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UMBRAL

SEFER GITAIM (22) / la teogonía hevea

 

LA TEOGONÍA HEVEA.


Los heveos u horeos/hurritas, que aquí nos interesan de manera especial, eran sincretistas y eclécticos. De Babel tomaron como dioses a Alalu, Anu y Ea. Tomaron del sumerio Enlil los rasgos de su dios Kumarbi; tomaron también del sumerio a Kal/Prometeo/Hapantaliya y Ninurta/Hefesto. El escriba Ashapa hurrita escribió la Teogonía de los Heveos en una Tablilla que se ha conservado. Upelluri escribió el Canto de Ullikummi, paralelo al Poema de Hedammu/Plata/Ushu, y cuya temática, para algunos eruditos, tiene de Babel el transfondo del Mito de Atra-Hasis. El sacerdote Kella de Nerik escribió "La Lucha contra el Dragón". El personaje heveo Ullikummi, es el mismo personaje llamado Shu entre los egipcios, y es el mismo personaje llamado Atlante entre los griegos. El trasfondo de la religión hurrita pasó, pues, por los heteos a Grecia. Es notable la correspondencia de Hesíodo con los mitos heveos.

Para comprender mejor el conflicto espiritual que tuvo Israel frente a los heveos, he aquí a continuación una versión del Texto de la Teogonía Hevea escrita por Ashapa, desenterrado por la arqueología en Hattusa:

-"Que me oigan aquellos que son los primigenios, los poderosos del mundo subterráneo: Nara, Napsara, Minki, Amunki, Ammezzadu, Ishara; que me oigan el padre y la madre, el espíritu Enlil y la substancia Ninlil, los que arriba y abajo son poderosos.

Anteriormente, en los años antiguos, fue rey en los cielos Alalu. Estaba Alalu sentado en el trono, y el celestial Anu, primogénito, estaba junto a él y se postraba y le servía cual copero. Durante nueve tiempos fue rey en los cielos Alalu, pero entonces el celestial Anu entabló batalla contra él.

Afrentado Alalu se apartó y se fue a la región ignota.

El celestial Anu se apoderó del trono.

El poderoso Kumarbi le atendía, respetaba y servía cual copero.

Durante nueve tiempos el celestial Anu usurpó el trono.

Entonces Kumarbi, Simiente de Alalu, combatió contra el celestial Anu el cual no pudo resistir frente a Kumarbi.

Pretendiendo escaparse el celestial Anu y subir a lo alto, le atrapó por los pies Kumarbi y lo expulsó del cielo y le mordió entre los muslos la virilidad, la cual, como aleación, se mezcló en las entrañas de Kumarbi.

La virilidad de Anu se burlaba de Kumarbi y le decía:

No se alegren tus entrañas de haberse tragado mi virilidad,

pues en ellas he puesto feto, te he preñado con el peso del tempestuoso Tesub, y con la insoportable corriente del Aranzah, y con el peso de Tasmisu. A un par de espantosos he puesto en tus entrañas, por lo cual acabarás golpeándote la cabeza contra las peñas del monte Tassa. Cuando habló y se apartó el celestial Anu, el sabio rey Kumarbi entonces escupió con saliva parte de aquella virilidad; pero lo escupido fue temerariamente acogido por la montaña Kanzura. Kumarbi, enojado, se estableció en la ciudad de Nippur, esperando a ver que acontecía con lo que quedaba en sus entrañas, tratando de expulsarlo. Entonces decían a Marduk que estaba adentro:

-¡sal de su cuerpo por el falo, o por el oído, o por el ano!


Marduk exclamó entonces desde las entrañas de Kumarbi:

-¡que viva el manantial de la sabiduría!

Ahora la tierra me dará su fuerza y el cielo el heroísmo;

el celestial Anu su virilidad y Kumarbi la sabiduría.

También los subterráneos Nara y Nipsara me darán de lo suyo

y el espíritu de los vientos Enlil me dará su vigor,

como también otros su potencia y sabiduría.

El celestial Anu clamó:

- ¡que salga la simiente que puse adentro como si se tratase de una mujer! ¡que salga el tempestuoso Tesub de la ciudad de Kummiya! ¡sal por la boca o por el ano!

Entonces Ea reparó:

- si sale por el ano, lo triturará y mancillará;

pero si por el falo, toda mujer recibirá daño.

Se dijo entonces: -¡que se rompa el falo de Kumarbi!

Así que por el falo se levantó lujuria como héroe y rey

y se presentó ante Ea mientras Kumarbi se postrernaba.

Kumarbi encolerizado buscó a Namhé aliada de la abundancia y dijo a Ea: -¡dame a mi hijo para devorarlo, pues me convirtió en mujer! ¡ y también al tempestuoso Tesub y lo trituraré como a caña seca!

Pero a Kumarbi le dieron una piedra de diorita que al comer le hirió en los dientes.

Entonces escupió y se lamentó y colocó a la piedra como ídolo.

Dijo entonces Ea a Kumarbi:

- ¡que traigan aquella piedra de diorita que tú arrojaste para que la invoquen los hombres, y los ricos, los señores y los héroes le inmolen vacas y ovejas, y los pobres le hagan libaciones con sémola. Y nadie revocará lo que salió de la boca de Kumarbi. Y puesto que estuvo dentro suyo, le honrarán los países de arriba y de abajo.- Así comenzaron a hacer los hombres, a honrar el falo de Kumarbi y al tempestuoso Tesub que de él salió. También salió el rio Aranzah. Y asistieron al parto de Kumarbi como al de una mujer. Y asistieron a la montaña Kanzura en su parto. Y salió el héroe Suwaliya (Tasmisu) por el buen lugar. El celestial Anu estaba observando.

El rey de Kummiya dijo al celestial Anu:


- ¡el varón kumarbi, padre de los poderosos, me parió y engrandeció! Siete veces me envió contra la región ignota y siete veces arrasé la tierra; siete veces me envió contra el cielo y siete veces lo arrastré; siete veces me envió contra los montes y los rios y siete veces los arrastré. La región ignota me valoró. Me dieron la sabiduría subterránea y la tengo con el heroísmo y la virilidad de Anu. Pero estoy atado bajo los montes y los rios. Mata a Kumarbi.

Anu respondió al tempestuoso Tesub rey de Kummiya lo que pasaría si lo hicieran perecer.

Oídas de Tesub las palabras de Anu las aborreció y dijo enfurecido al toro Seri: -¡he de vencer a los que contra mi vienen en batalla! A estos y a aquellos dije imprecaciones como al guerrero celestial Astabi.

El toro Seri contestó a Tesub: -¿por qué maldices a los poderosos y a Ea? Pues Ea te ha escuchado.

Cuando Ea oyó aquellas palabras, las aborreció, y le dijo:

- ¡No me maldigas! ¡si pones la cerveza al fuego, su vasija se hará pedazos!

LLegado el sexto mes, la constelación del Carro (Osa Mayor) volvió a la ciudad de Apsuwa y con sabiduría realizó el consejo de Ea. Por su parte, también la tierra pasó por Apsuwa según las cuentas de Ea hasta el décimo mes. Entonces la tierra clamó pariendo a dos hijos. LLegó un mensajero de Apsuwa y Ea aprobó las buenas noticias de que la tierra había parido dos hijos.

Esta es la Primera Tablilla."


Hasta aquí, pues, una versión de la Teogonía Hevea escrita por el escriba hurrita Ashapa. Alalu representa a la divinidad que todo lo preside primeramente. Los árabes llaman Alá a la divinidad. Ilu o Il refiérese en el semítico a la divinidad, tal como el hebreo El, de donde proviene semánticamente Elohim o El-Eliom o El-Olam, que respectivamente significa: Dios Todopoderoso, Altísimo, Eterno. Alalu, sería, pues, entre los heveos, un viejo recuerdo del monoteísmo primigenio que derivó luego en politeismo. Anu representa al cielo personificado. La rebelión de Anu contra Alalu nos recuerda la rebelión que hubo en los cielos cuando Lucero arrastró la tercera parte de los ángeles. La caída y castración de Anu nos recuerda la caída de Lucero y el principio del juicio de expulsión a él y a sus ángeles, en el que toman parte otras entidades celestiales, los angeles escogidos. La mezcla de la virilidad de Anu en las entrañas de Kumarbi, nos recuerda la mezcla de los hijos de Elohim con las hijas de los hombres, los nefilim y giborim, los refaítas y otros gigantes antiguos, así como también la constitución pecadora de los descendientes de Adam. Es decir, de alguna manera la Teogonía Hevea reconoce la influencia maléfica de los rebeldes celestiales en la tierra y su respectivo juicio, aunque tristemente la exalta y tergiversa. La lucha de Kumarbi con Anu nos recuerda la lucha celestial. Nara, Nipsara, Minki, Amunki, Ammezzadu y otros nos recuerdan a los ángeles caídos presos en el Tártaro. Marduk y otros nos recuerda a los héroes divinizados antiguos procedentes de la unión de los hijos de Elohim con las hijas de los Adam. La interpretación de aquellos acontecimientos primigenios, está en la Teogonía Hevea, tergiversada e inmoralmente inclinada en favor de los rebeldes. Realmente el dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, engañó también a los heveos como a las demás etnias, y por medio de ellos hizo tropezar a Israel. La Teogonía Hevea pretende justificar además del politeísmo, también la idolatría, la adoración del falo y la astrología.

El eclecticismo provocado por la convivencia de Israel con los cananeos, hititas, jebuseos, amurru, ferezeos y heveos, hizo que Israel cayera bajo distintas opresiones, como las de Cusan-Risataim de Mesopotamia, Eglón de Moab, Jabín de Hazor, Sísara de Haroset-Goim, Oreb, Zeeb, Zeba y Zalmuna de Madián, y otros. No obstante, cuando Israel volvía a Dios, era librado por los Sftym, jueces tales como: Otoniel, Aod, Samgar, Débora, Gedeón, Abimelek, Tola, Jair, Jefté, Ibzán, Elón, Abdón y Sansón. Para esta historia particular nos interesa especialmente lo relacionado a las historias de Aod bn-Gera benjaminita, y la de los jefes heveos Jabín de Hazor y Sísara de Haroset-Goim, que fustigaron a Israel, e incluso tenían como aliado a Heber ceneo de Wadi-Zaanaim heredero de Jetro Ragüel Hobab padre de Zéfora, mujer de Moisés.

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