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APROXIMACIÓN EXEGÉTICA AL PEQUEÑO APOCALIPSIS SINÓPTICO (2).

APROXIMACIÓN

EXEGÉTICA

AL

PEQUEÑO

APOCALIPSIS

SINÓPTICO

 

Parte 2

(Continuación)

 

Gino Iafrancesco V.

26 de junio de 2011 p.m.

Barbosa, Santander, Colombia.

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Trascripción: Adriana Luna.

Revisada por el autor.

 

 

 

Mateo 24:14-51.

 

Hablando a la Iglesia.-

 

Hermanos, vamos a continuar en esta tarde considerando Mateo 24, y teniendo presente, junto con él, los pasajes paralelos, que están en Marcos 13, en Lucas 21 y también 17. Entonces, esos pasajes se refieren a aquella ocasión dos días antes de la pascua, cuando el Señor Jesús estuvo respondiendo aquellas preguntas que estuvimos considerando esta mañana con el inicio de las respuestas del Señor Jesús. Entonces, vamos a seguir poniendo atención a las respuestas del Señor. Los que no pudieron estar en esta mañana, ojalá, si lo quieren hacer, puedan conseguir la parte anterior, la que se dio esta mañana y también anoche, porque son base para lo que se continúa ahora. Entonces, seguramente algunas cosas no se van a repetir hoy, a menos que sea muy someramente.

 

Vamos al capítulo 24 de Mateo, al versículo 14; allí habíamos quedado. Mateo 24. V.14 “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Aquí ya se pasó de alerta naranja, para alerta roja, ¿amén? Cuando decía: oiréis hablar de esto y de tales guerras y rumores de guerra, pero todavía no es el fin, esa es alerta amarilla. Pero ya cuando es principio de dolores; ya es alerta naranja. Cuando es un principio de dolores, dan entrada los dolores mismos. Y el fin ya es la alerta roja. Y cuando llega al fin, porque le habían preguntado por el fin y por la señal de Su venida, entonces Él dice: por tanto…, por tanto, porque llegó el fin ¿se da cuenta? No cambió el discurso, ni cambió el auditorio, y el auditorio eran los discípulos; la crema y nata de la Iglesia en sus días ¿amén?  V.15 “Por tanto, cuando veáis…”, o sea que la Iglesia, a quien va dirigido este discurso, porque fue la Iglesia la que preguntó, representada en sus primeros apóstoles, estaría presente cuando esto que anunció Daniel, y que Jesús está apelando a eso, aconteciese. V.15 “… cuando veáis…”; o sea que la iglesia estaría aquí cuando estas cosas se den, porque si no, no le diría a la Iglesia: cuando veáis; está hablando a la Iglesia.

 

Bibliología y hermenéutica conservadoras del Señor Jesús.-

 

Observemos lo que dice: por tanto; o sea que está en la continuidad del discurso ¿verdad? y ahí se da: cuando veáis, V.15 “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo…”, y nos detuvimos en el hecho de que será necesario que cuando esta abominación desoladora de que habló Daniel se establezca, esté levantado el tercer templo de Jerusalén, porque habla del lugar santo. Y Daniel nos habla de las cosas que tenemos que ver. Pero antes de ver las de Daniel, vamos a ver todo lo que dice Jesús, para luego poder mirar. Fijémonos que Jesús habla de lo que habló Daniel, y dice que necesitamos leer y entender a Daniel. Jesús está enseñando al propio profeta Daniel; el Señor describió estas cosas. V.15 “… cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel…”; o sea que esas profecías, según el Señor Jesús provienen realmente de Daniel; Jesús cree en lo que dice el Antiguo Testamento.

 

Otra cosa interesante: Jesús está poniendo para el futuro el cumplimiento final de lo que dice el profeta Daniel. Esto implica mínimo dos cosas en contra del llamado modernismo liberal de interpretación de Daniel. Como hubo un cumplimiento típico en los tiempos inmediatos a Daniel, que se dio con Antioco Epifanes, algunos quieren interpretar solamente en sentido historicista las profecías de Daniel, diciendo que eso que escribió Daniel ya se dio con Antioco Epifanes. En la Biblia hay muchos cumplimientos tipológicos; pero el Señor Jesús no se dio por satisfecho con el cumplimiento tipológico de Antioco Epifanes, porque lo colocó para el futuro: cuando veáis. Y es que aquí le preguntaron por las señales del fin, y por eso el Señor está hablando para el fin. Que haya habido un cumplimiento tipológico, sí, sirve, porque lo que ha de ser, fue ya,  y Dios restaura lo que pasó. Pero Jesús está hablando para un cumplimiento futuro ¿amén?

 

Otra cosa, Jesús no es modernista, no aprueba el modernismo liberal; porque en el modernismo liberal dicen: -bueno, no, ese libro lo escribió alguien después de que acontecieron las cosas de Antioco Epifanes como si fueran profecías, estaba contando una historia-. Entonces no hubiera sido Daniel el que lo escribió, porque Daniel vivió muchos años antes de Antioco Epifanes. Entonces los modernistas contradicen a Jesús, y Jesús confiesa que quien habló estas cosas fue Daniel y las aplica para el futuro. O sea que la escuela del Señor Jesús no es la escuela modernista, ni la escuela historicista. Entonces, el Espíritu Santo no está aprobando el modernismo ni el mero preterismo de cosas del pasado.

 

Jesús confía y confiesa que fue Daniel el que enseñó estas profecías y que tienen aplicación y cumplimiento futuro, no importa que lo haya habido también tipológico, sino que habrá un futuro y final cumplimiento, porque Él habla para el tiempo del fin: V.14 “…entonces vendrá el fin. V.15 Por tanto, cuando veáis…” Está relacionando la abominación desoladora de que habló Daniel, con el tiempo del fin; le preguntan por las señales de su venida y del fin del siglo. Y Él viene hablando de la alerta amarilla; todavía no es; es apenas principio de dolores, pero si hay principio, hay continuidad también de los dolores, y ahí la alerta se vuelve naranja, con el aborrecimiento del mundo a la Iglesia; y luego viene el fin.

 

Evangelio del Reino a todas las naciones.-

 

Y todo esto, Jesús lo llama: el evangelio del reino: V.14 “… será predicado este evangelio del reino…”; o sea que a todo este discurso Jesús lo coloca dentro de este título: el evangelio del reino. Y será predicado a todas las naciones; o sea que no es solamente para los judíos. Los que preguntaron fueron de la Iglesia, fueron Pedro, Jacobo, Juan y Andrés. Entonces estas palabras van dirigidas a la Iglesia y a todas las naciones. No podemos decir: -ah, bueno, esto no tiene que ver conmigo, esto es solo para los judíos-; no; este es el evangelio del reino para todas las naciones. Y la abominación desoladora está en la continuidad; por eso dice: por tanto ¿amén? Entonces ahí habíamos quedado, y desde ahí partimos.

 

V.15 “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee entienda)…”; o sea que la Iglesia del tiempo del fin vería la restauración del tercer templo, y también la profanación del tercer templo por el anticristo colocando la imagen de la bestia, que es de él mismo, para ser adorada, lo cual sería una abominación que causaría desolación.

 

 

 

Principio de analogía y sufrimiento.-

 

V.16 “Entonces los que estén en Judea, (bueno, no dice: los que estén en Barbosa o en Bogotá, pero, por lo menos los que estén en Judea, porque en ese tiempo era realmente en Judea) huyan a los montes.” Mas tampoco olvidemos el principio de analogía. En circunstancias análogas, parecidas o semejantes, el principio es el mismo. Oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Lo que Jesús dice a una iglesia específica, El Espíritu lo aplica a todas las iglesias (Ap.2:1,7,8,11,12,17; 3:1,6,7,13,14,22). En los tiempos de persecución el Señor manda huir. En otros lugares dice que si te persiguen en una ciudad, te vas a la otra, y si te persiguen en la otra, te vas a otra, y si te persiguen en otra, Él manda ir huyendo de ciudad en ciudad; y Él les dijo: de cierto les digo que no se acabarán las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.[1] Ni siquiera las ciudades de Israel van a acabarse; pueden ir a ellas, pero antes que se acaben va a venir el Hijo del Hombre. Y si se trata de las ciudades del mundo entero, muchísimo más ¿amén? Y para los que están en el campo les dice no volver a la ciudad. Claro que el anticristo viene con mucha tecnología de punta, pero el Señor dijo: ningún arma forjada contra ti prosperará. El que contra ti conspirare, delante de ti caerá.[2] Así que no importa la tecnología de punta del anticristo, más poderoso es el Señor que nos puede guardar, hasta de las propias cámaras si fuese necesario.

 

Una vez estaba predicando el evangelio, y el micrófono estaba abierto; quedaron grabados los ladridos de los perritos, los niños que lloraban, las motos y vehículos que pasaban, mas el mensaje no quedó grabado. Claro que fue un milagro del maligno permitido por Dios; pero sí sucedió eso, la tecnología fue burlada por lo sobrenatural, aunque fuese de la mano del diablo. ¡Cuánto más la mano de Dios es capaz de guardarnos! Dios es nuestro escudo. Es la hora de la fe cuando llega la hora de la persecución, cuando llega la hora de las armas forjadas contra nosotros, y la tecnología de punta para la persecución, para el seguimiento y atrapamiento de los seres humanos. Hermanos, es la hora de la fe, ¿amén?, de la fe, acuérdense. No nos escondemos en brazo humano, sino en el Único que en verdad nos puede guardar y que prometió guardar a los que son fieles a la palabra de la perseverancia, ¿amén?, aunque también anunció el sufrimiento.

 

Seguimos, V.17 “El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; V.18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.” Muchas veces estamos tan ligados a nuestras posesiones materiales, que por querer rescatar una cosa menor, perdemos la mayor, perdemos la vida, perdemos también la familia y las cosas. Entonces el Señor dice que cuando es la hora de irse de la casa, no hay que volver a la casa ¿se da cuenta? Es una cosa que tiene que estar en nuestro corazón. Eso es parte del entrenamiento; nuestro corazón tiene que estar en el Señor. Estamos ligados al Señor y no a otra cosa. O, ¿será que estamos ligados a otra cosa? Hay que poner bien la tijera.

 

V.19 “Mas ¡ay de las que estén encintas…”; acuérdense de las preguntas. Las preguntas comenzaron por: estas cosas. O sea: ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo? Las preguntas incluían lo que Jesús habló que acontecería con Jerusalén y con el templo y que no quedaría piedra sobre piedra y también Él habló de lo que pasaría con Israel. Y cuando habló de la gran tribulación, hay una gran tribulación final, pero hay como una especie de tipología, de primera pruebita de la gran tribulación en el año setenta cuando Jerusalén fue rodeada por los ejércitos romanos. Esa parte no la mencionan tanto aquí Mateo y Marcos, aunque sí la mencionan, pero no dan muchos detalles; pero en cambio, Lucas investigó diligentemente, ¿se acuerda?, y cómo lo conversó con varios; entonces él añadió otros detalles que tenemos que tener en cuenta ahora. Y vamos entonces a leer acá, pero vamos a completar con lo que dijo Lucas ¿amén? Entonces dice V.19 “Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! V.20 Orad, pues, que vuestra huida…”, habla de un momento de huir, como los cristianos primitivos a Pella, y también de volar de delante de la serpiente al desierto (Ap.12:14); en cambio, del anticristo se habla que quiere sorprender a muchos sin aviso (Dn.8:23-25). Así que al que esté dormido lo agarra esa sorpresa, como en la noche de los cristales de los nazis cuando menos esperaban los judíos. Como la noche de San Bartolomé con los hugonotes cuando menos lo pensaban. La Escritura dice que el anticristo será muy sagaz, muy astuto, y que sin aviso destruirá a muchos.[3] El Señor es una persona leal, incluso con los que va a castigar, y les avisa una, dos y tres veces, porque al Señor le importan las personas, y les avisa, les amonesta. Y en la Palabra dice que también incluso en la iglesia, después de una y otra amonestación, recién es que se aplica la disciplina. Pero, en cambio, el anticristo no es así, a él no le importan las personas sino la carne de las gordas, él se importa de él mismo; él más bien quiere agarrar a las personas con engaño; con engaño prosperará, hará prosperar el engaño, dice la Escritura, y sin aviso destruirá a muchos.3 Y por eso es que el Señor habla de estar vigilando y de ver las señales. Y por eso dice la Escritura: el ave cuando ve que le han armado la trampa se vuela; en vano se tenderá la trampa, la red, a los ojos del ave.[4] El ave se da cuenta, el avisado ve el mal y se aparta. Pero nosotros, a veces, como bobos, vamos poniendo el cuello para que la sanguijuela nos devore la sangre, o nos quiten la cabeza. Ayayay, especialmente en estos días en que se está usando facebook y otras redes sociales para recabar cantidad de datos; ¡Dios mío!, y nosotros de locos y de necios diciéndoles dónde estamos, dónde vivimos, quién es nuestra tía, nuestros primos, nuestros hermanos y este es Fulanito y se lo marco acá para que lo identifique y después qué? que le corten la cabeza ¿no? ¿Se da cuenta de que somos medio bobos? El Señor nos perdone la bobera de ser tan bobos de empezar a darle al anticristo facilidades para perseguir la Iglesia. ¿Ya ve que ellos son astutos? Y si ahora que las cosas son fáciles no las obviamos, imagínense cuando sean más difíciles. Así que el Señor nos dé entereza y sabiduría y sepamos qué hacer. Nos perdone y nos ayude con cualquier cosa que haga el Señor. Pero ya lo que hicimos, hicimos. Dios nos hará responsables; por eso, si hemos hecho algo mal, pidámosle perdón y ayuda, y Él tenga compasión de nosotros; y de aquí en adelante nada de boberías ¿amén, hermanos?

 

V.19 “Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! V.20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado” En el tiempo aquel, en los sábados cerraban las puertas. Y también, si era invierno, era muy difícil estar pasando a la intemperie en esos fríos. Y el Señor manda orar específicamente por los momentos de dificultad y de persecución; incluso dice que oremos para ser tenidos por dignos de escapar, porque para escapar hay que ser tenidos por dignos, porque el Señor en otra parte dice de los impíos que no escaparán.[5] O sea, ¿quién escapará? Quien sea tenido por digno de escapar. Entonces hay que empezar desde ahora: Señor, haznos dignos de escapar de las cosas que vendrán. Y Él nos pide orar para poder escapar de las cosas que vendrán. Ahí no dice cómo, el cómo se lo dejamos al Señor; Él sabrá qué hacer, cómo Él nos va a guardar es cosa de Él, pero digámoselo a Él: Señor, yo quiero vivir para Ti, no quiero pasar por cosas innecesarias, si no es necesario pasar por esto; yo quiero estar contigo. ¿Amen?, porque Él nos pide orar por esos momentos difíciles. Si yo dijera aquí, aunque no lo voy a decir, pero si dijera: levanten las manos los que han orado por escapar, ¿quiénes aquí han orado para que no sea en invierno, que la huida no sea en invierno? No hemos orado, hemos descuidado esa clase de oraciones, pero ¿quién es el que nos manda que oremos de esa manera? Orar por los hermanos, orar de manera práctica; el Señor dijo: lo que pidiereis al Padre en mí nombre yo os lo daré.[6] Pero no se lo hemos pedido – Señor, pero ahora mire lo que ahora estoy pasando-  Pero nunca me pediste, Yo te dije que me pidieras y oraras. Entonces, hermanos, creo que el Señor aquí nos hace detener un poquito en esto, para que tomemos conciencia, a ver si hemos sido inconscientes y Él nos hace conscientes. Hay oraciones específicas que hacer acerca de los detalles en medio de la persecución. Oraciones específicas, para orar, los momentos de los detalles de persecución. Ahí dice: ay de las que estén encinta y de las que críen. O sea que van a ser momentos difíciles; incluso dice que a algunos niños los van a estrellar contra las peñas; así que hay que orar, especialmente los que tenemos hijos y nietos ¿verdad? El Señor no dice que no tengamos, lo que dice es que oremos, ¿amén?, lo que dice es que oremos.

 

Y sigue diciendo así: V.21 “porque habrá entonces gran tribulación…”; y cuando dice, v.21 “cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”, ya nos damos cuenta de que no solamente está hablando para la tribulación primera tipológica de los años setenta, sino para la del fin; la del anticristo. O sea que lo que pasó en esos tiempos fue como una figura; incluso lo que pasó en el tiempo de Antioco Epifanes fue como para ayudarnos a entender hacia dónde el diablo quiere llevar al pueblo de Dios en persecución. Pero aquí el Señor, con esa última frase que leímos, nos hace saltar desde el tiempo del año setenta hasta el final; y Mateo lo dice de una manera así rápida, pero ahora voy a parar en Lucas, para que Lucas nos ayude a completar las otras palabras, que también dijo Jesús, y no las dijo Mateo, alrededor y al respecto de esto mismo, para completarlas, porque, como veíamos esta mañana, son testimonios complementarios, ¿amén?

 

Lucas 21.- 

 

Entonces vamos a llegar allí, hasta ese versículo 21 de Mt.24., Mateo 24 V.21 “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.” O sea que si el Señor dice que no va a haber otra peor, es porque esta ya es la última gran tribulación. O sea que lo que pasó en el año 70 fue apenas una tipología. En este punto, gracias a Dios que estaba también la investigación de Lucas, cuidadosa. Y aquí Lucas, que ya conocía a Mateo, que ya conocía a Marcos, que habla de que otros ya habían escrito, él fue movido también a escribir. A veces uno dice, pero si esto ya lo han escrito otros; sí, pero no tocaron este punto, ni este punto, entonces yo voy a tener que volver a hablar de lo mismo, pero tocando lo que ellos no tocaron; muchas personas escriben sobre la misma cosa y algunos escriben de lo que otros ya escribieron, y, ¿porqué escriben de nuevo? Porque hay un mover en el Espíritu que les dice: hay que completar las cosas. Éstos cumplieron su parte, pero ahora tú parte es decir esta otra parte. Entonces, ahora vamos a dejar así marcadito aquí en 24 de Mateo, y vamos al 21 de Lucas; vamos a completar la conversación de Jesús, porque todos estos tres testigos están hablando de la misma ocasión, ¿ve?; Mateo estaba presente, Pedro estaba presente y por eso lo escribe Marcos, que era el interprete de Pedro; y Lucas no estaba presente, pero investigó diligentemente las cosas, ¿amén?, y dice que también las puso en orden. Entonces vamos a leer a Lucas; vamos al Capítulo 21 de Lucas, para completar la escena de la ocasión, ¿amén?, la escena de la ocasión. Voy a leer entonces desde el 7; aquí lo voy a leer un poquito más rápido, porque como ya venía hablando de lo mismo que Mateo, solamente voy a detenerme más en las variantes, o sea, en los complementos, para enriquecer más lo que pasó en aquella ocasión. Estamos oyendo a los distintos testigos, que cada uno tiene su propio ángulo, ¿amen? Lucas 21. V. 7 “Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén para suceder?V.8 Él entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. (Ah!, esa partecita del tiempo está cerca se le olvidó a Mateo y a Marcos, pero no a Lucas, ¿se dan cuenta?)  Mas no vayáis en pos de ellos. V.9 Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, (Ah!, sediciones, no lo había dicho Mateo, ni Marcos, pero se lo acordó Lucas. ¿Se da cuenta lo bueno que es la combinación, la integración de los testimonios de los distintos testigos?) no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente. (O sea que es alerta amarilla, y ya va para naranja) V.10 Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; V.11 y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. (Uy!, esas palabritas de terror y grandes señales del cielo también se le habían olvidado a Mateo y a Marcos, pero no a Lucas, ¿ve?) V.12 Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, (empieza por sinagogas, entre religiosos, pero continúa entre presos, y a las cárceles) y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre.V.13 Y esto os será ocasión para dar testimonio. V.14 Proponed en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa; V.15 porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan. (Ah!, aquí está enriqueciendo las ocasiones de Jesús, mejor que un grabador con tres sentidos, porque allá no tenían grabadoras de éstas de hoy, era la memoria el grabador de antes) V.16 Mas seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; (Oh!, ahí es donde,  por causa de la presión de la circunstancia, ese ambiente policíaco, ahí se va a ver quién es quién; y personas que pensábamos que estaban con nosotros y de nuestra parte, ellas mismas nos van a entregar)  y matarán a algunos de vosotros; (no a todos, pero a algunos) V.17 y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. V.18 Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.V.19 Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. (¿Se da cuenta cómo Lucas está completando los otros detalles de aquella ocasión?) V.20 Pero (y note esto) cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos,…” porque habían preguntado cuándo iba a suceder allá lo de Jerusalén. Entonces, hay cosas que Jesús dijo respecto a lo que pasaría con Jerusalén en aquel primer tiempo, en el año 70, que sucedió. Eso se lo habían preguntado, lo dice Mateo y lo dice Marcos. Entonces, Él también les contó esa parte, y luego la otra; de después de todo lo que pasara con Israel y los gentiles. Entonces dice V.20 cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos sabed entonces que su destrucción ha llegado. (Ahí está hablando de la destrucción de Jerusalén, cuando no quedaría en el templo piedra sobre piedra; de lo que Jesús había dicho, y también lo había dicho Daniel, que vendría un príncipe, cuando mataran al Mesías, un príncipe que había de venir, que destruiría la ciudad y el santuario. Y Jesús concuerda con Daniel, y nos manda a leer a Daniel, y entender) V.21 Entonces los que estén en Judea…”, o sea que esto tiene una aplicación para ese tiempo primero, pero como hay paréntesis entre la semana 69 y la semana 70 de Daniel capítulo 9, que es el versículo 26 del capítulo 9 de Daniel, que, si Dios permite, después pasaremos por ahí aunque sea rápido; ahí nos damos cuenta de que hay un paréntesis. Dios le dio 70 septenarios a Israel y a Jerusalén para cumplir un propósito; pero entre el septenario 69 y el 70 hay un paréntesis, donde está la historia de la Iglesia y de este príncipe que ha de venir, hasta el tiempo del anticristo. Entonces, la brecha la explica muy bien Lucas. Lucas era de Antioquía y era gentil. Mateo, habla para los judíos. Marcos mismo era de Jerusalén. Pero Lucas, tenía una sensibilidad especial, porque él era gentil; es el único escritor gentil aquí del Nuevo Testamento. Lucas era gentil y tenía una sensibilidad para la parte que tenía que ver con los gentiles. Entonces, gracias a Dios que Lucas era uno de esos cuatro testigos, que están puestos en los cuatro ángulos, como los cuatro levitas llevando el Arca, como los cuatro animales alrededor del trono. Entonces a Lucas gentil le significan mucho las palabras que Jesús dijo para los gentiles y las guardó en su corazón, las investigó bien, comprobando todo bien comprobado. Gracias a Dios que también el Señor inspiró que Lucas también escribiera, y puso el Señor aquí a Mateo, aquí a Marcos, aquí a Lucas y aquí a Juan, y nos mostró todo lo que habló Jesús, porque hay que mirarlo entre todos, porque unos vemos una cosa, y otros otra cosa. Ayer terminamos de conversar y después empezamos a ver cómo veían los hermanos, y qué belleza; el uno veía un ángulo, el otro, otro ángulo, y el otro, otro ángulo; así es que vemos en la Iglesia del Señor. Entonces aquí está la complementariedad, tan importante, de Lucas. Y dice Lucas aquí, pongan atención ahora, el versículo 20 otra vez V.20 cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado V.21 Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. (Quédense en el campo, ¿no?) V.22 Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.” Como por ejemplo en el libro de Daniel, que Jesús está teniendo en cuenta. Y dice  V.22 “Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.” V.23 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. (O sea el pueblo de Israel y Jerusalén, que rechazaron al Mesías) V.24 Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. (O sea, ese paréntesis de los gentiles, el verso 26 de Daniel 9, Lucas lo recordó, ¡Aleluya! Con su sensibilidad de gentil ¿se da cuenta? Y compañero de Pablo, que era apóstol a los gentiles, y lo escribió. Gracias a Dios por el Espíritu Santo, Él nos completó el discurso del Señor en lo que tiene que ver con los gentiles, y nos mostró el paréntesis, la dispersión de Israel, hasta que se acabe el tiempo de los gentiles. Después vuelve la última semana que faltaba, para volver otra vez con Israel y con Jerusalén; ¿ven como enriquece el testimonio de Lucas las cosas? Entonces, ahí sí dice: Entonces, sí, habrá señales del cielo, ahí sí. Ahí sí vuelve a la continuidad que traía Mateo.

 

Marcos 13.-

 

Vimos lo de Lucas ¿verdad? esa parte que se inserta en ese punto que faltaba. Vamos a leer Marcos 13 rápido, donde Jesús habla de la misma cosa. Entonces es el testimonio de Pedro ¿amén? Recuerden que Pedro dijo que él velaría para que nosotros tuviéramos siempre memoria de las cosas que él nos había dicho, y, justamente, Marcos era el interprete de Pedro; y nos cuenta Papías de Hierápolis que Marcos escribió todo tal como Pedro lo decía, y que Juan leyó el evangelio de Marcos y dijo que Marcos no había mentido en nada ¿ven? Entonces vamos a leer también a Marcos; ¿para qué? Para completarle los detallitos. Vamos entonces a Marcos 13, para entonces ahí sí seguir con Mateo 24. Marcos 13, voy a leer rápido, sólo voy a enfatizar el complemento; desde el verso 3, 13:3. Marcos 13 V.3 “Y se sentó en el monte de los olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés (él nos dice cuáles eran esos discípulos) le preguntaron aparte: V.4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? V.5 Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe; V.6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. V.7Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aun no es el fin. (¿Ven? La alerta amarilla) V.8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; (una palabra nueva. Sediciones, una palabra nueva también en Lucas) principios de dolores son estos. V.9 Pero mirad por vosotros mismos; (Mirad por vosotros mismos, o sea, no sean descuidados, estén atentos) porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; (¿Se dan cuenta? Los otros habían hablado solo de sinagogas, pero ahora Marcos habla también de concilios, ¿se dan cuenta? Y habla de muchos concilios; no hay un solo concilio. A veces las personas se reúnen en concilio para perseguir a los otros, y eso será muy común en el tiempo del fin; concilios para perseguirse unos a otros. Y luego dice, en las sinagogas os azotarán…) y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. (Incluso como le tocó a Pablo; mira, Pablo, es necesario que vayas para la alta tribuna, ahí, al paredón, ¿no?, hasta el césar)  V.10 Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. V.11 Pero cuando os trajeren para entregaros, (note que Lucas y Marcos sí se acuerdan de lo que se le olvidó a Mateo en esa ocasión, pero Mateo se lo acordó fue en el capítulo 10) no os preocupéis por lo que habéis de decir, (hay que estar orando, confiando en el Señor) ni lo penséis, (porque uno: ¿qué voy a hacer? ¿Qué voy a decir?, pero ya habían matado a Jacobo, al otro día iban a llevarse a Pedro, y Pedro estaba durmiendo. ¿Será que uno va a poder dormir cuando al otro día lo van a entregar? Ayer entregaron a Jacobo y lo mataron y mañana vienen por mí, y durmiendo Pedro, y el ángel lo tuvo que despertar. Yo no sé si yo podría dormir ¿verdad? Pero Pedro podía, el Señor le dijo: No os preocupéis, ni penséis acerca de esto. Amén, ni lo penséis) sino lo que os fuere dado en aquella hora,  (o sea el Espíritu Santo, el Espíritu de nuestro Padre nos dará, ¿amén?) eso hablad; (no hay que ponerse a hablar lo que a uno le parece, sino lo que el Espíritu Santo te dice: no digas nada, pues no dices nada. Porque es mejor el silencio, a veces, para no enredar la piola por nosotros mismos, ¿amén?) porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. V.12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, (porque no solo lo entregará a las autoridades, sino a la muerte, al hermano) y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. (Qué cosa terrible) V.13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, (esa es la palabra de la perseverancia, y si hay perseverancia, tiene que ser hasta el fin) éste será salvo. V.14 Pero cuando veáis (lo reconoce también Pedro, aquí, a través de Marcos, o Marcos desde Pedro.) Cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (o sea que Jesús dijo: en el lugar santo, donde no debe estar. Entonces, en el lugar santo, se acordó Mateo; y puesta donde no debe estar, se acordó Marcos; Jesús dijo las dos cosas)  (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. (Es que la cosa ya se pone seria) V.15 El que esté en la azotea, no descienda a la casa, (O sea que se va a tener que volar por los techos de las otras casas, pero no por su propia casa ¿sí ven?) ni entre para tomar algo de su casa; (Es decir, no hay que perder un minuto, no hay que ser demorado en la cosa, ni dar ocasión; ya es ya, o si no, cae preso o muerto) V.16 y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa.V.17 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! V.18 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno; (hay que hacer esta oración hermano) V.19 porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. (O sea que ya Marcos está hablando de la tribulación final) V.20 Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. (O sea que si fuera mucho más tiempo sería terrible) V.21 Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. V.22 Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuere posible, aun a los escogidos. V.23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes.

 

Continúa Mateo 24.-

 

Entonces ahora sí regresemos otra vez a Mateo 24, y después lo complementaremos cuando sea necesario. Entonces ahora vamos al c.24, y llegamos al verso 20. Mateo 24 V.20 “Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado; V.21porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. V.22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. (Puede ser que sean menos días, o días que pasan más rápido, o las dos cosas) V. 23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.V.24 Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. (O sea que los milagros engañosos estarán a la orden del día, y sin embargo, hay que estar mirando, examinando esos milagritos, a ver si son de Dios o son engañosos)  V.25 Ya os lo he dicho antes. V.26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; (algunos se van de curiosos y se dan su totazo, o les dan su totazo) o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. (Que Jesús mirando, y que el anticristo, que no sé qué, el Cristo, anticristo, que los otros ancianos, que no sé cuántos, que la venida de la piedra angular, del Ángel de Jesucristo; un montón de mentiras. ¿Sí ve cómo Jesús sabía el futuro? Y no podemos negarlo, hermanos, no podemos negarlo. Esta es la Palabra de Dios) V.27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, (note, es una venida pública, visible; se muestra del oriente al occidente, como un relámpago) así será también la parusía del Hijo del Hombre.” Aquí la palabra es parusía, y algunos dicen que es venida secreta, parusía, y epifanía, venida manifiesta. Pero aquí el Señor utiliza la palabra parusía, su venida, parusía, con que se mostrará como un relámpago de oriente a occidente, ¿se dan cuenta?, no es que viene en secreto y nadie lo ve y se desaparecen los niños, y los creyentes, y el piloto del avión se desaparece y el avión se da su buena caída. No, hermanos, parusía está relacionada con mostrarse de oriente a occidente, y no que está por aquí, que está por allá. Nada de eso, no vayan, no crean en eso; Él viene así, como un relámpago se muestra de oriente a occidente; así es que Él viene. V.28  “Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.”  Las águilas se reúnen a comer donde está su alimento. Y nosotros también tenemos que ser reunidos donde está nuestro alimento, y nuestro alimento es el Señor Jesús de quien comemos su carne y bebemos su sangre que son verdadera comida y bebida para vida eterna.

 

Después de aquella tribulación.-

 

Ahora pongan atención a este versículo acá hermanos, versículo 29. V.29 “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días…” Noten esto, noten esta frase: e inmediatamente después de la tribulación de aquellos días; ¿cuáles son aquellos días? Pues los que viene hablando desde el principio, que desde esta mañana los estamos leyendo; que menciona esas persecuciones y sinagogas y concilios. Y luego también habla de esos terremotos y de esos alborotos y sediciones y hambres y pestilencias, y también de evangelizar a todas las naciones, y también de la abominación desoladora, y de los falsos cristos y de los falsos profetas. Después de la tribulación de aquellos días, que Él dice que no habría ninguna mayor más, ya esa tribulación incluye la final. Entonces ahora va a decir lo que va a pasar al final mismo de la tribulación. V.29 “E inmediatamente después (no antes, después) de la tribulación de aquellos días, (de los que ha venido hablando hasta aquí) el sol se oscurecerá…”. Porque ¿ven que la cosa empieza con los Sellos? y en el Séptimo Sello salen Siete Trompetas, y cada trompeta solo introduce un tercio del juicio; pero las Copas completan la ira. Entonces la cosa se va poniendo más difícil; va pasando de Sellos a Trompetas, y de Trompetas para Tazas. ¿Se da cuenta? las Tazas; porque en la traducción “copa” a veces pensamos que es una copita así chiquitita de vino; no. La palabra es fiala en el griego, como poterion, una tasa entera, no es un traguito; unos cuantos tragos amargos. Entonces dice, V.29 “… el sol se oscurecerá…”, que es lo que habla una trompeta, la cuarta trompeta, fíjese, porque en el cuarto día del Génesis, en el cuarto día fue que el Señor hizo el sol (la lumbrera mayor), la luna (la lumbrera menor) y las estrellas. Claro que el material ya lo había hecho en el principio, pero las puso así, las ordenó en el cuarto día; y en la cuarta trompeta hirió la tercera parte del sol, de la luna y las estrellas. Y en la cuarta copa, lo que faltaba, justo el cuarto día, la cuarta trompeta, y ahora la cuarta copa; todo tiene que ver con los astros.

¿Ustedes saben una cosa, hermanos? ¿Qué pasó en estos días recientes? El sol fue bombardeado por un montón de cometas; fue herido el sol, y por eso empezaron a haber explosiones fuera de lo normal. Esas son noticias frescas, de estos días. Antes, por allá vino el cometa Kohoutek y le dio su totazo a Júpiter, pero ahora ya se los están dando al Sol, y no uno ni dos cometas; cientos de cometas bombardearon el Sol hace pocos días y empezaron a haber explosiones inusitadas en el Sol, fuera de lo común. El Señor dice que Él heriría los astros. O sea que ya empezó esto, ya empezó esto. Claro que eso va a ser peor. Pero entonces dice ahí, V.29 “… el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, (o sea, se moverán de su lugar. Hace también un tiempo atrás ya el Hubble consiguió filmar el choque de dos galaxias, ¡dos galaxias! Acercándose y chocando una con la otra; ya fue filmado, ya fue visto por el ojo humano) y las potencias de los cielos serán conmovidas.” Y la palabra que aquí dice cielos, ¿sabe cómo dice en el original griego? Urano. Urano está muy cerca de uranio; la palabra es Urano. Las potencias del Urano. V.30 Entonces…”, noten esas palabras de continuidad: entonces; no antes, sino después de la tribulación de aquellos días y de pasar esas cosas en los astros, como corresponde a la cuarta trompeta y a la cuarta taza, V.30 “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, (como decía Zacarías[7]) y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.” Y Él venía hablando de la venida del Hijo del Hombre, la parusía; “entonces”, porque ¿cuál era la pregunta?: ¿Qué señal habrá de tu parusía?

 

Y ahora dice, V.31 “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”; note que la reunión de los escogidos comienza en el cielo, porque la mayoría de los escogidos ya están en el paraíso, en el tercer cielo; solo un poquito estamos en la tierra, la mayoría están en el tercer cielo. Y cuando el Señor venga, dice Pablo en palabras del Señor, recordando la tradición oral de la enseñanza de Cristo allá en Tesalonicenses[8]: Os decimos esto en palabra del Señor: que los que vivimos no precederemos a los que duermen, sino, que juntamente con ellos seremos arrebatados; ellos resucitan primero, y nosotros somos transformados, complementa con primera a los Corintios[9], para recibir al Señor en el aire, en las nubes. Y ¿qué acaba de decir en el verso anterior? Dios traerá con Jesús a los que durmieron en Él. O sea, los que durmieron en Él están en el paraíso, en el tercer cielo; segunda a los Corintios, capítulo 12, Pablo intercambia paraíso con tercer cielo, a partir de la resurrección de Cristo. Entonces ¿qué dice Pablo?: Conozco a un hombre, si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé[10]. Él no se dio cuenta si estuvo en el cuerpo o no. No lo sabía. ¿Será que mi cuerpo se quedó y me vine sólo en alma?, o ¿será que me vine en cuerpo? Pero él sentía su cuerpo, pero no estaba tan seguro y, gracias al Señor, dijo: no sé. Lo que sabía fue lo que dijo, y lo que no sabía dijo que no sabía, punto. Así tenemos que hacer nosotros, lo que sabemos, sabemos, y lo que no, no sé. Si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no sé, pero lo que sí sabe es lo que él oyó: palabras inefables y tal ¿amén? Entonces Pablo está hablando de sus experiencias, ahora volvemos a eso, Dios mediante. Entonces, mire lo que dice acá,  V.31 “… enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.” Y no mencionó la tierra aquí, pero Marcos dice que también mencionó la tierra. Entonces él habla de los extremos del cielo y la tierra. Mateo ni siquiera se acordó de la tierra, mencionó solo el cielo: de un extremo del cielo hasta el otro. Dios traerá con Jesús a los que durmieron en Él[11]. La mayoría ya están descansando en el paraíso, en el tercer cielo, pero sus cuerpos todavía están en la tierra; ellos están en espíritu y en alma, pero no están en cuerpo. Entonces tiene que traerlos, recoger sus escogidos, que están de un extremo del cielo al otro, ¿ve?, y traerlos a resucitar en la tierra. Y los que estemos en la tierra, el poquitito que quede, en comparación con los millones de tantos idos antes, entonces estaremos en la tierra; entonces Marcos le añade: la tierra.

 

Comparación con Marcos 13, cuando el Señor junta a sus escogidos en su venida.-

 

Vamos ahí a Marcos 13, vamos a ir comparando ¿ve?, desde el verso 24. Marcos 13 V.24 “Pero en aquellos días, después de aquella tribulación…” Note cómo coincide también el testimonio de Pedro, a través de Marcos, coincide. V.24“…después de aquella tribulación el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, V.25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. V.26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. V.27 Y entonces enviará sus ángeles,…” “entonces”, ¿se acuerda?, es después de la tribulación; es después, no antes. Después de la tribulación. V.27 “…enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.” Ahí ya ahora entra también la tierra, porque en la tierra hay todavía un poquito, que el Señor no se olvida de los que estamos en la tierra. De hecho Él viene con los que están en el cielo, para la tierra. Porque Pablo decía, preparando a Tesalónica, a la iglesia, de que estuviéramos irreprensibles para la venida del Señor Jesucristo con todos sus santos (1Tes.3:13). Porque el Señor, cuando viene, viene con todos ellos. Dios traerá con Jesús a los que durmieron en Él, que son la mayoría. Entonces, cuando Él venga y los resucite a ellos, ellos resucitarán primero, luego nosotros seremos transformados, y ahora sí, resucitados y transformados, somos arrebatados; este es el arrebatamiento, para recibir al Señor en el aire, ya en esta dimensión; ellos estaban con el Señor allá, de un extremo del cielo al otro, en el paraíso, en el tercer cielo, pero estaban en espíritu y alma, sin cuerpo. Pero tenían que vencer en sus cuerpos, porque Dios hizo al hombre espíritu, alma y cuerpo; entonces ellos tenían que resucitar, y entonces Dios trae con Jesús a los que durmieron en Él, los trae a tomar sus cuerpos; y cuando ellos resucitan primero, inmediatamente con ellos, rapidito, somos transformados también en nuestros cuerpos, y ellos y nosotros somos arrebatados a recibirlo ahora que viene a esta tierra. Antes, ellos estaban con Él allá. Entonces el recogimiento es allá, por eso dice que esas vírgenes, que estaban esperando al esposo, se durmieron, y el clamor salió a despertarlas para que resuciten. Y nadie será arrebatado antes de que resuciten, porque no precederemos a los que durmieron[12]; los muertos en Cristo resucitarán primero, y entonces nosotros seremos transformados, y junto con ellos seremos arrebatados a recibir al Señor en el aire. No dice arrebatados al trono en el cielo, no; sino a recibirlo en los aires al venir Él con todos los santos para resucitarlos, transformarlos y arrebatarlos a las nubes a recibirle y venir con Él a la tierra al monte de los Olivos, a poner fin a la gran tribulación, mandar al anticristo y al falso profeta al lago de fuego, ¿amén?, a establecer el tribunal de Cristo, a hacer el juicio de las naciones y separar las ovejas de las cabras, y poner las cabras también en el fuego y, luego, darle el gobierno del Milenio a los vencedores, y a las ovejitas de la derecha ponerlos en el Reino bajo el gobierno de los vencedores e inaugurar el Milenio ¿ve? Eso sucede después de la tribulación de aquellos días; aquella tribulación de la que venía hablando ya desde el principio del discurso, porque es el mismo discurso. Esa palabra “entonces”, “entonces”, es palabra de ubicación, de contexto, de continuidad. No se puede hablar del arrebatamiento sin el contexto; todavía no hemos llegado a los versos del arrebatamiento; está hablando todavía de las copas de la ira; de eso es de lo que está hablando. Entonces, ahora sí ya viene.

 

Continúa Mateo 24:31-51

 

Entonces, volvemos ahí ¿ve?, a Mateo capítulo 24, verso 31. Mateo 24 V.31 “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, (esta es la trompeta que dice también Pablo en Tesalonicenses primera, capítulo cuatro) y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. (Ahí cuando dice los cuatro vientos, bueno, ahí está implicada la tierra, pero Marcos nos dijo: la tierra; él oía: del extremo de la tierra) V.32 De la higuera aprended la parábola:…” Oh, en este contexto es que nos habla de la higuera, y la higuera representa a Israel; y es durante la gran tribulación que Israel se va a convertir; ahora ya muchos se están convirtiendo, pero llegará un momento en que la nación, como nación, se convertirá, y, sin embargo, nos dice a nosotros que estemos pendientes de lo que pase con la higuera. O sea que la Iglesia va a estar aquí cuando Dios está tratando con Israel; cuando veáis la higuera. Algunos dicen que no, que nosotros nos vamos para el cielo, y que se queda el pobre Israel solito aquí, no; el Señor Jesús le está diciendo a la Iglesia que la Iglesia va a ver lo que pasa con Israel. La iglesia va a ver lo que pasa con Israel. Y lo va a ver desde aquí, no desde el cielo; claro, los que se fueron sí, pero los que quedemos o queden vivos hasta Su venida, dice que vamos a ver. Por eso dice así,  V.32 “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, (primero la rama tierna, ¿ah?, primero vuelve en 1948, y luego dice) y brotan las hojas, (el 1967 la guerra de los seis días, y todo ese proceso que ha tenido Israel) sabéis que el verano (es la hora de la cosecha) está cerca. V.33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, (todas, inclusive la abominación desoladora, la persecución, lo del cielo, lo de la tierra, lo de los astros y lo de Israel. Cuando lo veáis…será visto por la Iglesia, porque le está hablando a la Iglesia. Todas estas cosas, no solo algunas, sino todas estas cosas) conoced que está cerca, a las puertas. V.34 De cierto os digo, que no pasará esta generación (o sea la final, que verá todo eso) hasta que todo esto acontezca.” O sea que acontecerá en una sola generación final. Si el Señor dice que nos da unos setenta, u ochenta años, y dice que es más o menos el promedio de cada persona, y en el ‘48 empezó a suceder, súmele setenta, ochenta años, hermano; ya estamos bien cerca. No podemos saber el día ni la hora; Jesús dijo que el día ni la hora nadie sabe, pero sí cuándo está cerca, y dice que es para que no nos sorprenda el día. No sabemos el día, pero, si estamos atentos, no nos sorprenderá el día; no vamos a saberlo, pero no nos sorprenderá, ¿amén? No decimos día ni hora, pero sí cuándo está cerca el verano, ¿amén?

 

V.35 “El cielo y la tierra pasarán, (por eso dice en Hebreos[13]: Ellos perecerán, mas Tú permaneces; porque es como un vestido que Él se muda y se pone otro vestido. El cielo y la tierra pasarán...) pero mis palabras no pasarán. (Es decir, se cumplirán) V.36 Pero del día y la hora…”; por eso fue el error del que se pone a poner que tal día de mayo, yo no sé qué; aquellos santos y tantos otros, los adventistas, los llamados testigos y mucha gente que se pone a poner día y hora. Hermanos, por más cerca que veamos todo, no digamos día ni hora, no digamos. Pero sí estemos atentos, para que aquel día no nos sorprenda como ladrón. O sea que sabemos cuándo está cerca y las cosas están pintando ya, y dice que ya, ya hay que levantar la cabeza y erguirnos, porque nuestra redención está cerca, pero no diga día y hora, no cometamos ese error, ¿amén?, dejemos en: todo está cerca, eso sí. Y dice: V.36 “… del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, (y también ni el Hijo, pero lo del Hijo no lo dijo Mateo, lo dijo Marcos, porque El Hijo está hablando en la tierra en su despojamiento. Él se despojó y se hizo hombre, y en su despojamiento dice: dejo eso con el Padre; el Padre lo puso en su sola potestad, ¿ve?, entonces no nos pongamos a poner día y hora)  sino sólo mi Padre.

 

V.37 “Más…” Ahora pongan atención. El verso 36 habla que nadie sabe el día ni la hora; esa es la venida secreta; no es que Él viene en secreto. El día y la hora cuando Él venga es secreto. Pero fíjense, tiene relación con eso, dice: V.37 “Mas como en los días de Noé, así será la venida (y esa es todavía la parusía) del Hijo del Hombre V.38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, (¿no ve lo que pasa ahora?) casándose (¿si vieron?, mi hija se va a casar ahora en agosto)  y dando en casamiento, (qué vamos a hacer ¿no?, se quieren casar) hasta el día en que Noé entró en el arca, (el arca es una figura de Cristo, figura del bautismo, como explica Pedro[14], cuando ya hayan entrado todos los que son, el último) V.39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la parusía del Hijo del Hombre. V.40 Entonces…” Ah, fíjese éste, fíjese, mire todo lo que habló; después de la tribulación de aquellos días y viene hablando de todo eso, todo eso, todo eso, y recién ahora dice: Entonces. Mire cuándo es que llega el arrebatamiento, no antes, sino después de todo esto. Después de esto entonces esto y después esto, y esto, y esto, y esto, y esto, y esto, y esto. V.40Entonces estarán dos en el campo…”; no dice que son dos hermanos, pero dice, dos. Ambos pueden estar trabajando; externamente parece que están en lo mismo, pero su corazón está en distinto lugar. Los dos están en el mismo trabajo. Imagínense con su compañero de trabajo y tú te vas y él se queda, y están haciendo juntos el mismo trabajo, pero uno está en Cristo, está en el Espíritu, está en la fe, y el otro está en sí mismo. Hermano, por lo menos hablémosle a nuestro compañero de trabajo, ¿amén?, a ver si se va con nosotros. V.40 “… estarán dos en el campo; el uno será tomado y el otro será dejado.” Mire cuándo es que aparece el arrebatamiento, en el versículo 40, después de la tribulación de aquellos días y de todas esas cosas, entonces. V.41 “Dos mujeres…”; no dice que son hermanas, porque si fueran hermanas se iban todas porque dice que todos nos iremos en un mismo momento. La Biblia dice en primera a los Corintios[15]: en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, todos seremos transformados a la final trompeta. No dice que unos antes, otros después, no; todos, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos. Y a la final, no antes de la primera trompeta, no; a la final trompeta, todos. Algunos se quieren ir antes, pero el Señor dice que todos en un momento; y ese momento no es un momento largo, no; es en un abrir y cerrar de ojos. Y no es antes de las trompetas, hermanos, no; es a la última, o sea después, la última es la séptima. Entonces, si pensabas que había posibilidad de no pasar la tribulación, es muriendo en Cristo, aunque seas decapitado en la tribulación.

 

Otras bienaventuranzas.-

 

Bienaventurados de aquí en adelante los que mueren en el Señor; descansan de sus trabajos y sus obras con ellos siguen[16]. O sea que si te mueres en el Señor, de ahí, desde ese momento en adelante, eres bienaventurado. Esa bienaventuranza a veces no la recordamos, porque nos recordamos las siete de allá de Mateo en el sermón del monte, pero Apocalipsis también tiene otras cuantas bienaventuranzas, otras siete. Y Daniel tiene otras. Sino te mueres, entonces dice: Bienaventurado el que espere y llegue a 1335 días[17]; o te mueres en Cristo, o tienes que esperar; nada de blasfemar, nada de dejarse marcar, nada de eso; esperar hasta 1335 días; esa es la otra bienaventuranza; de pronto nos toca una, o nos toca otra; a los hijos. Bienaventurados los que mueren en el Señor; descansan de sus trabajos. Sí, dice el Espíritu, sí, bienaventurados. ¡Uy! no, no, no, dicen algunos; pero el Espíritu dice: Sí, sí, sí. Uno dice: no, a mí no me gustaría esa; bueno, el Espíritu dice: sí, bienaventurados, sí, sí, bienaventurados los que mueren en el Señor; descansan de sus trabajos y sus obras con ellos siguen. Wiclef quería ser un mártir, pero el Señor no quiso. Hay otra bienaventuranza también: bienaventurado el que espere y llegue a 1335 días. A algunos les toca una y a algunos les toca otra, pero el fin es después de los 1335 días. Daniel, tú tranquilo, descansa y al fin te levantarás para recibir tu heredad,[18] pero al fin, después de los 1335 días; es la resurrección, y no precederemos a los que durmieron;[19] sólo después que resucite Daniel vamos a ser transformados, a recibir al Señor, y él resucita después del capítulo 11 y 12 de su libro, que hablan de plena tribulación con gobierno de anticristo, Armagedón y todo. Recién al final resucita Daniel. Entonces es el fin, hay que perseverar hasta el fin. Si te matan, descansas y tus obras siguen, si no, espera hasta el fin; esa es la palabra de la perseverancia.

 

 

 

Entonces, sigue diciendo aquí el Señor, según el testimonio de Mateo: V.41 “Dos mujeres  (no dice hermanas, porque si fueran hermanas las dos se iban, porque es en un momento que nos vamos todos. Entonces por eso no dice hermanas, sino mujeres) estarán moliendo en un molino;…” imagínese, se puede moler en el Espíritu y se puede moler en la carne. Se puede moler cantando y se puede moler maldiciendo ¿Se da cuenta? Las dos estarán haciendo la misma cosa por fuera, pero muy distinta por dentro. Y lo que Dios quiere es lo de adentro, no lo de afuera. Señor, pero si las dos están moliendo; sí, pero una está moliendo con maldiciones y la otra está moliendo con alabanzas. V.41 “Dos mujeres estarán moliendo en un molino; (es el mismo, se van turnando. Los maíces ahí felices, cuando es la creyente la que muele, y llorando cuando es la otra) la una será tomada, y la otra dejada. V.42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.” Entonces, note que el arrebatamiento es en la venida, en la parusía del Señor.

 

V.43 “Pero sabed esto, (ah, ¿qué hay que saber?) que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, (y por eso Dios no lo quiso decir) velaría, y no dejaría minar su casa. V.44 Por tanto, también vosotros estad preparados; (preparados, para la segunda venida del Señor) porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. V.45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?” O sea que el Señor nos quiere encontrar dando alimento a su pueblo; evangelizando, discipulando, compartiendo, enseñando, aconsejando, consolando, distribuyendo folletos, lo que sea, casetes, lo que sea, dando alimento al pueblo; así nos quiere encontrar. Dice: V.45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? V.46 Bienaventurado…” ¡Es otra bienaventuranza!, vea, ¡otra! Cuántas bienaventuranzas perdidas han estado por ahí. Hay que recogerlas y juntarlas, ¿no? en un libro florilegio. V.46 “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.” O sea, ¿cómo nos quiere hallar el Señor?, dando el alimento a tiempo a Su casa, ¿amén? Todos tenemos que participar en eso de una u otra manera. V.47 “De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.” Todo habla a aquel siervo, no es otro siervo, es el mismo. Un mismo siervo puede estar preparándose y sirviendo a la casa, o el mismo siervo puede hacer otras cosas; no es que uno es un siervo y otro es otro siervo, no. Si aquel siervo, aquel bienaventurado, es el mismo. Si aquel siervo al cual, cuando su señor venga le halle haciendo así, sobre todos sus bienes le pondrá. V.48 “Pero si aquel siervo malo (ah, sí es malo) dijere en su corazón: (porque no lo va a decir en público, claro, no, le va a dar vergüenza; pero por allá adentro) Mi señor tarda en venir; V.49 y comenzare a golpear a sus consiervos, (¡Uy! O sea, a tratar mal a los hermanos) y aun a comer y a beber con los borrachos, V.50 vendrá el señor de aquel siervo (este es el mismo siervo, puede estar en una o en otra) en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, V.51 y (esta traducción dice) lo castigará duramente…”; ¿sabe cómo dice el original griego?, usa la palabra dicotomizará, o sea, lo cortará en dos. Porque él es un siervo; si es un siervo es un hijo, es salvo en su espíritu, pero va a estar pasando como por fuego. Estará dividido en dos, como si fuera esquizofrénico. Lo cortará en dos, es lo que dice el original, dicotomía, lo dice también allá en Lucas 12. Entonces esta traducción no lo tradujo así tan exacto, no usó la literalidad dicotomía, partido en dos. Porque, hermano, fíjese, cuando la persona no es íntegra con su propia conciencia, y es hipócrita, y no es coherente con su fe, empieza a escindirse ya en dos, y es terrible, así empieza la locura; las personas son una cosa y son otra cosa, las dos cosas al mismo tiempo, y cada vez hay más distancia y, ya, queda partido en dos. Y en la venida del Señor, si ese siervo no es fiel… ¿qué es lo que dice Pablo? Pablo dice: Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa;[20] está en el reino, está enterito, esto se llama integridad. Pero si la obra de alguno se quemare,[21] porque era pura paja, pura carnalidad, cosas nuestras, y se quemare, él sufrirá pérdida. Habla de sufrimiento y de pérdida, pero no es de la salvación, ¿se da cuenta? Si bien él mismo será salvo, ese pedazo está arriba, mas como por fuego, ese pedazo está abajo. ¿Lo ve partido en dos? Sufrirá pérdida y pasará por fuego, aunque sea salvo. Es salvo, porque la salvación es por gracia, no es por obras, pero el galardón sí es por obras y el castigo también es por obras. Todos compareceremos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba, según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.[22] No dice según su fe solamente; por la fe es la salvación, pero el galardón es distinto a la salvación; por eso dice: sufrirá pérdida de galardón, pero él mismo será salvo, pero por fuego. O sea que pierde el galardón o parte; no pierde la salvación, pero recibe castigo. Entonces una persona como que está en dos mundos; al mismo tiempo está arriba y al mismo tiempo está abajo. Esa persona está dicotomizada, cortada en dos, partida en dos. Y cualquiera de nosotros que no sea coherente, íntegro con Dios y consigo mismo, empieza a estar medio partido, aquí y allá, y con hipocresía y un montón de cosas, y ya los tormentos empiezan ahora en la conciencia. Entonces, hermano, Dios tenga misericordia de nosotros y nos arrepintamos, seamos perdonados y seamos unificados, integrados; ser íntegros, con el Señor, con nosotros mismos, con todas las personas. Porque eso de estar cortado, partido, dicotomizado, eso es una esquizofrenia, hermanos. Dios tenga piedad de nosotros, ¿amén? Entonces ahí dice así: V.50 “vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, V.51 y lo castigará duramente, (y también lo dice Lucas 12, lo traduce: Lo castigará duramente. Pero, ¿cuál es la palabra en el griego? Lo dicotomizará; o sea, lo cortará en dos, lo partirá por en medio, eso es una cosa terrible, ¿amén?) y pondrá su parte con los hipócritas; (¿se da cuenta?, hipocresía. Sólo aparentando, por fuera una cosa y por dentro, otra; ya empezó a ser partido uno ahí) allí será el lloro y el crujir de dientes.” ¿Amén? Y entonces ahí sí ya después comienza con lo de las vírgenes, con los talentos. Vamos a hacer una lectura rápida del texto que dice Marcos y Lucas al respecto y terminamos esta parte de hoy.

 

 

Comparación con Marcos 13:24-29

 

Entonces volvamos allá a Marcos, a leer de lo mismo, porque es otro testigo; vamos a oír su complemento, desde el verso 24. Marcos 13:24. Marcos13 V.24 “Pero en aquellos días, (note) después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, V.25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. V.26 Entonces (¿ve?, no antes) verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. V.27 Y entonces (eso es continuidad y tiempo, ubicación, contexto) enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. (Porque allá también están; unos están allá y otros acá)V.28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. V.29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.” O sea que, veremos lo de la higuera también. Pero hay una cosa que se le olvidó a Mateo y se le olvidó a Marcos, pero Lucas, como buen gentil, así como se acordó de la parte de la plenitud de los gentiles, se acordó también de los demás árboles, además de la higuera. Mateo no lo dice, Marcos no lo dice, pero Lucas sí se acordó: “Cuando veáis la higuera y los demás árboles[23], que eso también dijo Jesús, pero un judío no le va a poner atención a lo de los demás árboles, pero un gentil sí, porque la Biblia no solo habla de Israel, también habla de Gog y Magog, y de Europa y del rey del sur y del oriente y todo eso. Cuando veáis la higuera, es lo de Israel, y los demás árboles es lo que pasa en el resto de las naciones, lo que está profetizado también de otras naciones; de eso se acordó Lucas como buen gentil que era. Por eso Dios tuvo un gentil participando del Nuevo Testamento; y ¿sabe una cosa? fue el que más escribió. Porque cuando tú sumas las trece epístolas de Pablo y las comparas con el evangelio de Lucas, Hechos de los apóstoles y la epístola a los Hebreos, que también parece que es más de Lucas que de Pablo, aunque claro que eran compañeros y pensaban igual, pero el lenguaje y el estilo es diferente, y con muchos detalles, que no es la hora de tratarlos, pero en otra ocasión se podrían tratar. Si juntas el evangelio de Lucas, el evangelio tiene 24 capítulos, pero tiene más palabras que los 28 capítulos de Mateo; y luego tienes otros 28 capítulos de Hechos, y capítulos larguitos, y luego los 13 de Hebreos. El que más escribió en el Nuevo Testamento fue el gentil Lucas. Claro que algunos le atribuyen Hebreos a Pablo, pero eso hay que discutirlo bien. De todas maneras, lo ponga de primero o lo ponga de segundo, escribió mucho Lucas, ¿amén?

 

Comparación con Lucas 21:25-36

 

Y dice Lucas, vamos a verlo ahí en Lucas, vamos a verlo y vamos a comprobarlo. Capítulo 21, estamos leyendo esas cosas juntos. Capítulo 21, desde el 25. Lucas 21 V.25 “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, (y note, sólo Lucas se acordó lo del tsunami; ni Mateo se acordó de los tsunamis, ni Marcos se acordó de los tsunamis, pero Lucas sí) confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; (hermanos, el Señor sabía lo que iba a pasar y nuestros ojos lo ven, por internet, por televisión y, a veces, en vivo y en directo. Y ¿qué más sigue diciendo Lucas?) V.26 desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. V.27 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. V.28 Cuando estas cosas comiencen a suceder, (eso es Lucas, el que se acordó de estas palabras. Note, los hombres ven estas cosas y se asustan y desfallecen, y el Señor nos dice lo contrario: Cuando vean esto, no desfallezcan, no. Dice:) erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. (¿Amén?) V.29 También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. (¿Ven?, Lucas se acordó de este detallito de Jesús. Él tenía sensibilidad para eso, porque era gentil. O sea que hay que ver la parte de Israel y la de las demás naciones.) V.30 Cuando ya brotan, (no solo la higuera, sino también los demás árboles) viéndolo, (o sea que lo vamos a ver) sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. V.31 Así también vosotros, cuando veáis (porque lo veremos) que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. V.32 De cierto os digo, que no pasará esta generación (ésta, la que vea esto) hasta que todo esto acontezca. V.33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. V.34 Mirad también…” oigan aquí hermanos esto que se acordó Lucas y que los otros no se acordaron. Por eso hay que oír a varios, ¿se da cuenta?, porque en la multitud de consejeros hay sabiduría[24]. Mire el lazo que vendría; el lazo de los shoppins, etc. V.34 “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. V.35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.” Note, un lazo para enlazar a todos los habitantes de todos los países. ¡Cuidado con ese lazo! Mirad. Glotonerías, embriaguez, afanes; como un lazo vienen, y después el día nos sorprende enlazados, amarrados, atados con deudas, atados con cosas. ¿Se dan cuenta, hermanos? Y cuando el Señor dice que ni siquiera tenemos que volver a recoger la capa, ¿se da cuenta? Entonces dice: V.35 “Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. V.36 Velad, pues, en todo tiempo orando (¿cómo es que se vela?, en todo tiempo, orando. Si no oramos, no velamos, estamos dormidos) que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán…” Por eso decíamos: ¿Será que hemos orado por eso? ¿Hemos orado para huir, y que no haya invierno, y que no sea en sábado, y que podamos escapar de estas cosas, así sea que nos decapiten, pero nos vamos al paraíso? Pero escapar, como quiera el Señor. Eso se lo dejamos a Él, el cómo. O esperarnos hasta que lleguen los 1335 días, quién sabe dónde, por allá en el campo, en el desierto preparado. Pero dice que hay que orar para ser tenidos por dignos de escapar, porque los impíos no escaparán. Hay que ser tenidos por dignos, según el punto de vista del Señor y no el de los hombres, para escapar. Bienaventurado, incluso, si mueres de aquí en adelante en el Señor, porque descansas de tus trabajos, escapas de las aflicciones.

 

Isaías 57 1-2

 

Miren, lean conmigo por favor, lean conmigo. Isaías 57: 1 y 2, y volvemos y terminamos Lucas aquí rápido. Isaías 57, versículos 1 y 2. Vamos a leer ahí. Acuérdese, Isaías, también Apocalipsis 14. “Bienaventurados de aquí en adelante los que mueren en el Señor; descansan de sus trabajos y sus obras con ellos siguen” [25] Y si no eres tenido por digno de escapar, al fin te toca esperar hasta 1335 días. Bueno, bienaventurado el que espere[26], ¿verdad?, persevere hasta el fin, porque allá es el fin. Miren lo que dice Isaías 57:1 y 2. Isaías 57 V.1 “Perece el justo, y no hay quien piense en ello;…” La gente no entiende cuando se mueren los santos. El salmo[27] dice que para Dios es una alegría la muerte de los santos. Dios se alegra cuando sus santos van a encontrarse con su Padre y a entrar en su descanso. Pero la gente no piensa eso, solo piensa: “Ay, se murió y qué va a pasar el esposo y los niños y todo eso” Pero dice: Isaías 57 V.1 “Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda (¿Qué es ese perecer y esa muerte de los justos y los piadosos? No hay quien entienda) que de delante de la aflicción es quitado el justo.” Dios lo quitó. O sea, ya fue a muerte, ya sea incluso decapitado, pero se lo lleva a descansar. De delante de la aflicción. Y hay otra palabra que se usa para traducir ésta misma: Tribulación. En otras versiones, aquí donde traducen aflicción, dice tribulación. Delante de la tribulación es quitado el justo.  V.2 “Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios.” ¡Aleluya! ¿Se dan cuenta de esta bienaventuranza ahí?

 

Continúa comparación con Lucas 21:36

 

Bueno, volvemos a Lucas, terminamos Lucas y Marcos. Entonces estábamos en Isaías 57:1 y 2. Ahora Lucas 21, estamos entonces en el versículo final, ¿verdad?, casi al final; 36. Lucas 21 V.36 “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar…” Esa palabra también la utiliza, así como el Señor, la utiliza Pablo en 2 Tesalonicenses capítulo 1:5: 2 Tesalonicenses 1:5 “Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.” O sea, ¿cómo es tenido por digno? Por el padecimiento, porque hay una diferencia entre el reino y la salvación. La salvación es por gracia, no es por obras; tú no mereces nada, pero Él pagó por ti y te perdonó, y por eso eres salvo. Pero ahora los salvos somos hijos, somos siervos, y le servimos. Y ese servicio va a ser galardonado. Y si somos hijos, pero fallamos, no perdemos la salvación, pero tiene que castigarnos. Y el reino es un premio por las obras. La salvación es un regalo sin obras. Por gracia sois salvos, por medio de la fe y no por las obras[28]. Pero he aquí vengo pronto y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra[29]. La obra es para galardonar a los hijos que trabajan, y el castigo es para corregir a los hijos que fallan; no dejan de ser hijos; su recompensa se pierde, sufren pérdida, pero no de la salvación; aunque pasan por fuego, pero no para siempre. Eso es lo que dice primera a los Corintios 3: Si la obra, la obra, no la fe; la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, mas así como por fuego[30]. Y el Salmo 89 también dice eso: Si sus hijos hicieren lo malo, los castigará con azotes; mas no quitaré de ellos mi misericordia[31]. ¿Por qué? Porque la salvación es un regalo, que se recibe por fe. Pero el reino no es la salvación. Por ejemplo[32], dice: Toma aquí tu mina, tu mina, tu mina, cada uno tiene su mina; negocie con su mina. Ahora le dice, bueno, ¿qué hiciste con tu mina? Señor, tu mina produjo diez minas. Ah, muy bien, siervo fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; sé sobre diez ciudades. La mina es una cosa; y la recompensa por haber negociado con la mina es otra cosa, ese es el reino. No todos estarán reinando sobre diez ciudades. A otro dice: Y tú ¿qué hiciste con tu mina? Ah Señor, tu mina produjo cinco minas. Muy bien, tú también sé sobre cinco ciudades. Los dos están salvos, pero uno es un gobernador de una decápolis y el otro de una pentápolis, ¿ven? Y otro, guardó su mina, y la escondió y se la quitaron y se la dieron al otro, y va a tener en el Milenio menos de lo que tenía en la Iglesia, porque en la era de la iglesia tenía una mina, por lo menos, pero en el Milenio se le quita la mina. En cambio el otro tenía también la misma mina, pero produjo diez, y después va a tener once, porque el Señor le va a dar la del otro.

 

Entonces, ¿Se dan cuenta? que ser salvos es una cosa; pero estar en una posición más cerca del Señor, ese es el reino, y eso tiene que ver con las obras, con el negocio con la mina. Así que a trabajar nuestra mina, hermanos. Negociad entre tanto que yo vengo[33]. Bienaventurado aquel al que su Señor cuando venga lo encuentre haciendo así[34]. A negociar con su mina todos, ¿amén? Para que el Señor te dé cinco o diez ciudades, según lo que se haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. Y si hacemos lo malo ¿qué vamos a recibir?, ¿diez ciudades? o diez azotes. Porque también habla que algunos siervos van a ser azotados mucho y otros poco. También habrá azotes; no dice que son eternos. Dice que si no te pones de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto estás en el camino, entonces vas a la prisión, hasta (no es para siempre eternamente), pero, hasta que pagues el último cuadrante[35]. Lo que debemos hay que pagarlo. A veces decimos: -No, Señor, más bien perdóname mis deudas-.

- Sí te las perdono, pero vaya y páguele a su vecino lo que le debe-.

Pero no le puedo pagar.

-Bueno, páguele lo que pueda, y si no, trabaje, y trate, y haga lo mejor que puede-.

Y el Señor te va a defender si haces lo mejor que puedes. Pero si te haces el tonto, el Señor no se deja engañar por los tontos. Es que ni nosotros nos dejamos engañar, menos el Señor. ¿Amén hermanos?

 

Entonces ahí termina Lucas diciendo: Lucas 21 V.36 “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.” Hoy a la gente le gusta que lo tumben; y va a la reunión a ver si se cae para atrás. Pero el Señor no quiere gente que se caiga para atrás; el Señor quiere gente que esté en pie cuando venga el Hijo del Hombre. En pie; listo para recibirlo, con las cosas arregladas, preparado. Cuando venga el Señor no sale avergonzado ni se cae para atrás. Estar en pie. ¿Quién podrá mantenerse en pie[36]? Y luego aparecen los 144.000 y una multitud que lavó sus vestiduras con la sangre del cordero, ¿amén? Dios quiere que estemos en pie, que no nos alejemos de Él avergonzados, que cuando Él venga podamos estar en pie, ¿amén? Eso es lo que Él mismo dice, que oremos, para poder estar en pie. Hasta Juan se cayó, y le dijo: No temas, levántate. Él nos quiere levantados, ¿amén? Entonces así termina, y dice: V.37 “Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos. V.38 Y todo el pueblo venía a Él por la mañana, para oírle en el templo.” 

 

Terminación en Marcos 13

 

Veamos la terminación en Marcos 13, porque ya pasamos por Mateo y Lucas. Entonces ahí ya habíamos llegado en el v.28: Marcos 13  V.28 “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.” Y nos fuimos a ver lo de todos los árboles, allá en Lucas. Marcos 13  V.29 “Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. V.30  De cierto os digo, que no pasará esta generación (la que vea esto) hasta que todo esto acontezca. V.31  El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. V.32  Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, (esto fue lo que se recordó Pedro y lo contó Marcos) sino el Padre. V.33  Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. V.34  Es como el hombre…” Y esta parábola no se la acordó Pablo ni Lucas, solo se acordó Marcos. Por eso es lindo integrar todo. V.34 “Es como el hombre  que yéndose lejos, dejó su casa, (que es la Iglesia) y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, (cada uno tiene una obra que hacer, cada uno) y al portero mandó que velase. V.35  Velad, pues, porque no sabéis cuando vendrá el Señor de la casa; si al anochecer, o a la media noche, o al canto del gallo, o a la mañana; (esas son las cuatro vigilias) V.36  para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. V.37  Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.” Amén, hermanos, vamos a parar aquí. Vamos a hacer una oración simple, pero sincera al Señor. Y pedirle que Él nos ayude, porque sin su ayuda, ¿a dónde podemos llegar?

 

Oración final.-

 

Querido Padre, te damos gracias por esta oportunidad que nos das, para amonestarnos con tu Palabra de amor, con tu Palabra de esperanza; con tu invitación a la fe, a la esperanza, al servicio, al arrepentimiento, a purificarnos más y a limpiarnos más. Padre, oramos que nos ayudes; queremos ser hallados de Ti cual Tú nos quieres hallar. Como somos muy débiles, te pedimos primero perdón, y segundo la ayuda para ser hallados con oportuno socorro como nos quieres hallar. Y que podamos escapar; que Tú nos puedas tener por dignos de escapar de las cosas que vendrán. Que limpies nuestros pecados y fallas con la sangre del Cordero, que no te acuerdes más, que eches al mar del olvido nuestros pecados, y que nos levantes en tu gracia, para pedir que cada uno haga lo mejor que puede, lo mejor que sabe; lo que a cada uno le preparaste. En el nombre del Señor Jesús. Amén.



[1] Mateo 10:23

[2] Isaías 54:15, 17

[3] Daniel 8:25

[4] Proverbios 1:17

[5] 1 Tesalonicenses 5:3

[6] Juan 14:13, 15:16

[7] Zacarías 12:12

[8] 1 Tesalonicenses 4:15-17

[9] 1 Corintios 15:51-52

[10] 2 Corintios 12:2-4

[11] 1 Tesalonicenses 4:14

[12] 1 Tesalonicenses 4:15

[13] Hebreos 1:10-11

[14] 1 Pedro 3:20-22

[15] 1 Corintios 15:51-52

[16] Apocalipsis 14:13

[17] Daniel 12:12

[18] Daniel 12:13

[19] 1 Tesalonicenses 4:15

[20] 1 Corintios 3:14

[21] 1 Corintios 3:15

[22] 2 Corintios 5:10

[23] Lucas 21:29

[24] Proverbios 11:14

[25] Apocalipsis 14:13

[26] Daniel 12:12

[27] Salmo 116:15

[28] Efesios 2:8-9

[29] Apocalipsis 22:12

[30] 1 Corintios 3:15

[31] Salmo 89:30-33

[32] Lucas 19:11-27

[33] Lucas 19:13

[34] Mateo 24:46, Lucas 12:43

[35] Mateo 5:25-26

[36] Apocalipsis 6:17

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