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CONFLICTO DE PARADIGMAS (4)

CONFLICTO DE PARADIGMAS (4)

CONFLICTO DE PARADIGMAS

(4)



Con otro de los centenarios de Charles Darwin, comienzan a aparecer cantidad de nuevos panegíricos, llenos de entusiasta fe evolucionista; pero como generalmente lo hacen, siguen también vacíos de verdaderas respuestas científicas. La insistente fe evolucionista y su forzado entusiasmo a manivela, solo presenta frases altisonantes pretendiendo dar por sentado lo indemostrado, y peor aún, lo refutado; al mismo tiempo que procuran ignorar u ocultar el verdadero involucionismo de la historia real del darwinismo. Es la nota común de la intolerancia pro-darwinista, pontificar y al mismo tiempo denigrar, al mejor ejemplo de la superstición barata, como si el disfraz de “científico” fuero lo mismo que serlo. La carencia de argumentación seria es lo más notorio en estos panegíricos. Se ataca con intolerancia, mas no con ciencia, al creacionismo, pero no se responden sus argumentos. Richard Dawkins, el más caracterizado y actual pontífice militante del evolucionismo ateo, ni siquiera quiere conversar con quien cree en Dios; simplemente le da la espalda. Esa es toda su argumentación. En vez de panegíricos y displicencias, desearíamos ver cómo se responde científicamente a la seriedad de los argumentos que desde su inicio se han levantado contra el evolucionismo. Ya estamos cansados de meras asunciones y pataletas.

El propio Charles Darwin, cuyo evolucionismo juvenil se basaba más que todo en la llamada “selección natural”, destacó el mismo el punto flaco de su propia hipótesis. Se atuvo a la paleontología, pero esta no resultó ser su amiga. Mucho menos la genética. Precisamente en ese campo comenzó la historia de la involución del darwinismo. Mendel y las leyes de la genética fueron de los primeros que forzaron el comienzo del continuado revisionismo involutivo del darwinismo. El revisionismo Lamarckiano pretendió entonces que los caracteres adquiridos gracias a la influencia del medio ambiente serían heredados; pero fueron muchos los ratoncillos de laboratorio que dejaron sin cola al nacer, por generaciones, pero los genes seguían produciendo colas. La derrota del Lamarckianismo derivó entonces en la llamada hipótesis de la “ortogénesis”, a la que no tardó mucho en intentar refutar Hugo De Vries con la nueva hipótesis de las mutaciones a gran escala, los monstruos viables. ¡Cuan grande fe! Y ¡Cuan variable! Jean Piaget, en su obra “Epistemología del pensamiento biológico”, al contrastar y analizar las diversas hipótesis evolucionistas, cerca de 40 diferentes, concluye que el biólogo no toma sus datos de la realidad, sino que proyecta sobre esta sus propias presuposiciones.

Las respuestas a Dawkins, y todavía mucho más, las preguntas de autores como Phillip Johnson, han sido sumamente serias. Requieren mucho más que las espaldas y el sarcasmo intolerante. Los asertos de Phillip Johnson no han sido respondidos con altura, que yo sepa, por ninguno de los panegiristas modernos del darwinismo. Repásense, por favor, lentamente los argumentos de Phillip Johnson, en obras suyas tales como: "Darwin a la prueba”, “Ciencia, intolerancia y fe”, “Las preguntas ciertas”, etc., para constatar y ver si en los panegíricos de centuria se vislumbra alguna respuesta científica. Lo mismo acontece con las obras de los defensores del diseño inteligente, tales como Charles B. Thaxton (El Misterio del orígen de la vida), William Dembski (Diseño inteligente), Michael Behe (La caja negra de Darwin), que son vilipendiados de “creacionistas”, pero no refutados ni respondidos con argumentos científicos. En estos días, mientras la obra del ferviente pontífice Dawkins: “El Delirio de Dios” se convierte en best seller, sus propios compañeros de profesorado en Oxford, los doctores Alister & Johanna McGrath escribieron una acuciosa respuesta titulada: “El Delirio de Dawkins”, cuya lectura recomendamos. Como buen atalaya de las publicaciones al respecto de los desarrollos actuales, sobresale desde España la obra del biólogo Dr. Antonio Cruz: “Darwin no mató a Dios”, como pretende el deseo de los panegiristas. Igualmente de valor son sus numerosos artículos permanentes publicados en internet.

Después de la demoledora realidad demostrada por Rudolf Clausius dentro del campo de la ciencia termodinámica, en especial la segunda ley, la de la entropía, y cómo esta afecta terriblemenbte las ínfulas de la hipótesis evolucionista, se le otorgó apresuradamente el premio Nobel a Illia Prigogine, por especular, aunque por varios años alejado del laboratorio, sobre cómo la llamada “negato-entropía” hubiera podido vencer a la entropía. Lo que no hicieron igualmente notorio los premiantes fue la refutación de las especulaciones de Prigogine realizada por los Ph.D. Dres. Henry Morris y Duane T. Gish. No he visto ninguna refutación científica del trabajo de estos últimos, acerca de lo cual puede leerse en: “La Termiodinásmica y el origen de la vida” I y II respectivamente.

El conflicto de paradigmas da cuenta, pues, de los alinderamientos actuales en la batalla entre creacionismo y evolucionismo. El paradigma de La Simiente de la Mujer es creacionista; el paradigma de la serpiente y su simiente es evolucionista; si bien, dentro de la referida involución histórica del darwinismo, se ha dado lugar también espacio para un intento de “reconciliciación” en el llamado “evolucionismo teísta”, como el actual del director del proyecto Genoma Humano, Dr. Francis S. Collins, en su libro: “El Lenguaje de Dios”, donde reconoce a Dios, y la deuda del científico con los escritos de C. S. Lewis. Pero Yahveh Elohim dijo claramente que pondría enemistad, y no reconciliación, entre los dos paradigmas primigenios y sustentatrices. No olvidemos lo ya sabido acerca de Charles Darwin mismo en su ancianidad; como llamó a su casa a Lady Northfield para pedirle que dirigiera estudios bíblicos en su propia morada. Ella lo encontró absorto en la que él mismo llamó “majestuosa” Epístola a los Hebreos; y cuando ella le reportó lo que se hacía con su hipótesis, el anciano Darwin se lamentó muy preocupado por el hecho de que los hombres hubieran tomado como religión “los inmaduros pensamientos de su juventud”; en sus propias palabras.

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Gino Iafrancesco V., Bogotá D.C., Colombia, 2009-02-09.

LA VERDADERA HISTORIA



LA
VERDADERA HISTORIA



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La verdadera historia
no es la que registran los hombres, sino la que registra el Cielo. No obstante,
el significado celestial de la historia depende de lo acontecido en la tierra. Por
eso está escrito de la apoteosis del Cordero lo siguiente: “Digno eres de tomar el Libro y de abrir sus
7 Sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre los redimiste para Dios,
de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y los hiciste para nuestro Dios
Reino y sacerdotes, y reinarán sobre la tierra
” (Ap.5:9b-10).



 



Porque fue inmolado
en la tierra, entonces es digno en los Cielos de tomar el Libro y abrir sus Sellos.
Con la sangre derramada en la tierra, el Cordero hizo para Dios en el Cielo,
con gente de toda la tierra, Reino y sacerdotes. Sin esa sangre no hubieran
sido hechos tales, sino que se hubieran hundido y desecho en sus pecados. Pero
el Cordero, por Su sangre, los hizo Reino y sacerdotes para Dios el Padre; para
que vivan en la tierra como se vive en el Cielo, y expresen el Cielo en la
tierra.



 



La historia del Reino
de los Cielos, que se escribe en ellos, se gesta, no obstante, en la tierra.
Podríamos decir, en otro sentido, que aunque su registro auténtico está en los
Cielos, no obstante, se escribe en la tierra. ¡Cuán importante es este pequeño
paso por la tierra! Aquí se juega la eternidad.



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Gino Iafrancesco V.,
28-VII-2008, Bogotá D.C., Colombia.



BREVE INTRODUCCIÓN AL DISCERNIMIENTO DEL CONFLICTO DE PARADIGMAS (3))

BREVE INTRODUCCIÓN AL DISCERNMIENTO

DEL CONFLICTO DE PARADIGMAS

(3)

 

 

Distinción entre revelación general y revelación especial.-

 

Como metodológicamente correspondería, antes de adentrarnos un poquito en las consideraciones de bibliología histórica, como campo especial donde se da el conflicto de paradigmas, convendría no pasar por alto la necesaria antesala de lo que ha sido llamado la revelación general y su conexión con la teología natural. Por una parte, desde los albores mismos de la humanidad, ha acompañado al hombre la revelación divina especial (Gn.2:16-18; 3:8-19, 21-24; 4:6-16; 6:13-22; 7:1-5; 8:15-17; 9:1-17).

 

Ésta última, como testimonio de la intervención actuada y hablada de Dios directa y personalmente para con el primer hombre, y los demás, desde el principio, se distingue del testimonio indirecto, esperando ser deducido y percibido por el hombre, acerca de Dios, a través de las huellas divinas en la naturaleza (Job 12:7-9; Salmo 19:1-4ª; Hchs.14:17; 17:26-29; Rom.1:18 a 2:16). Así, pues, que, por una parte, hay una diferencia cualitativa entre la revelación meramente general a todos los hombres, por medio de las cosas creadas, y la revelación especial como intervención histórica y redentiva, además de directa y canónicamene registrada, en la historia humana, que ahora podríamos llamar sagrada, dirigida también a todos los hombres sin excepción (Ezq.33:11; Mr.16:15, 16; Hchs. 17:30, 31; Col.1.28; 1Tim.2:4; 2ªPd.3:9; 1Jn.2:2).

 

Distinción entre revelación general y teología natural.-

 

Por otra parte, también existe, como bien lo señala G. C. Berkouwer juntamente con su bibliografía comentada, especialmente en sus Estudios de Dogmática, una distinción ontológica y epistemológica entre revelación general y teología natural. Revelación general se refiere al hecho divino de la intención cumplida de Dios de revelarse, aunque solo sea parcialmente, aunque también verdaderamente, por medio de sus obras creadas. En cambio, teología natural se refiere al percibir humano de esa revelación general. La falta, en el barthianismo, de esa distinción ontológica y epistemológica necesaria, hicieron que el moderno asalto de Karl Barth a la teología natural, resultase neutralizado. Ni siquiera Calvino, al que pretendía en parte regresar Barth, tuvo tal confusión epistemológica, de confundir los planos de la oscura percepción humana y el hecho divino y objetivo de la revelación. La ceguera del hombre caído no disminuye la realidad objetiva del actuar divino; y por lo contrario, conmueve a Dios para un actuar mayor. Por eso aparece la escala ascendente desde la revelación general hacia la especial, y a su vez, de éstas hacia la iluminación progresiva, no tan solo en el plano de la gracia soberana, sino también en el plano del carácter divino que soberanamente decidió tener en cuenta trascendentalmente la responsabilidad humana, capacitada ahora por la divina gracia común. El Dios soberano, como Novio que espera el sí de la Novia, escogió, por dignidad, la colaboración humana, y no desiste de ella, ni siquiera después de la caída del hombre. Por eso la gracia divina capacita de nuevo universalmente para la responsabilidad, pero no la sustituye (A Tito 2:1). Por eso mismo también, por causa de la responsabilidad capacitada por la gracia común, y que recibe (Jn.1:12) o afrenta la gracia divina (Hchs.7:51; Heb.10:29), existe igualmente el justo juicio divino. Fue, pues, la misma soberanía divina la que constituyó en trascendental a la responsabilidad humana (Mt.16:24; 19:211; 20:27; 21:28-32; 23:37; Mr.8:34 35; 9:35; 10:43, 44; 14:7; Lc.13:34; Jn.7:17; Dt.20:19; Ap.22:17), aunque ésta última, con toda su sola fuerza, no sea capaz de salvar al hombre (Jn.6:65; 15:5c; Rom.8:8, 7; 9:16) . La redención en Cristo, recibidos (Cristo y redención) por fe, y fe dada universalmente a todos con el testimonio y la resurrección históricos y objetivos de Jesucristo (Hchs. 17:31), es la única fuente de salvación, pues no hay lugar para la jactancia humana, como enseña el apóstol Pablo (Rom.3:27), en el don de la fe que viene por el oir el testimonio de Dios (Rom.10:17).

 

 

 Legitimidad de la revelación general reconocida divinamente.-

 

Es la misma revelación divina especial, canónicamente registrada en las Sagradas Escrituras bíblicas, la que nos señala el lugar legítimo de la revelación divina general a través de la naturaleza. No podemos pasar por alto las declaraciones de Jesús, de Pablo, de los salmistas y escritores sapienciales, etc., divinamente inspirados, que nos hablan de la intención divina de dejar Sus huellas mimetizadas en todas Sus obras. La firma de Dios está allí para ser primeramente sospechada, entonces buscada, entonces encontrada y escudriñada, a manera de clave gravitatoria que nos atrae hacia Él mismo. Este campo es, pues, también, una antesala que deja al hombre sin excusa. Si bien, también debemos tener en cuenta el hecho de que el hombre caído no conoció suficientemente a Dios por su sabiduría meramente humana (1Cor.1:21). Ésto, por culpa del hombre mismo; no por carencia de revelación objetiva. Como dice el dicho popular: “No hay peor ciego que aquel que no quiere ver”. Así que los ataques de la llamada “ilustración” a los tradicionales argumentos teológicos, se descubren como meras falacias escapatorias y culpables, que apenas muestran la deslealtad humana a Dios.

 

Analogía del amor y la luz.-

 

Como dijo Jesucristo: “Sin causa me aborrecieron” (Jn.15:25b). Y también dijo: “Esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios” (Jn.3:19-21).

 

No es de extrañar, en este contexto, entonces, el por qué del conflicto de paradigmas. La hostilidad, sin causa, injusta y perversa, contra Dios, se convierte en hostilidad contra Jesús y los Suyos. “No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mi me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.../...Si fuérais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mi me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a mi, también a mi Padre aborrece. Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mi y a mi Padre...” (Jn.7:7; 15:19-24).

 

En el fondo, es una cuestión de amor. Cuando Judas Tadeo Lebeo, hermano de Jesús, le preguntó: “¿Cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?” (Jn.14:22), Jesús le respondió haciendo diferencia entre aquellos bajo el paradigma de  la “Simiente de la Mujer”, Sus discípulos, y aquellos del paradigma “de la serpiente”, los hijos del diablo, cuyos deseos quieren cumplir, de sustituir a Dios por sí mismos, haciéndose a sí mismos dioses. “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del que me envió” (Jn.14:23, 24).

 

Frente, tanto a la revelación general, como a la especial, ¿por qué hay alinderamientos diferentes? Principalmente por causa del amor o no a Dios. Tal amor o des-amor se encuentra detrás de la formulación de cada paradigma, sea el que sea, tanto en lo genérico, como en lo minucioso. Las justificaciones conceptuales tienen como base este amor, o esta carencia de amor. “Los limpios de corazón verán a Dios” reza la bienaventuranza cristiana.  ¿Por qué no oís vosotros mis palabras?, dice el Señor, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas conocen mi voz y me siguen y al extraño no seguirán, porque no conocen la voz de los extraños. En este campo juega un papel importantísimo el conocimiento por el Espíritu; algo que los electores del árbol que mata no conocen. No ven, porque no quieren; para no ser estorbados en sus egolatrías. No importa cuanto disfracen eruditamente su miseria; su erudición no puede esconder las plumas de su des-amor. Un paladar espiritual aguzado puede discernir el espíritu motriz de toda clase de argumentación. Esta epistemología espiritual, fácil a los niños, ha sido desechada por aquellos que por ella son descubiertos y expuestos. Lo demás es cuento, o tragedia.

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Gino Iafrancesco V., 11 de diciembre de 2008, Bogotá D.C., Colombia.

 

RETORNO DE ISRAEL (1)

Pendón, Silbido, Señal y Trompeta

Mesías, Espíritu, Redención, Evangelio.

 

por: Gino Iafrancesco V.

 

 

RETORNO DE ISRAEL

 

Los misterios de Dios están estrechamente relacionados entre sí, y cada uno de ellos es un capítulo necesario a la totalidad. No debemos olvidar ninguno de ellos, a la vez que no debemos considerar a ninguno de ellos aislado de los demás, ni sobredimensionarlo en detrimento de la armonía del cuadro completo. Claro está que no se puede tratar de todo al mismo tiempo, pero debemos prever que al considerar uno de los capítulos, al mismo tiempo se tengan también en cuenta los demás. La razón de este preámbulo es para que podamos considerar el misterio de Israel dentro del amplio contexto de los misterios de Dios. Éstos comienzan y terminan con Dios mismo: el misterio de Dios a consumarse, el misterio de Dios: Cristo, el misterio de la voluntad divina, el misterio de la economía divina, el misterio de la piedad, el misterio del evangelio, el misterio de la fe, el misterio de Cristo: la Iglesia, el misterio del matrimonio, el misterio de las siete estrellas en la diestra del Hijo del Hombre y de los siete candeleros, el misterio de la sabiduría divina oculta predestinada para la Iglesia, el misterio del reino de Dios, el misterio de Israel, el misterio de las naciones, el misterio de la mujer y de la bestia que la trae, el misterio de Babilonia, el misterio de la iniquidad, el misterio de la final trompeta.

 

En trabajos anteriores hemos dedicado tiempo a todos estos respectos, especialmente en los libros: "La Administración Apostólica de los Misterios de Dios" y "Los Misterios del Reino de los Cielos en las Parábolas del Señor Jesucristo", además de consideraciones, exhaustivas o no, de varios de los aspectos fundamentales de la economía divina, y del lugar central de Cristo y la Iglesia en ella, que se pueden ver en los escritos exegéticos, teológicos, antropológicos, cristológicos, pneumatológicos, soteriológicos, eclesiológicos, escatológicos, filosóficos y poéticos de este autor. Por eso, al tratar ahora un poco más acerca del necesariamente contemporáneo misterio de Israel, remito a los lectores a la ambientación complementaria de todo lo que ya antes de esto se ha tratado. No consideraremos este misterio in vacuo ni aisladamente, sino como algo que tiene necesariamente un apropiado lugar en la revelación divina y que no debe ser ignorado. El apóstol Pablo, en su sobresaliente epístola a los romanos, después de tratar de asuntos de primera magnitud acerca del evangelio, y un poco antes de considerar aspectos prácticos de la vida del cuerpo de Cristo, se ocupó del misterio de Israel escribiendo: "Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos:…" (Rom.11:25a). Si, pues, alguno piensa y siente que puede seguir ignorando esto, permítame decirle que yo personalmente, en conciencia y comisión[1],  no puedo hacerlo. No quiero dejar de anunciar todo el consejo de Dios que me ha sido encomendado.

 

Así que pasaré inmediatamente, para esta hora coyuntural presente, a considerar el divino tema revelado de la elección de Israel, de su lugar en la estrategia divina, de su endurecimiento parcial en relación a la primera venida del Mesías en aras de la inclusión de los gentiles en el misterio de Cristo, y entonces, principalmente, por causa de la coyuntura presente, pasaremos a considerar de su restauración tras la trasgresión y defección, de su admisión tras la exclusión, y de su reinserción tras el desgajamiento. Ante el contexto complejo y completo del misterio de Israel en todas las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos, no podemos, basados en una interpretación in vacuo de la parábola mesiánica de los labradores malvados, pretender cerrar definitivamente el caso con una teología del reemplazo absoluto de Israel. Ciertamente el Mesías dijo: "Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él" (Mt.21:43); pero, por el contexto íntegro de las Escrituras, y por la sujeción del Mesías a ellas, debemos comprender también el status transitorio de tal declaración, y su objetivo aleccionador para Israel: para despertarlos a celos. Tal despertamiento es el objetivo de la declaración mesiánica, y no su exclusión definitiva de las irrevocables promesas divinas. Tales promesas es necesario considerar atentamente. Todas ellas eran las que el apóstol Pablo tenía presentes al escribir acerca del misterio de Israel a los gentiles en su carta a los romanos.

 

Escribía allí (Rom.11) Pablo: "Digo, pues…", (ya que en el capítulo 10 había hablado de la contradicción parcial y temporal de Israel frente al evangelio); "¿Ha desechado Dios a Su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín". (Es decir, las iglesias de Judea, Samaria y Galilea, y los convertidos cristianos regenerados de entre los judíos por toda la tierra y la historia, demuestran que el endurecimiento de Israel es apenas parcial y temporal). "No ha desechado Dios a Su pueblo, al cual desde antes conoció". (Y aquí emplea Pablo la misma expresión que usa en relación a la presciencia divina, a Su conocimiento anticipado, para la elección y predestinación de la Iglesia). "¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado 7000 hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, en tropezadero y en retribución; sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y agóbiales la espalda para siempre". (Tal pasaje proviene de un Salmo mesiánico, donde se profetiza que pondrían hiel por Su comida y que en Su sed le darían a beber vinagre, como aconteció con Jesucristo, Hijo de David. El Salmo 69:23b decía: "Y haz temblar continuamente sus lomos"; lo que Reina y Valera (1960) en Rom.11:10b traducen inconsecuentemente: "…para siempre"; pero debiera ser, como allá, apenas "continuamente". Aunque claro está que los rechazadores del Mesías, en cuanto personas, perecen para siempre; mas Israel, como nación, tiene por gracia un remanente constante que desembocará, por fin, en la conversión de la nación). Sigue Pablo: "Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su trasgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos". (El tropiezo de la nación de Israel no es para caída definitiva de la nación, pues un remanente suyo ha recibido al Mesías; pero la trasgresión de rechazar al Mesías en Su primera venida, dio lugar a que Dios también los provocara a celos, abriendo la puerta de la salvación a los gentiles, tal como lo había prometido por medio del Cántico de Moisés en Deuteronomio 32:21: "Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, los provocaré a ira con una nación insensata"; y muchas más cosas dice el Cántico de Moisés al respecto, añadiendo también allí que se retendría de raerlos por completo, para que sus enemigos no se vanagloriaran, y entonces se arrepentiría y haría expiación por ellos y los vengaría de sus enemigos, mandando a las naciones alabar a  Israel). Por eso continúa Pablo enseñando que la trasgresión de Israel resultó en la riqueza del mundo, y su defección en la riqueza de las naciones. Y evangelizaba también para provocar a Israel a celos para salvación. Y entonces exclama: "¿Cuánto más su plena restauración?" Si la trasgresión y la defección de Israel resultaron en riqueza para las naciones insensatas en su idolatría, ¡qué mejor será la plena restauración de Israel! Pablo, pues, espera la plena restauración de Israel, conforme al cuadro profético completo. Y añade: "Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?" Y asocia Pablo aquí la admisión de vuelta de Israel con el lenguaje profético de Ezequiel cuando Dios proclamó: "Así ha dicho Yahveh Adonai: He aquí Yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que Yo soy Yahveh, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que Yo Yahveh hablé, y lo hice, dice Yahveh" (Ezq.37:12-14), en el contexto de la Visión del valle de los huesos secos.

 

Vemos, pues, que Pablo hasta aquí ya ha hablado inspiradamente, y sobre la base de los profetas, de la admisión de Israel y su plena restauración. Por lo tanto, la teoría del reemplazo absoluto de Israel, no es consecuente con el tenor general de las Escrituras inspiradas. Continúa entonces Pablo hablando de la santidad de la masa restante de donde se tomaron las primicias, y de la santidad de las ramas, gracias a la raíz. No todas las ramas fueron desgajadas, pues debemos recordar el remanente constante; por lo tanto, mediante la fe, y por eso hablamos abiertamente delante de Israel, habrá una reinserción nacional, conforme a las promesas y al pacto de Dios para con Israel. El misterio de Israel tiene, pues, en su final, tres partes principales: (1) Por sus pecados, el pueblo escogido, Israel, sería endurecido en parte, y entonces corregido y esparcido; (2) Serían entonces provocados a celos cuando Dios tomase un pueblo para sí de entre los gentiles; (3) Israel sería entonces plenamente restaurado como nación, volviendo de la dispersión, admitido al recibir la vida que viene del Mesías por Su Espíritu, y reinsertado en el reino de Dios. Todo esto debido al llamamiento y don irrevocables de Dios, por causa de la promesa a los patriarcas, y del celo de Dios por Su propio Nombre.

 

En cuanto al actual retorno de Israel, que es la coyuntura presente, y lo que a esto sigue, debemos recordar varias profecías que atañen a la tercera parte del misterio referido. Por Isaías dice Dios claramente: "En aquel tiempo el renuevo de Yahveh será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel. Y acontecerá que el que quedare en Sion, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes, cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion, y limpie la sangre de Jerusalén en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación…/… Acontecerá en aquel tiempo que la Raíz de Isaí, estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y Su habitación será gloriosa. Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Yahveh alzará otra vez Su mano para recobrar el remanente de Su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; sino que volarán sobre los hombros de los palestinos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab le servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. Y secará Yahveh la lengua del mar de Egipto; y levantará Su mano con el poder de Su Espíritu sobre el río, y lo herirá en sus 7 brazos, y hará que pasen por él con sandalias. Y habrá camino para el remanente de Su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto…/… Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto. ¿Acaso ha sido herido como el que lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron? Con medida lo castigarás en sus vástagos. Él los remueve con Su recio viento en el día del aire solano. De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol. Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas. Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó. Acontecerá en aquel día que trillará Yahveh desde el río Eufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno. Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Yahveh en el monte santo, en Jerusalén…/…Y los redimidos de Yahveh volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido…/…Del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: no detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice…/…He aquí éstos vendrán de lejos; y he aquí éstos del norte y del occidente, y éstos de la tierra de Sinimtus edificadores vendrán aprisaAlza tus ojos alrededor, y mira: todos éstos se han reunido, han venido a ti. Vivo Yo, dice Yahveh, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia. Porque tu tierra devastada, arruinada y desierta, ahora será estrecha por la multitud de los moradores, y tus destruidores serán apartados lejos. Y dirás en tu corazón: ¿Quién me engendró éstos? Porque yo había sido privada de hijos y estaba sola, peregrina y desterrada; ¿quién, pues, crió éstos? He aquí que yo había sido dejada sola; ¿dónde estaban éstos? Así dijo Yahveh Adonai: He aquí, Yo tenderé mis manos a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros. Reyes serán tus ayos, y sus reinas sus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que Yo soy Yahveh, que no se avergonzarán los que esperan en Mi…/…Ciertamente volverán los redimidos de Yahveh; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán…/…De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados…/…Dice Yahveh Adonai, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él sus congregados…/…Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? Ciertamente a Mi esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Yahveh tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia…/…Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones…/…Sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allí…/…¿Concebirá  la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos. Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? Dijo Yahveh. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? Dice tu DiosY pondré entre ellos señal, y enviaré a los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de Mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Yahveh…" (Is.4:2-4; 11:10-16; 27:6-13; 35:10; 43:5b-7; 49:12,17a,18-23; 51:11; 52:3b; 56:8; 60:4,8-10; 61:4; 65:9; 66:8b,9,19-20a).             

 

La Raíz de Isaí, Jesucristo, el León de la tribu de Judá, Heredero de todas las cosas, ya ha sido puesta por Dios como pendón a todos los gentiles, y por eso Su Iglesia se encuentra en todas las naciones. Una vez castigado Israel por sus pecados e incredulidad, el Mesías, cual pendón a las naciones, envía apóstoles a Occidente, al Norte de África, al Asia Menor, a Siberia, a Grecia, y a las costas lejanas, a publicar la gloria divina, y a portar la señal divina que indique que es la hora para que se recoja a los dispersos de Israel de nuevo a su tierra. Incluso los gobiernos de las naciones, amigos de Israel, han de colaborar en este asunto, para que los israelitas regresen a Israel desde Irak, Egipto, Eritrea, Etiopía, Asia Central, Kuwait, Siria, Líbano y ultramar, etc.. Los entendidos del plan divino deben cooperar para que las legislaciones contemplen el ayudar y apoyar al retorno de los israelitas a su tierra. Y no solo desde los ámbitos gubernamentales, sino también desde la filantropía civil. Entonces vuelven los dispersos de Israel a su tierra desde el Oriente, el Occidente, el Norte y el Sur, desde Sefarad y los principados de Tarsis, y desde la China y sus países vecinos, desde el Aquilón y desde el Austro. Las ciudades de Israel ya han sido reedificadas, y lo seguirán siendo. Palestina estará bajo la sombra de Israel, Jordania cederá, los gentiles ayudarán. La nación ya ha nacido, y no está más dividida en dos reinos, sino que es una sola, y acoge a sus hijos que vuelven desde todas las procedencias, circunstancias y mezclas. Dios corrige entonces a sus enemigos y opresores. Todo esto lo podemos comprobar de Isaías.

 

Ahora bien, en pleno tiempo de cautiverio y dispersión babilónica, también por Jeremías profetizó Yahveh: "Yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán. Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni serán menoscabadas, dice Yahveh. He aquí que vienen días, dice Yahveh, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En Sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y éste será Su nombre con el cual le llamarán: Yahveh, justicia nuestra. Por tanto, he aquí que vienen días, dice Yahveh, en que no dirán más: Vive Yahveh que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, sino: Vive Yahveh que hizo subir y trajo la descendencia de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde Yo los había echado; y habitarán en su tierra…/…Porque he aquí que vienen días, dice Yahveh, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Yahveh, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán. Estas, pues, son las palabras que habló Yahveh acerca de Israel y de Judá. Porque así ha dicho Yahveh: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz. Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros. ¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado. En aquel día, dice Yahveh sabaot, Yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, sino que servirán a Yahveh su Dios y a David su Rey, a quien yo les levantaré. Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Yahveh, ni te atemorices, Israel; porque he aquí Yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante. Porque Yo estoy contigo para salvarte, dice Yahveh, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo. Porque así ha dicho Yahveh: incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga. No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicamentos eficaces. Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan; porque como hiere un enemigo te herí, con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad y de la multitud de tus pecados. ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto. Pero serán confundidos todos los que te consumen; y todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; hollados serán los que te hoyaron, y a todos los que hicieron presa de ti daré en presa. Mas Yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Yahveh; porque desechada te llamaron, diciendo; Esta es Sion, de la que nadie se acuerda. Así ha dicho Yahveh: he aquí Yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia, y la ciudad será edificada sobre su colina, y el templo será asentado según su forma. Y saldrá de ellos acción de gracias, y voz de nación que está en regocijo, y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los multiplicaré, y no serán menoscabados. Y serán sus hijos como antes, y su congregación delante de Mí será confirmada; y castigaré a todos sus opresores. De allí saldrá su príncipe, y de en medio de ella su señoreador; y le haré llegar delante cerca, y él se acercará a Mi; porque ¿quién es aquel que se atreve a acercarse a Mi? Dice Yahveh. Y me seréis por pueblo, y Yo seré vuestro Dios. He aquí que la tempestad de Yahveh sale con furor; la tempestad que se prepara, sobre la cabeza de los impíos reposará. No se calmará el ardor de la ira de Yahveh, hasta que haya hecho y cumplido los pensamientos de Su corazón; en el fin de los días entenderéis esto. En aquel tiempo, dice Yahveh, Yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me serán a Mí por pueblo. Así ha dicho Yahveh: el pueblo que escapó de la espada halló gracia en el desierto, cuando Israel iba en busca de reposo. Yahveh se manifestó a mi hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en alegres danzas. Aún plantarás viñas en los montes de Samaria; plantarán los que plantan, y disfrutarán de ellas. Porque habrá día en que clamarán los guardas en el Monte de Efraín: Levantaos y subamos a Sion, a Yahveh nuestro Dios. Porque así ha dicho Yahveh: regocijaos en Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de naciones; haced oir, alabad, y decid: oh Yahveh, salva a Tu pueblo, el remanente de Israel. He aquí Yo los hago volver de la tierra del norte, y los reuniré de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer que está encinta y la que dio a luz juntamente; en gran compañía volverán acá. Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por Padre, y Efraín es mi primogénito. Oíd palabra de Yahveh, oh naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reunirá y lo guardará, como el pastor a su rebaño. Porque Yahveh redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él. Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Yahveh, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor. Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor. Y el alma del sacerdote satisfaré con abundancia, y Mi pueblo será saciado de Mi bien, dice Yahveh. Así ha dicho Yahveh: Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron. Así ha dicho Yahveh: reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Yahveh, y volverán de la tierra del enemigo.  Esperanza hay también para tu porvenir, dice Yahveh, y los hijos volverán a su propia tierra. Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: - me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque Tú eres Yahveh mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud.- ¿No es Efraín hijo precioso para Mí? ¿No es niño en quien me deleito? Pues desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente. Por eso Mis entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él misericordia, dice Yahveh. Establécete señales, ponte majanos altos, nota atentamente la calzada; vuélvete por el camino por donde fuiste, virgen de Israel, vuelve a estas tus ciudades. ¿Hasta cuándo andarás errante, oh hija contumaz? Porque Yahveh creará una cosa nueva sobre la tierra: la mujer rodeará al varón. Así ha dicho Yahveh sabaot, Dios de Israel: Aún dirán esta palabra en tierra de Judá y en sus ciudades, cuando Yo haga volver sus cautivos: Yahveh te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo. Y habitará allí Judá, y también en todas sus ciudades labradores, y los que van con rebaño. Porque satisfaré el alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida. En esto me desperté, y vi, y mi sueño me fue agradable. He aquí vienen días, dice Yahveh, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal. Y así como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Yahveh. En aquellos días no dirán más: los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera, sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera. He aquí que viene días, dice Yahveh, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron Mi pacto, aunque Yo fui como un marido para ellos, dice Yahveh. Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Yahveh: Daré Mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y Yo seré a ellos por Dios, y ellos Me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: conoce a Yahveh; porque todos Me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Yahveh; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. Así ha dicho Yahveh, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Yahveh sabaot es Su nombre: Si faltaren estas leyes delante de Mi, dice Yahveh, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de Mi eternamente. Así ha dicho Yahveh: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también Yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Yahveh. He aquí que vienen días, dice Yahveh, en que la ciudad será edificada a Yahveh, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Ángulo. Y saldrá más allá el cordel de la medida delante de él sobre el collado de Gareb, y rodeará a Goa. Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Yahveh; no será arrancada ni destruida más para siempre…He aquí que Yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los eché con Mi furor, y con Mi enojo e indignación grande; y los haré volver a este lugar, y los haré habitar seguramente; y Me serán por pueblo, y Yo seré a ellos por Dios. Y les daré un corazón, y un camino, para que Me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos. Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de Mí. Y me alegraré con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo Mi corazón y de toda Mi alma. Porque así ha dicho Yahveh: Como traje sobre este pueblo todo este gran mal, así traeré sobre ellos todo el bien que acerca de ellos hablo. Y poseerán heredad en esta tierra de la cual vosotros decís: está desierta, sin hombres y sin animales, es entregada en manos de los caldeos. Heredades comprarán por dinero, y harán escritura y la sellarán y pondrán testigos, en tierra de Benjamín y en los contornos de Jerusalén, y en las ciudades de Judá; y en las ciudades de las montañas, y en las ciudades de la Sefela, y en las ciudades del Neguev; porque Yo haré regresar sus cautivos, dice Yahveh.       



[1] La segunda noche de la Conferencia de Contagem del año 2007, el Señor Jesús me visitó en sueños y me entregó una caja de herramientas sobre las que sobresalía una llave inglesa, y me dijo: - el retorno de Israel.- Entonces desperté. Pero, además, el ministerio del cuerpo de Cristo no puede ignorar el neotestamentario misterio de Israel (Rom.11:25), sino que debe anunciar todo el consejo de Dios (Hchs.20:27; .Is.66:19,20;  Jer.31:7-10).

BREVE INTRODUCCIÓN AL DISCERNIMIENTO DEL CONFLICTO DE PARADIGMAS (1)

BREVE INTRODUCCIÓN AL DISCERNIMIENTO

DEL CONFLICTO DE PARADIGMAS


                                                                    (1)

 

 


Después de la caída del hombre, cuya realidad está muy bien documentada en nuestra propia condición humana, aparte de las declaraciones infalibles de la Palabra de Dios,  Yahveh Elohim se dirigió a la serpiente antigua, Satanás, con palabras muy solemnes. El enemigo realmente hizo muchísimo daño sometiendo al poder del pecado y de la muerte a la naturaleza humana, dejándonos destituídos de la vida y gloria divinas. Pero ese grande y terrible desafío a Dios y a Su propósito, ya era de antemano conocido por el único Señor, el cual lo permitió para hacer notorias Sus grandezas y Poder. Entonces, cometida ya la profanación, dijo Yahveh Elohim a la serpiente: "Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar" (Sefer Toledot Adam, Gn.3:14, 15).

 

A partir de entonces la serpiente se arrastra alimentándose del polvo de la tierra de que fue hecho el hombre; necesita del poder latente del alma del hombre para cabalgar. Los demonios necesitan de los cuerpos hechos del polvo, así sean cerdos, para canalizarse y hallar reposo. Los demonios se alimentan de la mesa de los demonios aderezada por los hombres; por lo cual se reúnen como moscas alrededor de los sacrificios idolátricos. La serpiente engañó a la frágil mujer; pero ahora, la frágil mujer, según la promesa proto-evangélica de Yahveh Elohim, concibió una Simiente, La Simiente de la Mujer, el Hijo de la Vírgen, Emanuel, que aplastó la cabeza de la serpiente, aunque fue herido en el calcañar; es decir, mientras quebrantaba la cabeza de la serpiente en la cruz. Entonces, también,  la enemistad que atravesaría la historia, entre la serpiente y la mujer, y sus respectivas simientes, comenzó. Caín, molesto por la insuficiencia de su justicia propia, se ensañó contra el heredero de la gracia, y lo mató. Caín también hubiera podido ser heredero de la gracia divina, si también se cubriese, como Abel, con la sangre del Cordero; pero prefirió escoger la senda errante de los que se alejan por sí mismos de la presencia de Yahveh Elohim, y pretenden vivir en base a sí mismos, sin alimentarse del fruto del árbol de la vida divina, disponible tras la reconciliación de la expiación, prefigurada en las ofrendas de Abel.

 

La enemistad, puesta por Yahveh Elohim entre las dos líneas y simientes, no ha dejado de circular por las páginas de la historia, sobre todo en lo que atañe al paradigma de la familia de los fieles a Dios, enfrentado al paradigma polifacético de los que, como hijos del diablo, sus deseos de desplazar y remplazar a Dios por sí mismos, quieren cumplir. En el meollo de la explicación de los distintos conflictos históricos, se encuentran estos dos paradigmas enfrentados: el divino y el de la serpiente. Escudriñados los motivos humanos tras sus mitologías, religiones, filosofías, teorías, políticas y culturas, etc., se descubre mimetizado en el fondo, uno u otro paradigma. Acerca, pues, de esa enemistad puesta por Dios, de esa guerra necesaria e ineludible, hay mucho que decir, y mucha tela que cortar. El trasfondo profundo de esa enemistad, se traslada a los distintos campos del saber y del vivir humano. Y no debemos ser ingenuos, pues la guerra ya nos rodea, y entre nosotros ya se encuentra milenios ha. Por eso La Simiente de la Mujer, Jesucristo, dijo claramente: "El que no es conmigo, contra mi es; y el que conmigo no recoge, desparrama" (Mt.12:30; Lc.11:23).

 

Hoy leemos u oímos de filosofías monistas, dualistas, panteístas, deistas, por un lado, o teistas, por otro; de evolucionismo, o de creacionismo; de alta crítica modernista liberal, o conservadora; de medicinas alternativas de trasfondo panteista y dualista, y hasta paranormal, o de procurar una ciencia objetiva e integral; por un lado, de antisobrenaturalismo y naturalismo a ultranza, o sobrenaturalismo, por el otro lado, etc. Todo este maremagnum de tendencias, incluso en las teorías económicas, esconde bajo sus espumas, el conflicto paradigmático de raíz proto-evangélica del que hacemos mención. Incluso también, con muchísima más razón, y por causa de una mayor cercanía al núcleo vital del asunto, las guerras de religión, incluso en su campo meramente cultural, se encuadran perfectamente dentro de este diagnóstico de orígen bíblico. El acatar o no a la Biblia como depositaria de la legítima y divinamente inspirada Palabra de Dios, está dentro del mismísimo meollo de la enemistad prevista. El terreno para todo tipo de hostilidad está perfectamente abonado, y es ingenuo pretender confiar en un contradictorio humanismo globalista meramente pragmático. ¿Pragmatismo en qué dirección?. Los humanistas globalistas pragmáticos, principalmente las élites usufructuarias, se levantan en su propio fundamentalismo draconiano, contra todos los demás fundamentalismos. Pues realmente la guerra es entre fundamentalismos, entre lealtades; y al final de todo, estas últimas lealtades se reducen a dos: para con Yahveh Elohim, o para con la serpiente. Valdría la pena continuar penetrando tras los velos de esta singular contienda.

 

Gino Iafrancesco V.

Colombia, Bogotá, 2008.

BREVE INTRODUCCIÓN AL DISCERNIMIENTO DEL CONFLICTO DE PARADIGMAS (2)

BREVE INTRODUCCIÓN AL DISCERNIMIENTO

DEL CONFLICTO DE PARADIGMAS

(2)

Regiones de campo.-

El amplio campo general, donde se pelean las grandes batallas de la fe, según una breve introducción al discernimiento del conflicto de paradigmas, podría subdividirse en varias regiones, de acuerdo al contenido, que podríamos llamar dogmático. Dogma se ha dado en llamar a cada una de las grandes verdades reveladas por Dios, y que se derivan directamente de las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, podríamos reconocer algunas regiones de ese campo general, en el mismo hecho de la Revelación Divina acerca de Dios mismo como Uno y Trino; igualmente en lo relativo a la Encarnación del Verbo de Dios, a la Expiación, a la Resurrección, al Espíritu, a la Justificación por la Fe, a la vida santa, al cuerpo de Cristo, al propósito eterno de Dios y el futuro. También, por otra parte, se reconocerían regiones especiales del campo de batalla, en aquellos respectos que han sido característicos del Judaismo y Cristianismo Bíblicos, tales como los conceptos mismos de revelación, creación y redención, que caracterizan a estas dos grandes religiones complementarias. Pero todos estos ítems fundamentales de la fe revelacional bíblica, que constituyen las columnas del paradigma llamado "de la Simiente de la mujer", en contraposición al llamado "de la serpíente", tienen su mismo nido en el hecho histórico de la existencia de las Sagradas Escrituras: El Antiguo y Nuevo Testamentos. De manera que la Bibliología llega a resultar el campo de batalla medular, la punta de lanza, donde se juega el pulso contra la apostasía y la herejía. Sí, la apostasía ha escogido como uno de sus blancos favoritos, la sacralidad de las Escrituras Judeo-Cristianas. Así como la herejía brota en las regiones de la hermenéutica.


La batalla alrededor de la Revelación Divina.-

Los grandes líderes que ha conocido la humanidad, a quienes los hombres siguen, y que se alínean bajo una u otra bandera paradigmática, desde la más arcaica antigüedad, alinderaron sus posiciones en relación a la Revelación Divina. El hecho, pues, de ésta, hace que los hombres se identifiquen o con el paradigma "de la Simiente de la mujer", o con el paradigma "de la serpiente". El Sefer Toledot Adam nos presenta el significativo relato primigenio del asalto de la serpiente a la inocencia humana. Por eso la Apocalíptica Sacra Neotestamentaria le llama al dragón como el engañador de las naciones. Y el Toledot recién mencionado y otros Rollos Sagrados (como Isaías y Ezequiel) nos desnudan el núcleo de la intención draconiana. Se intenta sustituir a Dios por el sí mismo, para lo cual se le tergiversa a Dios con el propósito específico de hacerle malentendido y desfigurar Su verdadero carácter y el de Sus propósitos. Y esto se realiza con el fin de usurparle la debida adoración. Esa es la raíz de la paganización, la cual está detrás de las teogonías y teurgias mitológicas. Teogonías en cuanto al supuesto orígen de los llamados dioses; y teurgias en cuanto a sus supuestas obras. La llamada Nueva Era de hoy, es apenas la misma vieja era de nuevo. A las teogonías y teurgias siguen las cosmogonías hasta desembocar en los variados evolucionismos actualizados. Tales son las raíces religioso-filosóficas y pseudo-científicas del paradigma draconiano contemporáneo.


Grandes influencias sobre la humanidad.-

Investigadores actuales y anteriores, colocan a Jesús, Mahoma e Isaac Newton, como las mayores influencias sobre la humanidad, seguidos quizá por Marx, Nietzsche, Freud y Darwin. Otros quisieran ver en esa lista privilegiada quizás a Moisés, Pablo y Lutero, a Buda y Zoroastro, Kant y Hegel, Kierkegaard o Heidegger, Einstein y algún otro moderno o posmoderno. Dificilmente todos estarían de acuerdo, por causa precisamente de la escogencia de paradigma en las simpatías de carácter personal. Dios mismo nos ha concedido este breve (en relación con la eternidad) paso por la vida, para que tengamos la ocasión de tomar posición personal, aunque Él soberanamente se reservó, por gracia y por derecho, a los niños y a los abortados, además de "la descendencia de la mujer" del apocalíptico proto-evangelio.

En cuanto a Jesús, el Señor Jesucristo, Su bibliología y Su hermenéutica fueron fideístas; es decir, fieles al contenido de la Revelación Divina en las Sagradas Escrituras. Enseñó que las Escrituras no pueden ser ignoradas, ni abrogadas, ni quebrantadas, sino que los cielos mismos y la tierra pasarían antes que fallase una sola yod o daguesh lane de ellas en cumplirse. Ante toda tentación respondió con el Escrito está. Y aún en Su resurrección histórica se ocupó de enseñar lo que las Escrituras decían. Así que el paradigma genuinamente cristiano es fiel a la mente de Cristo, pues es formada por Él.

Mahoma mismo confesó en el Korán al Señor Jesucristo como Verbo y Mesías ascendido que regresará, pero sin entender lo que eso significa; por eso son hoy los musulmanes, y no la cristiandad, los que guardan, en el Monte de los Olivos, la mezquita que recuerda Su ascención. Mahmud Amanidejad, líder chiita iraní actual, presidente de Irán, confesó recientemente en las Naciones Unidas, el retorno de Jesucristo acompañado del esperado Mahdi chiita.

Newton realmente se preocupó más de profecía que de la gravitación universal. Su libro de Principios Matemáticos de Filosofía Natural, según él mismo confiesa, era apenas para él un hobbie; lo que realmente le trasnochaba era entender a Daniel y al Apocalipsis de la Biblia. Su obra al respecto es sobresaliente y recomnedable especialmente al respecto del desarrollo de los 10 cuernos de la cuarta bestia de Daniel 7.

Marx, en su juventud, escribió acerca de las palabras de Jesús registradas por el Evangelio según Juan 15. Luego apostató y se declaró abiertamente poseedor de la espada del príncipe de las tinieblas, y cuya pasión era destruir el mundo que le estorbaba en su camino al caos y a la destrucción. La poesía de Marx habla más alto que su Capital y sus manifiestos controlados por Engels, el agente de la plutocracia que lo utilizaba.

Nietzsche, en el manicomio, y al final de su vida, con la mayor de sus corduras confiesa a Jesucristo, sin negarle los laureles de la victoria sobre su peor enemigo, según él mismo se decía antes; ahora prefiere deshacer el mito del anticristo para tristeza de sus biografos idólatras.

Freud se desmaya en los brazos del Jung que capitanea el mundo del ocultismo y confesó ver de lejos, en sus experiencias paranormales, a la ciudad celestial, a la cual también confesó no tener acceso.

Darwin confiesa, preocupado en su ancianidad, a Lady Northfield, mientras estudia la Epístola a los Hebreos, que sus escritos evolucionistas eran pensamientos inmaduros de su juventud que habían sido convertidos en religión por los hombres.

Moisés confiesa que el Mesías vendría y era necesario oirle para no ser desarraigados. Pablo vive en Cristo y para Cristo. Lutero, procurando entender a Pablo, se declara también verdaderamente cristiano. Buda, en su antropología atea, busca escapar. Zoroastro aprende de Daniel, jefe suyo en Persia, y su escatología integra en el Yasna, Bundahish y Zend Avesta la esperanza mesiánica de Daniel, que los magos de la estrella de Belén siguen. Kant se doblega moralmente a la crítica de la razón práctica. Hegel se pretende la manifestación divina, cual la serpiente. Kierkegaard prefiere dar el salto de fe en su existencialismo teológico. Heidegger, agnóstico, se vuelve a la poesía, y confunde a Bultman. Einstein dice apenas entender los bordes de los pensamientos de Dios. Pero el Señor Jesucristo dice: "Quien me ha visto a Mi, ha visto al Padre...Nadie viene al Padre sino por Mi. Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida".

Deberíamos, pues, dedicarle, Dios mediante, un tiempo, por lo menos, a la panorámica de la Biblilogía Histórica en este discernimiento del conflicto de paradigmas, no sin antes ver algo acerca de las consideraciones de teología meramente natural.

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Gino Iafrancesco V.

Cruzeiro do Oeste, Paraná, Brasil.

10 de octubre de 2008.

 

SEFER GITAIM (1) / primeras fuentes / período antediluviano

 

S E F E R   G I T A I M

 

ORIGEN Y DESTINO

DE LOS GITANOS

 

por:

GINO IAFRANCESCO V.

© Sefer Gitaim.

por: Gino Iafrancesco V.

Bogotá D.C., Colombia, 1998.

 

 

S E F E R     G I T A I M

ORIGEN Y DESTINO DE LOS GITANOS.

 

Primeras Fuentes.-

 

Diez Toledoth conforman B’reshit, según la composición de Moisés, después del Eptæmerón:

(1) Toledhot hShmym vhErets (Gn.1:1 a 2:4),

(2) Sefer Toledoth Adam (Gn.2:4b a 5:1),

(3) Toledoth Nj (Gn.5:2 a 6:8),

(4) Toledoth bny- Nj (Gn.6:9 a 9:29),

(5) Toledoth Shm (Gn.10:1 a 11:9),

(6) Toledoth Trj (Gn.11:10-26)

Ciclo de Abraham (Gn.11:27 a 25:11),

(7) Toledoth Yshmhel bn- Abrhm (Gn.25:12-18),

(8) Toledoth Ytsjq bn- Abrhm (Gn.25:19 a 35:29),

(9) Toledoth Hsw (Gn.36:1 a 37:1),

(10) Toledoth Yhqb (Gn.37:2 a 50:26).

 

Período Antediluviano.-

 

En el segundo de los Toledoth: Sefer Toledot Adam, que sigue al Eptæmerón: Toledoth hShmym vhErets, y que Moisés incorpora al primero de los Rollos de la Torah que es conocido originalmente en hebreo como B’reshit, comienza esta historia en el período antediluviano con el primero de los hijos de Lamek Cainita por su mujer Ada: Ybl (Jabal).

SEFER GITAIM (2) / Licaón de Arcadia

 

LICAÓN DE ARCADIA.


Es probable que sea este Lamek Cainita el famoso personaje antediluviano recordado legendariamente como Licaón tirano de Arcadia, en las Metamorfosis de Ovidio de Sulmona (I:VI). Las principales fuentes de Ovidio para las Metamorfosis son: Nicandro de Colofón, como lo sostiene Probo en su comentario a las Geórgicas de Virgilio (I:399), Calímaco de Alejandría, Elvio Cinna, Licinio Calvo, Cornificio, Cátulo, Virgilio y Emilio Macer de Verona. Es Licaón de Arcadia el más violento y feroz personaje antediluviano recordado en las Metamorfosis, que se levantó contra el cielo y se burló de la piedad en un tiempo cuando toda la tierra se llenaba de violencia y moraban en ella los Nefilim. Una descendiente famosa suya se llamaba Calisto, compañera de la también famosa Artemisa. Aquella, pues, era de agradable apariencia, de manera que fue violada durante la época en que los nefilim operaban sobre la tierra antes del Diluvio. Según las probables correspondencias que pueden verse más adelante en el numeral Raíces, de éste Sefer Gitaim, de su ancestro Irad cainita habría tenido Calisto por hijo a Arcas, fundador de Arcadia. Pero la mujer de Irad, viéndose traicionada, la maldijo y atormentó, y a no ser por su padre, su propio hijo Arcas la hubiera matado por equivocación; pero fue librada y llegó a ser causa de celos para la mujer de Irad. De Calisto nos hablan legendariamente Apolodoro, Ovidio y Fastos. Naama, hija de Lamek Cainita, significa agradable. Durante un rito ocultista y sangriento en el que Licaón, también llamado Lición, devora a un rehén humano sacrificado que le entregan sus lacayos, un rayo golpea la casa donde se efectúa el aquelarre; pero Licaón escapa a manera de lobisón. El filósofo Platón sostiene que aún en su tiempo se practicaban ritos sacrificiales y antropófagos según la tradición de los lobisones en el llamado Monte Licaón de Arcadia, a cuyo santuario solo se entraba con peligro de muerte. Por aquella región se extendieron los cultos paganos de Zeus/Júpiter, Poseidón/Neptuno, Thot/Hermes/Mercurio, Démeter/Ceres [cuyos misterios, llamados Tesmoforías, fueron introducidos allí traídos de Egipto por las hijas de Dánao, hijo de Bel, y adorador de Lobuno, también llamado Líceo (nombre semejante a Licaón), en quien Dánao veía a Apolo convertido en lobo], Pan y Alifera. Licaón de Arcadia tuvo 22 descendientes perversos, los cuales dieron a comer a un mendigo enviado de Dios que se acercó a ellos para probarlos, los intestinos de Nictimio, hermanito niño de ellos, mezclados con carne de cabra y cordero. Todos estos fueron lobisones. Su maldad fue el colmo que provocó el Diluvio, según los antiguos historiadores Apolodoro, Ovidio y Pausanías. Tras el Diluvio, sin embargo, algunos revivieron la tradición de Licaón; entre ellos Megaro, uno de los giborim de los nefilim, y Cerambo de Pelión. Estos fundaron la ciudad de Licorea donde continuaron con la abominable tradición de los lobisones. De entre estos, uno, llamado Damarco, llegó a ser el más famoso boxeador de los Juegos Olímpicos antiguos. Pandaro, que siguió la línea de Licaón, participó en la guerra de Troya, ayudando al rey Príamo, pero lo asesinó Diomedes. También los antiguos escandinavos recuerdan a estos lobisones. Por ejemplo, es famosa entre ellos la familia del por ellos llamado Locki, también llamado Loke, nombres semejantes a Licaón, de cuya esposa, entre ellos llamada Angurboda, tuvo a Fenrir, también llamado Fernis o también Garm; tuvo de ella igualmente a Hela y a Iormungandur, los cuales fueron combatidos por el clan de los Aesir, especialmente Thor, cuyo nombre correspondería a Mehujael, el propio abuelo de Licaón. El lobisón Fenrir hirió la mano de Thor, pero fue al fin encadenado, aunque escapó varias veces. El lobisón Fenrir tuvo a su vez dos hijos que continuaron la tradición de los lobisones: Skoll y Hati. Una versión del Voluspá, de la Volva de Yggdrasil, documento antiguo de los escandinavos, dice al respecto de estos lobisones lo siguiente:

"Quieres que te relate antiguas historias que conozco de los hombres antiguos. Sí que recuerdo a los antiguos gigantes... Quieres saber más? La vieja gigante se sentaba en el bosque férreo, al Oriente, para dar a luz a la progenie de Fenrir [hijo de Locki]. Uno de ellos, de aspecto monstruoso, muy pronto haría ocultarse al mismísimo sol del cielo. A placer se hartaba de la carne de los muertos; al templo enrojecía con sangre, de manera que el sol fue ocultado y la estación hizo venir violentas tormentas... Aúlla Garm [Fenrir] en su prisión y rompe las cadenas; el lobisón escapa. Y mucho más de esto conozco...Hermano con hermano lucha y se derriban, los parientes profanan el parentezco, la vida en la tierra es dura y grande la prostitución, tiempo de hachas y de espadas y de escudos rotos, tiempo de huracanes y de lobisones, inmediatamente antes de que el mundo se hunda; los hombres no se perdonan mutuamente...Aún una vez más aúlla Garm en su prisión y el lobisón escapa nuevamente quebrantando las cadenas...Por el Oriente se acerca furioso Hrym Naglfar, uno de los jefes de los gigantes, retorciéndose como serpiente sobre las olas del mar, cual águila-león desgarrando los cuerpos. Por el mar desde el Norte navega el barco con las gentes de Hela, y su padre Locki timonea; le siguen a este lobo los salvajes, y les acompaña el hermano de Byleist. Del Sur viene Surt con fuego y en su espada resplandece la guerra. Entonces quiébranse las rocas, y las mujeres de los gigantes se hunden; se apiñan los cuerpos camino del infierno mientras los cielos se rasgan. A Hlin [Friga] sobreviene un nuevo daño cuando Wotán su esposo marcha a luchar contra el lobisón, y el que mató a Bel se acerca a Surt, pues allí cae el gozo de Friga. Pero entonces llega Vidar, el hijo fuerte de su padre victorioso, para combatir al lobisón, desgarrando con su espada en el pecho a este engendro de los gigantes queriendo vengar a su padre. También llega Thor, hijo de Wotán y Friga, dispuesto a enfrentarse a Hela [hija de Locki], cual a serpiente, pero en su ira, mientras los hombres huyen de sus casas, el intrépido cae a los nueve pasos moribundo de ésta. El sol se ha oscurecido y la tierra se hunde en el mar. Cataclismo cósmico. El vapor se levanta hirviendo hacia los cielos. Aúlla una vez más Garm en su prisión y escapa el lobisón rompiendo sus cadenas..."

-Hasta aquí esta versión de porción del Voluspá escandinavo, el cual también parece contener tradiciones antediluvianas.

Lamek Cainita es inspiradamente recordado en Toledoth hShmym vhErets de manera muy especial como el símbolo de la violencia antediluviana y promotor de la poligamia, que se engreía en ser siete veces peor que su antepasado Caín. Sus mujeres fueron Adh y TSlh. Sus hijos fueron: Ybl, Ywbl, Twbl Qyn y Namh (Gn.4:17-24). Eran los dias de Matusalem, inmediatamente antes del Diluvio. El Midrás Antigüedades Bíblicas del PseudoFilón pone en boca de Lamek Cainita las siguientes palabras:

"He devuelto a los hombres el mal que me hicieron y he arrancado del pecho a los lactantes, para enseñar a mis hijos y a los habitantes de la tierra como se obra el mal."

(AntBibl.2:10b).

La línea de ascendientes de Lamek Cainita fue: Adam (rojo de la tierra), Caín (adquirido; también llamado Nod: errante), Enok Cainita (iluminado), Irad (echado), Mehujael (barrido) y Metusael (raído). Los últimos eslabones de esta cadena descendente fueron así identificados en su sentido onomástico por Rabí Yehosúa ben-Leví, según el Midrás Haggádico Amoraíta titulado Baraita Rabbah de Rabí Osayah [23:2; 24:6; 26:7], mencionado como Tanaítico en Halakot Gedolot; tal tradición pasó a escrito en Palestina cerca del año 425 de nuestra era. Se le añadieron Adiciones del Midrás de Tanhuma. Se conserva en los siguientes manuscritos: Mss.Vat.Ebro/60, Mss.Vat.Ebro/30, Mss.Mus.Brit.Add/27169, Mss.Paris.Bib.Nal.#149, Mss.Oxford.#s147y2335, Mss.Stuttgart.Orient/32, Mss.Munich.#97, Mss.Londres.#16406, Midrás Hakanim (Epstein, Viena) y en 12 fragmentos y palimpsestos de la Genizah del Cairo.