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SEFER GITAIM (38) / escatología

 

Escatología.-


Si algo de la sangre de Benjamín corre por las venas de algunos gitanos, debido a los contactos en el pasado (ej.:2S.4:2,3), ¿acaso no les alcanzará la promesa de la Restauración de Israel? Pues escrito está (Romanos 11:1-36), que aconteció a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la Plenitud de los Gentiles; es decir, que Dios tomará un pueblo para Su Nombre de entre los Gentiles, por medio de Jesucristo (Hchs.15:14-19); o sea, de toda tribu, pueblo, lengua y nación (Ap.7:9; 14:6). Y aquí caben ciertamente los gitanos, aunque nada tuviesen en Benjamín; y esa es la Promesa más grande a realizarse en Jesucristo.

Pero, además de ésta, hay otra promesa para Israel. Después de que haya entrado la susodicha Plenitud de los Gentiles, entonces la nación de Israel, en cuanto nación, será salva por la conversión nacional al Mesías Jesucristo; si bien hoy cualquier israelita puede ser salvo por la Fe en Jesucristo a nivel personal.

Dios ha prometido tomar 144.000 israelitas de las 12 tribus de Israel (Ap.7:4-8), con excepción de Dan que conforme a la Palabra de Dios perdió su lugar, y su nombre fue bajo el cielo borrado por causa de su idolatría (Dt.29:18-21; 1R.12:28-30). Pero puesto que José heredó una doble porción (Dt.21:17; Gn.30:22-24; 1Cr.5:1), así se completan los 144.000 sellados del Remanente Final de Israel.

Cuando José (Gn.37,39-45), figura de Cristo, fue vendido por sus hermanos, Dios lo encaminó todo para que él preparase suministro y protección de vida para el pueblo, mientras él estaba unido a una esposa gentil. Pero llegado el tiempo, José se dio a conocer a sus hermanos, así como Jesucristo será conocido nacionalmente por Israel al fin de los tiempos. No obstante, mientras José observaba a sus hermanos que estaban a punto de conocerle y salvar su vida gracias a él, José se conmovía de manera especial por su hermano menor Benjamín. José retuvo a Judá preso hasta que Benjamín le fuera traído a su presencia. LLegado Benjamín, José se conmovió, pues era lo que faltaba. Entonces José, antes de revelarse a sus hermanos, entregó a Benjamín una porción cinco veces mayor.


Dios es fiel a Su Pacto; y aún a David hizo que satisficiese el Pacto de Josué con los gabaonitas que había quebrantado Saúl. Y mucho más si hay algo de Benjamín allí ahora, lo cual Dios lo sabe. Quiera Dios que aquellos varones recabitas escogidos para estar todos los días delante del Dios de Israel, intercedan por su pueblo, y consigan para él lugar entre el remanente escogido: la Plena Bendición en Jesucristo, por un lado, y el acompañar los de Benjamín la restauración de Israel, por otro lado. Y tenga Benjamín entre sus 12.000 sellados, recabitas que tengan la sangre de Benjamín y que se hallan unido a Israel, como lo hizo Ruth, que dijo: Tu pueblo será mi pueblo, y Tu Dios, mi Dios (Rt.1:16); y como lo hizo Malquías bn-Recab que restauró la Puerta del Muladar en Jerusalem y gobernó la provincia de Bet-Haquerem (Nh.3:14). El Señor aceptaba incluso en Israel a los extranjeros que se adhiriesen plenamente al Dios de Israel (Ex.12:48,49; Lev.19:33,34; 22:18,19; 24:22; Nm.9:14; 15:14-16,26,29; 35:15; Dt.1:16; 10:17-19; 14:29; 16:11,14; 24:14,17; 26:11-13; 27:19; 29:9-13; 31:12; Jos.8:33; 20:9; Rt.2:10; 2S.15:17-22; 1R.8:39-43; 2Cr.6:30-33; Sal.146:9; Is.14:1; 56:3-7; 60:10; Jer.7:6; 22:3; Ezq.47:21-23; Zc.7:10; Mlq.3:5; Ef.2:19).

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