetizar; ¿pero Dios acaso no puede profetizar? Y no sólo una vez se ha cumplido, sino varias veces tipológicas rumbo hacia el final.



Vamos ahora sí, con esta base, a concretar “Seminit”. ¿Dónde está eso escrito? En la Biblia. Vamos al Salmo 12. Ustedes saben que arribita de los Salmos aparecen muchas palabritas; y algunos, como las tienen en ciertas ediciones con letra chiquitita, ni las leen, y piensan que no son parte del Texto sagrado. Cuando tú vas al original hebreo, estas letras que aquí están chiquititas, en el hebreo están incluidas dentro del Texto hebraico inspirado, igual de grande a las demás. En eso que usted ve ahí, usted va a encontrar una serie de palabras: Neginot, nehilot, sigaion, sigionot, mahalat, y otras más que aparecen en esos titulitos; y por ahí entre los versos, y a veces al final, dice: selah; y otra vez selah; y de pronto, al inicio, dice: Seminit; hay dos lugares donde aparece Seminit; y uno de esos dos lugares es éste, en el capítulo 12 de los salmos, como también en el 6.

El Salmo 12 empieza así: "Al músico principal". Así empieza el Salmo 12; pero algunos, al leer, empiezan el Salmo 12 así: “Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;”. No, así no empieza el Salmo 12; el Salmo 12 empieza así: “Al músico principal, sobre Seminit. Salmo de David”.

Ahora, acuérdense de una cosa.


Vamos a 1º de Crónicas capítulo 25, para entender eso del músico principal un poquito; 1º de Crónicas, capítulo 25; vamos a leer los primeros versos para entender Seminit, y también los otros; hoy nos detenemos en Seminit; ese es el título del menaje de hoy: Seminit, porque todo hasta aquí era una introducción: “Asimismo David y los jefes del ejército”, noten: David, que es figura de Cristo, y los jefes del ejército “apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún..."; (ahora noten:) "para que profetizasen con arpas,..."; (no sólo para tocar con arpas), ...salterios y címbalos; y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio, fue: De los hijos...” tal, tal, y llegamos al 2: “De los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela, hijos de Asaf, bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba bajo las órdenes del rey” . ¡Que frase inspirada por el Espíritu Santo tan misteriosa! Que Asaf profetizaba bajo las órdenes del rey; aún la profecía está bajo autoridad; misterioso esto, ¿verdad? Luego dice: “De los hijos de Jedutún: Gedalías, Zeri, Jesaías, Hasabías, Matatías y Simei; seis, bajo la dirección de su padre Jedutún, el cual profetizaba con arpa”. Noten, estos Salmos eran profecía. Al músico principal; le daban la letra inspirada por Dios para que la cantara inspiradamente; ese músico principal era Asaf, o era Hemán Ezraita, o era Jedutún, según el turno; ellos tenían veinticuatro turnos, como los sacerdotes; esos eran el músico principal: o Asaf, o Hemán Ezraíta o Jedutún, según su turno.



Pasemos ahora a 2º de Crónicas, y vamos al tiempo de Ezequías, en los capítulos 29 y 30; entonces noten en el 2º libro de Crónicas, lo que vamos a leer desde el versículo 25 y siguientes: “Puso también levitas..." (esto fue Ezequías) "...en la casa de Yahveh con címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad vidente del rey, y del profeta Natán, porque aquel mandamiento procedía de Yahveh por medio de sus profetas. Y los levitas estaban con los instrumentos de David, y los sacerdotes con trompetas. Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Yahveh, con las trompetas y los instrumentos de David rey de Israel. Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; todo esto duró hasta consumirse el holocausto. Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban, y adoraron. Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabasen a Yahveh con las palabras de David y de Asaf vidente; y ellos alabaron con gran alegría, y se inclinaron y adoraron”. En el tiempo de Ezequías tenían coleccionadas las palabras de David, de Asaf, Proverbios de Salomón (Prov.25:1) y otros; por eso, cuando tú vas a los Salmos, ves el libro I de los Salmos, donde la mayoría son Salmos de David; y en el libro II de los Salmos la mayoría son palabras de Asaf, porque ellos profetizaban; éstos Salmos eran profecía.



Cuando tú lees entonces el Salmo 12, dice aquí: “Al músico principal”; esa es toda una profecía; esto no es solamente un detalle técnico, ¿se dan cuenta? Y miren lo que dice: “sobre Seminit”. ¿Qué quiere decir Seminit? Seminit significa simplemente “octava”, una octava; aquí los que son músicos entienden lo que es una octava; Dios, en la naturaleza, hizo las cosas en siete; fíjense: son siete los días de la semana, siete los años de los septenarios, o semanas de años hasta el año séptimo de remisión; los años inclusive del año solar y del año lunar se empatan en el séptimo año, cuando los días que le sobraban al año solar sobre el lunar, se juntan y forman otro mes completo en el séptimo año, para que el séptimo año no sea como todos los demás años, sino que tenga un mes adicional formado por los días que le faltaban al calendario lunar para empatar con el solar; empatan en el séptimo año con el mes completo adicional. Lo que sobró en un lado, se añade para formar el mes adicional para empatar de nuevo con el solar, haciéndo al año séptimo especial; el calendario bíblico y el cósmico dwel cielo están de acuerdo, y empiezan en el equinoccio; acaban de empezar ahora el 21 de marzo; el año nuevo verdadero de la Biblia y del cielo, del cosmos, no es un círculo sino una elíptica, porque si fuera un círculo no sabríamos en donde empieza ni donde termina; pero como es una elíptica, empieza en el equinoccio. Cuando vuelve al mismo equinoccio, es el segundo año, ¿se dan cuenta?

Entonces ahora dice aquí lo siguiente: Seminit: octava, ciclo de siete, así como siete días, otra vez en siete, la elíptica: el sol y la luna empatan si se le añade al séptimo año un mes, y el séptimo año queda como un año santo, sagrado, un año de remisión, con un mes adicional, que se le llama el segundo Adar, porque Adar es el mes doceavo, que va desde más o menos del 21 de febrero al 20 de marzo; ese es el Adar; pero el segundo Adar es el que se le añade al séptimo; Dios usa muchísimo el siete; los colores del arco iris son siete, las notas musicales son siete: do, re, mi, fa, sol, la, si, y otra vez do; Seminit, la octava, es el mismo do, pero en una nueva escala, como la escalera de caracol; eso es lo que quiere decir una escala, una octava, do (bajo), do (medio), do (alto), etc.; cumplimiento típico: un do; cumplimiento final: Seminit, octava, otra vez do, el mismo do, pero más allá. Eso es lo que quiere decir Seminit, se repite otra vez, y vuelve otra vez, y vuelve otra vez, hasta la octava; pasan siete notas para que la octava, el ocho de resurrección, que es otra vez el nuevo comienzo, sea el definitivo, ¿se dan cuenta? Pasa una cosa, y comienza la escalera, vuelve el caracol, vuelve y da vuelta, una y otra vez hasta llegar a Seminit, la octava, y empieza otra vez. Como en el domingo es la resurrección, empezó de nuevo; no sigue de una manera lineal, no; sino do (bajo), luego otro do (medio), y otro do (alto), y así; esa es la octava, “Seminit”; pero esto es en forma profética, porque el salmo es una profecía.

Miren en este Salmo 12, que es sobre Seminit, lo que dice el versículo 6: “Las palabras de Yahveh son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces”; miren lo que dice la palabra de Dios justamente sobre o en Seminit; sobre Seminit, porque Dios está usando inclusive la octava para enseñar; la palabra de Dios, que es el mismo Señor, es como plata, plata refinada siete veces. La palabra se pone en vasos de barro; los vasos de barro somos nosotros, es el pueblo del Señor; y la palabra del Señor es Cristo, que se va formando en el pueblo de Dios; pero da una primera vuelta, y todavía no se formó del todo; se da una segunda vuelta para ver, pero aún falta; y así sigue. Hay varios versículos que nos hablan de esa refinación. Veamos en Jeremías 9:7-11: "Por tanto, así ha dicho Yahvéh Sabaot: He aquí Yo los refinaré y los probaré; porque ¿qué más he de hacer por la hija de mi pueblo? Saeta afilada es la lengua de ellos; engaño habla; con su boca dice paz a su amigo, y dentro de sí pone sus asechanzas. ¿No los he de castigar por estas cosas? dice Yahvéh. De tal nación, ¿no se vengará mi alma? Por los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto por los pastizales del desierto; porque (1) fueron desolados hasta no quedar quien pase, (2) ni oirse bramido de ganado; (3) desde las aves del cielo (4) hasta las bestias de la tierra huyeron y se fueron; (5)reduciré a Jerusalén a un montón de ruinas, (6) morada de chacales; (7) y convertiré las ciudades de Judá en desolación en que no quede morador. La octava, seminit, entonces es por fin el retorno, la restauración, la reinserción.

Pregunta Dios: ¿Qué más he de hacer Yo por la hija de mi pueblo? Voy a hacer esto con Jerusalén y con Judá: la voy a refinar, como dice el Salmo 12 en seminit, siete veces en horno de tierra. Y también dice allí Daniel: “Y Jerusalén será castigada”; y dice que será sitiada; y eso ocurrió (1) en el tiempo de Antíoco Epifanes: “do”, y se cumplió, y con los Macabeos se purificó un poquito; pero (2) luego otra vez se alió con Roma, y los Macabeos se volvieron los Asmoneos, y entonces le tocó al Señor otra vez, “re”, tratarlos con Pompeyo en el año 68 antes de Cristo; en el año 68 antes de Cristo vino otra vez la incursión, se tomaron otra vez Jerusalén, pero todavía el pueblo no está a punto; entonces (3) viene Tito, “mi”, y toma a Jerusalén en el año 70 después de Cristo, y van cautivos; los expulsan y ellos salen, pero todavía continúa la refinación; dice Dios: “¿Qué más he de hacer Yo por la hija de mi pueblo? vVy a refinarlo como a la plata, que es refinada en horno de barro; entonces (4) sigue la escalera de caracol para arriba, y llega el año 112, en el período de tiempo de Bar-Kobcha, quien dijo ser el Mesías, que hasta al propio Rabino Aquiba engañó. Ya Dios había dicho que iba a arrasar con Jerusalén; y ya lleva tres veces arrasada y todavía no está lista; entonces el emperador Adriano arrasó otra vez a Jerusalén, sacó a todos los judíos, no quedó ninguno, sembró de sal la ciudad, hasta el nombre de Jerusalén lo borró, "fa", y le puso a la ciudad el nombre de Elia Capitolina, ya no era más Jerusalén, y ni un judío había, sino que fue totalmente entregada a los gentiles; hasta la iglesia en Jerusalén era toda de gentiles y con obispos gentiles. ¡Ah! ya llevamos do, re, mi, fa; (5) Entonces ahora llega el tiempo de Mahoma, y los musulmanes se toman otra vez Jerusalén, y viene el Califa Omar, y ahí, nada menos que en la mismísima explanada del templo, construye la mezquita de Omar, como una especie de tipología de la abominación desoladora; y la planta en pleno lugar en cuyos alrededores había estado el templo. Do, re, mi, fa, "sol", y aún se está en pleno trabajo de refinación. (6) llega la nota "la", en plena época de las cruzadas; los cruzados se toman Jerusalén, pero no para los judíos, sino también contra ellos, a favor del papado; época de las cruzadas, con Godofredo de Bouillon, Ricardo Corazón de León, etc. (7) Pero tras los cruzados, y a partir de Saladino, nota "sí", queda de nuevo Jerusalén 400 años bajo el dominio turco de los Otomanos hasta el mismísimo siglo XX, cuando se llega a la era de los dos pies de la estatua que vio Nabucodonosor, y tras las guerras mundiales y el Protectorado Británico, los judíos retornan a su tierra, y el tiempo de restauracióin comienza. Octava, Seminit. Pero al mismo tiempo, el anticristo, según Apocalipsis 17 es el octavo, y es de entre los siete, y va a la perdición. La refinación termina con la gran tribulacióin y el retorno de Israel, no solo a su tierra, sino a su Mesías, y al derramamiento del Espíritu. Estamos en la misma hora del parto final: Seminit. Se está cumpliendo otra vez la profecía, pero hacia el mismo final definitivo, pues ya Israel está otra vez en su tierra. Durante la tipología, se estuvo refinando, refinando y refinando a Israel. Después de los 400 años de dominio Otomano, casi desde la época de la Reforma hasta el siglo XX, se llega al último Califa, cuando se acabó la pierna oriental de la estatua de Nabucodonosor, la pierna de hierro, la oriental,que era Turquía, el imperio otomano, y entonces los británicos sacan a los turcos y convierten la tierra en un protectorado y por fin deciden que a través de la ONU se le de un 18% a Israel y un 82% a los palestinos; pero los arabes no quieren el 82%, sino que quieren el 100%; no aceptan la existencia de Israel, y se vienen en su contra las naciones de alrededor, con 1´200.000 soldados para barrer del mapa los colonos; esto fue en 1948, la guerra de la fundación de Israel; pero ahora sí las cosas comenzaron a cambiar. Llegó la época del brasero de fuego entre leña; ahora ya sí se tomaron la tierra, ya llegó el inicio del nuevo toque del shofar, otra vez "do", que comenzó a sonar, pero ha de seguir cada vez más fuerte hasta el final. Entonces creo que ahora sí estamos en la generación final; ahora Israel está en su tierra.

En el año 1967 recuperaron Jerusalén, incluso recuperaron el monte Moriah, y recuperaron la explanada de las mezquitas, pero por temor a los musulmanes, devuelven la explanada a los Jordanos y estos la pasan a los palestinos. Dios está esperando por nosotros; Dios usa cualquier cosa; ellos, para no pelear con todos los musulmanes les devolvieron la explanada de las mezquitas, sin construir el templo. Antes de Israel volver a la tierra, no había ninguna nación palestina como tal allí, sino los turcos, los británicos, los jordanos. No es cierto que Israel le quitó la tierra a Palestina; quien estaba era Jordania después de los turcos; en ese tiempo nunca hubo una nación palestina como tal con estado; el rey de Jordania la dio a Arafat, cuando Israel se la había dado al rey de Jordania; y allí empezaron los palestinos a querer decir que ellos eran los dueños primigenios y que los otros debían desocupar; pero ese lenguaje de territorios ocupados no es bíblico; es antíbiblico; se trata de territorios recuperados, no ocupados; Israel no está en tierra ajena, sino que está en su propia tierra, que Dios se la dio, y está de nuevo ahí conforme a la profecía de largos años; ellos no están ocupando; no hay territorios ocupados de Israel, no hay asentamientos; lo que sí hay son edificaciones normales, como en cualquier barrio de Bogotá; ellos volvieron a su tierra, pero la gente no cuenta la historia desde el principio. Por eso es necesario conocer la historia desde el principio, y ver también como Dios confiaba en su trabajo durante la historia; y ahora es el principio de la octava, “seminit”. Como en "Era, no es y será, y es el octavo de entre los siete, el octavo", asimismo como en la tipología del anticristo el octavo será el final, así también, una vez que floreció Israel, la higuera, floreció también Europa, floreció Rusia, y florecieron los demás árboles, como decía la profecía; ahí estamos viendo el florecimiento. Israel entregó el monte Moriah, pero 40 años después, ahora los israelitas están queriendo construir el templo; y este año iban a comenzar a hacerlo públicamente, pero la propia Corte Suprema lo prohibió. Pero fíjense, hermanos, en el año 1967 se recuperó Jerusalem, aunque se devolvió la esplanada del templo; 40 años después, se llega a 2007; y en el año 2008, el día mismo día de la pascua, algunos judíos y algunos levitas y sacerdotes comenzaron otra vez a ofrecer sacrificios; y ya llevan 2años ofreciendo sacrificios; en 2008, en marzo, cuando comenzó el año nuevo, ahí lo ofrecieron; la filmación se la envié a algunos hermanos cuando esto sucedió; entonces eso va poniendo las bases para dar otros mensajes. Pero ahora sí voy a terminar por aquí; el "do" final es para el cumplimiento definitivo de la purificación de Israel.

El Señor le había dado a Israel 70 veces 7, porque el Señor dijo, cuando le preguntaron: Señor, ¿hasta cuántas veces debo perdonar a mi hermano? ¿Siete veces? No, respondió Jesús, sino hasta 70 veces 7. Dios había corregido 70 años a Israel en cautiverio en la época de Jeremías, pero ahora está Daniel diciendo ahí: Bueno, ya terminan los 70 años que profetizó Jeremías; ya es el tiempo, ya se van a acabar estos 70 años, ya estamos cerca. Entonces el Señor manda a Gabriel, quien entonces dijo: mira, Daniel, están determinados 490 años, o sea, 70 shabúas o semanas de años, septenarios, para tratar con Israel y con Jerusalén; 490 años es 70 veces 7; 70X7 es 490 años; ¿Qué va a hacer Dios en esos 490 años? Siete cosas va a hacer. Va a purificar, va a limpiar, etc.; siete cosas que están en Daniel 9. Esas cosas decidió Dios hacerlas, al recorrer todo el Seminit, toda la escala, toda la octava para terminar en la última semana. La primera parte con la restauración del sacrificio continuo y el templo; y la mitad de la semana con la quitada del sacrificio, y la profanación del templo, y el establecimiento de la abominación desoladora; entonces, hermanos, estamos más tarde de lo que pensamos.

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Gino Iafrancesco V., 16 de abril de 2010, Bogotá D.C., Colombia.

Transcripción de: Marlene Alzamora, revisada por el autor.

CUMPLIMIENTO CÍCLICO

CUMPLIMIENTO CÍCLICO

Daniel 8


En la propia palabra se nos enseña a interpretar; entonces, para tener eso claro, vamos al “tercer libro de Salomón” que es Eclesiastés, porque Cantares era de la juventud, Proverbios de la adultez, y Eclesiastés de la ancianidad; y en éste libro de éste hijo de David,  rey sobre Israel en Jerusalem, él nos enseña algo por el Espíritu Santo, por el Espíritu de Sabiduría que Dios le dio, y como dice la Palabra, el Espíritu de Cristo que obraba en los Profetas. En el capítulo 1 vamos a ver un pasaje, y luego en el 3 vamos a ver otro pasaje; es decir, vamos a ver dos textos testigos inspirados por el Espíritu Santo, que nos dan ciertas llaves hermenéuticas para poder comprender algunas cosas; y las necesitamos, especialmente éstas que vamos a leer inicialmente en Eclesiastés, y que se relacionan también con Apocalipsis.

 
Entonces dice en el capítulo 1: 9-10: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; Y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de lo que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido”. Entonces aquí Salomón nos enseña, nos muestra la Palabra del Señor algo que es importante: “¿Qué es lo que fue?”; o sea, nos pregunta acerca de cosas del pasado; pero dice: “Lo mismo que será.” Es decir, que las cosas que van a suceder en el futuro, ya sucedieron de alguna manera similar o semejante o tipológica en el pasado; entonces ese es un principio que Dios nos enseña. Dios no solamente nos habla a través de una profecía del futuro; sí hay profecía, pero también hay tipología, que también es otro método que Dios usa. Por ejemplo, ustedes ven la historia de Adán y Eva; pero cuando Pablo leía lo de Adán y Eva, Pablo veía claramente a Cristo y a la Iglesia; en Romanos dice Pablo que Adán es figura del que había de venir, o sea de Cristo; y también en 2ª Corintios y Efesios presenta a Eva como figura de la Iglesia. En Romanos, 2a Corintios, Efesios, Gálatas, Pablo consigue ver a Cristo en la historia de Adán, consigue ver a la Iglesia en la historia de Eva, consigue ver el nuevo y el antiguo pacto en la historia de Abraham y de Sara, consigue ver al que es nacido de la carne en Ismael y al que es nacido del Espíritu en Isaac. O sea que existe una tipología en la historia, existe una alegoría; dice: esto es una alegoría; no que no haya sido histórico, sino que aquella historia sucedió de esta manera, dirigida providencialmente por la mano de Dios, para proyectar una historia futura. En el futuro, por ejemplo, el Señor Jesucristo clamaría: “¿Dios mío, por qué me has desamparado? Mirad, pues, todos mis huesos, clavaron mis manos y mis pies…”; eso que iba a ser en el futuro, ya fue en el pasado; en el caso de David, aunque no fue de la misma manera, sin embargo, lo que vivió David, lo que vivió Isaac, lo que vivió Adán, que fue lo que vivieron otros como el hijo de David, Salomón, es figura. Muestra que la historia se repite; y esto es algo que ya lo dijo por el Espíritu Santo Salomón, y que también, incluso escritores no cristianos de entre los llamados escritores clásicos, también tuvieron ojos para ver esto en la historia.

 
Ustedes han oído del famoso Plutarco; Plutarco escribió una obra llamada “Vidas Paralelas”; esa obra está en casa; esa obra de Vidas Paralelas tiene lo siguiente: muestra la historia de un personaje histórico, y muestra la historia de otro, que fueron paralelos; tu veías que lo que aconteció con éste, aconteció también con éste otro; y menciona a fulano, a Alejandro Magno, a cualquier otro de esos personajes históricos, y hace una serie de comparaciones entre varios; toma a éste comparado con éste otro, y cuenta la historia de éste y cuenta la historia de este otro, y muestra cómo eran paralelas; y por eso él le llamó Vidas Paralelas; y esa es justamente la tesis de Plutarco, como la historia se repite, porque lo que sucedió con fulano, sucedió con zutano.

 

Y por eso hay en la Biblia tipologías. Por ejemplo, leemos la historia de Ahitofel, y ahí vemos a Judas Iscariote; leemos la historia de José, y ahí vemos a Jesús; José, vendido por casi 30 piezas de plata, fue rechazado por sus hermanos, y fue a parar a la cisterna; pero de ahí fue a la diestra de Faraón, para casarse con una esposa gentil, y por fin ser reconocido por sus hermanos; o sea que lo que pasó con José era una tipología de lo que iba a pasar con Jesús. Vemos a Isaac cargando la leña para ser sacrificado, y resultó que el que iba a ser sacrificado era él mismo, pero luego regresó como si hubiera resucitado de entre los muertos; una figura de Cristo ¿por qué? porque Cristo es la verdadera simiente de Abraham; y como Isaac era simiente de Abraham, entonces había una alegoría, y había una relación entre Isaac y entre Cristo; o entre Adán, por ejemplo, durmiendo herido en el costado para que le saquen una costilla y le hagan a Eva, como Cristo muerto en la cruz herido en el costado para que le salga sangre y agua para tener la Iglesia.

 

Entonces, ese es el principio de vidas paralelas, ¿se dan cuenta? Entonces tenemos la vida de uno con la de otro, y la de éste se parece con la de aquel, y la del otro con la del otro; si entendemos ese principio, y que ese principio lo captó incluso la razón natural, como en el caso de Plutarco, cuando escribió las Vidas Paralelas  cuando él vio eso; pero claro que Plutarco es apenas del tiempo de la generación de Cristo, por ahí por esas épocas de los clásicos; pero antes de Plutarco, ya Salomón habló de esto, ¿se dan cuenta? Salomón habló de esto; entonces, dice así: “¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será”; o sea que lo que va a acontecer ya aconteció de cierta manera en el pasado. Si lo entendiéramos, como decía, entenderemos el caso de Daniel 8, de Antioco Epifanes y el anticristo.

O sea que una cosa es Dios enseñándonos por medio de profecía, más también por medio de parábolas, y por medio de tipología y alegoría; es decir, por vidas paralelas, ¿se dan cuenta? Y lo dice así: “¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará. Y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de lo que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido”; ya fue en los siglos que nos han precedido.

 

La Biblia dice que “en boca de dos o tres testigos conste toda palabra”; este principio que vemos en este pasaje del 1:9-10 de Qohelet, que es Eclesiastés, aparece también en el capítulo 3:14-15; vamos a ver a un segundo testigo sobre este principio. Eclesiastés 3:14-15: “He entendido…”,  note que eso fue algo que por el Espíritu captó Salomón, a quien Dios le dio sabiduría, “… que todo lo que Dios hace será perpetuo”; o sea que lo que Dios hace, lo hace siempre de una misma manera, porque él actúa según estos principios; si tú siembras una semilla, y ya está programado todo su desarrollo, se va a desarrollar; y tú sabes que después de las hojitas vienen las flores, y después los frutos ¿verdad? Entonces Él utiliza las parábolas, utiliza las cosas de la naturaleza, que siempre se repiten de la misma manera, que nos muestran una ley biológica, y esa ley biológica nos permite conocer como son las plantas; por ejemplo, como es el ciclo de vida de los animales, o de las parábolas que usó el Señor; el Señor usó parábolas del reno animal, como la de las ovejas, como son siempre las ovejas, como son las cabras, y también en lo vegetal, como es el trigo, como es la cizaña; y también hay parábolas del reino mineral, así como, por ejemplo, las piedras preciosas en el que el Señor puso los nombres de los apóstoles. Y entonces, hermanos, la biología, la tipología, nos muestran que las cosas siguen un ciclo; por eso aquí dice: “todo lo que Dios hace será perpetuo, sobre aquello no se añadirá ni de ellos se disminuirá; y lo hace Dios…”, note, ¿por qué Dios lo hace de ésta manera? Dice: “…para que delante de él teman los hombres”. Uno se queda admirado cuando ve que, por ejemplo, José vivió de ésta manera, y era un tipo de Cristo; que a Isaac le pasó esto, y le pasó a Cristo; que con David sucedió esto, y sucedió con Cristo; que Ahitofel actuó de ésta manera, y que Judas Iscariote actuó de esa manera. Entonces, cuando tú ves que Dios controla la historia, a pesar de que él deja en libertad a las personas, sin embargo Dios, en su providencia, sabe utilizar hasta el propio albedrio responsable de las personas, porque él prevé todo de antemano; entonces dice: “para que delante de él teman los hombres”. ¿Por qué temen los hombres?  porque ven que las cosas se mueven según ese principio; no que seamos unas máquinas; no estamos hablando de un principio de determinismo, en el sentido de que no exista libertad, no; sí existe libertad en los seres humanos; sin embargo, Dios conoce todas esas cosas de antemano y sabe usarlas sin violentar el albedrío humano; y usted ve que la historia se repite, y se repite, y se repite; y eso nos muestra lo que dice: “He entendido esto…”;  Salomón se dio cuenta de que las cosas sucedían de esa manera.

 

Hubo un Nimrod, que fue un primer tipo de anticristo, antes de los imperios mundiales; porque antes de que hubiera imperios mundiales, la primera llamada “civilización” fue la de los sumerios, que fue la de Nim-marad, que es otra manera de decir Nimrod en sumerio; y Nimrod fue el primer tipo de anticristo, que construyó ciudades- estado; pero él no construyó imperios, sino ciudades; y luego esas ciudades- estado llegaron a ser enemigas una de la otra, se peleaban, y a veces prevalecía Ur, después prevalecía Lagash, luego prevalecía Acad o cualquiera, o Erek, que es Uruk, que es el mismo Warka, y el mismo Unuk o Enok de Caín, que Caín le puso a su ciudad Enok, y de ahí viene Unuk, y de ahí viene Uruk, y de ahí viene Erek, y de ahí viene Warka, que luego fue más edificada; esta Erek primero fue fundada por Caín, pero después fue restablecida por Nimrod, un primer tipo de anticristo. Pero luego, y eso es lo que vamos a ver, y por eso estamos leyendo este principio, como aquello sería algo que iba como a tener una coronación de la iniquidad; porque ahí el trigo tipifica algo, y la cizaña también tipifica algo; el trigo se humilla, la cizaña se levanta; el trigo se humilla porque tiene alimento para el pueblo; la cizaña no tiene y se levanta ella misma; todas esas cosas son las que figuran algo; hasta los animales figuran algo; vemos, por ejemplo, que el Señor le mostró unos animales en una sábana a Pedro; y esos animales tipificaban a los gentiles; personas que son astutas como el zorro, o perezosas como el perezoso, o cuellos levantados como la jirafa, o andan en el lodo como el chancho; ¿se dan cuenta de que esas clases de animales muestran diferentes tipos de pecados? Entonces esa es otra manera de Dios enseñar.

 

 Existen, por ejemplo, esos que llaman presagios; que sucede alguna cosa, y ésto como que se asocia con ésta otra cosa. Por ejemplo, un presagio: se le prendió Saúl al manto de Samuel, y se le rasgó; entonces, así será rasgado tu reino, ¿se dan cuenta? Son cosas que con una se habla otra; porque Dios hizo al ser humano no sólo con la mentalidad cuadriculada del siglo XIX del racionalismo, o del siglo XVIII, sino que el ser humano ha tenido muchos tipos de maneras de entender, de comunicar, de pensamiento; y la Biblia es un libro más oriental que occidental; la Biblia no se escribió en la Alemania de Wellhaussen; la Biblia se escribió desde el tiempo de Moisés y aún antes, y del tiempo de los profetas, y por último, de los apóstoles; entonces abarca un pensamiento mucho más amplio que el meramente racionalista occidental, y utiliza ese tipo de entendimiento; y nosotros necesitamos captar eso, y ver esos principios escritos en la Biblia, y enseñados por Dios, y vistos como suceden, para que así nosotros sepamos que Dios usa ese estilo de enseñanza; si nosotros captamos eso, muchos problemas de la Biblia se van a resolver, cuando nosotros los leemos también con la mentalidad oriental, y no solo con la occidental.

 
Por ejemplo, viene Mateo y dice: “como está escrito: de Egipto llamé a mi hijo”; entonces Jesús se fue a Egipto, cuando sus padres se lo llevaron de niñito, para que no lo matara Herodes; y luego volvió de Egipto; pero ¿dónde está eso escrito? ¡Oh! está en el profeta tal; y cuando tú lees al profeta tal, ves que se está refiriendo a Israel, que estaba en Egipto, y Dios lo trajo a Israel para Canaán; entonces decimos: ¿por qué está aplicando Mateo esto a Jesús, si el profeta lo está aplicando a Israel? Entonces la mentalidad occidental no entiende que la mentalidad oriental piensa por analogía; o sea, así como Dios trajo a Israel de Egipto, así también trajo a Jesús de Egipto; así como Ahitofel traicionó a David, así también Judas Iscariote traicionó a Jesús; así como Antíoco Epifanes se hizo Dios manifiesto, y profanó el templo y el altar, y persiguió al pueblo de Israel, a los judíos, así mismo hará el anticristo; o sea que lo que ha de ser, lo del anticristo, ya fue, por ejemplo, en el tiempo de Antíoco Epifanes, porque Antíoco Epifanes fue un tipo del anticristo. Entonces ese es otro método que Dios usa para enseñarnos; como quien dice, aprende de la historia, para que no tengas que repetirla. Pero cuando tú miras como fue la historia, cómo se comportaron, y como fue la cosa, dices: ¡Ah! Así es que está sucediendo ahora, y así es que va a suceder en breve.

Esa es una manera que Dios utiliza, una analogía, que es también una tipología, una alegoría, una parábola, o un presagio, o una profecía claramente, o una enseñanza doctrinal clara. Todo eso lo utiliza Dios; si sabemos eso, podemos leer con más provecho a Daniel; no lo vamos a leer solo cuadriculadamente con la mentalidad racionalista del siglo XIX y siglo XVIII, sino que lo vamos a leer como el Espíritu Santo lo utiliza, con todos los aspectos del entendimiento humano a lo largo de la historia, porque la Biblia no se escribió solamente para la Alemania del siglo XVIII, sino que se escribió para todas las edades, para todos los países, para todas las culturas.

 
Entonces aquí en Qohelet vuelve y repite en el 3:15: “Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya”; ¿se dan cuenta? Lo que ha de ser, por ejemplo, lo del anticristo, fue ya; “Y Dios restaura lo que pasó”. Es como cuando estudiábamos aquí el Templo de Dios, y veíamos la escalera en caracol, que no se sube de una manera directa, sino volviendo a pasar una y otra vez por el mismo lugar hasta que llega al piso de arriba; y es la escalera, la subida en forma de caracol, no lineal, sino circular y avanzando. Entonces estos son los principios que estamos viendo en la misma Biblia: “lo que ha de ser, fue ya”. Entonces vamos a ver cosas que el Señor comienza a anunciar aquí por Daniel; porque por eso digo todas estas cosas, para poder ver el capítulo 8 de Daniel; estas son bases para entender Daniel 8 y Daniel 11. Sucede una cosa, y esa cosa cumple la profecía, por lo menos en parte; tú ves que la cumplió; pero después se cumple otra vez; porque la primera vez que se cumplió, el primer cumplimiento fue el tipológico, el que Dios utilizaría para enseñar a los que vendrían después.

Por ejemplo, sucedió en el tiempo de Acab lo que vivió Jezabel; y después Dios toma a Jezabel y la utiliza como una figura profética en el mensaje a Tiatira, ¿se da cuenta? Es una tipología la Jezabel antigua de la Jezabel de Apocalipsis; eso es lo que Plutarco llamaría vidas paralelas; pero antes de Plutarco, ya Salomón había hecho esto, y ya Dios lo hacía de esta manera en toda la Biblia. A veces inclusive Dios utilizaba hasta el parecido de una palabra. Por ejemplo, le mostraba una visión a Jeremías, y en esa visión él veía una determinada planta de almendro que se decía shaked; y como la pronunciación shaked se parecía a shoked, entonces asociaba el nombre shaked con shoked; y le decía: del norte se soltará el mal que ya se apresura, que es lo que se dice shoked; pero como esa planta se decía shaked, entonces usaba el shaked para aludir al shoked. Entonces, los que somos occidentales, a veces no entendemos ese tipo de mentalidad; pero en la Biblia existe esa manera de Dios enseñar, por asociación, por analogía, por tipología, y también por repetición de los acontecimientos.
Por eso, veamos en Apocalipsis un principio, que es exactamente éste que leemos acá, y que justamente tiene que ver con el capítulo 8 y después con el 11 de Daniel. Vamos ahora a Apocalipsis 17:7-8 para que ustedes vean que desde el principio de la biblia hasta el fin Dios utiliza ese método. Entonces Apocalipsis 17:7-8 dice: “Y el ángel me dijo: ¿por qué te asombras? Yo te diré el misterio…”; si él hubiera dicho solamente Babilonia, nosotros pensaríamos solamente en Babilonia; y hasta ahora algunos hermanos, especialmente el Hermano Lang, que también le sigue al hermano Benjamín Newton, y el hermano Cristian Chen, por ejemplo, ellos todavía utilizan Babilonia como si fuera la misma Babilonia antigua desde allá, desde Irak; pero cuando dice la Palabra: misterio Babilonia, ahí ya entran a jugar todos estos principios hermenéuticos; o sea que la Babilonia antigua era una figura de una Babilonia final que realmente era Roma; no era solo la Babilonia aquella antigua, sino que es Roma; pero como Babilonia fue la cabeza y la hechicera del pasado, así lo era Roma en tiempos de Juan en el Apocalipsis; entonces por eso Roma era como un misterio Babilónico; y entonces hay una analogía entre las dos.

Entonces aquí dice así: “Yo te diré el misterio de la mujer…”; no solamente la mujer, sino el misterio; o sea, hay una interpretación mística que usa también la mentalidad oriental; “…y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos”. Entonces la bestia es la que tiene siete cabezas y los diez cuernos, y la mujer es la que la cabalga, y la bestia es la que la trae. “La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo”. ¿Se dan cuenta del círculo en caracol? Era, ya aconteció; lo que ha de ser: la que va a subir del abismo; ya era antes, pero ahora todavía no es, pero ya fue; pero también va a volver a ser. La bestia que viste es la final, era; o sea, ya en el pasado hubo un cumplimiento tipológico; pero ese cumplimiento era sólo el tipológico; o sea, sólo el primario, no el definitivo y final; porque el definitivo y final será en el futuro; es lo que ha de ser; pero lo que ha de ser, fue ya.

Entonces la bestia que va a subir, ya era antes; pero ahora no es todavía, sino que va a ser después. Entonces sigue diciendo así: “…e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida, sea sombrarán viendo la bestia…”; pero el Espíritu Santo le dice: no digas solo: la bestia; Juan, di: “La bestia que era, y no es, y será”. ¿Si se dan cuenta de cómo habla? ¿Por qué no dijo sólo la bestia?, si se está refiriendo a la bestia; porque se está refiriendo a la bestia que era antes de Juan, pero que no era en el tiempo de Juan, pero que sería después del tiempo de Juan. Porque el Señor está usando ese principio: lo que ha de ser, fue ya; la bestia que va a ser, ya fue en el pasado, ya hubo un cumplimiento tipológico, y por tanto, se ha de estudiar la historia; vemos el paralelismo de lo que aconteció, porque Dios nos quiere enseñar acerca del futuro, con el pasado; por eso la Biblia dice: “…y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. ¿Ven el discernimiento que tenía Pablo? Pablo no veía el pasado como si no tuviera nada que ver con el presente, ni el futuro; estas cosas les acontecieron, o sea que hubo sucesos en el pasado que fueron gobernados por la providencia divina, utilizando la libertad de las personas, sin forzarlas, porque Él deja a los hombres libres, pero Él también gobierna circunstancias; hace que suceda ésto con esto, y teniendo en cuenta la libertad, juega con otros acontecimientos y circunstancias, y entonces después las cosas se repiten; son una proyección; son como un adelanto, una sombra, una imagen de las cosas que vendrían. Así fue el caso de Moisés; dice la Escritura: “Moisés fue fiel en la casa de Dios para testimonio de lo que se iba a decir”; lo que se iba a decir era algo para el futuro, pero se utilizaría lo que fue en el pasado. Y luego, manda Dios, por Romanos, y dice que lo propio del misterio del Nuevo Testamento se debe manifestar a los santos usando el Antiguo Testamento, las Escrituras de los Profetas (Rom.16:25,26). Entonces ya estaba escondido el misterio la tipología, sí, ya lo estaba; y Dios hizo que la historia del futuro aconteciera tipológicamente; realmente en cierta época, muy parecida con la final, para que a los del fin, a nosotros, los del tiempo del fin, aquella historia pasada nos sirva de ejemplo; “…éstas cosas les acontecieron como ejemplo; ellos vivían, y no se estaban dando cuenta de que ellos estaban viviendo de ejemplo para el futuro; pero Dios estaba con Su mano Poderosa y Soberana dirigiendo la historia, para enseñarle al futuro. O sea que no sólo las cosas acontecen, sino que acontecen como ejemplo; “… y están escritas para amonestarnos a nosotros, a los que han alcanzado los fines de los siglos”. O sea que todos los cumplimientos y los ejemplos anteriores, eran para ayudarnos a nosotros hoy a entender hoy; esas son herramientas para discernir las señales de los tiempos.

Entonces por eso dice: la bestia era; ¿por qué dice que era? Porque antes del tiempo de Roma, cuando era el tiempo de Grecia, en la vida de Antíoco Epifanes se cumplió parcialmente la profecía de Daniel 8 y de Daniel 11, de manera tipológica; no fue un cumplimiento final y definitivo, pero sí se cumplió. Si ustedes toman, por ejemplo, a nivel de historia, y no estoy aquí enseñando una doctrina de inspiración del libro de los Macabeos, pero el libro de los Macabeos leído como historia, y ustedes pueden leer en el libro de los Macabeos, tanto en el primero, como algunas partes del segundo, la historia desde Grecia hasta Antíoco Epifanes,  ustedes, al leer la historia de Antíoco Epifanes desde Alejandro Magno, que ahí cuenta esa parte de la historia que no está en la Biblia, pero ahí la cuenta el libro de los Macabeos, ahí usted descubre que Antíoco Epifanes cumplió parcialmente las profecías de Daniel capítulo 8. Pero luego el Señor Jesús dice: “Cuando vieres la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel…”, y se lo dice a la Iglesia, cuando ya había pasado el tiempo de Grecia, y el de Persia, y que ahora estaba en el de Roma, “…cuando vieres en el lugar Santo la abominación desoladora del que habló el profeta Daniel, (el que lee, entienda)…”, entonces ahí se da uno cuenta de que el Señor, aunque ya las cosas se habían cumplido en el tiempo de Antíoco Epifanes, sin embargo el Señor tomó la profecía y la aplicó para después; o sea que lo de Antíoco Epifanes no era un cumplimiento final, sino que era un cumplimiento tipológico, la bestia era, pero no era en el tiempo de Juan, pero iba a ser después con el anticristo; ¿se da cuenta? O sea que la vida del anticristo tiene su paralelo en Antíoco Epifanes; cuando nosotros vemos el estilo de Antíoco Epifanes, y los hechos de Antíoco Epifanes, Dios nos está mostrando al anticristo, así como cuando veíamos a José nos está mostrando a Cristo, cuando veíamos a Isaac, a David, nos está mostrando a Cristo; como cuando veíamos a Ahitofel nos está mostrando a Judas Iscariote; así como cuando leemos a Antíoco Epifanes Dios nos está hablando del anticristo también; ¿Se dan cuenta? No solamente nos está hablando de Antíoco Epifanes; Génesis no solamente nos habla de Adán, nos habla de Cristo; Génesis no solamente nos habla de Sara y de Agar, nos habla del nuevo pacto y del antiguo, nos habla no sólo de Ismael y de Isaac, sino de la Iglesia, de los que andar en la carne o en el Espíritu. Esa es una manera de Dios enseñar, que no es común en el Occidente, pero es lo más normal en el Oriente; y éste es un libro que nació en el Oriente. Entonces, si nosotros no tenemos presente esto, entonces nos confundimos; y por eso esos críticos alemanes, cuando veían que Antíoco Epifanes había cumplido por lo menos en parte las profecías de Daniel, dijeron: -Ah, entonces ese libro no es profético; eso fue algo que se escribió después de la historia de Antíoco Epifanes, y se escribió como si fuera una profecía, diciendo lo que iba a suceder, contando lo que ya sabían que había sucedido-. Así lo han dicho Porfirio y los críticos escépticos posteriores.

Eso es lo que hacen los críticos alemanes; y hasta nuestro hermano F. F. Bruce, que no es liberal ni modernista, sino que es un gran hombre de Dios, conservador, aún en eso se desvió él en el punto de Daniel; y en su libro acerca del Canon, que tiene sobre el Canon de las Sagradas Escrituras, que es preciosísimo, el único error que le encontré es no reconocer lo que Jesús sí reconoció; Jesús reconoció la profecía de Daniel como de Daniel; en cambio a él no le alcanzó la fe, por su ambiente occidental, para ver que se cumplió de una manera tan literal aunque parcial la profecía en tiempo de Antíoco Epifanes, que parecía que la hubieran escrito después que habían sucedido las cosas; sin embargo, la arqueología ha demostrado antes la existencia de Daniel y de las cosas de Daniel. En mi libro: “Roma en la profecía de Daniel”, hay una primera introducción, que se llama: “Nota Preliminar: Credenciales del Libro de Daniel ante la crítica”, para responder justamente a los ataques de los modernistas, que ahora el anticristo, lean bien, que ahora el anticristo, que va a empezar a crecer, seguramente, si ya lo han hecho en el pasado, con mucha más razón van a querer hacer uso ahora de la alta crítica modernista, para que nos confundamos y no creamos más en Daniel; ¿Se da cuenta? Van a usar eso los que abandonen el Santo Pacto. Entonces necesitamos estar claros en Daniel, y también conocer a nuestros hermanos conservadores, que han tratado a fondo, y han respondido a todas las críticas de los alemanes, y otras críticas de los ingleses, y otros, sobre Daniel. Entonces por ahora les recomiendo un libro, que son dos volúmenes, que están sólo en inglés hasta donde yo sé, pero que quizás algunos de ustedes lo necesiten; se llama: “Estudios en Daniel”, del hermano Robert Dick Wilson; es de lo más avanzado en Daniel que yo conozco; es un hermano que dedicó varios años de su vida a responder todas esas críticas malignas de los modernistas; los que no han tenido que luchar en esa área, ni se preocupan de esas cosas, hasta que no les caiga un cohete en medio de su tejado; y ahí se van a acordar; entonces por eso se lo estoy recomendando, previendo lo que el enemigo ya viene haciendo, y querrá hacer peor. Mientras tanto lean “Daniel en el foso de la crítica”, de Josh McDowell; muy bueno.

Entonces todo esto es para que veamos que Daniel sí es profético; el Señor Jesús lo consideró un profeta verdadero, tanto que el Señor Jesús lo usó para el futuro. Y luego viene el año setenta (70 d.C.), pongan atención a ésta parte, teniendo en cuenta el principio del cumplimiento cíclico; en el año setenta varias de las profecías de Daniel, que Jerusalem sería tomada, y que sería saqueada, se cumplió parcialmente en el año setenta; sí, ya se cumplió en el año setenta; pero luego viene el apóstol Juan en el Apocalipsis, en el año ochenta y seis, que es lo más tarde en que se puede poner Apocalipsis; ¿por qué? porque Juan escribió en la Isla de Patmos, y en el último año de Domiciano, que era el emperador que encarceló a Juan en Patmos, y  eso lo dice Ireneo, lo dice Justino Mártir, que eran hermanos muy cercanos a ese tiempo, y otros, que el Apocalipsis se escribió en el tiempo de Domiciano, en el año ochenta y seis murió Domiciano; entonces el siguiente emperador, que se llamó Nerva, libertó a los presos políticos que había puesto Domiciano; entonces Juan, que era un preso político, porque no había cometido ningún pecado, fue libertado; entonces el Apocalipsis, lo más tarde que se puede poner es en el año ochenta y seis. Y si lo ponemos en lo más tarde, quiere decir que diez y seis años después de cumplida la profecía de la destrucción de Jerusalem, como fue en el año setenta con Tito, vuelve otra vez en Apocalipsis 11 a profetrizar que la ciudad sería entregada a los gentiles; o sea que lo que había profetizado Daniel, que se cumplió parcialmente en el año setenta, se cumpliría otra vez en el futuro; ¿se da cuenta? Y si ustedes ven la historia de Jerusalem, no sólo una vez Jerusalem fue tomada y saqueada; fueron muchas veces en la historia; o sea que la profecía viene cada vez acercándose más hacia el final, cada vez se perfila más el cumplimiento final por medio de los cumplimientos típicos; pero tenía que haber un cumplimiento final; mientras que Israel no volviera otra vez a su tierra, todavía no eran cumplimientos finales; pero ahora Israel ya volvió otra vez a su tierra; en 1948 Israel fue otra vez una nación, en 1967 fue recuperada Jerusalem, en 1980 fue establecida capital eterna de Israel; entonces ya las cosas son para la generación final.

Entonces nosotros, que somos esa generación final, y ya yo soy abuelo, pero ya estamos viendo muchas cosas, las cosas anteriores nos enseñan las cosas actuales; o sea, las cosas que sucedieron, sucedieron como ejemplo, y están escritas para amonestar a los que hemos alcanzado los fines de los siglos. Entonces no hay que leer a Daniel capítulo 8 solamente desde el punto de vista historicista, como si todo tuviera que ver solamente con Antíoco Epifanes, porque el ángel Gabriel le advierte al propio Daniel que esa profecía es para el tiempo del fin, no para el tiempo de Antíoco Epifanes, sino el del fin, tiempo del fin; entonces ahí nos damos cuenta de que se cumplió en Antíoco Epifanes algo, y luego se cumplió una parte de lo de la ciudad en el año setenta; pero lo del anticristo, que tenía que cumplirse en el futuro, lo que pasó en Jerusalem se tiene que cumplir completa y definitivamente en la gran tribulación; lo que pasó con Jerusalem en el año setenta es una figura de la gran tribulación; una figura, como Antíoco Epifanes es una figura del anticristo, como Nimrod fue una figura del anticristo, como Ahitofel fue una figura de Judas Iscariote, como Adán fue una figura de Cristo, como Eva es una figura de la Iglesia. ¿Me entienden, hermanos? Entonces, si esto queda claro, podemos leer con mucho provecho Daniel 8, pero es lo mismo que leer sobre el tabernáculo.

Decía Pablo, enseñaba Pablo, que había varias maneras de leer a Moisés; que se podía leer Moisés del velo para afuera, o detrás del velo; algunos veían que sí, sacrificaron un cordero, y que por la sangre del cordero fueron salvos; pero ellos no veían a Cristo; y sí, fue sacrificado el 14 de Nisán, justamente un viernes a las tres de la tarde, y no veían a Cristo; pero decía Pablo: “pero cuando nos convertimos a Cristo, el velo es quitado” y comenzamos a ver a Cristo por todos lados; antes no lo veíamos, no era que no estaba, las cosas estaban escritas, pero nosotros veíamos del velo para afuera; cuando nos convertimos a Cristo, comenzamos a ver del velo para adentro, y empezamos a ver como ésto se corresponde con esto; lee esta palabra, y ésto se corresponde con aquello; así como se dice de estas mujeres son los dos pactos: Agar se corresponde con el Monte Sinaí en Arabia; esto corresponde con aquello; corresponde con, este es el principio hermenéutico, la correspondencia, ese paralelaje, esa tipología, esa alegoría, esa sombra, esa imagen de las cosas. Entonces, si esto lo entendemos, podemos leer Daniel 8.

 

Entonces, la bestia que era, ahora no es, dice Juan, pero que ha de subir; la bestia que era, y no es y será; lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó; si quedó claro ese principio, entonces podemos leer así como decía Moisés, una lectura historicista para el pasado, y una lectura espiritual para el presente. Cuando estábamos leyendo ahora la profecía que se cumplió con Antíoco Epifanes, que es una tipología del anticristo, ¿qué está haciendo Dios? nos está mostrando el ejemplo de lo que va a ser el gobierno del anticristo. Entonces por eso les recomiendo leer Macabeos, para que al leer Macabeos ustedes puedan ver cómo fue uno que es el tipo del anticristo. Bueno, entonces ahora sí regresemos a Daniel. Daniel 8; Dios no hace eso al principio, ¿ven? Dios al principio hace profecía simple; pero luego hace profecía con alegoría, con tipología, ¿se dan cuenta? Con proyección; porque el Señor es precioso al enseñar, y Él nos dio una mentalidad que puede captar esas cosas, ¿amén?

Entonces, en el capítulo 8, ya no era en el año primero, sino en el tercero; dos años después de la del 7; Dios le añade más detalles a la cosa, a la profecía; y vuelve a hablar otra vez de lo mismo, pero añadiéndole detalles; no es que vaya a hablar de otra cosa, no; va a hablar de lo que ya habló, pero primero puso una figura, cabeza de oro, Babilonia; después puso otra figura: un león con dos alas, pero es la misma cabeza de oro, también es Babilonia; ¿por qué no usó la misma figura? para enriquecer más, para dar más detalles, para dar más revelación; cambia la figura pero se refieren a lo mismo; por lo tanto, son dos figuras que se interrelacionan, complementan y se enriquecen mutuamente. Luego de Babilonia viene Medo- Persia; en el capítulo 2 Medo- Persia eran los pechos y brazos de plata de la estatua del sueño de Nabucodonosor; pero en el capítulo 7 era un oso que se alzaba más de un costado que del otro, y que tenía tres costillas en la boca; pero era el mismo imperio Medo persa; sólo que allá lo mostró con una imagen, y aquí lo mostró con otra imagen, para añadir revelación; ¿se dan cuenta? Pero ahora va a volver a hablar de Medo- Persia, y ahora ya va a usar,  no los pechos y brazos de plata, ni el oso, sino un carnero con dos cuernos; pero va a hablar de la misma cosa, pero usando otra figura, y añadiendo mas detalles, pero habla de lo mismo con varias figuras, con varias visiones. Entonces Dios da varias visiones para revelar más, no para confundir; son los de afuera los que se confunden; y los de adentro ven más; porque es como cuando Jesús dijo: ¿Con qué compararé el reino? Y dice el reino de los cielos es semejante a esto; y lo compara, por ejemplo, con el trigo y la cizaña, con una red, con una perla de gran precio; y todo está hablando de lo mismo, pero con ángulos distintos; y cada ángulo muestra un aspecto del reino; está hablando del mismo reino de los cielos: ¿A qué lo compararé? Con esto, y lo compararé también con esto, y con esto y esto. Y aquí hace lo mismo con Daniel; compara el imperio babilónico con la cabeza de oro, y con aquel león con dos alas; compara a los Persas con los brazos y pechos de plata, y lo compara también con el oso aquel con sus detalles, y lo comprara también con el carnero que va y viene para acá, y va y viene, pero ese carnero es el oso; entonces podríamos decir que es un “oso carnero de plata”, si habláramos así en lenguaje crítico; los de afuera no entenderían, pero todos nosotros sí entendemos. Lo mismo pasa con Grecia; era de bronce, y después pasa a ser un leopardo, y después un macho cabrío; pero el macho cabrío es el mismo leopardo, y el leopardo es el mismo ombligo, vientre y muslos de bronce; es lo mismo, pero mostrado con figuras distintas, pero hablando lo mismo. Entonces así hace Dios, hablando de lo mismo, pero de varias maneras; y con cada manera le añade un detalle.

Entonces vamos a ver esto desde acá; Daniel 8:1 dice entonces: “En el año tercero del rey Belsasar, me apareció una visión a mí, Daniel…”, ya no era un sueño, “…después de aquella que me había aparecido antes. Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa…”, note, allá él estaba en el reino de Belsasar, que era en Babilonia, todavía no era Persia, pero en la visión él se encontró en Susa, que era capital en Persia; y empieza ahora en esta profecía a contar desde Persia en adelante; ya se encontró que estaba en Susa, como decir que estaba en Bogotá, o como dice tal hermano, que está en la Rodoviaria, en el terminal de transporte. “… estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam”, todo esto es en el Asia central. “Vi en visión, estando frente al rio Ulai…”, que es uno de los ríos de aquella región; “Alcé los ojos y mire, y he aquí un carnero que estaba delante del rio, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro…”, como el oso que se alzaba más de un costado que del otro; ¿si ven la analogía? ¿Quién iba a pensar que un oso alzado de un costado más que del otro era lo mismo que un carnero con un cuerno más alto que el otro, pero que el otro creció después? Eso es analogía. “…y el más alto creció después”. Por eso ustedes ven que al principio es Darío el Medo el que  se toma a Babilonia, pero después aparece Ciro el Persa; porque Darío el Medo era un aliado de Persia, pero realmente el fuerte fue Ciro; pero el que hizo el primer trabajo fue Darío el Medo, que es distinto a Darío el Persa, que es otro Darío. “vi que el carnero hería con los cuernos al poniente”, o sea al occidente, “al norte”, o sea Asiria, Rusia; fue lo que hicieron justamente los Persas; “y al sur”; inclusive llegaban hasta el sur, Grecia, desde donde luego se pasó hacia Egipto.

Y dice: “y ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía”. Note que éste príncipe de Persia natural, según Daniel 10, estaba dirigido por un príncipe de Persia espiritual. En Daniel 10 aparece un príncipe de Persia que peleaba con el ángel, y vino Miguel y ayudó al ángel, y echó al príncipe Persa, al príncipe aliado de Satanás, porque el dragón tiene siete cabezas, siete príncipes de su consejo, y por eso la bestia también tiene siete cabezas, porque lo espiritual, los gobernadores de las tinieblas de este siglo, se expresan a través de las “civilizaciones” humanas; hay espíritus malignos. Hermanos, la política del mundo está muy vinculada con el ocultismo; y el mejor ejemplo lo vamos a ver con el anticristo, que se alzará hasta el ejército del cielo, y el mismo dragón, ya no un príncipe de Persia ni de Grecia, sino el mismo dragón le dará su poder y autoridad a la bestia; a la final la bestia; antes fue el príncipe de Grecia, que vino después del de Persia; la que era, pero no es todavía, pero la que ha de venir, la final, la definitiva; ya no será ayudado por uno de los amigos, de los principados, de los compinches del diablo mismo, sino por el mismo diablo, el dragón. Entonces vemos que las cosas no son solamente políticas; y por eso le digo a los hermanos que estamos considerando éstas cosas del fin, y todo lo que está pasando, no lo enfrente solo de una manera natural, porque no es con ejército, ni con espada, sino con el Espíritu; nuestra lucha no es contra los ejércitos naturales, sino contra lo espiritual; nuestra lucha es espiritual; y por eso no tenemos que ser confiados en nosotros mismos, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, como cuando oraba y ayunaba Daniel; y mientras él oraba y ayunaba, en los cielos peleaban los ángeles, peleaban los ángeles. Cuando tú estás orando, ayunando, compartiendo la Palabra del Señor, los ángeles están luchando.

No tenemos que ver las cosas sólo en lo natural, sino en lo sobrenatural; hay un imperio Persa, y hay un príncipe de Persia demoniaco, hay una cabeza del dragón en el mundo espiritual, y una cabeza de la bestia en el mundo natural. ¿Se dan cuenta? existe esa correspondencia. Entonces vean acá; dice en el verso 4: “vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quién escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía”. Así como lo hace Satanás, lo hacen sus amigos, sus príncipes, y también los reyes de la tierra; y lo hará también el anticristo; es una frase típica de la naturaleza maligna, el ensoberbecerse, el engrandecerse, hacer según su voluntad. En cambio Jesús no hacía nada según su voluntad, ni se engrandecía, sino que se humillaba; son principios diferentes.

Mientras yo consideraba esto”, note, hay que considerar las cosas, considerar la historia, “…he aquí un macho cabrío…”; pero antes de leer lo del macho cabrío, vamos al verso 20: “En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia”. Entonces, son los brazos y pechos de plata, son el oso que se alzaba más de un costado que del otro; ahí vemos que es la misma cosa. Ahora viene después de Persia, Grecia; cuando fue destruido el príncipe de Persia, ven cómo Dios cada vez que empieza a hablar va añadiendo cosas; al principio es tan sólo una estatua, después en el 7 ya son varias bestias; después vemos éstas otras bestias con éstos otros animales, y ves más tipología y más cosas; y al final ves con pelos, con uñas y señales. Pienso que la mayoría que lee esos capítulos no los entiende de primeras; de primeras no los entiende, porque se necesita mucho para entenderlos; pero los vas a entender si empiezas así, poco a poco, y vas comprendiendo la manera cómo Dios lo hace. Entonces, “Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente...”, o sea occidental; es la llamada cultura occidental, que es la cultura griega, que después fue llamada cultura greco-romana, que es la base del llamado Derecho Romano de Occidente, que seguramente acá los hermanos abogados han estudiado. Y por eso es que el cuerpo final de la bestia apocalíptica es de leopardo; toda su jurisprudencia y su jurisdicción es heredera de la llamada civilización greco-romana.

Ya cuando entiendes, con una sola figura el Señor habla muchas cosas; al decir que la bestia final tiene cuerpo de leopardo, ¡oh!, pero tiene pies de oso, ¡oh!, pero tiene boca de león, con esas imágenes Dios está diciendo muchísimas cosas, si llegas a entender lo que quiere decir ese leopardo, lo que quiere decir ese león, lo que quiere decir ese oso, cualquiera de las demás figuras. Entonces dice: “venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra”, como volando casi, “sin tocar tierra; y aquél macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos”. Veamos el verso 21: “El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero”. O sea, el primer rey imperial de Grecia: Alejandro Magno; ¿Ya lo identificó? Entonces ahora seguimos, ahora ya estamos en el bronce, es un leopardo- macho cabrío de bronce. “Y vino hasta el carnero…”, esto fue lo que se llamaron las guerras médicas, las guerras de los Medos- Persas, con los Griegos. Fueron varias guerras; primero fue con Babilonia, y luego fue con Grecia al final.

Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza”. Hace unos días, o meses, o años, ya no me acuerdo exactamente, con Betica y Mechitas vimos una película acerca de Alejandro Magno, al menos para entender la historia. “Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. Y el macho cabrío…”, otra vez, “…se engrandeció…”; ¿Por qué? Porque es de otro príncipe de la misma calaña, del mismo grupo, del mismo bando del dragón; “…se engrandeció sobremanera”.

¿Qué hace el Señor cuando la gente se engrandece? Lo humilla. “Pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo”. Se da cuenta que también el leopardo tenía cuatro alas de ave; exactamente, la misma cosa. Entonces ahora empezamos a llegar aquí a ver una cosa muy importante; aquí empieza a añadir más detalles; porque primero había dicho solamente bronce, bueno, vientre y muslos de bronce; después ya le añadió, con el leopardo, las cuatro alas de ave; pero ahora empieza a desarrollar esas alas; o sea, esas dinastías que vinieron de lo que fueron los griegos, que llegaron a conformar los reyes del norte y del sur, que aparecen después, mostrados aquí en una visión; pero eso se continua después con más detalles. Entonces aquí hay que poner mucha atención, porque aquí ya vamos a llegar al tipo del anticristo, que es Antíoco Epifanes ;  y ¿por qué llegamos a él antes de Roma? Porque Juan mismo iba a decir eso que desde la eternidad ya Dios lo sabía, pues la Biblia venía desde antes de Roma, pero después eso no sería en la propia Roma del tiempo del propio Juan, pero subiría otra vez después. Entonces, antes de llegar Roma, tenía que haber ya un cumplimiento tipológico del anticristo, de entre los griegos, la bestia que era, pero no es; ¿se dan cuenta? Ese es el asunto.

Entonces ahí seguimos leyendo; y dice al final de Daniel 8:8: “aquel gran cuerno fue quebrado”, entonces fue Alejandro Magno, “y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo”. Esos generales de Alejandro magno: Casandro, Lisímaco, Seleuco y Ptolomeo; uno tomó la parte de Macedonia, otro la parte de Siria con la parte de Canaán, Palestina, y más al norte. Luego la parte de PTolomeo fue más al sur, lo que es Egipto; por eso hay esa ciudad que se llama Tolemaida, que viene de PTolomeo; y fueron muchos PTolomeos: Tolomeo I Soter, PTolomeo II Filadelfo, PTolomeo  Filometer, el  Filopater, el V, y muchos de esos PTolomeos. Entonces esos fueron los reyes del sur; entre los del norte hubo uno que se llamó Seleuco I Nicanor, y luego uno que se llamó Antioco I, pues eran entreverados con los Seléucidas; el reino de los Seléucidas  era una de las parte de los griegos; entonces hubo Seleuco I, Seleuco II, Antioco I, Seleuco III, Antioco II, Antioco III, que era llamado el grande; y Seleuco IV, y el V, y Antioco IV Teoepifanes; o sea, la dinastía de los Seléucidas, que son griegos, hablaban en griego, de toda la “civilización” llamada griega. Y por eso fue que cuando se fueron al sur, a aquella ciudad de Egipto la llamaron Alejandría, en honor a Alejandro, como Tolomaida en honor a PTolomeo, como Antioquía en honor a Antíoco; ¡Ay, ay, ay! Cómo nos duele a los que nacimos en Antioquia ¡Dios nos guarde! Que no sea una tipología, o bueno, que salgamos de ahí; pero vi al presidente Uribe, antioqueño como yo, por allá en Europa queriendo cooperar con el gobierno mundial, que él es también “antioqueño”.

 

Bueno, seguimos acá. Capítulo 8; empecemos a ver aquí el verso 9: “Y de uno de ellos”, note, uno de aquellos cuatro,  la dinastía de los Antiocos, que son los mismos Seléucidas, pues los Seléucidas y los Antiocos son los mismos, sólo que un líder que se llamaba Seleuco, al que entonces le decían I, si su nieto era Seleuco, entonces era II, y si el tataranieto era Antíoco, entonces era el I, y el requetetataranieto entonces era el IV; entonces esos eran los Seléucidas. Bueno, entonces dice así: “y de uno de ellos salió un cuerno pequeño”, fíjense otra vez en que habla de cuerno pequeño; éste cuerno pequeño se dice ser de una de las dinastías de los cuatro reinos que surgieron de Alejandro Magno, o sea del reino Seléucida, o de los Antiocos; de ahí, de entre ellos, surgió Antíoco Epifanes, que se hizo pasar por Dios, persiguió al pueblo de Dios; o sea que es tipo del anticristo.

Pero ahora no vamos a leer sólo del tipo, sino que esto sucedió como ejemplo, era, pero también ha de ser; lo que será, ya fue. Entonces vamos a leer como detrás del velo, y delante del velo. Entonces, primero, mirando del velo para afuera, vemos la historia de Antíoco Epifanes; pero sabemos que la historia de Antíoco Epifanes era una figura del anticristo; y miren cómo la vida de Antíoco Epifanes era paralela a la del anticristo ¿Se da cuenta? Entonces por eso es que había que tener esta base para poder leer de Daniel con cuidado y provecho éste capítulo.

Entonces dice Daniel 8:9: “Y de uno de ellos…”, o sea a lo último, al final (v.23: al fin del reinado de éstos). Ahora miren una cosa, pongan atención a esto; ¿Saben quienes derrotaron a los Seléucidas? Los Romanos; entonces la continuación de los Seléucidas son los Romanos. ¿Se da cuenta? Entonces cosas que se cumplen tipológicamente en Grecia, después se cumplen tipológicamente en el imperio romano, y entonces luego se cumplen por fin definitívamente en el gobierno mundial del anticristo. ¿Si captaron eso? La cosa se cumple primero tipológicamente, una o más veces, y después se cumple finalmente. Entonces dice aquí: “de uno de ellos…”, o sea de los Seléucidas, de los Antiocos, “…salió un cuerno pequeño…”, y ese cuerno pequeño, por lo que dice aquí que va a hacer, y fue lo que hizo, y usted, si lee claramente los Macabeos, va a entender que realmente Antíoco Epifanes era éste cuerno pequeño tipológico. Pero mire cómo empezó, igual que el anticristo que vimos en el capítulo siete de Daniel; empieza pequeño, ¿se dan cuenta? Entonces note las vidas paralelas, la tipología, la correspondencia, el ejemplo: “un cuerno pequeño, que creció mucho al sur…”, porque eso fue inclusive hacia Israel y hacia Egipto; engañó a los del sur, engañó a los PTolomeos, al V y al VI los engañó. Y dice acá: “…y al oriente, y hacia la tierra gloriosa…”, o sea, Israel. “Y se engrandeció…”, ahí están las vidas paralelas. Este Antíoco Epifanes, que era el cuerno pequeño tipológico, creció y se engrandeció. Y luego dice acá: “…hasta el ejercito del cielo”; primero no, pues primero era pequeño, y fue creciendo hasta alcanzar el ejercito del cielo;  bueno, eso lo vamos a ver también con el anticristo. Y vamos a ver lo que dice aquí en el capítulo 11;  desde el principio era pequeño, pero luego se va creciendo, y luego, con la ayuda de un dios extraño, se hace de las fortalezas más inexpugnables; la persona empieza humilde, sencilla, engañando, haciendo pactos, haciendo consejos, llega calladamente y silenciosamente, como vamos a ver que lo dice literalmente la profecía, y luego se empieza a engrandecer, empieza a hacer pactos con otras personas; a los que lo reconozca empieza a darles poder y autoridad, e inclusive riquezas y bienes; y luego se mete con el ocultismo: “se engrandece hasta el ejercito del cielo”, “y echa por tierra las estrellas del cielo”; o sea que va teniendo autoridad hasta en el mundo espiritual, tanto que hasta el propio dragón le va a dar su poder y autoridad; o sea que ésta persona, que comienza tan pequeñita, hará pacto con Satanás, para ser el mayor de toda la historia de la humanidad. Eso es delicado, hermanos, y eso está escrito. Hay que leer con cuidado la profecía, y el ejemplo, la alegoría, la tipología, las vidas paralelas. “Se engrandeció hasta el ejercito del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra y las pisoteó”. Fíjate que peleaban, y caía el de Persia, y luego caía el de Grecia. ¿Se dan cuenta de cómo existe ese mundo espiritual ligado con el mundo político y el histórico aquí de la tierra? Y luego dice así: “Aún se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos…”; note, en el tiempo de Antíoco Epifanes, el sumo sacerdote era la tipología de Cristo; y había un hombre de Dios que era Onías III, el sumo sacerdote de Israel, que fue matado por Antíoco Epifanes; se engrandeció contra él. Pero luego, lo que era la línea de los Seléucidas, fue continuada por los Romanos; y un hombre parecidísimo en carácter a Antíoco fue Tiberio, quien también era astuto, desconfiado, y vino y se engrandeció, y fue también en su tiempo que murió el Señor Jesucristo, que había sido tipificado por Onías; pero el Señor Jesucristo dijo: “el que a vosotros recibe, a mí me recibe; lo que hiciste a uno de ellos, a mí me hiciste”.

El anticristo final se levantará; dice la Escritura: “la bestia peleará contra el Cordero, pero el Cordero lo vencerá”; pero se levanta contra Él, y como no puede vencerlo él mismo, va a perseguir al cuerpo Suyo; pero lo que le hace a Su cuerpo, se lo hace al Señor. Entonces ustedes ven cómo se complementa la tipología. Entonces sigue diciendo ahí el verso 11 de Daniel 8: “Y por él fue quitado el continuo sacrificio…”, note que ya empieza a aparecer éste asunto; esa fue la orden de Antíoco Epifanes, prohibió el ejercicio de la religión judía, del sábado y del sacerdocio, mató al sumo sacerdote. Lean en Macabeos y van a ver cómo Antíoco Epifanes hizo esto; y luego fíjense también lo que hicieron después los romanos en el año setenta; ya lo había hecho en parte Pompeyo, lo hizo después Tito, lo hizo después Adriano en tiempos de Bar-Kobcha, quiien se hizo pasar por el mesías; y entonces vino el emperador Adriano y destruyó Jerusalem otra vez, la sembró de sal, sacó a todos los judíos, y hasta le borró el nombre a la ciudad, y le puso otro nombre: Elia Capitolina, toda de gentiles, no quedó ni un judío, así profanó la ciudad, y desde Roma otra vez. Después los musulmanes con el califa Omar, después en el tiempo de las cruzadas; siempre se repetía ese ir y venir del norte al sur y del sur al norte, ir y volver, tipología cumplida hacia el final; lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó; ¿acaso hay algo nuevo? No, ya sucedió en el pasado; las veces que sucedió en el pasado nos enseñan de lo que va a ser en la última vez. ¿Está claro eso?

Entonces seguimos leyendo allí y dice así: “Por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra…”. Note que eso ya se cumplió parcialmente con Antíoco Epifanes, se cumplió parcialmente con Pompeyo en el año 68 a.C., se cumplió parcialmente en el año 70 d.C. con Tito, se cumplió en el año 135 con Adriano, se cumplió con el Califa Omar y con Abel el Melek cuando pusieron la mezquita de Omar en Jerusalem; se volvió a cumplir otra vez en el tiempo de Godofredo de Bouillon y de Ricardo Corazón de León en el tiempo de las cruzadas; se volvió a cumplir con Saladino y los Turcos, hasta que Gran Bretaña tomó la tierra en protectorado, y por fin llegó a la nación de Israel en su renacer, que vivirá el último septenario de Daniel 9, que es para Israel y Jerusalem el final. Mientras Israel no fuera recuperado, lo demás sería casi parecido, y por eso antes sucedían cosas tan parecidas, que ya parece que todas las generaciones pensaban que ya era el fin; pero todavía no había sucedió lo que tenía que suceder ahora, y ahora sí sucedió de manera final mucha cosa. Entonces dice aquí, pongan atención, porque aquí no estamos leyendo sólo historia, sino historia como ejemplo, y ejemplo que ya está sucediendo; ese cuerno pequeño se va levantando, pero va a llegar a ser éste; esto que dice en el verso 11, es la mitad de la semana setenta, de que se va a hablar en el capítulo 9 de Daniel, donde se pone la abominación desoladora, de que Jesús dijo: “Cuando veáis en el lugar Santo la abominación desoladora…”; lo dijo después de lo que ya había sucedido con Antíoco, porque lo de Antíoco sólo era tipología, pero la generación final vería otra vez esto. “Cuando viereis la abominación desoladora, puesta donde no debe estar, de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)…”. La última generación vería esto que está escrito aquí en Daniel 8:11b: “Fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra”.

Y noten esto: “a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, he hizo cuanto quiso, y prosperó”. Éste será el anticristo, pero ya fue tipológicamente antes; aquello que ha de ser, fue ya; pero ahora no estamos leyendo esto sólo para recordar la historia, sino para estar preparados para estos días, para estar atentos. Ahora esto no ha sucedido finalmente, pero lo que sí ha sucedido es que ya fue nombrado el gobernante europeo, ya surgió el cuerno pequeño entre ellos, y ya comienza. ¿Saben que haría? dice la Biblia que saldrían de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta, tres espíritus inmundos, como batracios, que van a los reyes de la tierra en todo el mundo para reunirlos. Y ¿Saben qué está haciendo Herman Van Rompuy? Visitando a los reyes de la tierra casi todos los días; a veces hasta tres presidentes por día. El día 1 de diciembre de 2009 desayunó en Eslovenia con su presidente, almorzó en Milán con el presidente de Italia, y luego fue a la torre de Belén en Lisboa para tomar posesión oficial del gobierno de Europa según el Tratado de Lisboa; y después se fue a Rumania; ¿si ven que se está visitando a los reyes de la tierra? Dice la Biblia que se visitaría a los reyes de la tierra para reunirlos, porque ese es el trabajo de él, eso es lo que estipula el Tratado de Lisboa, él tiene que convocarlos, y reunirlos, y presidir a los dirigentes de las naciones, y eso ya se está haciendo, inclusive ahora mismo en este día de hoy, y en este mes. Y dice acá, pongamos atención acá, vamos a entender el verso 12, porque aquí Jesús habló de esto también con otras profecías complementarias; entonces vamos a complementarla.

Dice verso 12: “Y a causa de la prevaricación…”, o sea, porque Israel prevaricó, “le fue entregado el ejército”. Por eso yo me quedé terriblemente asustado, cuando vi en las noticias, y eso fue hace quince días o menos, que los propios parlamentarios de Israel, no todos, pero un partido de entre el parlamento, estaba queriendo que Israel se asociase a la Unión Europea; o sea a Israel, como lo fue en el tiempo de Roma, era una provincia de Roma, el propio Israel queriendo. Ahora pongan atención a esto: “a causa de la prevaricación le fue entregado…”, aquí dice “…el ejército”; Daniel 11 acrecienta “el santuario y el ejército”; aquí hay algo, que el santuario fue echado por tierra; pero pongan atención a esta palabra: “a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército y el santuario”. Miren, el Señor Jesús sabía ésta profecía, y también la de Zacarías; y él les habló a los Israelitas así, y les dijo: “si no creyeres que Soy Yo, en vuestros pecados moriréis”. Y les dijo esto: “Yo he venido en el Nombre de mi Padre, y no me recibísteis; otro va a venir en su propio nombre, y a él le recibiréis”. Esa es la prevaricación; y después, por eso, el santuario y el ejército fueron entregados. Ahora, eso que Jesús dijo así: “Yo he venido en el Nombre de mi Padre y no me recibisteis”, no recibieron al verdadero Mesías, “otro vendrá en su propio nombre y a ese recibiréis”. O sea que van a recibir al anticristo como si fuera el mesías; y eso es lo que está profetizado de los dos pastores en Zacarías 11.

Entonces vamos a Zacarías 11, y volveremos otra vez a Daniel 8. Zacarías 11; usted va a ver ahí los dos pastores: el primero está desde el verso 4; y el segundo desde el 15; desde el verso 4 habla del verdadero pastor que es el Mesías, del Señor Jesucristo. En Zacarías 11:4-14 habla del verdadero pastor; fíjense en lo que dice el verso 12, cómo el verdadero Pastor sería vendido por 30 piezas de plata, como vendió Judas Iscariote al Señor Jesús. Éste es el Buen Pastor, que dijo: “Yo he venido en el Nombre de mi Padre, y no me recibisteis”. En Zacarías  dice: “Si os parece bien, dadme mi salario, y si no dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata. Y me dijo Yahvéh: échalo al tesoro; ¡Hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata y las eché en la casa de Yahvéh al tesoro. Quebré luego el otro cayado, Ataduras, para romper la hermandad entre Judá e Israel”. Rechazaron al Mesías, esa es la prevaricación. “Yo he venido en el Nombre de mi Padre, y no me recibisteis”. Lo vendieron, lo traicionaron. Eso es rechazar al Primero.

¿Qué dijo Pablo? “Por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos, por esto Dios les enrvió un poder engañoso para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no recibieron el amor de la verdad para ser salvos, sino que se complacieron en la injusticia”. La palabra engaño va a aparecer de aquí en adelante muchísimas veces en la profecía de Daniel; la palabra engaño viene varias veces de aquí en adelante. Por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos, Dios les envió un poder engañoso, para que crean la mentira, todos los que no creyeron la verdad y se complacieron en la injusticia. Entonces Pablo dice eso basado en las palabras de Jesús, y Jesús basado en las profecías de Zacarías y Daniel.

Y ahora viene el otro pastor; miren al otro; como Jesús dijo: “Yo vine en el Nombre de mi Padre y no me recibisteis; otro vendrá en su propio nombre, y a ese recibiréis”; ¿cuál es ese? El siguiente pastor, que empieza en el verso 15 de Zacarías 11. “Y me dijo Yahvéh: toma aún los aperos de un pastor insensato…”; ya no es el Buen Pastor. “… Porque he aquí, Yo levanto en la tierra a un pastor que no visitará las perdidas, ni buscará la pequeña, ni curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas, sino que comerá la carne de la gorda…”, los Bilderberg, los Iluminati, la Comisión Trilateral, el CFR, los masones, los ricos, magnates, banqueros, presidentes, príncipes, reyes, “…y romperá sus pezuñas”.

Y miren una señal de lo que va a acontecer con el físico de esta persona; no ahora, sino después de que haga lo que dice aquí que irá a hacer: “¡Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido”; o sea que se le va a secar un brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido. Un ojo se le va a oscurecer. Esa será una señal para identificarlo: tras ser herido, un brazo se le va a secar, y el ojo derecho se le va a oscurecer. “Yo vine en el Nombre de mi Padre”, dice el Señor, “y no me recibísteis; otro vendrá en su propio nombre, y a ese recibiréis”. Y ese que van a tener como si fuera, viene a comer la carne de la gorda. ¿Jesús a donde vino? A buscar a los pobres. Pero gracias al testimonio de un parlamentario europeo de origen italiano, Mario Borguessi, él denunció públicamente en el Parlamento Europeo, que antes del nombramiento de Herman Van Rompuy como presidente estable de Europa, tuvieron unas reuniones secretas con los Bilderberg, de la Comisión Trilateral, del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), los magnates del mundo, ahí en cuyos grupos están los banqueros internacionales, las casas reales, los dueños de las multinacionales, los principales representantes de las agencias mundiales, de la ONU y de muchas cosas; ellos fueron los que tuvieron reuniones secretas, porque de esa gente hay quienes tienen una religión luciferiana, según los testimonios de muchos, y ellos están esperando, según una profecía de Virgilio, el famoso poeta que escribió las Geórgicas, las Bucólicas y otras obras; él hizo una profecía sobre el hijo de Lucina, que vendría a restablecer la edad de oro; y esa es la profecía que ellos utilizan; y por eso Xuxa estaba cantándole a ese de la profecía, que es la cabeza de Europa, el representante de Europa, porque de ahí saldría; no queda otro puesto; de entre los diez cuernos subió un cuernito pequeño, y ese mismo se engrandeció, ese mismo persiguió a los santos, ese mismo blasfemó contra Dios, y es el último que queda; ya después no queda sino el reino de Dios. Es el mismo, ustedes deben ver qué hace y qué dice; el mismo, el mismo, el mismo; no es otro.

Entonces, ¿en qué estamos, hermanos? Las ovejas gordas son las que están apoyando de arriba para abajo, haciendo pactos por lo alto; y lo que le preguntaban en esas reuniones, era cómo iba financiar el gobierno; y entonces él propuso los tres impuestos que les decía: el IVA, el de los viajes, y el de los combustibles; todo para Bruselas, para mantener el gobierno. Y desde los mismos discursos de toma de posesión, el primero de diciembre 2009, ya hablaban del comienzo del gobierno mundial, de globalización, de recuperar Europa sus ambiciones, de llevar al mundo la globalización y la armonía, como lo habían hecho ya los portugueses desde Lisboa; pero lo que llevaron fue: la religión católica, la inquisición, la esclavitud, la expoliación; eso fue lo que trajeron, ¿ve?; pero ellos están hablando como si hubiera sido una gran cosa; a ellos no les da vergüenza con el tercer mundo. Entonces, hermanos, aquí vemos esos dos pastores: el Buen Pastor, Jesucristo, que vino y fue traicionado, vendido por treinta piezas de plata, “no me recibisteis”, “otro vendrá”; Jesús sabía que después del Fiel, vendría un insensato al que no le importan los de abajo, sino los de arriba, que es como un aristócrata formado por los Jesuitas, muy amigo de los reyes, y que trabaja para los de arriba, para representar los intereses de las élites terrenales, porque esos son los intereses de los Bilderberg, de los Iluminati, da la Comisión Trilateral, del Council Foreing Relations, de los masones; su interés es un gobierno mundial; y ellos, con la mejor tajada que puedan sacar desde ahora. Viene comiendo las carnes de las ovejas gordas; después, hasta las carnes del Vaticano se van a comer las élites europeas, de la mujer ebria de la sangre de los santos; de la prostituta también comerán sus carnes; les gusta la carne, carnívoros en este sentido; con razón le llaman bestia, ¿no? Bestias carnívoras son todas éstas.

Bueno, volvemos entonces a Daniel. Tuvimos que hacer esta digresión para entender bien ese versículo que estamos leyendo, que es el 12 de Daniel 8: “y a causa de la prevaricación”, ¿ven?, no creyeron en el Señor, lo rechazaron, “le fue entregado el ejército”; ¿qué pasa si Israel se una a la Unión Europea? Su ejército pasaría a formar parte de la OTAN, que es el ejército en pro del gobierno mundial; ¿y quién dirige todo eso? El Presidente es el que dirige los ejércitos; ¿se dan cuenta? Claro que seguramente van hacer como dice en la Biblia, que van a hacer pactos, los cuales van a quebrantar; pero van a hacer pactos para fortalecer la plataforma; y al principio el templo de Jerusalem tiene que ser restaurado; y hermanos, escuchen esto: para que el santuario sea profanado, tiene que ser restaurado; ¿y saben qué les voy a contar, hermanos?, pongan atención a esto.

En el siglo XVIII, el Gaón de Vilna…, ¿Ustedes no han oído hablar del Gaón de Vilna? ¿No saben quiénes son los gaones? Voy a hacer una explicación rápida. Entre los judíos, los rabinos antiguos, que transmitían la tradición antes de Cristo, se les llama pre-tanaítas, o sea, anteriores a los Tanaim, porque eran antes de los tanaítas, entonces eran pre-tanaítas; fueron aquellos rabinos después de Esdras y la Gran Sinagoga; vinieron las sinagogas y los rabinos, y esos rabinos anteriores eran llamados los pre-tanaítas:;luego, en la época del Señor Jesús y hasta el siglo tercero, los rabinos que comentaban la Ley empezaron a enseñar la tradición de sus interpretaciones, lo cual, al escribirse, formó la Mishná. Entonces los rabinos cuyas tradiciones se escribieron en la Mishná, acerca de la Tanak, y que son citados en la Mishná después de los pre-tanaítas, son los rabinos tanaítas; entonces los tanaítas comentaban la Torá y la Tanak; Tanak es: la Torá, los Nebiim y los Ketubim, o sea, la Ley, los Profetas y los Escritos como los Salmos; ésa es la Tanak, y la Tor es la Ley. Entonces los comentarios a la Tanak, de los rabinos que eran contemporáneos al Señor Jesús y la Iglesia primitiva, eran los tanaítas, que escribieron la Mishná. Entonces la Mishná es la primera parte del Talmud, el libro sagrado de los judíos ortodoxos, aquellos que oran frente al muro de los lamentos, y tienen sus cachumbos y su barba, sus sombreros, vestidos de negro, etc. Luego, desde el siglo tercero hasta el siglo sexto, ya no era comentada la Torá, sino la Mishná; entonces los rabinos que comentaban la Mishná eran los Amoraim o amoraítas; la colección de los comentarios de la Mishná hecha por los amoraim o amoraitas, forman la Guemará. Entonces la Mishná más la Guemará, o sea, los comentarios de la Torá más los de la Mishná, formaron el Talmud, uno de Babilonia y otro de Jerusalén; el más largo es el de Babilonia, y el más corto el de Jerusalén. Entonces el Talmud es el libro sagrado que utilizan los judíos de ahora, que Jesús dijo: “vosotros anuláis el mandamiento de Dios por guardar vuestras tradiciones”; todas esas tradiciones son las que están en el Talmud, escritas en dos partes: Mishná y Guemará. Después descubrieron que había un material que se les había quedado por fuera de la colección, y entonces lo coleccionaron en un apéndice, y ese apéndice se llama la Toseftá. Y después vinieron los Midrashim, o sea, los comentarios acerca de los libros, como el comentario sobre Esdras, el comentario sobre Génesis, o del Pentateuco, los Midrashim; hasta que por fin llegaron los Gaones; y los Gaones eran los grandes escolásticos del judaísmo, así como también en el cristianismo hubo los grandes escolásticos que hicieron esos sistemas teológicos inmensos, como, por ejemplo, Tomas de Aquino, con la Suma contra los gentiles, la Suma Teológica, o Alberto Magno, o Buenaventura, etc. Entonces los grandes escolásticos del judaísmo fueron los Gaones; y uno de los más famosos de esos Gaones, como decir, entre los escolásticos el más famoso es Tomas de Aquino, así uno de los más famosos Gaones fue precisamente el Gaón de Vilna. Vilna es la capital de Lituania; porque como ellos fueron esparcidos, los asquenazis se fueron para Polonia, el Báltico, Rusia, y también para Lituania, del Báltico, cuya capital es Vilna; y allá hubo un gueto fuerte de los judíos; entonces uno de esos grandes sabios se llamo el Gaón de Vilna; y este Gaón de Vilna tenía el don de la profecía, y a veces profetizaba cosas que se cumplían; no se la pasaba profetizando, pero de vez en cuando profetizaba; y él profetizó una vez en varias partes, y algunas partes ya se cumplieron; y la parte final parece, por las circunstancias actuales,  que está por terminarse de cumplirse.

 

Y la profecía era ésta, pongan atención y vean por qué digo esto en este momento; la profecía del Gaón de Vilna en el siglo XVIII, y ya estamos en el XXI, hace tres siglos, era: (1) que en sus propios días se iba edificar la sinagoga Hurva de Jerusalén; (2) pero que cuando fuere edificada la sinagoga Hurva de Jerusalén, seria destruida por el Islam, una primera vez; (3) pero que entonces levantarían por segunda vez la sinagoga Hurva;  (4) pero que pasado un tiempo, en las guerras de Israel con los árabes, volverían a destruir, por segunda vez, la sinagoga Hurva; (5) pero que la levantarían por tercera vez; y (6) cuando terminaran por tercera vez de edificar la sinagoga Hurva, comenzarían a edificar el Tercer Templo de Jerusalén. ¿Y saben qué, hermanos? Realmente la sinagoga Hurva se edificó en los días del Gaón de Vilna; y realmente vinieron los musulmanes, cuando ya la habían terminado, y la destruyeron, y se cumplió esa parte, tanto la primera levantada como la primera caída; y después de muerto el Gaón de Vilna, la volvieron a levantar en Jerusalén; y duró un tiempo, y fue muy usada, hasta que la volvieron a destruir en la guerra árabe-israelí; y después empezaron a construirla por tercera vez a la sinagoga Hurva; y el día 15 de marzo de 2010, se completa el contrato en que debe ser entregada la sinagoga Hurva por tercera vez. Y por eso muchos en Israel están diciendo, y me llegó la noticia desde el mismo Israel, de fuentes judías, que el 16 de marzo del próximo año, o sea el 2010, comenzaría a levantarse el Tercer Templo de Jerusalén otra vez; porque ellos tienen todo eso, y muchos creen en el Gaón de Vilna, y tienen ya listo todo; ya tienen todas las cosas en su mano, pero la fecha establecida era cuando se terminara de construir la tercera vez la sinagoga Hurva en Jerusalén, y entonces se comenzaría a construir el Tercer Templo. Entonces muchos israelitas ya lo están anunciando, y yo recibí la noticia en mi propio correo desde la propia Jerusalén, de Israel Today, diciendo que el 16 de marzo comenzarían, pues el 15 se completa el contrato en que tiene que ser entregada la sinagoga Hurva por tercera vez;   entonces el 16 comenzarían; eso es lo que dice el Israel Today, y cuenta toda la profecía del Gaón de Vilna, que se ha venido cumpliendo al pie de la letra. Entonces, hermanos, tiene que estar levantado el Templo para que el anticristo se siente en el Templo de Dios, haciéndose pasar por Dios; y por eso dice aquí en Daniel, en un lenguaje parecido al de otras profecías, que a la mitad de la semana 70 en Daniel 9, y también en el 11:31 dice esto que acabamos de leer aquí: “a causa de la prevaricación les será entregado el ejercito junto con el continuo sacrificio”; el continuo sacrificio que se esté presentando en Israel tiene que ser restaurado para que sea levantado el Templo, y tanto el continuo sacrificio sea quitado por el anticristo, como el Templo profanado por él.

 

Entonces tiene que haber un pacto, ¿se da cuenta? Y ya hay un partido al interior de Israel, que quiere introducir a Israel a la Unión Europea; y ese sería el mejor momento para que el ejército y el santuario sean estregados. Para que se levante el Templo, escuchen esta noticia de los rabinos del Instituto del templo: los que están diciendo que se tiene que levantar el Templo, y ya tienen las partes, ya tienen la novilla roja, tienen todo, están estudiando todo eso; dijeron en estos días en una entrevista que le hicieron al líder jefe del Instituto del Templo, que están dirigiendo ya toda la preparación de esto; y le preguntaron: “¿Usted no tiene temor de que cuando levanten el Templo, se van a venir en contra los musulmanes?” Y se respondió que “no, porque lo vamos a hacer juntos”. Entonces el Templo, se dijo, sería de los judíos, de los cristianos y de los musulmanes; lo oí del jefe del Instituto del Templo en estos días.

 

De ésto era también de lo que estaba proponiendo Tony Blair, que salió de primer ministro británico, y pasó a ser el encargado del Cuarteto de Madrid, que es la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, para resolver estos asuntos del Medio Oriente. Hay que estar viendo como continua Blair con la Unión Europea, porque ser su presidente permanente era lo que quería hacer él; pero no pudo ser el principal porque se nombró a Herman Van Rompuy. Para mí, Tony Blair tiene más olor cercano de falso profeta que de anticristo; porque él fundó una sociedad ecuménica para unir las religiones, La Fundación de Fe Tony Blair, a la que se unen hasta prestigiosas universidades; Blair se convirtió al catolicismo, y al mismo tiempo leí que hizo con su esposa un rito de iniciación en la Nueva Era, por medio de una sacerdotisa de la Nueva Era, que sería la que inició a la esposa de Reagan, Nancy; y ahora lo hicieron Blair y su esposa en México, untándose frutas y cosas al estilo Nueva Era; pero se dice que la esposa de Reagan, que andaba metida con cosas del horóscopo, es la misma que los indujo a Tony Blair y a su esposa a iniciarse en la Nueva Era. Y esto sería reciente, junto con su conversión al catolicismo, y junto con su escuela de ecumenismo; y es el que fue nombrado por la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia para firmar el pacto de paz con Israel y los palestinos; y la propuesta de él es ésta: que en cada capital árabe musulmana ondee la bandera de Israel en su embajada, como señal de su reconocimiento;  pero también entonces la de Palestina ondee en la Jerusalén oriental, y la de la ONU en la Jerusalén antigua, donde está le explanada del Templo.

 

La explanada del Templo es un rectángulo que, si se divide en tres partes, a un tercio queda la mezquita de Omar, y el resto es una explanada libre; la puerta del Oriente, por donde dice la profecía que entraría el Mesías al Templo, según Ezequiel, da a la parte libre; o sea que puede ser que algunos quieran levantar el Templo sin destruir la mezquita; dejarían la mezquita como si fuera el atrio, y luego hacia el otro lado queda el santo y el santísimo. Y ahora van a hablar de unión, de paz y seguridad. He leído noticias donde millonarios musulmanes, no judíos, están dispuestos a aportar millones de dólares para levantar el Templo de las tres religiones. Imagínense eso; esas son noticias recientes que están circulando.

 

Entonces la Biblia dice que tendría que estar el Templo con el sacrificio restaurado, para que pudiera el anticristo sentarse en el Templo, haciéndose pasar por Dios: pero el anticristo primero tiene que hacer arreglos, alianzas, supuestamente para Dios, pero luego, como es de las religiones en general, se pone entonces él como Dios. Entonces las cosas van ya poco a poco; todas estas ya son cosas que están en andamiento, no son especulaciones, sino que son historia reciente.

Entonces seguimos leyendo acá en Daniel, y dice así: “y echó por tierra le verdad e hizo cuanto quiso y prosperó. Y entonces oí a un santo que hablaba…”, porque el Señor puso a Daniel a ver el futuro, y él escuchó a algunos de los santos de los últimos días, y alguno de los hermanos hablando; entonces dice: “oí a un santo que hablaba, y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él dijo: hasta 2300 tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”. Ese tiempo se cumplió exactamente con Antíoco Epifanes; entonces lo más probable es que se volverá a cumplir literal y exactamente otra vez, así como en la venida primera del Señor lo de las setenta semanas se cumplió exacta y literalmente; esto se cumplió exactamente; entonces lo dice así: “hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; y luego el santuario será purificado”. ¿Cuándo fue purificado el santuario? Con los Macabeos en una fecha como hace poquito, entre el 7 y el 8 del llamado diciembre, que es el mes que kisleu, y por eso es que hasta hoy se ponen velitas el siete de diciembre a la noche, que es lo que llaman el hanucá, que es la fiesta de la purificación, cuando los Macabeos purificaron el templo que profanó Antíoco Epifanes, porque él puso su estatua en el santo, y luego sacrificó una puerca; eso pueden leerlo ahí en los Macabeos; pero entonces eso es de una vida paralela a la del anticristo. Y sigue diciendo Daniel: “y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mi uno con apariencia de hombre, y oí una voz de hombre entre la rivera del Ulai que grito y dijo: ¡¡ Gabriel !! Enseña a este la visión”. Note que hay la visión misma, y la enseñanza de la visión; porque hasta aquí había mostrado la visión; por eso dice la Biblia: primero apóstoles, lo segundo profetas, lo tercero maestros, ¿se dan cuenta?

Aquí, después del profeta que vio la visión, viene la enseñanza acerca de la visión. “Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende…”; note que Jesús leía Daniel, el que lee, entienda. “Entiende, hijo del hombre, porque la visión es para el tiempo del fin”. Porque la visión es para el tiempo ¡¡del fin!! Aunque se cumple con Antíoco Epifanes tipológicamente, y hay cumplimientos típicos intermedios, no es para ninguno de esos intermedio, sino que es para el fin; por eso lo estamos leyendo para hoy, porque el ángel Gabriel dijo que era para el fin. Entonces dice así: “mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó y me hizo estar en pie. Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero”.( Alejandro Magno). “Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación”, o sea en Grecia y en sus cuatro alas de leopardo, ¿amén? “Aunque no con la fuerza de él”. Y noten esta frase tan importante: “y al fin del reinado de éstos…”, o sea, cuando ya se acabaron esas dinastías, y vino la dinastía de los Seléucidas, que cumplió con lo de Antíoco Epifanes, pero fue continuado con Roma, porque la línea de Antíoco Epifanes la continúa Roma, porque los Macabeos, que vencieron, se aliaron con Roma, y ese fue el gran error: le pasaron la autoridad a Roma, y ahora continuó de ahí en adelante Roma.

Entonces ahora la profecía salta desde Grecia, que no era saltarse a Roma, y luego va hacia la última, esa de Roma que era la de los diez cuernos y el cuernito final que es la del anticristo. Pero ya había tenido el cumplimiento con Antíoco Epifanes, era, pero no era en el tiempo de Juan, pero se levantaría otra vez después. ¿Se dan cuenta? Entonces seguimos leyendo lo que dice ahí: “Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo…”, dice ésta traducción; en otra dice: “cuando acabaren los transgresores”, o sea, van haciendo de lo suyo hasta el fin; el fin es el juicio del Señor; entonces, ya cuando los transgresores hayan hecho el colmo, es decir, ya cuando Dios dijo: ¡basta!, llegó el colmo, ¡se acabó esto! Y pone el fin y se acabó.

Entonces miren lo que pasa en el fin; dice: “Se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas”. Eso es en el fin, porque es para el tiempo del fin. “Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia”; él mismo no tiene fuerza, pero lo van llevando, lo van llevando, y se va fortaleciendo haciendo sus pactos, sus arreglos, sus consensos, y poco a poco se va engrandeciendo. Hermano, ésta Escritura se está comenzando a cumplir en éstos días, entre noviembre y diciembre 2009; no toda, sino ésta primera parte; comienza así: “no con fuerza propia”; pero ahora mire lo que viene: “y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos”. O sea, a Israel y a la Iglesia, el pueblo de los santos; los fuertes: las élites que le confiaron el poder. Se engrandecerá, se le dará autoridad; cuando haga pacto con el diablo se le dará toda tribu, lengua, pueblo y nación; no sólo Europa; comienza en Europa, pero la intención es global. Si tú lees toda la documentación sobre los Bilderberg, donde están las cartas entre ellos, las conversaciones, etc., y ahí usted ve que ellos van planeando unificar Europa con Estados Unidos, y luego el gobierno mundial. Exactamente eso es lo que ellos planean, y fueron ellos los que conversaron con Rompuy, y él que trabaja como para ellos, en nombre de ellos, pero luego él mismo se va a poner encima de ellos. ¿Se dan cuenta hermanos?

Entonces mire lo que dice acá: “Su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia…”, ¿no estamos en ese tiempo?  No con fuerza propia, cuerno pequeño, pero enigmático, que se va fortaleciendo, y causará grandes ruinas, prosperará, hará consensos, engrandecimiento paulatino, hará arbitrariamente, porque, ¿Saben una cosa? No hay muchas cosas definidas por ley para lo que él tiene que hacer; no fue votado por el pueblo sino por las élites, y lo que él tiene que hacer no está muy bien delimitado; así que tiene facilidades de hacer como quiera. Y destruirá a los fuertes, y al pueblo de los santos. Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; esa es la característica de ésta persona. Ahora en estos días leí la semblanza que hizo de Herman Van Rompuy un periodista belga que lo conoce desde niño; y dice que es un hombre muy calmado, tranquilo, que escucha a todos, y al final hace sus propuestas y consigue los consensos; que desde niño, cuando le preguntaron qué quería ser cuando grande, él dijo que presidente; ya desde niño quiere ser presidente. Pero agregó éste periodista belga que hizo la semblanza, que era cínico, muy cínico; aparece como católico formado por los jesuitas, pero firmó a favor del aborto y otras cosas antibíblicas. La constitución más liberal de Europa es la de Bélgica, aborto libre, eutanasia libre, matrimonios gay libre; fue el primer país que obligó a sus ciudadanos, por encima de la constitución y de los derechos civiles, a la vacuna obligatoria, incluso antes de ser nombrado presidente permanente para Europa, la vacuna en el septiembre actual de este año 2009. Después de ocho ocasiones en el congreso de Estados Unidos, también con ese plan de salud global, que incluye la vacunación obligatoria, y la ley marcial a ser aplicada por el ejército, la pasó Obama en el congreso de Estados Unidos; y al día siguiente la ONU dijo que era lo mejor que había podido suceder en Estados Unidos, y que eso que estaba sucediendo en Estados Unidos sería el modelo para el mundo; pero sucedió primero en Bélgica en la presidencia de Herman Van Rompuy; fíjense en el mismo espíritu.

Luego dice acá Daniel: “Y con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano”; y Dios, que es quien conoce los corazones, añade: “y en su corazón se engrandecerá”, porque el poder absoluto corrompe absolutamente; “y sin aviso destruirá muchos”, pongan atención a esto, entonces, los que estábamos viendo ayer acerca de ese plan que hay, por el que ellos identifican a las personas que son contrarias al gobierno mundial; así como hubo una noche de San Bartolomé, inesperada, y una noche de los cristales entre los nazis, una contra los Hugonotes en Francia, y otra contra los judíos, así también entre las élites ocultistas se habla de lo que llaman Helter Skelter, que es como un momento de revuelta manipulada, en la que ellos saben a quién van a matar directamente, y a quién van a agarrar de noche, y si es necesario a su familia, y a otros van a llevarlos a los campos de concentración; tienen tres colores: color rojo para marcar a los que ellos consideran más peligrosos, y que van directamente a la muerte en primera instancia; aunque los realmente peligrosos son ellos;  el color azul, en segunda instancia, para los apoyadores o seguidores de los de rojo, también la muerte, quizás un poco retrasada; y el color amarillo, que son los que no saben nada, que los pueden reeducar, y luego van a la marca de la bestia; pero si no alcanza el espacio, entonces también podrían ir a la muerte. Ese es el plan denunciado en público por un militar de los Estados Unidos, frente a la misma casa blanca o el congreso, no pude identificar bien el edificio en la filmación, hablando el denunciante uniformado con micrófono en público y ante un montón de gente; él dijo que no podía soportar su conciencia por causa de aquello para lo cual estaba siendo preparado; y que él tenía que denunciarlo; y lo hizo en público; esos son los planes que hay.

Y aquí Daniel dice así: “sin aviso destruirá a muchos”; hermanos, no hay que estar descuidados; “y se levantará contra el Príncipe de los príncipes”; en otro verso dice que “peleará contra el Cordero”. Herman Van Rompuy ahora dice que es católico, que fue formado por los jesuitas; pero los católicos han hecho la inquisición, han matado cantidad de gente, muchos no han nacido de nuevo. Herman Van Rompuy escribió un libro llamado “El cristianismo en la era moderna”; y sin embargo firma el aborto, firma la eutanasia, firma los matrimonios gays, y está al servicio de las élites, que son la carne de las ovejas gordas. Daniel continúa: “ Se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado”; por eso también se dice: “el Cordero lo vencerá…/…aunque no por mano humana”, no son los hombres. “La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días. Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía”. El entendimiento era para los últimos tiempos.
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Gino Iafrancesco V., 13-XII-2009, Bogotá D.C., Colombia.
Transcripción de Patricita Iafrancesco A., revisada por el autor.

EL CIMIENTO

(11)

 

EL MISTERIO DEL REINO DE DIOS11

 

EL CIMIENTO

 

 

     Siguiendo la serie sobre el misterio del reino de Dios, y habiendo considerado que las parábolas del Señor Jesús se refieren a los misterios del reino de los cielos, entonces vamos a ver hoy una parábola. Inicialmente quisiera que viéramos la ubicación de ella, tanto en Mateo como en Lucas, que es donde esa parábola aparece. Mateo capítulo 7, la última perícopa que registra Mateo del que ha sido llamado el sermón del monte. Capítulo 7, desde el 24 hasta el 29; pero antes de que leamos, quisiera que fuéramos un momentito al capítulo 5, donde comienza el sermón del monte. Dice: “Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:…” Entonces ahí aparecen las bienaventuranzas, la parábola de la sal de la tierra, la luz del mundo, la posición de Jesús ante la ley, la ira, el adulterio, el divorcio, los juramentos, el amor a los enemigos, la limosna, la oración, el ayuno, tesoros en el cielo, la lámpara del cuerpo, Dios y las riquezas, el afán y la ansiedad, el juzgar a los demás, la oración y la regla de oro, la puerta estrecha, por sus frutos los conoceréis, nunca os conocí; y ahí termina en el capítulo 7 la síntesis que hace Mateo de las enseñanzas del Señor Jesús en el sermón del monte; lo que ha sido dado en llamar la Constitución del Reino de los Cielos. Ya en el capítulo 8 dice: “Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente”; y ahí nos damos cuenta de que lo que es el sermón del monte tiene su finalización en el pasaje de los dos cimientos, que está aquí, desde el verso 24 al 29 del capítulo 7.

 

     Vamos entonces a Lucas también, al capítulo 6; y si leemos desde el verso 17, pareciera aparentemente como si hubiera una contradicción; no la hay, como lo vamos a ver; y por eso quise detenerme unos minutitos en ello. Dice: “Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades”. Entonces allí aparece como si estuviera hablando en un lugar llano; sin embargo, continúa con las bienaventuranzas, los ayes, el amor hacia los enemigos, y la regla de oro, el juzgar a los demás, por sus frutos los conoceréis; o sea, los mismos temas que registra Mateo los está registrando también Lucas; pero si tú regresas al verso 12 del capítulo 6, ahí ya te das cuenta de que ese lugar llano era en el monte, era un lugar llano que había en el monte, porque dice: “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos”.... Verso 17: “Y descendió con ellos”; o sea, descendió de la parte más alta del monte; y mientras descendía, en la bajada había un lugar llano; no era que estaba en el puro llano de abajo, sino que era un lugar llano en el monte. Entonces no hay una real contradicción, sino solamente que cada uno lo cuenta desde su punto de vista; además, ellos no se pusieron de acuerdo, porque ellos no estaban inventándose nada; contaba cada uno las cosas como eran.

 

     Luego llegamos al capítulo 7 de Lucas, que dice: “Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum”. Ya Capernaum es una ciudad que queda al lado del Mar de Galilea o Lago de Tiberíades o de Genesaret o de Cineret; son varios nombres del mismo lago o Mar de Galilea; entonces El entró a Capernaum, pero no estaba en Capernaum;  había ido al monte, y mientras bajaba, se detuvo en un lugar llano de ese monte; por eso Mateo dice que era el sermón del monte; y aquí Lucas dice que era en un lugar llano, pero vemos que era descendiendo. Esto lo digo sólo por cuestión de las críticas que existen, aprovechando la oportunidad para que los hermanos tuvieran en cuenta esto.

 

     Me llama la atención, ahora sí, la ubicación, en el contexto del sermón del monte, de esta perícopa, que aquí le pusieron: “Los dos cimientos”; pero realmente es un cimiento y un no cimiento; no son dos cimientos, es un solo cimiento. “Los dos cimientos” fue la última parábola que dijo el Señor Jesús en la ocasión del sermón del monte, en ese lugar llano en el monte por el cual El bajaba; y es muy interesante ubicar esa perícopa de la parábola del cimiento al final de todas las cosas. Mateo lo dice con unas palabras, Lucas lo dice lo mismo, también con algunas otras palabras; ustedes saben que ellos no tenían grabadora, ni hacían transcripciones exactas, sino que ellos se confiaban a la memoria que les daría el Espíritu Santo. Jesús dijo: El Espíritu Santo os recordará todas las cosas que yo os he dicho y os hará saber las cosas que habrán de venir; así que el Espíritu Santo fue el que recordó a Mateo algunas de las palabras, y a Lucas también algunas de las palabras; y esas palabras no son contradictorias, sino complementarias, porque seguramente esos pocos versos se hablaron en poco tiempo; por ejemplo, aquí en Lucas son cuatro versos; esos se hablan en un minuto; y seguramente que Jesús habló más de un minuto, verdad? Lo que pasa es que El habló con muchas palabras, y la esencia de lo que El dijo, y las frases que el Espíritu Santo les recordó a ellos, ellos las registraron; y Dios quiso que hubiera varios testigos; y si Dios quiso que hubiera varios testigos es porque El quiere que veamos aquella ocasión desde distintos ángulos, desde distintos ojos; y por eso yo me he propuesto hacer la síntesis, la armonía de este testimonio, porque un testigo es Mateo, el otro testigo es Lucas; a veces son los tres y hasta los cuatro; hablan de un mismo asunto; entonces aquí en esta hojita lo que yo hice fue unificar los dos testimonios, el de Mateo y el de Lucas, para tener más amplia visión de lo que el Señor habló. Ustedes lo pueden seguir en Mateo o lo pueden seguir en Lucas; y usted se va a dar cuenta de qué es lo que uno comparte que el otro no dijo; de todas maneras las dos cosas son inspiradas por el Espíritu Santo, son palabras del Señor Jesús que el Espíritu les recordó y que las ponemos juntas.

 

     Voy a leerles la síntesis que tengo aquí; está basada en Mateo 7 desde el 24 al 29, y en Lucas 6 del 46 al 49; ustedes pueden seguir al que quieran; yo voy a ir leyendo despacio; primero, para que tengamos una visión completa uniendo los dos testimonios de una misma situación. Entonces dijo el Señor Jesús en este contexto, al final de todo el sermón del monte; estas palabras cobran más significado si nosotros sabemos en qué momento las dijo, porque las dijo después de hablar todo el sermón del monte, que fue una enseñanza, digamos, después de que El pasó la noche orando y luego bajaron a Capernaum; puede ser que pasaron un día entero allá; a veces los hermanos nos reunimos un día entero en un pequeño campamentito para compartir la palabra del Señor; y seguramente el Señor pasó un buen tiempo, después de haber orado toda la noche, y llamó a sus discípulos y se quedó en el monte a enseñarles; seguramente que El se quedó un buen tiempo, quizás mínimo un día estarían allá. Entonces, lo último que dijo fue esto; y esto que dice acá se está refiriendo a todo lo que trataron ese día; a todo lo que trataron ese día es a lo que El está llamándonos la atención aquí.

 

Entonces dice así, citando la versión integrada de los dos testimonios, juntándolos como hacen los jueces, que tienen que oír a un testigo, a otro, a otro, y armar el cuadro. Dijo el Señor Jesús: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quien es semejante. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, (las del sermón del monte) y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó, y ahondó y puso el fundamento sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó,” dice esta traducción, “…porque estaba fundada sobre la roca”, dice en el griego, “porque estaba bien edificada; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, El que oyó y no hizo, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena, semejante es al hombre que edificó su casa sobre la tierra, sin fundamento alguno; contra la cual el río dio con ímpetu, y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y luego cayó, y fue grande su ruina, la ruina de aquella casa. Y cuando acabó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entro en Capernaum”. Esta es la enseñanza final del Señor Jesús en el sermón del monte, en ese lugar llano del monte.

 

     El Señor, cuando se está refiriendo a: el que no oye estas palabras, se está refiriendo a todo el asunto del sermón del monte. A veces nosotros podemos tener la tendencia a olvidarnos de esto; quizá nos acordemos más de Romanos, de la justificación por la fe; quizá nos acordamos más de Gálatas, que recibimos el Espíritu por oír con fe y no por las obras de la ley; y todo eso está bien; claro que Romanos y Gálatas son el evangelio de Dios, son epístolas apostólicas que nos colocan dentro de la salvación para comenzar el camino de los salvos: ser salvos de la ira; pero claro que no sólo tenemos que ser salvos de la ira, sino también salvos de nosotros mismos en la cotidianidad; y eso no es ya solamente por el perdón de los pecados, instantánea, sino que se usufructúa y aplica el Don Perfecto por la fe, al llevar la cruz constantemente, que es un aspecto diferente. Entonces, hermanos, a veces nosotros agarramos un aspecto del evangelio, la parte del evangelio de la gracia, y nos olvidamos del aspecto del reino; pero el evangelio de la gracia se llama también el evangelio del reino; tiene la gracia y tiene el reino; no son dos evangelios diferentes, sino que son dos partes, dos aspectos del mismo evangelio, porque no hay otro evangelio; hay un solo evangelio; claro que Jesús habló de la gracia, claro que Jesús habló El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y ha pasado de muerte a vida, y no vendrá a condenación y yo lo resucitaré en el día postrero; habló de la fe; eso lo dijo Jesús; y el mismo Jesús que dijo eso, también dijo esto otro; el mismo Jesús que habló de creer, habló también de hacer; ¿por qué? porque creer tiene que ver con nuestra liberación del juicio eterno, pero el hacer tiene que ver con la aplicación de la gracia que hemos recibido por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios, para que demos fruto. Efesios muestra los dos lados; pero dice: fuimos salvos, creados en Cristo Jesús, para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Nuestras buenas obras no son la base de nuestra salvación de la ira, del juicio eterno de Dios, sino que son el resultado de haber sido perdonados, de haber sido regenerados, de haber recibido el Espíritu y de caminar con el Señor; el Señor no está preocupado solamente en que nosotros no nos vamos al infierno; El quiere que los que El libra del infierno seamos su familia, sus hijos, semejantes a Él, y que cooperemos con Él, con lo que Él tiene que hacer; no para ser salvos, sino porque nos salvó, y porque quiere también, además de salvarnos, acrecentarnos un galardón.

 

La Biblia habla del don y del galardón; el don es en relación con la salvación por gracia; el galardón es algo adicional a la salvación; es lo que el Señor le da a sus hijos que salvó por gracia y que le sirvieron; y se los da como premio a sus obras. Jesús no solamente habló de la fe; habló de la obras. He aquí vengo pronto y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno, no según sea su fe, sino según sean sus obras. El lugar de las obras no es la base de la salvación; el lugar de las obras es porque fuimos salvados, somos hijos, trabajamos para el Señor, y El además de salvarnos, nos va a galardonar en el reino con una posición en el reino, sobre diez ciudades, sobre cinco ciudades, sobre dos ciudades; todos están salvos, pero su posición en el reino es diferente; la posición en el reino, que es distinta a la salvación eterna, la posición en el reino tiene que ver con el servicio al Señor. Entonces aquí el Señor Jesús está hablando de eso. “¿Por qué me llamáis, Señor…”. Bueno, nosotros, cuando estábamos perdidos, necesitábamos primeramente al Salvador; pero el Salvador, dice Pablo, el mismo Pablo que habló de la gracia, dice que Él murió y resucitó por nosotros, y así nos salvó, para ser Señor. Dice: para que los que viven, ya no vivan más para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos; o sea que murió y resucitó no sólo para salvarnos, sino para que nosotros lo tengamos por Señor y andemos como El quiere; ya no es solamente creer, sino además de creer, perfeccionar la fe por el amor, que es lo que El nos está queriendo decir. “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis....

 

Cuando nosotros oímos esa expresión: la casa edificada sobre la roca, nos imaginamos que la roca es Cristo, que la casa edificada sobre la roca son los creyentes que creyeron en Cristo; pero en este contexto, si usted lo lee con cuidado, el Señor está hablando más que eso. Aquí la roca no es solamente el Cristo objetivo fuera de ti, que hizo todo por ti y a ti no te costó nada, no; aquí la roca es el mismo Cristo, pero formado y expresándose a través de nosotros; por eso analicémoslo bien, con cuidado.

 

     Vamos a seguir de nuevo la parábola de este cimiento, porque realmente no son dos cimientos; el otro no tenía cimiento alguno; hay un solo cimiento: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”, por ejemplo, el sermón del monte. “Todo aquel que viene a mí…”; bueno, la persona estaba fuera del Señor, y entonces por la fe fue salva; Dios lo trajo, porque no hubiera podido venir al Señor si el Padre no lo trae; el Padre lo trajo, y la persona también vino, porque el Padre lo trajo y él vino, las dos cosas juntas; “…y oye mis palabras y las hace,,,”; o sea que las palabras a que El se refiere son las del sermón del monte, no son las palabras de la salvación eterna; hay palabras que se refieren a la salvación, por ejemplo: de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, cree, ahí habla de la fe; no se pierda, mas tenga vida eterna. Ese es el primer aspecto de la vida, la persona es perdonada, recibe al Señor y es regenerada, muy bien, ya se salvó del juicio eterno, del lago de fuego para siempre, el eterno, el castigo eterno, porque la Biblia habla del castigo eterno; ya se salvó por la fe, ahora es un hijo; ahora entonces la palabra que sigue es “hacer”. El que oye mis palabras y no sólo cree, sino que el Señor usó otro verbo distinto al de creer, usó el verbo “hacer”, que nosotros los protestantes, para no parecer muy católicos, tenemos la tendencia a olvidar; y el Señor nos lo quiere recordar otra vez, porque no estamos hablando del hacer para ser salvos, sino que estamos hablando del hacer por ser salvos, y porque las obras de los salvos van a ser galardonadas, no con la salvación, sino con un galardón adicional a la salvación, como dice 1ª a los Corintios 3; lo digo por causa de algunos hermanos que quizá no se han fijado en este aspecto. Dice: Si la obra de alguno se quemare, (la obra de los salvos, de los siervos) él sufrirá pérdida, usa sufrir y usa pérdida; si bien él mismo será salvo; o sea que no es pérdida de la salvación, ni es sufrimiento del juicio eterno, pero si es pérdida y si es sufrimiento, aunque será salvo así como por fuego. Ahí nos damos cuenta de que la salvación es por gracia, pero el galardón de los salvados por gracia, es el de las obras de los salvados.

 

Entonces ese es el verbo “hacer” que el Señor enfatiza en el sermón del monte; Él predicó el evangelio completo, no sólo la justificación; amén? “os indicaré a quién es semejante. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras…”, (las del sermón del monte) “y las hace, le compararé a un hombre prudente”. También había diez vírgenes, las diez eran vírgenes, las diez eran creyentes, las diez creían en Cristo, estaban esperando al esposo, pero sólo cinco de las diez eran prudentes; tenían aceite en sus lámparas que se refiere a su espíritu, y en sus vasijas que se refiere a sus almas; en cambio las insensatas tenían el aceite en la lámpara, pero no en la vasija; es decir, habían recibido al Señor en su espíritu, pero no habían aplicado la vida de Cristo a su alma, a sus pensamientos, a sus sentimientos, a sus decisiones, a su andar. Entonces dice aquí: “un hombre prudente…”, prudente; ¿por qué el Señor usa palabras más allá de creyente? ¿Por qué no es suficiente creyente, si para salvarse es suficiente creyente? Pero es que el Señor no quiere solamente tener gente salvada, pero mañosa; El no quiere salvos mañosos; hay muchos salvos mañosos; El quiere salvarnos no sólo del infierno sino de nuestras mañas. Entonces dice: un hombre no sólo creyente, sino: “un hombre prudente, que edificó…”; aquí se trata de edificar la casa; ya no se trata solo de la fe; dice Pablo en 1ª a los Corintios 3: que sobre este fundamento, que es Cristo se sobreedifica; la persona recibió a Cristo, Cristo murió por ella, la persona creyó, recibió al Señor, se salvó, fue perdonado, fue justificado; ahora que es un hijo, va a servir al Señor porque es un hijo, no para ser salvo, sino porque es salvo. Entonces dice: Si alguno edificare sobre este fundamento, porque nadie puede poner otro, para la salvación nadie puede poner obras para salvarse; la única base para la salvación es lo que el Señor hizo por nosotros recibido por fe; pero sobre ese fundamento, dice: si alguno edificare oro, plata, piedras preciosas o madera, heno y hojarasca, la obra de cada uno será manifiesta porque el fuego la probará; y ese fuego aparece en forma de lluvia, de ríos, de vientos que el Señor dijo que vendrían. Así que hermanos, esto viene, vienen ríos, vienen inundaciones, vienen lluvias torrenciales, vienen vientos huracanados, vienen, vienen. Entonces aquí el Señor está hablando de edificar, ven? como Pablo hablaba a los salvos, a los Corintios, que eran ya la iglesia en Cristo, de edificar con oro, lo que tiene que ver con la naturaleza divina; con plata, lo que tiene que ver con la redención; con piedras preciosas, lo que tiene que ver con la obra transformadora del Espíritu Santo; y no con madera, que es lo meramente humano; no con heno, que es pura paja; no con hojarasca, que es lo que está separado de la vida, por eso está seco. Podemos edificar secos, o unidos a la vid; la diferencia está en estar unidos a la vida para edificar; aquí no está hablando de la salvación inicial; aquí está hablando del reino, del evangelio del reino. El sermón del monte es la constitución del reino; el reino de los cielos es semejante, dice el Señor muchas veces, dando parábolas acerca del reino.

 

Muchas personas han pensado que el reino se refiere a la salvación; claro que no; el reino de los cielos no se refiere a la salvación; si tomas todos los versos que hablan del reino, esos versos que hablan del reino se relacionan con la obra de los salvados por gracia; júntalos y verás. “Edificó su casa sobre la roca”; entonces fíjense que el Señor está comparando al que hace las palabras del Señor, y dice de él ser prudente, que edifica la casa sobre la roca; el que oye pero no hace, no está sobre la roca. No quiere decir que no sea cristiano; en otro contexto, sí, claro, en otro contexto, en otras parábolas, en otros pasajes, Cristo es la roca; no estamos diciendo que Cristo no sea la roca, pero ahí en el aspecto exterior, histórico, antes que tú nacieras, lo que Cristo hizo por ti; pero ahora hay el otro aspecto, el de recibir a Cristo subjetivamente, y que El se forme en nosotros, y que nos vaya transformando; ese es otro aspecto también; y ese es el contexto en que el Señor usa la roca aquí, porque El dice así: “El que oye mis palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”; o sea, este hacer lo que el Señor dice, es edificar la casa sobre la roca; no está hablando sólo de la fe, sino de edificar sobre la roca. El que no hace, no está sobre la roca en el sentido de esta parábola. Sí, si es un creyente desobediente, flojo, bueno, es un hijo carnal; porque hay hijos, como dice Pablo a los Corintios, a quienes él no les pudo hablar como a espirituales, sino como a carnales, porque eran niños en Cristo; o sea que hay creyentes carnales que andan en su carne; nosotros podemos andar en nuestra carne y estar en madera, en heno y en hojarasca; o podemos andar en el Espíritu, y estar en oro, plata y piedras preciosas.

 

     Continua diciendo: “Semejante es al hombre que al edificar una casa…”, y aquí Lucas expresó varias cosas; aquí habla de “cavar”, y la palabra en el griego es “excavar”, o sea, no quedarse en la superficie; eso es excavar; a veces nosotros somos cristianos, pero somos cristianos superficiales, cristianos que nos quedamos en lo superficial, en el evangelio barato; o sea, en la parte del evangelio que a nosotros nos gusta, pero no en la otra parte; entonces ahí es cuando las cosas se hacen baratas, se hacen superficiales; excavar es bajar de la superficie, excavar, y luego ahondar, que son dos cosas diferentes, son dos verbos; excavar es para pasar de la superficie a buscar, pero ahondar es hasta llegar a la roca, es decir, hasta que realmente esté viviendo en Cristo; no que solo haya comentado creer en Cristo; ya uno puede comenzar a creer desde la superficie, pero después de creer, tiene que cavar; cavar es dejar la superficialidad; pero después de cavar, hay que seguir, hay que ahondar, o sea, ir hondo, llegar a las profundidades. Cuanto evangelio superficial es presentado por los cristianos hoy, por no cavar y por no ahondar. Sí, se comienza por algo verdadero pero muy inicial, muy rudimentario. La palabra habla de “rudimentos”, como por ejemplo, los rudimentos de que habla Hebreos 6, el arrepentimiento, la fe en Dios, la doctrina de bautismos, la imposición de manos, la resurrección de muertos, el juicio eterno; esos son los primeros rudimentos o fundamentos de la palabra de Dios; pero El dice: dejando ya los rudimentos, vamos adelante a la perfección. Dice que los que son niños no están preparados para la palabra de justicia; ya no es solamente la palabra de fe, que es la inicial, sino la palabra de justicia, porque hay que perfeccionar la fe por la virtud, la virtud por el conocimiento espiritual, éste por la templanza, por la piedad, la paciencia, el afecto fraternal, el amor; ahí está hablando de una fructificación práctica de la fe, que es lo que los protestantes hemos olvidado. Sin negar las verdades protestantes de la justificación por la fe, hay que continuar, amén?

 

     Dice aquí: “cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca;” es decir, asegurarnos de que lo que estamos edificando sea en Cristo. Hay que cavar, salir de la superficialidad, ahondar y poner el fundamento en la roca; es decir, ¿estamos realmente haciendo eso? O ¿estamos contentos con nuestra naturalidad?, o ¿ya empezamos a aborrecernos? ¿Y ya no nos queremos más a nosotros mismos, ni queremos seguir siendo lo que somos, sino que buscamos al Señor para que realmente El nos ayude y no sigamos siendo nosotros solos? Ahondar y poner el fundamento en la roca; y aquí el Señor presenta varias direcciones de donde vienen las pruebas: “Descendió lluvia”, y la lluvia desciende del cielo, desciende de arriba, y es una bendición, pero fíjense que esa lluvia puede aumentar los ríos; y entonces dice: “vinieron ríos, y soplaron vientos”; ay, ¿qué será eso de soplar vientos? ¿quién anda por ahí por los aires? Hay alguien que se llama el príncipe de la potestad del aire que hace soplar vientos; ¿recuerdan a Job, como le hizo soplar un viento y le tumbó las paredes encima de los hijos? ¿Quién era el que estaba detrás de ese viento? Satanás. ¿Ustedes creen que cuando el Señor estaba durmiendo en la barca, cruzando el mar, fue tan solo un viento que se levantó? no, yo creo que detrás de ese viento era el diablo que quería ahogar al Señor y a los discípulos, aprovechando que El estaba durmiendo; y Jesús se levantó, y reprendió al mar y al viento como si fueran personas, y se aquietaron, porque a veces detrás de los fenómenos naturales suelen esconderse también espíritus, como en el caso de Job, que es muy claro. Entonces aquí nos damos cuenta de eso: “soplaron vientos”.

 

     Hermano, no piense que la vida cristiana va a ser fácil, que no va a haber tropiezos, no; Jesús advirtió, y lo pintó por varios lados; por un lado es lluvia, por el otro lado es ríos, inundación, porque Lucas se acordó lo de inundación, porque Mateo no mencionó la inundación, mencionó los ríos, pero no la inundación con ímpetu; o sea, que si el enemigo sí pudiera, nos mataría; si pudiera, nos mataba ya; pero ya que no ha podido matarnos, él tira por un lado, por otro, pero con todo, él lo que quiere es destruir, lo que quiere es arrasar; y a eso es a lo que el Señor nos quiere llamar la atención, que nuestra vida no es sin oposición, sino con una oposición terrible; esa oposición puede ser del mismo Dios en primer lugar, porque la lluvia viene de arriba, porque Dios se opone a nuestra carne, Dios se opone a nuestro temperamento descontrolado, Dios se opone, entonces Dios permite la zaranda; Satanás, claro, que tiene mala intención, Satanás no nos quiere perfeccionar, Satanás nos quiere destruir; pero el Señor permite que Satanás nos zarandee. Simón, Simón, Satanás te ha pedido para zarandearte como a trigo; lo que Satanás quería era destruir a Simón Pedro; lo que el Señor quería al permitir la zaranda era fortalecer a Pedro, trasladar a Pedro de su naturalidad a la dependencia del Señor. Como la vez pasada recordábamos, con agonía agarrarse del Señor, con agonía aborrecerse para poder acudir al Señor, porque mientras estamos contentos con nuestro ser natural no nos aborrecemos. Entonces descendió lluvia de arriba para abajo, pero vino contra la casa; la lluvia del cielo permite que crezcan los ríos, y los ríos ya son corrientes a veces hasta subterráneas, a veces son bien terrenales; así que tenemos problemas y pruebas, porque el mismo cielo nos resiste y porque nosotros mismos somos malos. Entonces el cielo tiene que tratarnos, y nosotros mismos somos el problema; y adicional a eso, hay una parte sobrenatural, una parte maligna. Hermanos, lo único que tenemos a favor, como solemos repetir, es al Señor. El mundo está en contra nuestra, y cada vez su hostilidad es más manifiesta; la carne está en contra nuestra; Satanás está en contra nuestra; sólo la gracia del Señor está a nuestro favor, sólo la gracia del Señor puede conducir a que incluso estos ríos, estas cosas, sirvan para bien. Dios no los permitiría sino sirvieran para bien; pero les sirven a los que están sobre la roca. Los que están sobre la roca, aquí en este contexto, no son los que solamente creen un poco en Cristo, sino los prudentes que hacen por fe lo que Él dice; aquí la roca no es solamente la fe en Cristo; aquí la roca es la obediencia espiritual a Cristo por la fe; esa es la roca que resiste.

 

     Hermanos, Satanás puede atacar nuestra fe, pero si nuestra fe no está acompañada por la experiencia de caminar con Cristo, puede zarandearse; pero si has tenido la experiencia de caminar con Cristo, para ti Cristo no es solamente una cuestión histórica; claro que Cristo es histórico, pero Cristo es más que histórico; tú conoces hoy a Cristo, tú tienes una relación hoy con Cristo, tú sabes la diferencia de lo que eres tú solito, y tú ayudado por Cristo; tú has experimentado la unción de Cristo, has experimentado la providencia de Cristo, has experimentado el cuidado de Cristo, el fortalecimiento de Cristo; para ti ya Cristo no es solamente una historia, tú tienes una relación actual con Cristo, con el Cristo vivo que está hoy; pero si no caminamos con Cristo, solamente hemos oído la historia de Cristo, y por ahí vienen algunos de los críticos de Alemania para decirnos que Cristo no existió, así lo dicen muchos, están locos, pero así lo dicen, el que no quiere creer, no quiere creer; pero hasta los enemigos hablan de Cristo, hasta el Talmud habla de Cristo, hasta los historiadores romanos, que eran contrarios al cristianismo, hablan de Cristo; no sólo los cristianos.

 

     Acudir a El desesperados con fe para que El nos ayude, y al experimentar su ayuda, ahí nos damos cuenta de que ese era Cristo, que no éramos nosotros; nosotros nos conocemos en parte un poquito, nosotros sabemos lo que nosotros somos, las miserias que somos capaces de hacer, pero que nos ayudó Cristo, nos damos cuenta. Si no hubiera sido el Señor, yo no estaría aquí, pero porque El es y El vive, nosotros también vivimos. Entonces por eso habla aquí: “y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, golpearon…”, ay! el verbo que usa aquí: golpearon, golpear es un verbo, los golpes a veces lo agarran a uno desprevenido; cuando menos te imaginabas, el cachetazo; golpear, la inundación golpea. Cuantas personas que viven al lado de los ríos, cuando están durmiendo se los lleva la corriente con casa y todo. Entonces dice: “golpear” y dice: “y no cayó”; o sea que es posible sobrevivir a golpes de vientos, lluvias, inundaciones, si hacemos lo que el Señor dice; hacer lo que Él dice es estar sobre la roca; no sólo creer; claro que tenemos que empezar creyendo para poder tomarlo en serio y hacer, pero aquí cuando el Señor habló de comparar al hombre prudente que edificó sobre la roca, dijo que ese era el que oía y hacía, ese era el que estaba sobre la roca; “y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu”; acuérdese, hermano, cuando esté debajo de una sacudida, acuérdese de esa palabra que dijo Jesús: golpear con ímpetu; no piense que eso era algo que no podía pasar, no; El ya lo dijo: sucederá esto, vendrán sacudidas terribles; cuando estemos en la sacudida, hay que anunciar: este es un golpe impetuoso contra mí para destruirme y arrastrarme, pero si busco al Señor, si cavo para salir de la superficie y ahondo, y pongo el fundamento de mi edificación en la propia roca que es el Señor, pero ahora ya el Señor objetivo hecho subjetivo, vivido por la fe, formado en nosotros. Entonces dice: “no la pudo mover”, oiga, ni mover; golpes, ímpetu, ni la mueven; miren esa promesa del Señor: ni la mueven, y dice: “porque estaba fundada sobre la roca”, o sea, porque estaba bien edificada; dice el Señor Jesús, y aquí el traductor no lo colocó de esa manera, que estaba bien edificada; estar bien edificado es estar con la raíces arraigadas en Cristo.

 

     Luego dice: “Pero cualquiera…”; aquí si ninguno se escapa; aquí es que bueno, a otros sí, pero conmigo habrá una excepción, no; “Cualquiera”, todo aquel, “Cualquiera que me oye estas palabras y no las hace”, el que oyó y no hizo, “le compararé a un hombre insensato”; aquí hace contraste también con la parábola de las vírgenes, las vírgenes prudentes y las insensatas. Hermanos, tomemos en serio esas dos palabras: estoy siendo prudente o estoy siendo insensato. “insensato, que edificó su casa sobre la arena;” y también luego lo dice: “semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra”. Claro que edificar sobre la arena o tierra es más fácil, hermanos, porque está todo listo, está todo planito, mire que lindo todo planito; en cambio, sobre roca es más difícil. Edificar sobre roca es más difícil, dura más; es más fácil edificar sobre algo que está planito, no hay que derribar nada, no hay que sacar piedras, ni cortas raíces, ya todo está planito, es muy fácil; pero a un lugar que tiene roca, allí hay que invertirle más, hay que invertirle, hay que cavar, hay que ahondar, hay que trabajarlo más; entonces por eso la gente prefiere lo fácil, o sea el camino ancho y no el angosto. Entonces dice acá: “edificó su casa sobre tierra, sin fundamento alguno”. Este fundamento aquí se refiere no solo al Cristo en quien apenas creemos, sino al Cristo por quien vivimos y cuyas obras guardamos. Como dice Jesús: el que guardare mis obras hasta el fin; no sólo hay que guardar la fe. Sí, Pablo habla de guardar la fe: He guardado la fe, he peleado la buena batalla de la fe, he guardado la fe; pero Jesús a la iglesia en Tiatira le habla no sólo de guardar la fe, sino de guardar Sus obras. O sea que el Señor está haciendo hoy obras a través de su cuerpo; y si nosotros no hacemos con El las obras que El nos pone a hacer, no guardamos sus obras; esa obra se queda sin hacer por nosotros; la tendrá que hacer otro, quizá veinte años después, y se retarda la venida del Señor y el cumplimiento de su plan; “contra la cual el río dio con ímpetu”; o sea, no piense que el diablo va a decir: bueno, como éste está sobre la roca, le voy a dar duro; pero como ese está sobre la arena voy a venir despacito, voy a venir suavecito, no; aquí la palabra “ímpetu” es la misma, ímpetu para el que está sobre la roca, y el mismo ímpetu para el que está sobre la arena, sobre tierra, y ahora es barro porque está mojada, verdad? El río dio con ímpetu, descendió lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos, la misma cosa, no hay diferencia. No piense que Satanás va a tocar sólo a los duros, no; a todos; si es un ser humano, ya lo quiere destruido, porque es a la imagen de Dios; él no le puede hacer nada a Dios, entonces le hace a los hombres; él quiere volvernos monstruos, degenerarnos, depravarnos, quiere mutilarnos; fíjense como los que le siguen se van pareciendo a los demonios; se hacen operaciones en la lengua, se ponen cosas, hasta se hacen operaciones con lengua de serpiente como los muchachos de hoy; el diablo quiere que nos parezcamos a él; él no le puede hacer nada a Dios; entonces quiere ofender a Dios con los hombres, haciendo daño a los hombres: “y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa”; que palabra esa terrible: “ruina”. Personas que estaban con el Señor, que dedicaban su tiempo a oírle, pueden estar en ruina; si solamente dedicamos tiempo a oírle, digamos leer, estudiar, ir a la reunión, todavía la ruina amenaza; hay que hacer lo que El dice para ser salvos de la ruina; no es suficiente solamente oír, mientras leemos, mientras nos reunimos; hay que hacer; si no hacemos, amenaza ruina; nos salvamos de la ruina si hacemos.

 

     Traje aquí una revista muy a propósito de estas palabras, porque aquí hay un artículo acerca de un filósofo que cuando yo no era cristiano, cuando estudiaba psicología en la Universidad Nacional, era mi autor favorito, Federico Nietzsche; era mi favorito porque era de los ateos más radicales. Los últimos once años de su vida él se volvió loco y lo encerraron en un manicomio, y su mamá y su hermana lo cuidaban, y él escribió muchos libros, y hasta hoy celebran el aniversario, los cien años de él, ahora en el año 2000 cumplió cien años; y especialistas, profesores que hablan alemán para leerlo en alemán y no en traducciones, se reúnen a hablar de Nietzsche como si hubiera sido un gran hombre; y ese era el que yo admiraba, junto con Freud y Sartre, los tres ateos, y el más radical, y por eso me gustaba más, era Nietzsche. Pero Nietzsche llegó al final de su vida; él escribió unos libros al principio, unos libros en el medio, y escribió otros libros al final; y en el manicomio él escribió el último libro que se llamaba “Mi hermana y yo”; no lo publicaron mientras viviera su hermana; cuando murió su hermana publicaron el libro; y en ese libro, ya al final de su vida, Nietzsche dice algunas cosas; y como tienen que ver con lo que está escrito aquí, yo quiero leerles lo que escribió Nietzsche hacia el final; son extraídas estas palabras del libro “Mi hermana y yo”, y están aquí citadas, como también otras palabras en un artículo sobre Nietzsche, en una revista humanista, no es una revista cristiana, es una revista humanista; pero entonces leyendo me vi en la gran sorpresa de encontrar esto; yo ya en mi juventud había leído de lo que dice aquí, pero no lo había captado, porque era demasiado joven e incrédulo; ahora lo capto con más entendimiento, y pienso que ustedes van a captarlo.

 

     Oigan lo que dijo Nietzsche al final de su vida: “Si la vida nos anda ultrajando, la verdad es que también nosotros de cierta manera ultrajamos la verdad. Estamos a la espera de nuestros primeros errores y estamos vigilando, esperando la ruina. Todas las generaciones luchan para fundir la verdad en una unidad, en la idea de Dios, la justicia, el amor y el poder. Mi dios era el poder, y me doy cuenta que lo construí por impotencia, con fundamentos de arena. Decía Jesús así:…” Nietzsche citando a Jesús; el que escribió un libro que se llama “El Anticristo”, hablando contra Cristo, yo lo leí, diciendo que él era anticristo, él, entonces miren lo que dice, Nietzsche citando a Jesús: “Decía Jesús así: “Todo aquel que oye estas palabras mías y las lleva en cuenta, lo compararé al hombre sabio que edificó su casa sobre la roca y vino la lluvia, trasbordaron los ríos, soplaron los vientos y combatieron aquella casa, y no cayó porque estaba fundada sobre la roca. Y todo el que oye mis palabras y no las lleva en cuenta, será comparado al hombre insensato que edificó su casa sobre la arena, vino la lluvia, trasbordaron los ríos, soplaron los vientos, combatieron aquella casa, y ella cayó y fue grande su ruina”. Cierra comillas Nietzsche citando a Jesús. Continúa Nietzsche: “Mi casa se derruyó y fue grande su ruina. El anticristo yace en ruina, delante del indestructible pie del Cristo calzado con el amor del mundo, el amor que se manifiesta en hechos. Oh vida, no te burles de mi. Venciste Galileo, venciste en el mismo corazón de tu mayor enemigo. ¿Acaso a mi propia alma deberé ocultarle la victoria de Cristo para perpetuar el mito del anticristo, tema de mis futuros biógrafos? ¿Ayax no gritó: -ilumínanos Zeus aunque tu luz nos mate-? La verdad me asesinó una y más veces; y a Cristo, habiéndome él derribado sólo un momento o para siempre, debería negarle los laureles de la victoria?” Palabras de Nietzsche al final de su vida. Aquí él usó una palabra que usó Juliano el apóstata, que fue uno de los descendientes, tataranieto más o menos, del emperador Constantino. Como Constantino introdujo la cristianización del imperio, aunque realmente fue también una paganización de la cristiandad, uno de sus descendientes llamado Juliano, que fue un emperador, él no concordó con la cristianización, y él no fue cristiano, él era pagano, y él quiso rescatar el paganismo, y promovió el paganismo; él era uno de los sacerdotes de la línea de Pérgamo, aquella escuela de Pérgamo, de Esculapio, él era de esa escuela, y él quiso restaurar el paganismo, y en toda su vida procuró restaurar el paganismo, inclusive quisieron levantar de nuevo el Templo de Jerusalem, y reconstruir Babilonia, lo mismo que quería hacer Sadan Husseim; y hasta unos rayos, unas explosiones de gases impidieron que reconstruyeran el Templo; y al final de su vida, ya cuando estaba muriendo, Juliano el apóstata dijo así de Cristo: “-Venciste, Galileo-“; fueron las últimas palabras de Juliano el apóstata, y ahora Nietzsche toma las mismas palabras y se las aplica él, y le dice a Cristo: “Venciste Galileo en el corazón de tu peor enemigo”. Y dice: “Acaso a mi propia alma habré de ocultarle la victoria de Cristo para perpetuar el mito del anticristo, tema de mis futuros biógrafos?” Hoy todavía siguen los biógrafos, a cien años de muerto, honrando a Nietzsche, leyendo sus obras de juventud; pero esta final palabra vale más que todo lo que escribió; esto que escribió al final es mucho mejor que todos los volúmenes de obras completas de él. Entonces, hermanos, quería compartir con ustedes esto, porque venía exactamente al caso, verdad? Porque él citaba esa parábola. El se enloqueció, pero tenía sus momentos de lucidez; éste, por ejemplo, creo que fue el momento más lúcido de su vida; aún en el manicomio fue el momento más lúcido de su vida. Lo escribió y fue honesto. Vamos a dar gracias al Señor.  q

 

Transcripción de Marlene Alzamora revisada por el autor.

ISAGOGIA DE QOHELET

ISAGOGIA DE QOHELET.

El libro sagrado de “Eclesiastés” es de especial significado para mí, y le guardo un profundo aprecio, y gran gratitud a Dios por él, pues el Espíritu Santo lo utilizó conmigo de manera especial para preparar mi corazón para la evangelización, cuando era un estudiante de psicología, y me atosigaba con los libros de Freud, Nietzsche, Sartre y demás. Tengo la experiencia espiritual de haber sido tocado por Dios mientras estudiaba atentamente este libro. Aró la tierra en cuanto me despojaba de las falsas ilusiones humanistas con que nos engañamos a nosotros mismos debajo del sol; y tornó mi corazón hacia la búsqueda de Dios mismo.

“Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor…/…Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey? Nada, sino lo que ha sido hecho. Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas. El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas; pero también entendí yo que un mismo suceso acontecerá al uno como al otro. Entonces dije yo en mi corazón: como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora para hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad. Porque ni del sabio ni del necio habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el necio…/…Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad…/…Porque ¿qué más tiene el sabio que el necio?.../…Respecto de lo que es, ya ha mucho que tiene nombre, y se sabe que es hombre y que no puede contender con Aquel que es más poderoso que él…/…Yo, pues, dediqué mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos); y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla. Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios están en la mano de Dios…/…Me volví y vi debajo del sol, que no es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos…/…Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Ecl.1:17, 18; 2:12-16, 19; 6:8ª,10; 8:16, 17; 9:1ª, 11; 12:12-14). Y esto, por ahora, solo respecto de la sabiduría debajo del sol, sin lo relativo a muchas otras cosas. 

Gracias a Dios que la moneda tiene dos caras: Si por una cara dice: “Vanidad de vanidades”, por la otra dice: “Cantar de los cantares”. Y el estilo y uso de las palabras es del mismo autor, como veremos; “Cantar de los cantares, el cual es de Salomón” (Cant.1:1); y una misma la inspiración y complementación dentro del contexto general de la revelación divina. A pesar de algunos cuestionamientos subjetivos aislados, el Eclesiastés ha sido reconocido tradicionalmente por el Judaísmo y por el Cristianismo como parte de las Escrituras Sagradas. El Señor Jesucristo, con su declaración general de que la Escritura no puede ser quebrantada (Jn.10:35b), incluye al Eclesiastés bajo Su cobertura. Lo mismo hace el Espíritu Santo con las declaraciones apostólicas (Rom.3:1, 2; 2Tim.3:16, 17). El hecho de que el Libro del Eclesiastés pertenezca al Canon de las Sagradas Escrituras inspiradas por Dios, tiene muchas implicaciones, no percibidas por el espíritu de escepticismo destilado sutilmente, y no tanto, por el modernismo liberal que se expande como un cáncer, arrastrando a la inconsecuencia y sus derivados nefastos. Por eso es necesario “cortar por lo sano”. Para el creyente en la inspiración de las Sagradas Escrituras, lo consecuente es atender cuidadosamente las declaraciones internas de ella misma. La hermenéutica debe ser acorde a la hermenéutica revelada intrínseca. En el juicio crítico acerca de cualquier documento, se debe presumir su autenticidad, hasta que no se demuestre fehacientemente lo contrario, habiendo oído con atención todas las ponderaciones y examinándolas exhaustivamente. 

El Eclesiastés, al igual que todas las demás Sagradas Escrituras, ha sufrido el ataque inmisericorde del modernismo liberal corrosivo y escéptico. Su verdadera base, la de los ataques, es la sin razón de su antipatía incrédula, vestida de aparente racionalidad; pero ese tipo de crítica ha sido, a su vez, sometida también a la crítica, como corresponde en todo juicio, y ha resultado falsa y nula, dejando a la tradición impertérrida, y sin razones para inmutarse. Según la evidencia interna, la autoría se atribuye a Qohelet ben David, rey en Jerusalem (1:1): “Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén”. “Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén. Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo…Miré todas las cosas que se hacen debajo del sol; …Hablé en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mi en Jerusalén; …y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría,…Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes…Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cual fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida. Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y de cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música. Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría. No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno…Después volví yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey?” (1:12, 13ª, 14ª, 16ª, 17ª; 2:1ª, 3-10ª, 12ª). Y así continúa en primera persona, dándonos testimonio de su propia vida privilegiada de rey sabio hijo de David, con la intención manifiesta de ver y enseñar cuál fuese el bien de los hijos de los hombres en el cual ocuparse por el resto de la vida en la tierra. Primero se dedicó a la sabiduría, y entonces también a los placeres y a las riquezas, volviendo luego con reflexiones a la sabiduría, habiendo examinando los desvaríos y la necedad. “He visto…, Entonces dije yo en mi corazón…, Aborrecí, por tanto, la vida…, Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol,…Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría…Yo he visto…, Yo he conocido…He entendido…Vi más debajo del sol…y dije en mi corazón: al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y todo lo que se hace. Dije en mi corazón: es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias… ¿Quién sabe…? Así, pues, he visto…Me volví y vi…Y alabé yo a los finados…He visto asimismo que…Yo me volví otra vez, y vi…Vi….Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. (Como también aprendió al final el sabio Job a cerrar la boca)…Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque Él no se complace en los insensatos.” (3:10ª, 12ª, 14ª, 16ª, 17, 18, 21ª, 22ª; 4:1ª, 2a, 3ª, 7ª; 5:1, 2, 4ª; Job 42:1-6). Con su volverse constante y progresivo, este rey sabio, hijo de David, y rey sobre todo Israel en Jerusalén, redescubre a Dios. Y por eso entonces aconseja, y por eso entonces continúa en los capítulos 5, 6 y 7 del Eclesiastés, con una serie de proverbios semejantes a los del Libro de los Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel (Prov.1:1ss). Ahora habla con inmenso realismo de lo que aprendió en el parto; tanto de la vanidad de la vida debajo del sol, como de la parte del bien debajo de ella, como también del sentido trascendente de la vida en Dios mismo. “Respecto de lo que es, ya ha mucho que tiene nombre, y se sabe que es hombre y que no puede contender con Aquel que es más poderoso que él” (6:10); “Mira la obra de Dios…” (7:13ª); “He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón…He aquí, solamente esto he hallado: Que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones” (7:27, 29). Y aquí el autor habla a la vez de sí mismo, tanto en primera como en tercera persona: he hallado; dice el Predicador; he aquí esto he hallado. Y sigue concluyendo: “Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios” (8:12, 13). Y terminando el capítulo 9, y a lo largo del 10, vuelve al tipo de proverbios semejante al del Libro de los Proverbios de Salomón, como lo venía haciendo en los capítulos 5, 6 y 7; y ahora en el capítulo 11 vuelve a los consejos, también semejantes a los de aquel Libro. Concluye, pues, con la tercera persona, que ya había introducido antes, definida e indefinida, el Predicador, un Pastor, alternándola con la primera literariamente, tal como lo hacemos muchos autores; yo mismo varias veces; “Ahora, pues, hijo mío…Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque este es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (12:12ª, 13, 14). Y el mismo Libro asemeja el Eclesiastés a los Proverbios: “Cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios” (12:9). 

Cantares, Proverbios y Eclesiastés comienzan de manera similar, pero con contenido progresivo: “Cantar de los cantares, el cual es de Salomón” (1:1). “Los Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel” (1:1). “Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén” (1:1). Podríamos considerar a Cantares un Libro con los bríos de la juventud; a Proverbios un Libro de madurez; y a Eclesiastés un Libro de ancianidad. En Cantares el amor es más importante que el reinado, y en el inicio no se menciona el reinado, aunque en el interior sí; el nombre de Salomón es más importante que el título de rey. En Proverbios el nombre de Salomón se une al de su padre David y al título de rey, conforme a la majestad del apogeo. En Eclesiastés, conforme al espíritu íntimo del libro, aunque el autor se identifica como hijo de David y rey en Jerusalem, como también (v.12) rey sobre Israel, no obstante, prefiere ahora en la ancianidad, ya vuelto de sus andanzas vanas, ocultar humildemente el nombre tras la mera identidad del oficio de asambleísta congregador, lo cual se entiende del título Qohelet, traducido al griego en la Septuaginta como Eclesiastés. De la misma manera que Billy Graham, cuando fue convidado a lanzarse para la presidencia de los Estados Unidos, no se rebajaría de su condición de predicador para ser apenas presidente de la república. Es mejor la humildad del púlpito que la vanidad que rodea al trono. También Jacob, en su ancianidad, actuó de manera humilde y digna ante el faraón; como bien lo resalta Watchman Nee To Sheng en su libro “Transformados a Su semejanza”. 

Qohelet es una palabra que proviene de Qahal, la cual última significa: asamblea, congregación, grupo, en cuanto sustantivo de origen; en cuanto verbo nominativo, diferenciado del anterior por las señales masoréticas vocales, significa: convocar reunión. Otras palabras derivadas de la misma raíz son: Qehilâ (que también significa asamblea o congregación), como igualmente: Maqhël. La Septuaginta traduce el verbo hebreo Qahal al griego Ekkaleö. Por eso también asamblea se traduce iglesia, de ekklesía; y por tanto, Eclesiastés de Qohelet. Pero la Septuaginta también traduce en varias ocasiones Qahal por: Sinagoga; por lo tanto, podría incluir también: Sínodo. A su vez, Qahal provendría del verbo Qôl: hablar, como aparece principalmente en Ezequiel y en los Documentos del Qumram. La terminación de Qohelet es femenina, como también sucede en castellano con nombres femeninos de extracción masculina, tales como Amparo, Socorro, Pilar, etc. Así Qohelet puede decirse en castellano: asambleísta, con terminación en “a” como los femeninos, pero aplicable a los dos géneros. Viendo, pues, todas las aplicaciones raizales, no está equivocado que algunas traducciones traduzcan Qohelet por Predicador. Y a veces un nombre común se torna propio. Por lo cual, el Midrás Qohelet Rabbah habla de los tres nombres del hijo de David, rey de Israel en Jerusalem: Salomón, Jedidías y Qohelet (QoR.I:1.3.1.2). Es interesante notar que aunque la terminación hebrea de la palabra Qohelet tiene visos femeninos, no obstante, en el hebreo bíblico generalmente se conjuga con verbos en forma masculina, con apenas una excepción en Eclesiastés 7:27, que algunos sospechan ser quizás una separación equivocada de palabras. (Véase Jack P. Lewis de Memphis, en DITAT; J. Y. Campbell, “Orígen y significado del uso cristiano de la palabra “iglesia” ”; Nils A. Dahl de Darmstadt, “Das Volk Gottes”; F. Zimmerman, “La Raíz “qahal” en algunos pasajes de la Escritura”). 

El texto arriba referido del Midrás Qohelet Rabbah es el siguiente: “Se le llama de tres formas: Yedidías, Salomón y Qohelet. Rabí Yehosúa ben Leví sostenía en cambio que de siete: Agur, Yaqué, Lemuel, Itiel, más los tres mencionados son siete. Rabí Samuel bar Najmán decía a su vez que, en principio, los auténticos son tres: Yedidías, Salomón y Qohélet; admitía, sin embargo, los otros cuatro, siempre que se entendieran como apodo de Salomón, y que fueran dados con la intención de ser interpretados: Agur, porque había acumulado palabras de la Torá; Yaqué, porque vomitaba su discurso, como un cuenco que primero se llena y después se vacía; así Salomón aprendió la Torá primero para olvidarla después; Lemuel, porque habló contra Dios en su corazón al decir: yo puedo aumentar el número de mujeres sin pecar; Itiel, porque dijo: Dios está conmigo, así que puedo”. (Traducción castellana de la filóloga complutense Dra. Carmen Motos, del Midrás Qohelet Rabbah, publicado por la Biblioteca Midrásica, N.22, Navarra 2001). Las opiniones de los rabíes Yehosúa ben Leví y Samuel ben Najmán, de ser siete los nombres de Salomón, no me parece plausible, pues Agur ben Jaqué, Itiel I, Itiel II, Ucal y Lemuel (Prov.30:1; 31:1), son nombres de diferentes personajes: el primero, un sabio profeta; y el último, un rey; y los tres intermedios, los destinatarios de la profecía del primero mencionado. Salomón no solamente escribía, sino que también recopilaba la sapiencia de otros sabios (Prov.24:23; Ecl.12:9-11). Además, muchos de los Proverbios de Salomón, y de los que él recopilaba, fueron a su vez copiados en días del rey Ezequías de Judá (Prov.25:1). Los varones de Ezequías editaron, pues, tales colecciones, como también los Salmos davídicos y los Salmos asáficos (2Cr.29:30). 

Sirva de glosa al margen en este momento, la llamada de atención acerca de que toda esta labor escrituraria y editorial de David, Asaf, Salomón, Ezequías y sus varones, incorpora el trasfondo mosaico, como pudo verse, por ejemplo en este escrito, en las alusiones de Salomón a los mandamientos de Dios, al igual que a la Ley en los Salmos; lo cual refuta las hipótesis documentarias de tipo wellhausiano. (Al respecto, véanse de este mismo autor Gino Iafrancesco V., los libros: “Aproximación a Crónicas”, “Preliminares a una exégesis cosmogónica” y “Al Principio”). Los asuntos filológicos se verán, Dios mediante, más adelante. Retomando el asunto de los nombres de Salomón según el Midrás Qohelet Rabbah, el autor mismo anónimo del mencionado midrás, apenas parece reconocer tres: Jedidías, Salomón y Qohelet. El último aparece alguna vez en hebreo con artículo, rebajándolo de la categoría de nombre propio a mero título; aunque también ya dije que a veces nombres comunes se tornan propios.

Examinando, pues, la evidencia interna, en lo que respecta a lo dicho por el mismo texto inspirado del Eclesiastés, su autor es Salomón Jedidías Qohelet, hijo de David, y rey de Israel en Jerusalem. Ciertamente que en el caso de libros judaicos no inspirados, y otros, algunas veces el autor asume un nombre que no es el propio, sino el de algún héroe bíblico; pero ese no puede ser el caso en un libro verdaderamente inspirado por el Espíritu Santo, según es el caso de Eclesiastés, de acuerdo a la enseñanza del Señor Jesús y sus apóstoles, pues se le estarían atribuyendo mentiras al Santo Espíritu. El autor de Eclesiastés fue hijo de David, rey de Israel en Jerusalem. La expresión simple “hijo de David”, ciertamente puede aplicarse no solamente a Salomón, sino también a otros hijos y nietos y descendientes de David, etc; pero la expresión “rey de Israel” solamente se puede aplicar a Saul, Is-Boset, David y Salomón, que fueron los únicos reyes de Israel que reinaron sobre las doce tribus. Pero como Saul e Is-Boset no fueron hijos de David, entonces solamente nos queda Salomón, que además fue rey de Israel en Jerusalem. Saul e Is-Boset no reinaron desde Jerusalem. El que Salomón diga que fue rey de Israel en Jerusalem, no significa que ya no lo sea cuando escribe, sino simplemente que lo ha sido, o que ha llegado a serlo.

Por otra parte, el hecho de que el autor de Qohelet haya dicho que fue engrandecido mucho más que los que fueron antes de él en Jerusalem, no significa necesariamente, como algunos sostienen, que el plural implica no ser Salomón el autor. Pero debemos tener en cuenta que antes de David, padre de Salomón, que se tomó la ciudad por mano de Joab, ya existieron reyes jebuseos en la ciudad anteriores a David y a la toma de Joab, los cuales también son aludidos en el plural; igualmente debemos incluir a Melquisedec, figura de Cristo. Además, cuando Salomón se refiere a que fue engrandecido más que los que fueron antes de él en Jerusalem, no dice necesariamente que fueron reyes antes de él en Jerusalem, sino simplemente que fueron en Jerusalem antes de él, no necesariamente reyes; por lo cual la frase puede también referirse a todos los que existieron o vivieron en Jerusalem antes de él, sin necesidad de haber sido reyes.

Las circunstancias reales que vivió Qohelet hijo de David rey de Israel en Jerusalem, fueron las típicas que vivió Salomón según lo dicho en otras de las Escrituras Sagradas que a él se refieren, como Reyes y Crónicas. No hay candidato mejor. Por lo tanto solo resta considerar los asuntos filológicos levantados imprudentemente por el modernismo escéptico liberal, refutados, no obstante, suficientemente por la erudición conservadora tradicional. Al igual que lo hasta aquí dicho, las consideraciones filológicas también constituyen evidencia interna.

Debemos tener en cuenta, dentro de las consideraciones filológicas, que ha existido una historia arqueológica de descubrimientos lingüísticos, posterior a las críticas apresuradas del modernismo liberal, especialmente de Cornill, Delitzsch, Driver y sus émulos, las cuales han sido acalladas por la evidencia documental. Supuestos neologismos en el Texto sagrado, se demostraron más bien ser arcaísmos semíticos comunes al hebreo, arameo, babilonio y ugarítico arcaicos. También el codearse salomónico con la cultura fenicia, que ya había rodeado a Hiram (y por supuesto también a Salomón), ha sido puesto de manifiesto especialmente por Mitchell Dahood, James Muillemberg y Margoliuth; de donde se ve que los supuestos arameísmos tardíos alegados, ya eran arcaicamente empleados en las inscripciones fenicias, como las de Eshmunazar y Tabnith. Además, Gleason Archer corrige algunas especulaciones de M. Dahhod, haciendo mucho más claro el contexto fenicio histórico arcaico. Los 97 términos que Franz Delitzsch, desde la supuesta autoridad únicamente de Cornill, alistaba como arameísmos post-exílicos, fueron fácilmente reducidos a una decena por Hengstemberg ya en su propia época, y mucho más por Robert Dick Wilson y Gleason Archer posteriormente ("Investigación científica del Antiguo Testamento" de Wilson, y "Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento" y "Enciclopedia de dificultades bíblicas" de Archer, respectivamente). Y nadie puede dudar de la solvencia académica y filológica de estos expertos profesores especialistas en lenguas antiguas (Wilson en 45 lenguas, y Archer en 26). El tratamiento de Wilson sobre cada uno de los supuestos y alegados arameísmos tardíos es minucioso y contundente. Véase también al respecto su colección de artículos sobre el tema publicados en 1925 en la Revista Presbiteriana. Por otra parte, los términos salomónicos que reconoce E. Young en Cantar de los cantares, son los mismos que reconoce Archer en Qohelet. La discusión filológica modernista, que a su vez ha sido sometida también a la crítica, ha devuelto, desde la academia y la más reciente arqueología, la bandera de la vanguardia, irónicamente en los tiempos del post-modernismo, otra vez a la tradición judeo-cristiana más conservadora.


Gino Iafrancesco V., octubre de 2009, Bogotá D.C., Colombia.

CONFLICTO DE PARADIGMAS (6)

CONFLICTO DE PARADIGMAS

 

(6)

 

Quizá sea necesario, para mayor claridad de algunos de nuestros lectores, ampliar un poquito más lo relativo al conflicto de paradigmas en el área de la bibliología; especialmente en el campo de la Alta Crítica del Pentateuco. Los críticos modernistas liberales acostumbran negar la autoría mosaica del Pentateuco, colocando su aparición en tiempos tardíos, y a partir de varios documentos inconexos [JEPD]; lo cual ha dado en llamarse "hipótesis documentaria", aunque en verdad debiéramos llamarles en plural documentarias, por el altísimo número de conjeturas mutuamente excluyentes. Pero lo más delicado de la gran mayoría de ellas es que contradicen a Jesucristo y a las mismas claras declaraciones inspiradas de las Sagradas Escrituras. Tales conjeturas documentarias son, pues, apóstatas abiertamente. El más connotado crítico en estos respectos, la montaña más alta de la cordillera modernista liberal, ha sido, sin lugar a dudas, Julius Wellhausen, que perdió la fe en su juventud en el mismo seminario.

 

El primer traspié de la mayoría de estos críticos ha sido su antisobrenaturalismo. Como si Dios mismo no pudiese ser sobrenatural. Tal tipo de crítica surgió en la época del deismo, cuya tintura era precisamente esa, expulsar a Dios del circuito de la naturaleza. Al respecto valdría la pena leer la obra de C. S. Lewis, titulada "Milagros", el mismo título de la de Rudolph Bultmann ya dentro del campo de la pretendida desmitologización. Pero un Dios sin milagros y sin intervención directa y soberana en la naturaleza y en la historia, ese sí que sería un verdadero mito. A partir del antisobrenaturalismo, y desechando por lo cual el milagro en la historia, se ha pretendido reconstruir la historia con nuevas conjeturas basadas en las presuposiciones teóricas hegelianas. Wellhausen reconocía sus deudas con Vater y Hegel. Pero haciendo caso omiso, o desconociendo los asertos de la arqueología, que sale siempre en defensa de la tradición y contra el modernismo.

 

La arqueología dio, pues, el golpe de gracia a las teorías wellhausianas que negaban la capacidad escrituraria de los tiempos mosaicos. Bueno es, pues, leer a Wiseman, Sayce, Petrie, Langdom y otros historiadores y arqueólogos que demuestran con los monumentos la antigüedad de la escritura en tiempos premosaicos patriarcales e incluso antediluvianos.

 

Si se comprende, lo cual es muy fácil, que los antiguos documentos patriarcales y mosaicos tuvieron varias ediciones en los mismos tiempos de Moisés, Josué, Samuel, los cronistas inspirados de la monarquía, Jeremías y Esdras, y que tales ediciones de los Textos arcaicos pusieron en ciertas ocasiones al día tales Textos para mejor comprensión de sus lectores contemporáneos, podrá verse que no se puede datar el Texto arcaico completo en base a su última actualización, como hacen los modernistas, en contravía de las evidencias arqueológicas. Basta leer las demostraciones de Yahuda, mostrando la correspondencia del Pentateuco con su ambiente sinaítico y egipcio de flora, fauna y cultura, para ver lo ridículo de querer fecharlo en datas posteriores. Lo mismo hace, al respecto de la filología, Robert Dick Wilson, una de las mayores autoridades universales en lenguas antiguas. Véase, por ejemplo, su obra "Una investigación científica del Antiguo Testamento".

 

Igualmente, los modernistas acostumbran referirse a hipotéticas repeticiones que demostrarían varios documentos tardíos como fuentes. Pero tales supuestas repeticiones y duplicaciones han sido muy bien estudiadas y refutadas suficientemente, una por una, por variada serie de estudiosos. Véanse, por ejemplo, las respuestas, caso por caso, de Ch. Aalders, profesor de la Universidad Libre de Amsterdam, en su obra "Una corta introducción al Antiguo Testamento". También el profesor de Princeton y Westminster Oswald T. Allis ha tratado tales asuntos con mucha solvencia en obras tales como "Los cinco libros de Moisés" y otras. 

 

El asunto del variado uso de diferentes nombres divinos ha sido tema constante de la escuela conservadora alemana de Hengstemberg. Véase, por ejemplo, la disertación de éste último al respecto de los nombres divinos, en sus Disertaciones sobre la genuinidad del Pentateuco. Igualmente, el pretendido alegato modernista del supuesto silencio de los profetas acerca de la Ley, ha sido refutado también por la escuela de Hengstemberg. Véanse sus trabajos demostrativos, por ejemplo, acerca de las Trazas del Pentateuco en Oseas, Amós, Reyes...etc., o los trabajos de William Henry Green en Moisés y los profetas. Estos autores no han sido refutados. Tales son sus evidencias.

 

Mucho más podría decirse al respecto, con el respaldo de la erudición conservadora. Basta un poco de buena voluntad para acceder a estas evidencias. Pero al mismo tiempo, "no hay peor ciego que aquel que no quiere ver". Por eso repiten los ciegos los argumentos ha tiempo refutados por los conservadores; argumentos apóstatas que aparecen repetitivamente de nuevo en la boca de la mala voluntad de los críticos modernistas liberales. Como si ignorando las evidencias y la arqueología pudiesen sepultar la luz. Pero basta una pequeña candela para desgarrar el tétrico coro de la oscuridad.

 

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Gino Iafrancesco V., Bogotá D.C., Colombia, 23/V/2009.

CONFLICTO DE PARADIGMAS (5)

CONFLICTO DE PARADIGMAS

(5)

Todavía dentro del asunto del conflicto de paradigmas, en el área de la cosmogonía y principalmente de la bibliología, donde la apostasía escogió  asentar sus reales, es necesario considerar algunos hechos, además de los ya relacionados con el evolucionismo, y con la revelación general encarada por la teología natural. La bibliología se encuentra precisamente en el centro del huracán del conflicto de paradigmas.

Tomando la antorcha de manos de D. J. Wiseman (Nuevos descubrimientos en Babilonia acerca de Génesis), R. K. Harrison (Introducción al Antiguo Testamento), y en parte también de A. H. Sayce (La Alta Crítica del Pentateuco y los Monumentos), principalmente, en las áreas de la arqueología bíblica y de la Alta Crítica, tenemos los hechos de los descubrimientos arqueológicos que nos ayudan a entender mucho mejor los asuntos relacionados  con los llamados Toledot de Génesis y siguientes. La palabra hebrea Toledot, bien puede traducirse Relaciones, pues incluye relatos, historias, orígenes, generaciones, genealogías, ascendencias, descendencias, etc. Tales Toledot, de los que en Génesis fueron incorporados por Moisés alrededor de uma decena, conformarían tabletas arqueológicas típicas provenientes de la antigüedad patriarcal, actualizadas dentro de una redacción fluída por las ediciones mosaicas, josueicas y samuélicas principalmente.

Los principales Toledot de Génesis son los siguientes: (1) Libro de las Relaciones de los Cielos y la Tierra, según el veterano texto septuagíntico, (2) Libro de las Relaciones de Adam, (3) Relaciones de Noé, (4) Relaciones de los hijos de Noé, (5) Relaciones de Sem, (6) Relaciones de Taré, y luego del Ciclo de Abraham y anterior al Ciclo de José: (7) Relaciones de Ismael, (8) Relaciones de Isaac, (9) Relaciones de Esaú y (10) Relaciones de Jacob. Siendo los autores de las tabletas arqueológicas los mismos autores patriarcales mencionados, aunque con las ya susodichas actualizaciones editoriales inspiradas de Moisés, Josué y Samuel principalmente.

Muy diferentes a las consideraciones científicas arqueológicas han sido las innumerables conjeturas desde Astruc, Ilgen, Eichorn y las posteriores hipótesis documentarias Wellhausianas, donde el conflicto de paradigmas ha llegado a su cúspide. Con Julius Wellhausen y sus émulos principalmente en Alemania, se ha llegado a la mayor confusión y apostasía. No obstante, dentro de la misma Alemania surgió la reacción conservadora de Hengstemberg, principalmente en Sus Discertaciones acerca de la genuinidad del Pentateuco, seguido por Haevernick, Keil, Wilhem Möeller y Dreschler. Pero la antorcha de la corriente corrosiva modernista liberal alemana fue llevada a los países anglófonos por el Obispo Colenso, al que entonces hubo de hacerle frente William Henry Green, en su obra El Pentateuco vindicado de las dispersiones del obispo Colenso, como también a otros seguidores anglófonos. La obra de William Henry Green ha sido sobresaliente al respecto, destacándose dentro del género varias obras suyas tales como: Moisés y los Profetas, Las Fiestas hebreas, Introducción al Antiguo Testamento (El Canon y el Texto), y principalmente sus últimas obras La Alta Crítica del Pentateuco y La unidad del libro del Génesis.

Para aquella época ya había surgido en Princeton la reacción al liberalismo teológico. Al principio Princeton se había caracterizado por la bandera de la ortodoxia conservadora, como en los tiempos de Hodge, Alexander y Barfield; pero cuando la facción modernista liberal del presbiterianismo exigió representación en Princeton, entonces el cristianismo bíblico reaccionó mostrando las grandes diferencias entre la religión revelada y el humanismo liberal. Gresham Machen hizo historia con su libro Cristianismo VS liberalismo y con sus gestiones, de manera que la corriente conservadora de Princeton derivó casi en su mayoría en la nueva línea de Westminster. El Libro de N. Stonehouse acerca de Gresham Machen da buena cuenta histórica de estos acontecimientos.

Fue entonces que, ya una vez muerto William Henry Green, le sucedió en su cátedra el famoso erudito conservador y gran filólogo Robert Dick Wilson. Son muy recomendadas entre sus obras: Escolar el Alto Criticismo?, Uma Investigación Científica del Antiguo Testamento, y la excelente obra Estudios en Daniel. Robert Dick Wilson continuó, pues, y actualizó la obra de William Henry Green. A su vez, Edward Young (Introducción al Antiguo Testamento) continuó y actualizó la obra de Robert Dick Wilson. Igualmente, Gleason Archer (Reseña histórica de uma Introducción al Antiguo Testamento) continuó y actualizó la obra de Edward Young. Esta ha sido, pues, la ruta de relevos en este avance de la antorcha conservadora que defiende el paradigma de la Simiente de la mujer, frente a los conjeturales movimientos incrédulos del paradigma de la serpiente apóstata, en este importantísimo campo de la bibliología.

La escuela de Wellhausen y sus émulos ha sido también además abatida por numerosos trabajos de muchos otros eruditos conservadores. Destacamos aqui los vários trabajos de Harold Wiener, septuaginista y principalmente desde la baja crítica, Aalders (Uma corta introducción al AntiguoTestamento, aunque breve, muy concisa y útil), O. T. Allis (Los 5 libros de Moisés). El trabajo de Josh McDowell frente a los críticos contra el Nuevo Testamento es valioso; como también el trabajo de Herman Ridderbbos contra Bultman.

Jesús dijo: "He aqui yo les envio sábios y escribas; y de ellos a unos mataréis y a otros perseguiréis de ciudad en ciudad". Quiera Dios que el trabajo importantísimo de estos santos sea aprovechado antes de que muerda la serpiente.

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Gino Iafrancesco V., 30-03-2009, Monte Mor SP Brasil.